En una viñeta de Gila, un verdugo ofrecía un cigarrillo al reo al que estaba a punto de decapitar. “No, gracias, lo estoy dejando”, contestaba éste. Parece otro chiste de humor negro, pero va en serio: un equipo de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ha estudiado la última comida de 247 condenados a muerte en aquel país. ¿La conclusión? Mucha carne y fritanga, pocas verduras y ensaladas y bastante fast-food. Una dieta, en definitiva, que te puede llevar a la tumba… si no fuera porque ya tienes pie y medio en ella.
El privilegio de elegir una última comida antes de enfrentarse a la silla eléctrica o a la inyección letal es un clásico del sistema penal de EE.UU., que podrá ser cruel y vengativo, pero también tiene su corazoncito. O tenía, porque Texas, el estado que más practica el ojo por ojo judicial, suspendió el año pasado esta medida, después de que un condenado pidiera una cena pantagruélica… ¡y se la dejara sin probar bocado! En el otro extremo de la cuerda está Victor Feguer, ahorcado en Iowa en 1963, que pidió como última comida una aceituna con hueso(que sí comió).
El estudio de Cornell utiliza datos previos a este incidente, entre 2002 y 2006. De los 247 últimos menús estudiados, el 84% pidieron carne, principalmente pollo, seguido de hamburguesa, entrecot, cerdo y, por último, pescado. Casi dos tercios de los inquilinos del “pasillo de la muerte” añadieron alguna fritura de acompañamiento, generalmente patatas fritas. De media, calcula el estudio, los condenados ingirieron 2.756 calorías en una sola comida, cuando la ingesta diaria recomendada para un hombre adulto es de entre 2.000 y 2.500 calorías.
El pollo fue la carne más popular entre las comandas, solicitado por un tercio de los condenados, seguido por la hamburguesa (24%) y el filete de ternera (22%). Un 4% de los reos a muerte pidieron un menú de cadena de fast-food, tipo KFCo McDonald’s. Otro clásico para regar las últimas comidas es la Coca-Cola (el alcohol no está permitido). El autor del estudio, el profesor Brian Wansink, especula que la proclividad a pedir marcas populares puede ser una estrategia para bregar con el estrés de los presos, rodeándose de comidas familiares.
Aquí puedes ver una selección de los menús de última comida de unos cuantos ejecutados en EEUU. Estudio original, con información de The Daily.
Fuente: lainformacion.com
Como el resto del mundo, la mayoría de los musulmanes consideran el vídeo islamófobo de 13 minutos, «Innocence of Muslims» (Inocencia de los Musulmanes), ofensivo y además una basura. Las protestas contra el vídeo se han extendido muy rápido, alimentadas por agravios existentes y comprensibles, contra las políticas americanas y occidentales neo-colonialistas en el Medio Oriente, así como por sensibilidades religiosas en torno a las representaciones del profeta Mahoma. Pero la cobertura de este tema en los medios a menudo omite varios puntos importantes:
Por si lo anterior fuera poco, es necesario destacar la cantidad de noticias realmente importantes que quedaron enterradas la semana pasada para darle cancha a los titulares sobre la ‘Ira Islamista’ y el choque entre civilizaciones. En Rusia, decenas de miles de personas marcharon en Moscú en oposición al Presidente Vladimir Putin. Cientos de miles de portugueses y españoles se manifestaron contra los planes de austeridad, más de un millón de personas reclamaron en las calles la independencia de Cataluña.
Artículo completo en: AVAAZ.ORG
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Esta es una noticia extraña, por cuanto lo normal en Colombia es que se viole impunemente el caracter laico del estado.
Por eso hay que reconocer que, sabia y adecuadamente, la Corte Constitucional protegió el laicismo establecido en la Constitución, al señalar que los servidores públicos no pueden meter sus creencias personales en sus actuaciones públicas:
La Corte Constitucional ordenó a las autoridades judiciales colombianas respetar «el principio de laicidad» y prohibió que con sus decisiones se promuevan determinadas religiones.
