El secreto de esta técnica está en el ácido palmítico. Shin Muramoto y Edward Sisco, del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) han descubierto que esta sustancia grasa presente en la piel se degrada a un ritmo constante. Una vez averiguada esa cadencia, basta analizar la huella mediante un espetrómetro de masas para determinal su antiguedad. Es como un equivalente a la prueba del carbono-14, pero para huellas dactilares.
La técnica tiene aún algunas limitaciones. De momento solo la han probado en laboratorio y solamente es capaz de determinar la antigüedad de la huella si esta se ha dejado en los últimos cuatro días.
Los descubridores de la técnica trabajan ahora en prolongar ese margen al menos hasta los 10 días, y en calcular variables ambientales de manera que pueda utilizarse en huellas dactilares encontradas fuera de un laboratorio. Este vídeo ofrece más detalles sobre la técnica. [vía American Chemical Society]
Científicos surcoreanos desarrollan una técnica que permite reconstruir el patrón de una huella a partir de las marcas dejadas por los poros del sudor. El método, que se basa en un material que cambia de color al contacto con la humedad, es más barato, efectivo y preciso que la lectura de huellas dactilares tradicional.
El sistema se basa en el empleo de un polímero, el polidiacetileno, que pasa de azul a rojo al contacto con el agua y que necesita cantidades ínfimas para desatar la reacción, hasta una milésima de un milímetro cúbico. Mediante pequeñas tiras de este material, que resulta muy barato de producir, se podrían fabricar detectores de huellas que necesitan mucha menos información para reconstruir un patrón entero.
Según el propio Kim, con este sistema los forenses podrían recuperar una huella de una hoja de papel hasta una década después de haberlo tocado. El patrón de sudor de los poros es tan único como el de las huellas y no cambia con el paso de los años, así que permite perfectamente la identificación de un individuo. De hecho, los investigadores del estudio aseguran que bastarían tan solo las marcas de 20 a 40 poros para reconstruir una huella entera e identificar a su autor.
Referencia: Hydrochromic conjugated polymers for human sweat pore mapping (Nature Communications).
Fuente: nèxt
La funcionalidad de cualquier órgano o parte anatómica de un ser vivo no es algo “diseñado” sino algo producto del proceso evolutivo y el azar. Lo que ocurre es que tras millones de años de evolución el grado de sofisticación adquirido por los seres vivos hace que nos podamos preguntar sobre casi cualquier parte de su anatomía esto mismo: “¿para qué sirve?”, ya que todo ha quedado muy perfilado y se ha mantenido a lo largo de la evolución por un motivo concreto.
La “huella dactilar” es una estructura presente en la yema de los dedos formada por las crestas papilares, que no son más que glándulas de secreción de sudor situadas en la dermis. Mediante los poros existentes en estas crestas el organismo segrega gotas de sudor, las cuales al mezclarse con la grasa siempre presente en la piel hacen que nuestra “huella” quede impresa en cualquier superficie que toquemos. La estructura que forman estas crestas papilares en nuestros dedos es única para cada persona, generando un mosaico que nos identifica biunívocamente. Esta estructura viene -parcialmente- determinada por nuestros genes, aunque también influyen determinados factores durante el desarrollo embrionario. Una vez definida la huella ya permanece inalterada de por vida (se considera que quedan completamente formadas en la semana 19 de gestación). Podemos decir que una estructura inicial viene definida genéticamente; el resto depende un poco del azar ocasionado por pequeñas fuerzas que atienden a patrones no lineales, según las últimas investigaciones que le han dado un enfoque matemático (teoría de Kücken-Newell). Se basan en cinco estructuras primarias:
A nivel biológico, ¿para que pueden servir estas huellas?. La respuesta es sencilla según los expertos en anatomía evolutiva:
Cabe destacar, por último, que en las extremidades inferiores (en los dedos de los pies) también disponemos de huellas dactilares, aunque estas han perdido su utilidad biológica en nuestra especie, ya que no manipulamos objetos con ellas, pero históricamente tuvieron una función similar.
Ampliar en: Ostias Como Panes
Chuck Close es el creador de este retrato de Fanny, la fallecida abuela de su esposa, e increíblemente, está hecha con huellas digitales.
A pesar de los avances en la detección de ADN y análisis de sangre, la huella digital antigua sigue siendo el método preferido para deducir quién estuvo presente en la escena del crimen. Sin embargo, en algunos casos, es muy difícil obtener cualquier evidencia de huellas dactilares, por lo que diferentes investigadores han focalizado sus estudios en intentar resolver estos problemas.
Un grupo de investigadores australianos publicaron un interesante estudio titulado “Enhancement of latent fingermarks on non-porous surfaces using anti-L-amino acid antibodies conjugated to gold nanoparticles”en el que han desarrollado una nueva metodología para intentar solucionar casos sin resolver.
El objetivo general del trabajo fue recuperar huellas dactilares que, aunque se encontraban en las superficies de pruebas de casos antiguos, no eran lo suficientemente sensibles como para poder ser identificadas a través de los métodos tradicionales…por lo que los casos quedaron sin resolver.
Los científicos, pertenecientes a los Departamentos de Ciencias Forenses de las Universidades de Sídney y Camberra y al Departamento de Química y Bioquímica de la Universidad de Illinois, y que trabajaron en contacto con la Policía Federal Australiana, emplearon la nanotecnología para detectar huellas digitales antiguas, secas y débiles.
La nueva metodología propuesta se basa en el análisis de los aminoácidos que se encuentran habitualmente en el sudor y, por consiguiente, en la mayoría de las huellas digitales. En un principio este hecho no debería sorprender a nadie ya que el rastreo de aminoácidos se viene empleando desde hace décadas para la identificación de huellas dactilares.
