Una señora que rondaba los cincuenta, llamémosla Cooper, fue a visitar al neurólogo norteamericano Harold Klawans. Estaba preocupada por su segundo hijo, Walter. En cuanto le dijo que a sus 28 años Walter se tambaleaba y sufría de convulsiones y sacudidas, que había dejado de leer y sólo veía los programas infantiles de la televisión, Klawans sospechó el diagnóstico. Incluso durante la consulta Walter fue incapaz de mantenerse quieto. El escáner confirmó las sospechas del neurólogo: Walter sufría de corea de Huntington, una enfermedad genética inevitable que aparece en la edad adulta.
Para confirmar el diagnóstico, Klawans buscó en el árbol familiar otros casos pues la mayoría de los enfermos de Huntington lo son porque lo han heredado de sus padres. La madre de Walter estaba bien, al igual que sus padres. Su padre había vivido hasta los 77 años y su madre tenía 83. Quizá la enfermedad viniera de la familia de su marido. Éste había muerto a los 43 años en un accidente de caza, algo consistente con la enfermedad pues el suicidio y la muerte prematura son habituales entre quienes padecen la enfermedad. Pero el difunto señor Cooper no había tenido convulsiones, depresiones, ni la pérdida de memoria ni los cambios de personalidad asociados a la enfermedad de Huntington.
La ansiedad de la señora Cooper era evidente: tenía otro hijo y dos hijas. ¿Corrían ellos el mismo riesgo? Klawans le dijo que sí. Meses después la señora Cooper regresó a la consulta del neurólogo visiblemente afectada. Había consultado a un genetista y le dijo que el Huntington era una mutación espontánea y que tales mutaciones sucedían a un tercio del total de los que sufren la enfermedad. Casi histérica, la señora Cooper gritaba sin compasión a Klawans. El médico, muy sensatamente, no le dijo que esa mutación espontánea se daba una vez entre un millón y que, por supuesto, el adulterio era bastante más común.
El neurólogo pensaba que el padre de Walter era ilegítimo. Como muchos otros, se deprimió por efecto de la enfermedad o por reacción a ella. Entonces marchó de caza y se mató. Lo peor que pudo hacer Klawans es comentarle estos pensamientos a la señora Cooper; le llamó bastardo. Dos días después recibió una carta de la enfadada madre: era una disculpa. El neurólogo tenía razón, pero se había equivocado en una generación. El difunto señor Cooper no era el padre de Walter. Era cierto que él se había suicidado pero no por culpa del Huntington. Durante una discusión ella le había confesado que él no era el padre de su hijo, sino un vecino que había muerto atado a la cama de un hospital. Ahora se enfrentaba a un importante dilema: confesar a sus hijos su adulterio o dejar que vivieran bajo el temor de una terrible enfermedad.
Fuente: La ciencia de tu vida
En mayo del 2013, la USDA y la EPA publicaron un estudio científico exhaustivo sobre los múltiples factores que contribuyen al CCD. De acuerdo con este informe consensuado, la primera causa de CCD es un ácaro parásito que perjudica a las abejas directa e indirectamente mediante la transmisión de virus que las infectan. Otros factores mencionados aumentan la vulnerabilidad de las abejas a los ácaros y los virus; esos factores incluyen enfermedades bacterianas, la baja diversidad genética en poblaciones de abejas melíferas de EE.UU., debido a cómo se crían las abejas modernas, la mala nutrición en áreas donde las abejas deben recorrer largas distancias en busca de néctar y polen, y el uso de algunos insecticidas.
Entre los acusados a priori estuvieron los sospechosos habituales: los transgénicos y los neonicotinoides de los pesticidas, oportunidad que los ecotalibanes aprovecharon para llevar a cabo una campaña de desprestigio.
Fuente: DE AVANZADA
La teoría de la evolución no se basa de ninguna manera en que los fuertes sobrevivan a los débiles, ni que los grandes se coman a los pequeños. En su libro ‘El origen de las especies‘, el investigador inglés explica que la supervivencia depende de la capacidad de adaptación de cada especie y de cada individuo.