La orden del alto tribunal se produjo a raíz de una cita bíblica contenida en algunas providencias del Juzgado Trece Laboral del Circuito del Plan Piloto de Oralidad de Cali, que contienen la siguiente expresión: «Tratándose de la justicia, no favorecerás ni siquiera al pobre. Éxodo 23:3».
La Corte Constitucional señaló que dicha cita es inadmisible en un documento suscrito por una autoridad pública e instó a dicho tribunal para que, en el futuro, se abstenga de incluir en sus providencias citas ajenas a los aspectos netamente judiciales.
Fuente: DE AVANZADA
Ovidio cuenta en «Las metamorfosis» la historia de un orfebre chipriota llamado Pigmalión que esculpe en marfil una estatua de mujer tan realista y bella que se enamora de ella. Con motivo de la festividad de Venus, Pigmalión hace una ofrenda a la diosa rogándole que dé vida a su estatua. La diosa concede el deseo y Pigmalión y la que era su estatua se casan.
En su Estudio Científico de la Religión (1970), M. Yinger propone que muchos sistemas de creencias contemporáneos, sin tener Dios ni santos a quienes prender velas, funcionan sin embargo como las religiones tradicionales y cumplen, como éstas, el mismo rol dador de sentido. Una religión funcional, de acuerdo con Yinger, se define por cinco categorías.
Primero hay conversión, es decir, el individuo puede dividir su vida en un antes y un después de haber tenido “la revelación” gracias a la cual el mundo para él cambió para siempre. Segundo, comunidad: una vez convertido, el individuo tiende a sumarse a otros como él y reafirmar así sus convicciones, dejando atrás (o al lado) a sus antiguos amigos y familia. Tercero, las religiones funcionales constan de un sistema completo de creencias más o menos consistentes. Cuarto, existe un código de conducta acorde a esas creencias, y quienes se salen del código se sienten culpables pecadores – aún cuando no crean que esos pecados se paguen en un infierno extraterrenal. Quinto, hay un culto formado por símbolos y rituales compartidos, que les sirven a los miembros para diferenciarse de otros grupos.
Siguiendo esta tipología, W. Jamison, C. Wenk y J. Parker plantean en un provocador ensayo que el activismo animalista (esto es, la defensa de los derechos de los animales no humanos), cumple con todas las categorías de las religiones funcionales y debe, por tanto, considerarse como tal.
Tras extensas entrevistas con vegetarianos y veganos militantes de Estados Unidos y Suiza, los autores concluyeron que en todos ellos había conversión (cuando se atragantaron en la mitad del sandwich de jamón y se dieron cuenta del mal que hacían, por ejemplo); comunidad (la búsqueda de otros como ellos para apoyarse y compartir recetas y tips); credo (que causar sufrimiento animal es malo, que no tenemos derecho a dominio sobre ningún otro animal, etc.); códigos de conducta (usar sólo ropa sintética, declinar las invitaciones a parrilladas); y culto (por ejemplo, a través de la propagación de imágenes de abuso explícito para choquear a las audiencias– como videos de chinchillas desolladas vivas, pollitos triturados, etc.).
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«Criticar a una persona por su raza es manifiestamente irracional y ridículo, pero criticar su religión es un derecho. Es Libertad. La libertad de criticar ideas, cualquier idea- aunque se trate de ideas sinceramente sostenidas- es una de las libertades fundamentales de la sociedad«
Según fuentes policiales en Nuakchot, el drama ocurrió en Arafat, un humilde barrio del sur de la ciudad, donde vive la familia. El asesino, un enfermero con agudos problemas psíquicos, aprovechó la breve ausencia de su esposa para matar a sus hijos, y al regreso de esta última, le dijo: «Te he librado de los gastos de ropa para los niños», en referencia a la tradición musulmana de comprar prendas nuevas a los menores en esta festividad.
Los cadáveres de los cuatro niños (de edades comprendidas entre uno y seis años) han sido trasladados aun hospital de Nuakchot para una posible autopsia, mientras que el padre ha sido detenido.
