Los internautas que buscan trabajo en la red se pueden convertir en coautores de un delito
A mediados del 2005, una nueva forma de estafa surgió en internet. Fue denominada
scam, su finalidad es utilizar a aquellos internautas que buscan trabajo utilizando la red, lo cual es muy habitual. Esta nueva forma de estafa se divide en tres fases y utiliza algunas de las técnicas del ya tan abundante
phishing. Sin embargo este fraude puede ser más peligroso, ya que quienes pretenden ganar un dinero de forma rápida, sin arriesgar nada y con poco trabajo, se pueden convertir, presuntamente sin saberlo, en coautores de un delito, con las consiguientes penas.
Conocida bajo el nombre de
scam, en julio de 2005 surgieron los primeros afectados por esta nueva forma de estafa mediante internet. Según fuentes del Ministerio del Interior de España, "sus autores son delincuentes procedentes de diversos países, principalmente de la antigua Europa del Este, que dominan el mundo de la informática y los idiomas, poseyendo además conocimientos jurídicos del área donde actúan".
El proceso se desarrolla en tres fases, "en las cuales se ven implicados ciudadanos inocentes que buscan empleo a través de la red", afirma el comunicado del Ministerio del Interior. Estos internautas, además, se convierten, sin ellos saberlo, en coautores de un "hecho delictivo".
La primera fase
Como se ha indicado, el
scam se divide en tres fases. La primera consiste en captar a los futuros colaboradores en la estafa a través de difundir ofertas de trabajo fácil desde el domicilio, "del que se pueden obtener grandes beneficios". Las ofertas se realizan desde "diversas empresas" empleando diversos medios como: canales de
chats, correo electrónico o páginas de internet.
Las ofertas de supuestos trabajos consisten en hacer de intermediario en transferencias internacionales de dinero, "ofreciéndose en concepto de pago un porcentaje".
Los requisitos para poder acceder al "trabajo fácil" son: disponer de conexión a internet, tener cuenta corriente propia y conocer los sistemas internacionales de envío de dinero. "Precisamente este conocimiento de los medios de envío de dinero se busca para ofrecer una apariencia de legalidad, haciendo ver que no tiene nada que ver con el blanqueo de capitales, apoyándose además en conocidas empresas legales de pago por internet tales como PayPal o de remesadoras como Western Union".
Además, en esta información se incluye un formulario que debe de ser rellenado con el número de cuenta y datos personales. Cabe señalar que, al igual que ocurre con otro tipo de engaños a través de internet y que provienes del extranjero, estas páginas y los correos enviados, suelen tener numerosos errores ortográficos o sintácticos que deben de hacer desconfiar a los usuarios sobre la legalidad de la acción.
En la segunda fase ya entra el
phishing. En ésta el
phishing juega un papel decisivo ya que, una vez que los estafadores han captado a las personas que, sin saberlo, van a recibir el dinero robado, los delincuentes utilizan las técnicas del
phishing.
Así, mediante un envío masivo (muchos millones
de emails) en nombre de entidades bancarias reales, imitando su página Web aunque frecuentemente con faltas ortográficas, consiguen que los usuarios de banca en internet introduzcan (a pesar de las recomendaciones de las entidades para que no se den nunca las claves) sus datos personales, número de cuenta y clave de acceso a través de Internet. Aquí finaliza la segunda fase.
La tercera: el robo
Una vez que los "estafadores" se han hecho con las claves de los usuarios comienza la tercera fase. En ésta los delincuentes, "utilizando las claves que han obtenido durante el transcurso de la fase previa, realizan transferencias de fondos de esas cuentas hacia las de los "trabajadores" intermediarios.
Una vez que se ha realizado el ingreso, los estafadores contactan con los intermediarios a través de mensajes de correo electrónico indicándoles cómo y dónde remitir el dinero, una vez obtenida la comisión que a la hora de la contratación se acordó.
De esta forma, el dinero es remitido por el intermediario a terceras personas "mediante transferencias (que efectúan en empresas de envío rápido de dinero, que no suelen efectuar controles serios de identidad). Así se cierra el círculo y el dinero finaliza en manos de los delincuentes dificultando a los investigadores seguir el camino recorrido por el mismo.
Coautores del delito
Esta estafa se puede considerar igual de peligrosa que el
phisihng lo cierto es que el
scam cuenta con un elemento aún peor: el hecho de que los intermediarios se convierten supuestamente sin saberlo, en coautores de un delito, arriesgándose a sufrir las penas correspondientes.
Quienes originalmente buscaban empleo a través de internet, acaban siendo cómplices. "Estos desconocen casi todo de sus empleadores, debido no sólo al anonimato de la red sino también a su ubicación en países con bajo grado de colaboración judicial y de policía internacional, siendo difícil llegar hasta los verdaderos cerebros de la trama delictiva", asegura el Ministerio del Interior.
Los primeros casos
A pesar de que esta práctica es nueva, lo cierto es que ya existen cuatro imputados en Valladolid, quienes fueron captados por una de estas redes, por haber sido intermediarios. Gracias a uno de ellos se ha podido conocer esta nueva forma de estafa, ya que puso los hechos en conocimiento de la Policía al sospechar que el dinero que pudiera estar transfiriendo no tenía un origen legal.
Es por este motivo que desde el Ministerio del Interior se asegura que "es fundamental que los ciudadanos conozcan estos datos y que observen con desconfianza esta tipo de ofertas de trabajo, ya que es muy extraña que el mercado bancario ofrezca posibilidades de gran beneficio económico mediante la realización de transferencias, pues en esto caso dichas operaciones mercantiles habrían sido efectuadas por los propias entidades".
Para no ser "reclutados" o "estafados", solo debe accederse a los servicios que ofertan las diferentes entidades bancarias únicamente a través de las páginas Web oficiales de cada banco además de que no se debe nunca introducir claves o datos personales en mensajes o enlaces que nos hayan llegado a través del correo electrónico Asimismo, otra forma de prevención es fijarse en la ortografía y gramática de dichos mensajes, ya que suelen incluir numerosos errores.
Y en general, para no ser víctimas de virus, troyanos u otro tipo de amenazas que circulan por internet, cabe recordar otros consejos como: comprobar el antivirus y el antitroyanos que se disponen, así como instalar las actualizaciones; desconfiar de los mensajes en otros idiomas no abrir aquellos con un asunto poco habitual (a pesar de que sean enviados por conocidos); o no instalar programas u herramientas desde internet a no ser que se esté seguro de su procedencia.
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