La mejor forma de demostrar que no siempre sobreviven los más fuertes se centra en los grandes dinosaurios. Estas magníficas criaturas dominaron la Tierra durante millones de años, pero un cambio en las condiciones de la vida en nuestra planeta a causa de la caída de un meteorito implicó su desaparición.
Tras un viaje de tres años alrededor del mundo, Charles Darwin volvió a su Inglaterra natal con una idea en la cabeza: las especies no son inamovibles como se pensaba hasta entonces. Consciente de los revolucionario de su nueva teoría, dedicó los siguientes años de su vida a obtener más pruebas que lo confirmaran. Era un investigador tan persistente, que estuvo realizando experimentos con palomas, caballos e incluso lombrices para poder confirmar sus ideas.
Cuando habían pasado más de veinte años desde su regreso, Darwin todavía no había publicado nada relacionado con la evolución, aunque la correspondencia con alguno de sus colegas confirma que estaba preparando un gran libro sobre el asunto. En 1858 recibió una carta firmada por el investigador Alfred Russel Wallace, en la que éste le exponía la misma teoría que él llevaba años desarrollando.
La misiva de Wallace provocó que Darwin se animara a publicar de manera inmediata sus ideas, espoleado por sus colegas científicos que también temían que Charles perdiera la autoría de una teoría tan importante. En julio de 1858, un año antes de publicar ‘El origen de las especies’, ambos firmaron juntos una comunicación en la Sociedad Linneana de Londres en la que se exponía, por primera vez en la historia, la teoría de la selección natural. Dieciséis meses después, se publicó el famoso libro.
Artículo completo en: About.com Experimentos
Cuando escuchamos “guerra biológica”, todos tendemos a pensar en poderosas armas salidas de los más sofisticados laboratorios de microbiología, pero hoy quiero enseñaros que este tipo de armas no son un invento nuevo y revolucionario, y que se usaron hace siglos con objetos que no se asemejan en nada a probetas ni jeringuillas.
Hoy vamos a viajar en el tiempo y en el espacio, concretamente quiero que retrocedamos 251 años y que nos transportemos unos miles de kilómetros hacia el oeste, a las zonas de los Grandes Lagos de América del Norte, donde estaba ocurriendo un suceso histórico que se recapitula en los libros. La corona británica, representada por el militar Lord Jeffrey Amherts en aquella región, era quien tenía el poder sobre aquellos terrenos, y los indios nativos veían como sus tierras eran dominadas por gente que era de más allá del océano. Así que las distintas tribus nativas decidieron unirse para comenzar una rebelión, la denominada Rebelión de Pontiac (nombre que viene de jefe de las tribus nativas más importante). Tras varios ataques de los nativos americanos a diversos fuertes británicos, de los cuales destruyeron cuatro, Jeffrey Amherts decidió que no sólo podía usar los fusiles como medio de ataque, si no que había una forma más sutil de conseguir este fin. Tras cartearse con el oficial Coronel Henry Bouquet, Lord llevó a cabo su increíblemente inteligente aunque temible plan: regalar mantas a sus enemigos.
Visto así suena a acto plenamente humano encaminado a un son de paz, pero lo que Jeffrey Amherts no contó a los nativos americanos es que esas mantas tenían un regalo, un virus, ya que habían sido utilizadas por enfermos de la viruela. Al haber sido éstas el cobijo de infectados contenían al virus Variola (o sea, el virus de la viruela), y añadiendo que los nativos americanos no tenían los anticuerpos contra ese virus, ya que nunca habían tenido contacto con él, comenzó una gran mortalidad en el bando de los nativos.
Artículo completo en: Efecto Paraguas
El materialismo es el deseo (últimamente insaciable) de adquirir u obtener bienes físicos con la esperanza de que una vez adquiridos nos proporcionaran felicidad. Sigue la idea de que cuanto más se posee más feliz se es. Todos lo hacemos aunque no todos nos pasamos de la cuenta ni lo tomamos como un estilo de vida, aunque los hay que sí.
