Para no ser víctima de un estafador, piense antes de actuar. Caso fiscalía de Colombia.
Leyendo las noticias de los diarios nacionales de Colombia me causa sonrojez algunas peculiaridades muy significativas en el acontecer de la segunda institución más importante del país la
Fiscalía General de la Nación de Colombia. He venido observando la cronología de unos hechos que sin duda alguna hacen que se cuestione la seriedad de esta importante institución, la cual tiene a su cargo el esclarecer los temas más delicados del país acatando la ley, la verdad y la objetividad de los hechos.
Hoy reconozco con gran tristeza porqué algunos políticos de la "Madre Patria" se refieren a países con determinadas características pintorescas y macondianas como "países bananeros". ¿¡Término sarcástico o demasiado realista!? Y nada más cercano de lo que se vive en Colombia protagonizado por personas que se dicen "profesionales" y que ocupan cargos de gran importancia en el país, y se dedican a creer y no a pensar antes de actuar; o es que quizás el proceso de aprendizaje tipo "test" o repita solemnemente lo enseñado no les ha permitido que se desarrolle el pensamiento crítico necesario para actuar en el día a día.
Analizaremos porqué me atrevo a afirmar lo anteriormente expuesto: el día 26 de septiembre de 2006 el señor Armando Martí revela ante los medios de comunicación que es un psíquico contratado para prestar sus servicios a la mencionada institución, hecho confirmado por el Fiscal General de la Nación, señor Mario Iguarán, quien afirma que el anteriormente mencionado estaba contratado para estudiar la armonía interna de la entidad y por ello llevó a cabo actividades de: hipnosis, Fhengsui, Vudú, capacitaciones y otras actividades de inteligencia institucional, etc..., según las cuales el honorable señor fiscal relaciona como actividades propias de "
salud ocupacional". Nada más lejos de la realidad puesto que esto sería como confundir la leche con la velocidad, pero en fin, cuando se quiere explicar lo inexplicable, lo único lógico es pretender confundir bajo el término "cientificidad", reiterado varias veces por el honorable señor fiscal.
Pero para el psíquico, señor Armando Martí, quien justifica la importancia según él, de su quehacer en la "escena del crimen" en los cuerpos de investigación nacional e internacionales y quizás por ello fue vinculado como asesor externo a la respetada institución, y por ello realizó informes parapsicológicos que terminaron por imponerse ante los méritos académicos y la experiencia laboral de funcionarios de la propia Fiscalía; así que la facilidad de verborrea del mencionado parapsicólogo sumado a la sugestión de funcionarios y directivos, se impusieron a la coherencia, a la lógica y a la razón. Cuestión curiosa y reprochable para las directivas de la Fiscalía si se parte de que estos funcionarios deben ser personas imparciales y coherentes con las pruebas (los hechos) para no terminar implicados por sugestiones infundadas e influenciados por terceros en la toma de decisiones.
De manera pues, que lo único cierto y evidente frente al comentario del señor Martí es que si en los cuerpos de seguridad de los diferentes estados se incluyeran en sus plantillas a personas o personajes como este "parasipcólogo", carecería de sentido toda la estructura de
los cuerpos de seguridad y la tecnología que se utiliza, porque sólo con las famosas "habilidades paranormales" ya adivinarían o predecirían todo lo que interesa en referencia a las líneas de investigación, así que el ahorro sería demasiado significativo, sólo que hay una cuestión muy curiosa y es que cuando se trata de confrontar lo que estas personas dicen, con su participación en los cuerpos de seguridad, generalmente estos son desmentidos, como ha sucedido nuevamente en el caso del señor Martí y las supuestas colaboraciones con los cuerpos de seguridad. Y me surge la sonrisa, cuando los medios le preguntan al señor Martí, cómo es que no puede predecir lo evidente, de quien filtró la información de los documentos que han armado tanto revuelo a nivel nacional. Este señor puede adivinar donde está un avión perdido, como también quien dice la verdad o la mentira, sólo con mirar a los ojos, pero sobre lo que realmente le concierne a él, y como no tiene datos concretos, pues no puede decir nada.
De tal manera podemos concluir que los cuerpos de seguridad serios y comprometidos institucionalmente no cometen errores como éste. Además está demostrado reiteradamente que en los pocos casos que han salido a la luz pública, en los cuales algunos parapsicólogos con la idea de protagonismo manifiestan que han intervenido en alguna operación con los cuerpos de seguridad, pero la realidad es que siempre se les ha desmentido, o cuando se les confronta siempre salen con alguna excusa de que se les interpretó mal y hay otros que simplemente evaden la situación para evitar el contacto con la realidad.
