Los psicólogos estadounidenses se encuentran divididos en investigadores que defienden la experimentación y el método científico y practicantes interesados en los testimonios, la intuición y la experiencia clínica
Para un buen número de psicólogos
en la actualidad, interpretar manchas borrosas de tinta sobre un papel
doblado no tiene ningún efecto en el estudio de la personalidad
del individuo. Más aún, este nuevo grupo de psicólogos
incrédulos pone en duda la eficacia de la mayoría de las
técnicas terapéuticas y métodos de psicoanálisis.
Esta nueva ideología ha creado una gigantesca grieta entre los psicólogos
en Estados Unidos que se debaten entre aceptar sólo los resultados
de experimentos rigurosos y técnicas estadísticas o incluir
y permitir las anécdotas, testimonios, experiencia y la intuición
clínica en el diagnóstico. Los primeros han formado su propia
sociedad y los segundos permanecen en un espacio que cada vez es más
reducido.
De hecho, el nuevo movimiento está
integrado por la crema de la profesión. Investigadores de universidades
como Harvard, Cambridge, Texas, Emory, Johns Hopkins y demás, decidieron
en 1988 abandonar completamente el pilar de la psicología estadounidense:
la Asociación Americana de Psicología o APA. Los profesionales
formaron su propia asociación conocida ahora como la Sociedad Americana
de Psicología que cuenta ya con más de 15,000 miembros, según
su director el doctor Alan Kraut.
"Creemos que la APA es muy permisiva en cuanto
a las prácticas que ejercen sus miembros. La psicología es
una ciencia cambiante y que está, por supuesto influenciada por
los descubrimientos que se realicen en el área de la neurología.
Las nuevas herramientas con las que contamos en el mundo moderno continúan
explicando el comportamiento y el pensamiento humano mediante conexiones
neuronales y combinaciones químicas. Es preciso que los psicólogos
estén actualizados sobre los estudios en estas áreas del
conocimiento para que puedan llevar bien a cabo sus casos individuales.
Nosotros sentimos que la APA es muy flexible con sus códigos de ética y permite terapias y métodos que pueden ser hasta dañinos
para los pacientes", explicó el psicólogo.
Los psicólogos escépticos se
quejan de que la mayoría de los métodos populares psicológicos
de hoy en día carecen de validez científica. Además,
muchos continúan siendo utilizados a pesar de que se ha demostrado
que su eficacia es nula. La famosa prueba de Rorschach, símbolo
clásico de la psicología de los setenta y los ochenta, es
uno estos métodos caducos.
"La ciencia y la investigación junto
con técnicas estadísticas han elaborado un sinnúmero
de evidencias clínicas en contra de esta prueba. También
se ha determinado que muchos psicólogos fueron los culpables de
implantar memorias falsas en las cabezas de sus pacientes que luego pensaron
que fueron abusados sexualmente en la infancia. Por varias décadas,
el furor en las cortes judiciales estadounidenses fue originado por este
tema. Muchas personas adultas acusaron a sus progenitores de recuerdos
que nunca estuvieron en sus mentes. Lo triste es que algunos profesionales
del psicoanálisis continúan utilizando estas técnicas
en sus prácticas. Creemos que la APA no debería tolerar estas
conductas", indicó el doctor Scott Lilienfeld, autor del libro "Qué
anda mal con el Rorschach".
De acuerdo con Lilienfeld y el popular profesor
e investigador de psicología de la Universidad de Harvard,
el doctor Richard MacNally, sus ideas han desatado un sinnúmero
de amenazas por parte de otros psicólogos que no están de
acuerdo con la posición que han tomado.
"Creo un psicólogo que no lea, por
lo menos, una investigación clínica o los resultados de pruebas
controladas una vez al mes no debe considerarse psicólogo en estos
tiempos. Este es un momento en que el psicoanálisis ha perdido
fuerza y es en la experimentación y la neurología donde se
encuentra el futuro de esta carrera. La experimentación y las estadísticas
deben ser las herramientas básicas de cualquier psicólogo
moderno. Es como la medicina, tenemos que estar actualizados y la experiencia
clínica no es suficiente", aseguró MacNally para el periódico
The New York Times.
El criticismo que se ha desatado en contra
de la sociedad ha ampliado mucho más el hueco generacional entre
psicólogos y las críticas se han convertido muchas
veces en amenazas a muerte y mensajes electrónicos llenos de acusaciones
e ira. De todas formas, los investigadores aseguran que el movimiento científico
cada día gana más público. "Los cambios siempre toman
su tiempo, pero en asuntos de la salud lo que gana es lo que funciona y
nada como la experimentación para demostrarlo.
División
La Sociedad Americana de Psicología
no reconoce muchos de los métodos que utilizan las mayoría
de los psicólogos en Estados Unidos. Entre los métodos cuya
eficacia no han sido demostrada mediante la experimentación se encuentran:
- La prueba de Rorschach.
- La existencia de memorias reprimidas de la infancia.
- La validez del desorden de personalidad múltiple.
- El psicoanálisis y sus variantes.
- El uso exagerado de etiquetas como "codependencia" y "adicción sexual".
- Técnicas como el "incidente crítico" y otros métodos que se ponen de moda y luego mueren por falta de evidencia científica que demuestre su eficacia.