La teoría biológica:
Según un estudio (“predictores neurales de la compra”) publicado en la revista Neuron, cuando se expone a alguien a imágenes de un objeto que nos gusta o nos atrae se ilumina una región del cerebro conocida como núcleo accumbens (utilizando la resonancia magnética funcional). El pensamiento de poder obtener algo que nos gusta hace que esta área del cerebro (el centro del placer) nos inunde el torrente sanguíneo con dopamina. Es extraño que el efecto de pensar en comprar algo sea el mismo que el de comprarlo de verdad en aquellas personas que son materialistas. Se ha comprobado que aunque el comprar el producto también produce emociones positivas, estas son menos duraderas y menos intensas que las de anticipación a la compra. Este mismo estudio demuestra que sopesamos los balances entre costes beneficios de los productos y que esto se lleva a cabo incluyendo otra área más, así pues después de identificar la preferencia por el producto (activa el núcleo accumbens) si el precio es excesivo se activará también la ínsula y se desactivará el córtex prefrontal mesial. Este estudio muestra que se puede predecir la conducta de compra o no compra de los sujetos basándonos en la activación de las áreas anteriormente mencionadas.
La teoría evolutiva:
Dado que los bienes y recursos disponibles son limitados y que hay que competir por ellos parece adaptativo intentar poseer la mayor cantidad posible de ellos. Pero esta teoría tiene su lado negativo pues realmente no es nada adaptativo el depender de bienes materiales que limitan la movilidad y capacidad de cambio de la persona, especialmente teniendo en cuenta que antes eramos seres nómadas (cazadores) que no podían poseer muchos bienes o ello limitaba su posibilidad de movimiento, y por lo tanto de supervivencia. Siendo así no parece que el materialismo tenga sus raíces en la evolución desde nuestros antecesores.
Otra teoría evolutiva es que el materialismo (la inquietud y la sensación constante de querer más) nos permite permanecer en un estado de alerta. Así la insatisfacción de no tener lo que deseamos es la que nos impulsa a pensar en formas de obtenerlo y por lo tanto lo que nos impulsa a mejorar y evolucionar (aumentando las probabilidades de supervivencia). Si estuviéramos totalmente satisfechos no estaríamos alerta y quedaríamos a merced de otros. El problema de esta teoría es que no se observa este proceso en ninguna otra especie, de hecho las hay que existen de forma muy tranquila y pasiva sin que ello afecte a su supervivencia.
La teoría psicológica:
La necesidad de adquirir cosas se guía por un descontento interior (de causas varias). El hecho de comprar algo nos proporciona esa inicial excitación y aumento de la autoestima. Esta felicidad intentaría sobrescribir o compensar la infelicidad interior.
Así mismo nuestro deseo de poseer riqueza parte de ese sentimiento de separación del resto de seres vivos (llamémosle soledad si queremos) que nos produce una sensación de vacío o vulnerabilidad, así intentamos “llenarnos”, ser más importantes o más poderosos a través de objetos materiales. Potenciando así nuestro ego por acumulación de posesiones. Pero el bienestar de comprar un objeto raramente durará más de un par de días. El sentimiento de estatus o poderío derivado de la riqueza más general si es más duradero, pero sigue siendo muy frágil pues solo perdura mientras nos comparemos con alguien de menor riqueza y desaparece al compararnos con alguien de más. Cuanto más compramos más queremos y nunca es suficiente, en cualquier caso el descontento interior sigue ahí.
Artículo completo en: Medciencia
La respuesta la da Randall Munroe, autor de XKCD, en su divertida sección «What if». Teniendo en cuenta que un Tiranosaurio pesaba aproximadamente lo mismo que un elefante, Munroe calcula que debería consumir unas 40000 calorías al día, asumiendo que su metabolismo se pareciera más al de los reptiles que al de los mamíferos. Comerse un ser humano le proporcionaría unas 110000 calorías, así que el T-rex solo necesitaría comerse una persona cada dos días para sobrevivir en una ciudad como Nueva York. Si traducimos esta cantidad a hamburguesas, necesitaría comerse unas 80 hamburguesas al día (que no parece mucho), de modo que un solo McDonald’s podría mantener a una docena de tiranosaurios con su producción. «Y uno de ellos», añade Munroe, «¡dormiría en la piscina de bolas!»