Es por ello que escuchando y leyendo las diferentes entrevistas en las cuales el señor fiscal, el vicefiscal y el mencionado psíquico, al explicar sus diferentes puntos de vista sobre el mencionado tema de documentos filtrados y procedimientos inapropiados, lo único que queda claro es que el parapsicólogo lo que armó fue un tremendo chismerío que terminó por afectar la reputación de muchos funcionarios y la de la propia institución.
Es curioso como este personaje se ajusta al
perfil de los estafadores: el cual se refiere a hombre o mujer generalmente bien vestido, seductor, egocéntrico, sofisticado, habilidoso para relacionarse, que simula ser un profesional o dominar parte del conocimiento científico, con una actitud embaucadora, lo cual hace que emplee un lenguaje técnico pero desordenado y poco coherente, propio de quien no ha tenido formación académica rigurosa; y que al comunicarse con una persona del común, termina este último por creer que entendió el caos de términos que parece le suenan a algo que otros dicen, pero lo único cierto y verdad es que estos charlatanes de turno lo que hacen es leer en frío lo que el receptor o la víctima quiere escuchar, acompañado de dos o tres frases de apariencia científica pero que en el fondo no es otra cosa que embaucar a su pobre víctima.
Estas personas se especializan en ciertos tipos de delitos y el más reiterativo en ellos es la estafa, y según lo aprendido en Derecho Penal, un delito en ocasiones lleva a la comisión de otros delitos, lo que se consideraría como "concurso de delitos", lo que sucede siempre y cuando a este tipo de personajes se les permita la paticipación o interferencia en la vida personal de la víctima.
Por eso, ¡ojo, mucho ojo! con quien se trata y cómo se les permite a quienes conocemos, para que interfieran en la vida personal y laboral, para no terminar en líos y como si fuera poco con estrés y pérdida de cabello (alopecia), simplemente porque no se tuvo la cautela, o no se pensó en lo que se dijo, a quien se lo dijo y cómo lo dijo, teniendo en cuenta las peculariedades del interlocutor. Y es que no es de extrañar que cuando nos gobierna la sugestión, nos convertimos en marionetas de este tipo de personajes, que lo único que hacen es inducir al error a sus víctimas, como le aconteció al señor Fiscal General de la Nación, quien resultó ser víctima de este estafador, el cual se volvió incontrolable y con atribuciones que no le correspondían a su supuesto cargo como asesor contratista. Y quien realizó soportes "supuestamente técnicos" que resultaron ser una combinación de demagogia, fragmentos de Harry Potter, la Odisea, etc..., de tal manera que en este salpicón de conceptos se podía leer cosas graciosas y hasta macabras, por citar un ejemplo, la actividad "Misión Perseu de Zeus" o la participación en el hallazgo de la muñeca vudú en la Secretaría Fiscal de la Nación.
Sin lugar a dudas la honorable comisión de acusaciones del Congreso, deberá analizar de forma lógica y racional y en honor a la verdad sobre lo acontecido, aunque de todo esto se puede concluir que lo único evidente es que se ha incurrido en hechos poco claros y que dejan en evidencia varias situaciones:
Primero, una subcontratación de forma irregular, en la cual la ley es clara y precisa en que las actividades de salud ocupacional deben ser desarrolladas por personas profesionales y especializadas en el tema, con formación académica y técnica regulada por el estado colombiano y en el cual no se incluye para nada en su plan de estudios académicos la hipnosis, el vudú, el taichi, bioenergética, espiritismo y demás maguferías, además como medida de control los mencionados profesionales deben de tener una licencia que les permite el ejercicio en el sector de la salud ocupacional. Es por ello que es cuestionable que entidades gubernamentales permitan el acceso de personas que realicen actividades de forma intromisoria en este campo, por sujetos que dicen tener un conocimiento y que además es demostrable que su supuesta aportación no es académico, ni técnica y que ninguna institución seria y rigurosa de formación educativa cualificada impartiría, temas relacionados con la magufería o actividades que induzcan a la estafa de los incautos; en conclusión este tipo de personas, con estos conocimientos no aportan nada positivo y si ocasionan graves afectaciones.
