¿Qué pasaría si aplicara la teoría de las "ventanas rotas" a Wall Street?
James Q. Wilson, que murió recientemente, era un experto en ciencias políticas que a menudo estudió la respuesta del gobierno frente a la “delincuencia de cuello azul”, Publicó lo que se conoce como teoría de las "ventanas rotas". La metáfora explica lo que ocurre con un edificio vacío, cuando las ventanas rotas no son rápidamente reparadas. La consecuencia de ello sería que la mayoría de las ventanas en el edificio abandonado se habrán roto al cabo de cierto tiempo. Afirmó que los delincuentes sienten poco remordimiento contra la destrucción pequeña, porque los propietarios del edificio no demuestran preocupación por la integridad del edificio. Wilson analizó las normas sociales, la comunidad, y la ética. Sostuvo, que la sociedad no se somete a ciertas normas o situaciones; excepto los ciudadanos honestos que estarían activos en el seguimiento y vigilancia de la conducta delictiva. El análisis en la comunidad de Lled se puede generalizar a otras comunidades. Wilson insta a analizar los delitos de cuello azul, incluso en delitos menores o infracciones en las sociedades, y cómo éstos tienden a exigir respuesta a través de la presión social y/o policial.
La teoría surgió en Nueva York, y la policía la adoptó como “ventanas rotas", concluyendo que es una prioridad responder incluso en los delitos menores que trastornan la comunidad - como por ejemplo en casos de "ladrones o carteristas", prostitución, grafiti en los muros de las calles. Esta teoría plantea que los delitos denunciados como los de cuello azul disminuyen si hay respuesta pronta a nivel social, judicial, y policial. Esta teoría se aplicó en otras ciudades con otros programas, y coincidieron en la afirmación de la reducción drástica de la mayoría de los delitos perseguidos, Wilson y la policía de Nueva York obtuvieron el reconocimiento y fama popular. Wilson se convirtió en uno de los criminólogos más famosos en referencia a los delitos de cuello azul en el mundo.
La teoría de las "ventanas rotas" de Wilson sigue siendo polémica entre muchos criminólogos. Se muestra seguidamente un análisis dela aplicación de las "ventanas rotas", frente a la teoría y políticas de la élite en delitos de cuello blanco.
Wilson era muy conservador, y su enfoque en la investigación en criminología era casi exclusivamente la delincuencia de cuello azul. Fue una pena, porque la teoría de "las ventanas rotas", es más convincente en el contexto de la élite de delitos de cuello blanco. Dicho planteamiento, sin embargo, habría estado fuera de la zona de confort de Wilson. Él tendía a usar la palabra "delito" para referirse exclusivamente a los delitos de cuello azul y su énfasis estaba en los criminales de bajo perfil, al pensar en delincuencia Wilson estaba convencido que la criminología debía centrarse mayoritariamente en disminuir la condición de delincuentes de cuello azul.
"Este articulo no trata de delitos de cuello blanco ".... En parte, esto refleja los límites de mi propio conocimiento, pero también refleja mi convicción, a la percepción en la que la mayoría de los ciudadanos, estiman que hay mayor presencia de depredadores sexuales o criminales peligrosos en las calles, y la censura ante estos delitos ha de ser más rápida, fuertemente castigada, pero, ¿porqué la reacción de las personas es diferente frente a otros delitos como los conocidos como de cuello blanco? Como por ejemplo: el fraude a los consumidores, fraude fiscal, apropiación indebida de recursos municipales, porqué estos son percibidos por algunos miembros de la comunidad como (menos gravosos y por tanto se han de censurar menos ) …
Desde el paralelo de estas dos teorías se concluiría que desde la perspectiva de las "ventanas rotas", delitos como violencia sexual, hurto,prostitución localizada en zonas residenciales, etc.. Hacen difícil o imposible la convivencia entre aquella comunidad donde se cometen estos delitos. Los afectados de aquella comunidad perciben el daño de forma directa a los interesés particulares. Caso contrario sucede con los delitos de cuello blanco, en general las comunidades son más permisivas con algunas formas de corrupción cívica (un buen alcalde puede permanecer en el poder y gobernar de manera efectiva, sólo haciendo algunos “acuerdos con los contratistas de carreteras y agentes de seguros”, los casos de corrupción, beneficio propio de los gobernantes no suelen producir demasiada alarma o crítica social y pocas veces suelen tener consecuencias penales y sociales.... "
Tenga en cuenta que la explicación de Wilson es la antítesis de sus "ventanas rotas" el razonamiento es que el delito de cuello blanco es un delito menor y, por supuesto, son relativamente menores los delitos de cuello blanco. Wilson insistió en que era voluntad de la sociedad no tolerar los crímenes que llevaron a la desintegración social y las epidemias de graves delitos de cuello azul, pero, se involucró en la misma voluntad de tolerar y justificar los crímenes de cuello blanco, considerándolos menos graves. Predijo en su trabajo sobre "ventanas rotas" que al tolerar los crímenes más pequeños de forma generalizada, estos llegarán a niveles de grandes epidemias del crimen, afectando a la comunidad y sometiéndola a las restricciones sociales.
Las epidemias de la delincuencia de élite de cuello blanco, han llevado siempre la recurrente, de intensificación en los intereses de los mercados, las crisis financieras han demostrado su coincidencia en este aspecto. Del mismo modo, la corrupción se ha disculpado y tolerado por las élites de poder, como también es cierto que se suelen mantener “acuerdos o pactos” cuando se propaga la incidencia y la gravedad de la corrupción, sin importar que socavan los intereses de la comunidad y el Estado de Derecho. De manera que la corrupción generalizada es igual de nociva a la proporción en que es tolerada.
La teoría en el contexto de las "ventanas rotas", nos invita a reflexionar en la ruta a la toma de serias medidas de prevención y disuasión del fraude fiscal, a prevenir y vigilar las violaciones antimonopolio, debido a la tendencia a reproducir el germen del engaño en las empresas que quieran defraudar para obtener ventajas competitivas haciendo uso de una inadecuada ética, porqué estas practicas termina por germinar en los mercados degradando y erosionando derechos de los ciudadanos y las normas legales que igualan los mercados.
La crisis actual demuestra que en la actualidad no hay iniciativas a
rticuladas a nivel nacional e internacional para luchar contra fraude al consumidor, el fraude hipotecario, la corrupción ha sido permisiva globalmente dejando sus huellas y repercutiendo en las comunidades directamente denegando ahora derechos anteriormente conquistados.
Fuente: AlterNet