Fuente: T-rex calories
Una nueva investigación que se publica en la revista PNAS ha identificado una proteína que tiene mucho que decir en este proceso.
Cuando nos encontramos en situaciones de estrés, nuestro organismo produce mayores cantidades de cortisol, una hormona que, si bien a pequeñas dosis tiene efectos positivos, puede actuar de forma negativa sobre nuestro cerebro cuando el estrés se hace crónico. Una de las consecuencias es la activación de los receptores de los glucocorticoides, que provocan a su vez la disminución en la producción de neuronas en el hipocampo, un efecto que se ha observado en pacientes afectados de depresión. La nueva investigación, realizada por científicos del King College de Londres con modelos celulares y animales, ha revelado el papel de la proteína SGK1 como mediadora en estos procesos. Para ello, esta molécula mantiene activos los receptores de los glucocorticoides y, además, disminuye la formación de nuevas células en una región del hipocampo que se relaciona con la regulación del estado de ánimo.
Por otro lado, los resultados revelan que, al bloquear la proteína SGK1, los efectos del estrés sobre la producción de neuronas disminuyen, por lo que se abre una nueva vía para desarrollar tratamientos antidepresivos. “Puesto que la reducción en la neurogénesis es una parte del proceso que conduce a la depresión, es importante identificar las rutas moleculares mediadoras en estos mecanismos”, ha explicado Christoph Anacker, uno de los autores. “Los fármacos diseñados para reducir los niveles de SGK1 en pacientes deprimidos podrían ser, por tanto, una prometedora estrategia para los futuros tratamientos antidepresivos”, ha concluido.
Fuente: muyINTERESANTE
En un lúcido artículo de Juan Segovia, militante del Partido Comunista de Andalucía, publicado en la web de Mundo Obrero, se apoyan los cultivos transgénicos, al tiempo que una invitación para celebrar en la Universidad de Gante el trigésimo aniversario de este hito tecnocientífico. No acabo de congratularme por ambos acontecimientos cuando me llega la noticia de que el artículo ha sido censurado y mandado retirar por la curia comunista. ¡Viva el sectarismo!
Los cultivos transgénicos vienen siendo rechazados tanto por los exestalinistas reconvertidos como por los fundamentalistas cristianos. Ya en los años cuarenta, Trofim Lysenko convenció a Stalin para que condenara la Genética, como ciencia burguesa, y encarcelara e incluso ejecutara a sus exponentes soviéticos más notables. Impuso así sus disparatadas teorías sobre la modificación ambiental de la herencia, que fueron responsables de que la antigua Unión Soviética tuviera que hacer importaciones masivas de grano, nada menos que desde Estados Unidos, y de que durante la transición al sistema político actual se pasaran hambrunas y se redujera la esperanza de vida en varios años. En su formulación actual, el atávico rechazo a la Genética había dado paso al de los cultivos transgénicos, por principios y como forma de combatir a las multinacionales, lo que supone algo así como combatir los monopolios de Bill Gates, apelando a que los ordenadores son de derechas y muerden.
En el ámbito fundamentalista, la «manipulación genética» no es sino un intento impío de «suplantar a Dios». No me extrañaría que el papa Francisco se apresure a levantar esa especie de excomunión, aunque sólo sea para librar de ella a su país de origen, Argentina, y a su vecino Brasil, que han apuntalado sus economías con el nuevo invento y que juntos ya producen casi tanto grano transgénico como los países de América del Norte.
Artículo completo en: RDL
Autor: Francisco García Olmedo
El tipo de bacterias implicadas en la descomposición humana puede cambiar con el tiempo, según un nuevo estudio publicado este miércoles en la revista ‘Plos One’ por Aaron Lynne y sus colegas en la Universidad Estatal Sam Houston y el ‘Baylor College of Medicine’, ambas instituciones en Texas, Estados Unidos.
Las bacterias pueden tener cierta influencia para impulsar el proceso natural de descomposición humana, pero se sabe poco acerca de la diversidad de especies bacterianas involucradas. Estudios anteriores se han limitado al enfoque tradicional de cultivo de bacterias, mientras que la gran mayoría de las bacterias que residen en el cuerpo humano en realidad no pueden cultivarse experimentalmente.