En el trabajo publicado en la revista científica “Chemical Communications”se detalla como la combinación de técnicas inmunológicas y de nanopartículas de oro permite encontrar detalles más nítidos en las huellas antiguas degradadas lo que aumenta la resolución de éstas y permite detectar huellas dactilares tras el paso de muchos años y depositadas en cualquier tipo de superficie…
Los investigadores han conseguido unir, mediante técnicas de adsorción o de enlace covalente, las nanopartículas de oro a anticuerpos aminoacídicos. Posteriormente estas nanosoluciones se aplican a las huellas degradadas y los restos de aminoácidos presentes en ellas reaccionan rápidamente aumentando espectacularmente la nitidez de la huellas…como diría ni admirado Sherlock Holmes…”elemental Querido Watson”.
Pero, como cualquier investigador que se precie, los científicos implicados en este trabajo ya se están haciendo la pregunta pertinente… ¿Cuál es el siguiente paso?….Pues ni más ni menos que uno de los grandes objetivos de la ciencia forense…¡¡obtener huellas digitales de la piel humana de las víctimas!!
Artículo completo en: SCIENTIA
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Las personas que sufren de una afección poco común y nacen sin huellas dactilares podrían portar una mutación genética, según un estudio reciente. Los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 4 de agosto de la revista American Journal of Human Genetics, podrían arrojar luz sobre cómo se forman las huellas dactilares y sobre cómo las mutaciones genéticas pueden ayudar a descubrir aspectos desconocidos de la biología humana, apuntaron los investigadores.
«Sabemos que las huellas dactilares están formadas del todo a las 24 semanas tras la fertilización, y que no sufren ninguna modificación en toda la vida», anotó en un comunicado de prensa de la revista el autor principal del estudio, el Dr. Eli Sprecher, del Centro Médico Sourasky en Tel Aviv, Israel. «Sin embargo, los factores subyacentes de la formación y patrón de las huellas dactilares durante el desarrollo embrionario se desconocen casi del todo».
Para investigar la adermatoglifia, que hace que la gente nazca sin huellas dactilares (los dermatoglifos o surcos en las puntas de los dedos) y que también afecta a las palmas de las manos, los dedos y las plantas de los pies, los investigadores examinaron a una familia suiza numerosa que sufría de la afección, que es extremadamente poco común. No solo nacieron sin huellas dactilares, sino que también carecían del número normal de glándulas sudoríparas.
A través del análisis genético de los miembros de la familia con y sin la afección, los científicos revelaron que la enfermedad es causada por una mutación en un gen que se encuentra en la piel y que se llama SMARCAD1. También hallaron una versión corta de este gen que estaba mutada en los individuos con la enfermedad.
«En conjunto, nuestros hallazgos implican a una versión específica de la piel del [gen] SMARCAD1 en la regulación del desarrollo de las huellas dactilares», dijo Sprecher. «Aunque se sabe poco sobre la función del SMARCAD1 de longitud completa y casi nada sobre el rol fisiológico de la versión del gen específica de la piel, es tentador especular que el SMARCAD1 en la piel podría dirigirse a genes involucrados en el desarrollo de la dermatoglifia y las glándulas sudoríparas, dos estructuras que están afectadas en conjunto en esta familia».
Los investigadores señalaron que los hallazgos podrían contribuir a la investigación de otras enfermedades que afectan a más áreas aparte de la piel.
Fuente: MedlinePlus
Se hará justicia con mayor frecuencia: un nuevo método de análisis de huellas digitales no sólo podrá detectar las huellas, sino también poner de manifiesto cuando quedaron marcadas.
Las técnicas para la captura de una huella digital están lejos de ser perfectas. Además del conocido método del polvo, hay varias formas más sofisticadas de detección de huellas dactilares, pero todas tienen limitaciones. Mediante software y análisis químico a menudo se puede mejorar una huella digital, pero a veces se puede confundir el patrón. Y mientras que el microscopiode fuerza atómica puede recoger residuos de la huella digital con precisión, esta técnica analiza un área pequeña a la vez, por lo que muchas veces puede tardar horas para ensamblar una sola impresión.
Robert Prnace y sus colaboradores de la Universidad de Sussex en Brighton, Reino Unido, han desarrollado una manera de capturar las huellas dactilares considerando la pequeña cantidad de carga estática que permanece cuando un dedo hace contacto con una superficie aislante como plástico o vidrio.
El equipo pasó un electrodo sobre dos huellas dactilares en una hoja de plástico y midió el cambio en el voltaje a su paso sobre la superficie. En 75 minutos, la técnica ha puesto de manifiesto impresiones con la «calidad comparable a una imagen de huella digital convencional», afirma Prance.
Al realizar la medición a la misma hora cada día durante 14 días, el equipo también fue capaz de mostrar cómo la carga dece con el tiempo (Forensic Science International, DOI: 10.1016/j.forsciint.2011.02.024 ).
Si bien el método aún debe ser probado en diferentes superficies y en condiciones diversas, Prance dice que podría ser utilizado para calcular cuando una huella digital se generó.
La técnica por lo tanto podría proporcionar pistas sobre cuándo se cometió un delito, o excluir a personas de una investigación, si sus huellas digitales fuerong eneradas antes o después del crimen, que se sabe que han tenido lugar. «Esto es una ventaja significativa, mejora los métodos convencionales», dice Glenn Porter , un científico forense en la Universidad de Western Sydney, Australia.
La principal limitación de esta técnica es que sólo funciona con huellas dejadas en las superficies aislantes. Si una huella se deja en un material conductor, como una caja de balas de metal, la carga depositada simplemente fluye.
Fuente: NewScientist