Los vecinos del barrio, estupefactos por un crimen sin precedentes, han «tomado» la casa donde sucedieron los hechos para expresar su cólera, y durante toda la mañana del viernes el movimiento es incesante.
El mes de Ramadán es un periodo indicado para la piedad y la generosidad con el prójimo, por lo que el suceso ha sido especialmente chocante para la población mauritana.
Miguel de Unamuno exclamó “¡Qué inventen ellos!” para mostrar su rechazo por la investigación científica moderna, indicando que España no necesita ser una potencia científica en Europa y que aquí podemos hacer otras cosas igualmente necesarias.
La frase de Unamuno es reflejo de su opinión sobre el carácter del español, tanto del individuo como de la lengua, más dado a la reflexión filosófica que a la práctica científica, siendo ambas actividades complementarias en el contexto del conocimiento humano. “Que inventen ellos!” es una expresión de Unamuno que representa su actitud hostil ante la ciencia, que según él no es un remedio universal para las inquietudes y preguntas del hombre.
La famosa exclamación muestra la indiferencia de Unamuno por los cambios tecnológicos que empezaban a vislumbrarse a principios del siglo XX. Su desconfianza en la ciencia y en el progreso evolucionó a partir de su oposición contra los defensores a ultranza del racionalismo (ideas positivistas como las de Auguste Comte e las ideas pedagógicas como las de Herbert Spencer). Unamuno se oponía al cientificismo (fe ciega en la ciencia) que consideraba una enfermedad de la sociedad que limita la libertad del hombre y al progreso técnico que según él no llevaba al progreso social. El pensamiento filosófico de Unamuno es un claro ejemplo de pragmatismo religioso (también llamado pragmatismo transcendental).
La frase “¡Que inventen ellos!” aparece en el capítulo 12 y final del libro “Del sentimiento trágico de la vida,” titulado: “Conclusión. Don Quijote en la tragicomedia europea contemporánea,” en el párrafo que se puede ver en Francis (th)E mule Science’s News
Para el científico e investigador argentino Marcelino Cereijido (1933), la mala calidad humana es un problema genético, según explica en su ensayo “Hacia una teoría general sobre los hijos de puta” (Tusquets 2011). No se trata de un estudio sobre el popular vocativo, sino de un serio trabajo de divulgación que se sumerge en una duda sobre la que todos tienen certezas, pero nadie una explicación.
“Fue sencillo. Si usted abre el diario de cualquier día en cualquier página, se dará cuenta de que la mayor parte de las desgracias en el mundo son causadas por la hijoputez humana”, dice este doctor en fisiología celular y molecular que ha repartido su trabajo en universidades como Harvard y Munich, y como asesor de la OEA y la Unesco.
Desde una perspectiva genética, el científico aclara que “es cosa fácil convertirse en un hijo de puta, pero lo difícil es encontrar una cura a ese mal que sería la causa de flagelos históricos de la humanidad o más recientes como Guantánamo, guerras y exterminios varios”.
“Mire usted, ahí tiene a Alemania que ha producido gente como Beethoven, artistas y genios y sabios como Einstein. De repente ese pueblo se pone a meter gente a las cámaras de gas y aunque uno dice que depende de las circunstancias, uno rastrea qué tan poderosas son estas circunstancias para que una persona que hasta ayer era un vendedor de pescado, se convierte en alguien reclutable por la policía o las Fuerzas Armadas y se pone a trabajar para Augusto Pinochet”, explica el profesor.
«Como en el mismo caso de la tuberculosis, esperamos que en un futuro venga la parte terapéutica. Si Fulano ya tiene tuberculosis, la idea es que haya algo para recuperarlo. En tal caso existen antibióticos, pero actualmente no conozco remedios para curar la hijoputez, salvo intervenir con anterioridad con una mejor educación y una religión menos perversa. Nosotros le enseñamos a nuestros hijos que adoren a un ser sublime, pero que se enojó cuando se comieron una manzana, la única forma de que se le pase la rabia es pasarle a mi hijo para que se lo sacrifiquen».