Para ayudar a resolver este problema, los autores estudiaron la descomposición de dos cadáveres humanos en condiciones naturales usando un método de secuenciación de genes para analizar el ADN bacteriano, en lugar de depender de los métodos de cultivo tradicionales. Este sistema de secuenciación les permitió medir genes bacterianos presentes en cualquier región del cadáver, ofreciéndoles un mapeo de toda una comunidad microbiana en dos momentos diferentes.
Encontraron que estas comunidades bacterianas fueron diferentes entre los dos cuerpos y entre las regiones de un mismo cuerpo y que cambiaron con el transcurso del tiempo. Los autores sugieren que las comunidades bacterianas pueden seguir patrones específicos de cambio. Este enfoque de secuenciación de genes puede ser una herramienta valiosa para la disección aún más el papel de las bacterias en la descomposición humana.
«Este estudio es el primero en catalogar bacterias presentes internamente en el inicio y la etapa final, desde la hinchazón a la descomposición humana. En última instancia, esperamos llegar a un sistema que permita ver la descomposición de una manera que pueda ayudar a los modelos forenses a determinar el intervalo post-mortem», subrayó Lynne.
La «República Bananera de Colombia» tiene partidos repugnantes; están los perros falderos de la Iglesia (Conservador), ese adefesio ultracristiano dispensable que no parece liberal (Liberal), un montón de aberraciones políticas irrisorias (el MIRA, el PIN…) y, claro como nunca ha de faltar, la ultraderecha repugnante (Partido de la U, Puro Centro Democrático). Pero con tanto idiota con acceso al poder se supone que siempre se guarda esperanza en la oposición , desgraciadamente este no es el caso en Colombia, la oposición que nos tocó en este país es nada más ni nada menos que el Polo Demagógico Anticientífico, cargado de delirios conspiranoicos populistas de una izquierda ochentera que no avanza, el PDA es una buena oposición entre partidos inútiles (igual de inútil al resto) por lo que no se esperaría que fuesen tan descarados como el resto, pero lo son, empezando porque al igual que la cantidad de mamertos promueven y difunden la mentalidad anticientífica que está tan de moda en este país:
Acaba de denunciar el científico francés Gilles-Eric Séralini que el maíz genéticamente modificado contiene elementos tóxicos.
(…)con el riesgo de rasgos patológicos en las plantas y perturbaciones en los ecosistemas
El autor de ese ridículo texto no se tomó la molestia de ponerse a leer y estudiar biotecnología, y por eso vimos al pobre tipejo tragándose entero el supuesto estudio del charlatán de Séralini, de paso se habla de riesgos y perturbaciones sin colocar evidencia alguna. (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 )
Pero no es el único momento en que el Polo muestra que se opone a la ciencia por pura ideología, no por base científica:
Esa mercantilización del conocimiento reduce, en las universidades, los departamentos considerados no productivos, como los de las ciencias humanas. De ese modo se decreta el fin del pensamiento crítico. Y de paso el fin del conocimiento científico inventivo, el que nace de la curiosidad por desvelar los misterios de la naturaleza, y no de su manipulación lucrativa, como es el caso de los transgénicos.
La mentalidad es equiparar problema con las empresas con temas científicos, como se puede apreciar en ese artículo no hay ni una sola puta referencia científica de lo que se habla, simplemente se desprecia el empleo de la biotecnología en la agricultura porque lo considera una conspiraciónneoliberal yanqui imperialista, solo así se entiende a estos luditas, desde el sentimentalismo y la subjetividad.
Pero el medio alternativo revolucionario (que resulta ser bien petrobeliever), de la misma línea ideológica del PDA, al que más acuden los mamertos tampoco se queda atrás en sus burradas anticientíficas:
Todo esto junto con el paro sesgado por la mentalidad anticientífica y xenofobia, pseudodocumentales que promueven la monsantofobia y pendejadas artísticas que resultan jactarse de ser información objetiva hace que los ecomamertos crean que todo lo que no es«natural, tradicional e indígena» es algo malo y creado para dañar solo porque no les agrada, lo peor es que hasta la administración de las ciudades se ve metida creyendo en estupideces como estas y prohibiendo la ciencia de manera irracional.