Segundo, se observa la siguiente infracción a la ley, evidente bajo la modalidad de
peculado por uso, que según el artículo 398 del Código Penal colombiano, el cual refiere que "El servidor público que indebidamente use o permita que otro use bienes del Estado o de empresas o instituciones en que éste tenga parte, o bienes de particulares cuya administración, tenencia o custodia se le haya confiado por razón o con ocasión de sus funciones, incurrirá en prisión de uno (1) a cuatro (4) años e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término." Esto queda evidentemente constatado por las palabras del mencionado asesor psíquico y por las declaraciones del fiscal y vicefiscal, al confirmar el uso de material exclusivo del personal de la Fiscalía (armamento, vehículo oficial blindado, y carné para el libre acceso por toda la institución), prebendas que no se justifican, pues en cualquier país se sabe que los asesores externos sólo cumplen funciones de asesoría como tal y que en los hipotéticos casos en que hubiese problemas personales de estos, si el caso lo amerita se deben denunciar ante la entidad competente, porque si así como lo afirmó el mencionado psíquico, que se encontraba en situación de riesgo por amenazas, ante estos hechos lo procedente en un estado de derecho como lo consagra la constitución colombiana, las personas no pueden tomar la justicia por su propia mano y sólo al estado es a quien le compete la función de administrar justicia y la determinación de medidas preventivas. De manera que si lo que afirmó el mencionado psíquico referente a que portó un arma facilitada por la propia institución, esto equivaldría a vulnerar el estado de derecho y propiciar la inseguridad jurídica por la institución mencionada y de la misma forma probablemente se incurrió en otro delito como es el porte ilegal de armas, esto bajo el supuesto de que no hubiera tenido la licencia. Artículo 365 "El que sin permiso de autoridad competente importe, trafique, fabrique, transporte, almacene, distribuya, venda, suministre, repare o porte armas de fuego de defensa personal, municiones o explosivos, incurrirá en prisión de uno (1) a cuatro (4) años".
Como tercera cuestión a analizar está el pronunciamiento de la señora licenciada en psicología Ana Mercedes Pérez, que brilla por su ausencia y quien sin duda alguna ha sido cómplice de semejante escándalo, por permitir una mala praxis bajo la titularidad de su contratación, sólo falta añadir a este impase que los supuestos funcionarios perjudicados por tales informes la denuncien por praxis inapropiada que ha terminado por afectar la vida laboral y personal de estos, y es entonces cuando se tendrá que responder ante el juez laboral porqué se contrató y se le permitió el ejercicio a tan pintoresco personaje, Armando Martí, sin profesión alguna vinculada a la salud ocupacional y sin licencia para ejercer.
Faltará ver y constatar cómo actuará la Comisión de Acusaciones del Congreso de la República, a quienes se le ha depositado la confianza a través del voto y cómo será su proceder conforme a la ley y a los procedimientos administrativos para este caso, espero con el corazón en la mano y con gran angustia de que no actúen motivados por creencias y sugestiones magufas como acontece en ciertos ámbitos de los organismos públicos, e incluso por algunos presidentes de la república.
También me queda un sabor agridulce después de estos acontecimientos, que me hacen cuestionar si el honor a la verdad fue la causa de la renuncia del vicefiscal, mientras éste estaba preocupado por la institución y por las supuestas irregularidades, el señor fiscal estaba más preocupado por quién había filtrado la información a los medios de comunicación. Esto da a pensar que lo que interesa es la cuestión de imagen y no custiones de fondo. Y su capacidad de pensamiento crítico se centró en conspiraciones hacia él, esto es propio de personas sugestionables situación que las vulnerables.
Hoy reflexiono con gran preocupación que un país que no en vano se ha sometido al conflicto a sus ciudadanos y al déficit en la educación, quizás para aprovecharse de la ignorancia de unos cuantos incautos, que piensan que el derecho a votar es sólo salir a pasear el domingo electoral, gritar unas cuantas arengas e introducir una papeleta, sin haber reflexionado sobre a quien se le deposita su confianza para los destinos de este país.
Esta consecuencia es fruto quizás por el poco tiempo que se dedica al pensamiento crítico pero constructivo y por eso este país vivirá condenado al caos, pues esto es lo que quieren los politiqueros y la sociedad que no termina por tomar conciencia de esa inercia y esa inadecuada adaptación a lo mágico para que se resuelva lo que compete a los políticos electos. Por eso invito a quienes cumplen la función de docente a que se ejercite el pensamiento crítico y no los exámenes tipo "test" o repita inmaculadamente con puntos y comas lo expuesto por el profesor, que no es otra cosa que plagiar la autoridad de otros. Quizás de esta manera los futuros ciudadanos PROBABLEMENTE no actuaremos tan sugestivamente.