Entrevista completa en: Nación.cl
La película que la ONU criticó realmente no se trata de la película, sino de una estrategia política de los sectores más retardatarios dentro del islam (si cabe), tal como lo explica Kenan Malik:
La violencia en todo el mundo musulmán, en respuesta a una película estadounidense antiislámica no tiene nada que ver con esa película. Sí, es una diatriba risiblemente cruda contra el islam. Pero esta película oscura que casi nadie había visto hasta
La inocencia de los musulmanes la semana pasada es el origen de la violencia actual en la misma medida en que Dios es la fuente del Corán.
Los detalles de los disturbios en Benghazi que mataron al embajador de EEUU y provocaron la crisis actual todavía no están claros. Lo que está claro, sin embargo, es que la violencia está siendo impulsada menos por la furia religiosa que por un cálculo político. En Libia, Egipto y otros países, la crisis está siendo fomentada por los islamistas de línea dura en un intento de tomar la iniciativa política en un período de transición y confusión. La película es casi incidental a este proceso. La verdadera lucha no es entre musulmanes y no musulmanes, sino entre diferentes matices de islamistas, entre las facciones de línea dura y los más tradicionales. Las insurrecciones que han transformado mucho en el mundo árabe durante el último año han creado un nuevo terreno para la batalla entre facciones musulmanas por la supremacía política.
Pero la lucha en sí misma no es nada nuevo. Las mismas tensiones alimentaron las confrontaciones sobre Los versos satánicos y las caricaturas danesas. Durante mucho tiempohe sostenido que ambos fueron principalmenteconflictos políticos más que religiosos.
Se llamaban preventorios los edificios destinados a la prevención del desarrollo y propagación de enfermedades, como la tuberculosis infantil. Se buscaban para ellos ubicaciones en el campo, aislados, y en alto, para la respiración del aire puro, o incluso aprovechando la existencia de aguas termales.
En España tuvieron especial importancia, y se crearon numerosos de ellos por iniciativa estatal, durante la época de la posguerra, durante la dictadura de Francisco Franco.
Desde el momento en que nos vestimos de niñas “preventorio” no volvimos a ver nuestras maletas, con libros de lectura, caramelos, ropa, muñecas… Las normas eran estrictas y claras, respetar los horarios al máximo, el uso del cuarto de baño dos veces al día, solo beber dos vasos de agua al día, comer todo lo que ponían en el plato, no moverte en la cama, acudir a misa con respeto, etc.
Nos solían ordenar ponernos en fila india (cuando íbamos al comedor, o entrábamos del patio, o para ir a las habitaciones) con el brazo derecho apoyado en el hombro de la compañera que tenías delante y los pies metidos entre las líneas de la baldosa que había en el suelo. Una vez no tenía bien colocados los pies dentro del área de la baldosa, me atizaron tal bofetada que caí redonda al suelo.
Los domingo íbamos a misa, una preciosa capilla es verdad… yo lejos de mejorar con mis problemas mucolíticos y bronquiales, aquello parecía que iba a más, ese día tenía un tremendo exceso de mocos que era imposible tener controlados, durante la misa (al carecer de pañuelo) me vi en la obligación de contenerlos con ejercicios de inspiración, llegado un momento aquello no se contenía y tuve que recurrir a usar mi ropa para controlar aquello. Debido a los ruidos que hacía llamé la atención de una de las “señoritas” que había en misa, me pidió que le acompañase fuera, sin mediar palabra me soltó tal bofetada que de golpe desapareció mi problema con la producción de mocos y me dijo que esa era una ofensa tremenda a Dios, vamos que me iba a castigar.
Las niñas que se orinaban en la cama era objeto de todo tipo de humillaciones, se mostraba públicamente la mancha de humedad en la sábana, nos obligaban a reírnos de ellas, se las rociaba con ortigas en sus zonas íntimas como infame castigo.