Esperemos a ver si los pseudoizquierdistas (partidos, asociaciones, movimientos y demás) agarran algo de racionalidad, se ponen a estudiar biología y dejan a un lado la mentalidad y el discurso opuesto al avance científico que de por sí bien oscurantista y ultraderechista (como los antiabortistas, antievolucionistas, antivacunas) es.
Fuente: Notas de un Pequeño Hereje
La revista Nature, en este artículo, plantea un debate acerca de si habría que prohibir los estudios de genética sobre raza, inteligencia, violencia y sexo. En el artículo se recogen diversas opiniones a favor y en contra, y también ha hablado de ello el columnista y autor John Horgan, partidario de prohibir ese tipo de estudios. Los argumentos utilizados son que los datos podrían ser malinterpretados, malutilizados, y se menciona el fantasma de la eugenesia. Aunque el tema tabú que se juzga aquí es el de la Genética de la Conducta, estamos ante un problema más general que es el de que una ideología, sea política o religiosa, o simplemente lo políticamente correcto, decida lo que la ciencia puede o no puede investigar, un tema muy serio.
Sobre Richard Dawkins científico evolucionista británico que fue catedrático en la Universidad de California Berkeley y después en la Universidad de Oxford (una de las mejores del mundo) dando la cátedra Charles Simonyi de Difusión de la Ciencia desde 1995 al 2008. Dawkins se hizo famoso desde su primer libro El Gen Egoísta donde se explica la evolución desde un enfoque genético en el cual postula que todos los organismos o seres vivos son solo maquinas de supervivencia para los genes o medios de transporte para ellos. La edición más nueva es la del 30 aniversario. El libro El Fenotipo Extendido es su 2do libro y es la continuación del Gen Egoísta un libro más detallado y académico que el 1ero que fue escrito para facilitar su comprensión al público. En el fenotipo extendido responde más a las críticas que recibió en un inicio. En los libros el Gen Egoísta y el Fenotipo Extendido Dawkins hace su mayor contribución personal a la ciencia evolucionista pero el Gen Egoísta se hizo más famoso en el mundo no académico. En 2001 fue elegido miembro de la comunidad científica The Royal Society ( La 1er comunidad científica del mundo, originaria en Inglaterra de la cual el Presidente actual es el científico evolucionista y Premio Nobel Paul Nurse de Fisiología y Medicina.) Es miembro también de la Real Sociedad Literaria Inglesa, de la Asociación Humanista Británica. Galardonado con muy diversos Dr. Honoris Causa por parte de diversas universidades del mundo así como muy diversos galardones. En 2007 fue elegido por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, y fue el Autor del Año 2007 en los premios British Book por su libro The God Delusion (El Espejismo de Dios) Libro de ateísmo militante donde argumenta que la probabilidad de la existencia de dios es ridícula y de lo dañina y perjudicial que son las creencias religiosas-sectarias el libro fue alagado por el científico Premio Nobel James Watson co-descubridor del ADN. La Alianza Internacional Atea en su honor fundo el Premio Richard Dawkins a personas que contribuyeran a fortalecer y expandir el ateísmo. En 2013 fue elegido como el pensador más importante del mundo por la revista Prospect. Autor además de 10 libros sobre biología y evolución, que manejan diferentes temáticas así como de libros donde se defiende la ciencia y se ataca a diversos temas seudocientíficos. Protagonista y participe de diversos documentales racionalistas y científicos por parte de la BBC y Channel 4.
Imagina que encuentras en algún lugar de la Tierra una diatomea, un fósil de una diatomita, un alga unicelular que vivió en el fondo de los lagos de agua dulce hace más de 70 millones de años. Imagina que la identificas como una diatomita del género Nitzschia sp. ¿Afirmarás en un artículo científico que has encontrado vida extraterrestre en la Tierra? Nalin Chandra Wickramasinghe, astrofísico británico de origen cingalés, lo hace todos los años varias veces y logra copar las noticias “científicas” de ciertos medios. Sus artículos se publican en “revistas” científicas de dudosa credibilidad, como el Journal of Cosmology (una página web con ISSN). Wickramasinghe encuentra sus diatomeas en meteoritos, en polvo de la estratosfera obtenido mediante globos sondas y en otros lugares exóticos. Su argumento es sencillo. Si no sé cómo ha llegado la diatomea a ese lugar en los últimos 70 millones de años, en lugar de tratar de investigarlo, afirmo con rotundidad que su origen es extraterrestre, como no, una prueba indiscutible de la panspermia. Por supuesto, Wickramasinghe lleva reclamando el Premio Nobel por su descubrimiento de vida extraterrestre en la Tierra desde hace varios años. ¡Qué tontos los de la Academia Sueca que no se lo han concedido aún! Tiene 75 años y acabará falleciendo sin recibirlo, craso error de la Academia Sueca, el descubridor del origen de la vida en la Tierra fallecerá sin el reconocimiento que todos le debemos. Menos mal que José Manuel Nieves, “Científicos británicos creen haber encontrado vida extraterrestre en la atmósfera,” Ciencia, ABC.es, 20 Sep 2013, le reconoce todo el mérito que merece. No tengo nada en contra de Nieves, pero sus artículos pseudocientíficos en ABC.es rayan lo histriónico, seguro que apunta al Carnaval de Iker Jiménez. Me apena mucho que Nieves no sea el único (RT Actualidad, NTN24, Quo, Europa Press, Discover, etc.). Me apena también que algunos críticos sean menos duros de lo que deberían y siembren cierta sombra de duda donde no hay ninguna (Bad Astronomer).
Ampliar en: Francis (th)E mule Science’s News
En una alarmista nota sobre la muerte de las abejas, el periodista de Semana (Colombia) metió una cuña antitransgénica ya desechada:
La otra hipótesis, que se basa en estudios publicados el año pasado en la prestigiosa revista Science, sugiere que al ingerir el polen de las flores que producen las plantas transgénicas las abejas consumen la proteína Bt, una sustancia que con el tiempo las lleva a desarrollar lo que se ha llamado el Síndrome de Deficiencia Cognocitiva de Camino, que hace que pierdan la orientación y terminen muriendo por no ser capaces de regresar a sus colmenas.
De hecho, esta hipótesis, estuvo de moda hace seis años, no uno, y se abandonó porque después de hacer estudios, no hay evidencia que la apoye. No hay estudios en Science que apoyen esto.
La hipótesis de los neonicotinoides, por el contrario, sí ha sido publicada en Science, aunque parece ser que esta es una formulación más ideológica que científica.
Ampliar en: DE AVANZADA
Este vídeo de Philipp Dettmer explica la teoría de la evolución en poco más de diez minutos y de forma muy gráfica. [Se pueden activar los subtítulos en inglés, están bastante bien]. Entre otras cosas explica cómo los protozoos llegaron a convertirse en miles de especies, el papel de la selección natural, la supervivencia de los más aptos, las mutaciones y el resto de detalles habituales.
Ampliar en: microsiervos
Uno de los más leídos divulgadores de ciencia de finales del siglo XX y la primera década del siglo XXI fue el paleóntólogo Stephen Jay Gould. Con libros como «El pulgar del Panda», «Dientes de gallina y dedos de caballo» o «La vida maravillosa» llevó información sobre la paleontológía y la evolución a miles de personas.
El 10 de septiembre es el aniversario de este científico que valientemente defendió la razón frente a los ataques del creacionismo.
Fuente: blog Sin Dioses
Existen varios casos en los que parece que el animal es consciente de que su comportamiento acabará con su vida y, aun así, sigue adelante con él. Veamos algunos ejemplos:
Y estos son solo algunos de los ejemplos más generales y conocidos, pero hay multitud de casos puntuales en los que grandes grupos acaban con su vida sin un motivo lógico y que aun mantienen desconcertados a los científicos, de vacas que saltan al vacío, o perros que se lanzan al río y mueren ahogados, ballenas que buscan rocas en las que escalabrarse, etc, etc, que vete tú a saber si es verdad o no.
Ampliar en: HABLANDO DE CIENCIA
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