El miedo era una constate que estaba todos los días presente, nos levantaban muy de madrugada, la verdad que no recuerdo para qué, no tengo recuerdo de clases donde hubiera contenidos académicos o manualidades, la amenaza constante de que sí no te portabas bien irías a la sala o pabellón Blanca, donde existía un halo de terror tremendo, donde siempre se oía a las niñas llorar, el muro de las manos negras con el que nos amedrantaban con la existencia del fantasma de una niña que murió allí.. en fin todo aquello en la mente de unas niñas asustadas y lejos de sus padres tenía una amplificación horrible.
Quiero que se investigue, que salgan archivos, que se sepa cual era la función real de este tipo de Preventorios, que es lo que allí pasaba con las niñas internas durante cursos enteros. Es hora de saber, gracias.
El caso de Julian Assange ha puesto en la mira los altos índices de violaciones en Suecia. Pero, ¿qué dicen realmente estas estadísticas?
El comparar tasas de criminalidad entre países está lleno de dificultades. Esto es bien sabido entre los criminólogos y especialistas en estadística, pero no tanto entre los periodistas y comentaristas.
Suecia tiene la tasa más alta de violaciones en Europa, según le dijo a la BBC la escritora Naomi Wolf en alusión al caso de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, que está intentando evitar su extradición de Reino Unido a Suecia por acusaciones de violación y agresión sexual que él niega.
¿Es cierto? Sí. La policía sueca registró en 2010 el mayor número de delitos – cerca de 63 cada 100000 habitantes – en Europa. El segundo más alto del mundo.
Esto fue tres veces mayor que el número de casos en el mismo año en la vecina Noruega, y el doble de la tasa en Estados Unidos y Reino Unido. Supera en más de 30 veces el número en India, que registró alrededor de dos violaciones por cada 100000 personas.
Teniendo en cuenta esos datos, parecería que Suecia es un lugar mucho más peligroso que esos otros países.
Pero eso es un error, señala Klara Selin, socióloga del Consejo Nacional para la Prevención del Delito de Estocolmo. La especialista dice que no se puede comparar los registros entre países, ya que los procedimientos policiales y las definiciones legales varían sustantivamente.
«En Suecia hay una intención explícita de registrar todos los casos de violencia sexual por separado, para que sea visible en las estadísticas», explica.
«Por ejemplo, cuando una mujer va a la policía y dice que su esposo o novio la violó casi todos los días durante el último año, la policía tiene que registrar cada uno de esos eventos, lo que podría suponer más de 300. En muchos otros países eso no sería más que un registro».
De todas maneras, el número de violaciones denunciadas en Suecia prácticamente se ha triplicado en los últimos siete años. En 2003, alrededor de 2200 delitos fueron denunciados a la policía, mientras que en 2010 fueron casi 6000.
Pero Klara Selin dice que las estadísticas no representan una epidemia de crímenes sino un cambio de actitud. El debate público sobre este tipo de delito en Suecia durante las últimas dos décadas ha tenido el efecto de despertar la conciencia, dice la especialista, y alentar a las mujeres a acudir a la policía si sufren un ataque.
La policía también ha mejorado el manejo de los casos, sugiere, aunque no niega que ha habido un cierto aumento real en el número de ataques, una preocupación que también aparece en un informe de Amnistía Internacional de 2010.
«Podría haber también un cierto aumento de la criminalidad real debido a los cambios sociales. Con internet, por ejemplo, es mucho más fácil en estos días conocer a alguien. Asimismo, el consumo de alcohol ha aumentado mucho.
«La explicación más importante es que la gente va a la policía con más frecuencia, pero también que en 2005 hubo cambios en las leyes sobre delitos sexuales, lo que hizo la definición legal de violación mucho más amplia».
El cambio en la ley incluyó los casos en que la víctima está dormida o intoxicada, situaciones que antes formaban parte de otra categoría de delitos.
Por lo tanto comparar las estadísticas de violación entre países puede ser engañoso.
Artículo completo en: BBC MUNDO