Parece casi un axioma que las drogas llevan asociada la delincuencia. Sin embargo esta ecuación no tiene por qué ser siempre verdadera. Ahí está el ejemplo de Portugal.
Fuente: Diario de un ateo
Si los drogadictos ya lo llevan mal, la Alcaldía de Bogotá empeora su situación ‘tratándolos’ con pseudociencia (o sea, no los trata):
La acupuntura no funciona, así que esto es una doble estafa: por un lado, se está abusando de los drogadictos; por el otro, se está despilfarrando el dinero de los contribuyentes para que los adictos fueran tratados con medicina basada en la evidencia.
Que los charlatanes predan de los más débiles no es nada nuevo, es el modus operandi magufo, pero que este descaro esté financiado con recursos públicos lo hace doblemente atroz.
Fuente: DE AVANZADA
1.- Cannabis: La sustancia ilegal más consumida en España. Según el Ministerio de Sanidad, en el año 2012 el 9,6% de la población española la tomó en algún momento. La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) señala como su riesgo principal el aún discutido «síndrome amotivacional»: apatía y pérdida de interés en el individuo. Este síntoma se une a una disminución de la capacidad de concentración y de memorización, especialmente en consumidores diarios de esta sustancia.
2.- Cocaína: Según los datos de la encuesta anual de sanidad, un 2,3% de la población española la consumió en algún momento en el año 2012. Los riesgos de consumir esta sustancia son múltiples. Puede producir hemorragias nasales, problemas respiratorios y alteración del sueño. También inquietud, irritabilidad y agresividad. Puede provocar cefaleas o accidentes vasculares, que podrían llegar al infarto cerebral.
3.- Éxtasis: El Ministerio de Sanidad afirma que esta sustancia fue consumida por el 0,7% de los españoles en 2012. Según la FAD, después de unas horas de su ingesta, la euforia inicial da paso a un estado de agotamiento, de tristeza, de ansiedad y agresividad. Esta fase puede durar varios días.
4.- Anfetaminas / Speed: La encuesta anual de Sanidad indica que el 0,6% de los españoles tomó esta droga en 2012. La sobredosis de anfetaminas aumentan la temperatura del cuerpo y pueden causar irritabilidad, convulsiones e incluso la muerte.
5.- Alucinógenos: El Ministerio de Sanidad cifra su ingesta en un 0,4% de la población española. Según la FAD, existen datos contundentes en cuanto a las secuelas en la esfera psicológica del consumo de alucinógenos como el LSD. Destacan los trastornos de depresión y ansiedad.
6.- Setas mágicas: Sanidad sitúa su ingesta en el 0,4% de la población española, al igual que los alucinógenos. Según la FAD, a pesar de que no se conocen claramente los riesgos del consumo a largo plazo, su consumo de forma abusiva puede provocar importantes alteraciones psicológicas.
7.- Ketamina: Los datos oficiales de Sanidad afirman que un 0,2% de los españoles lo tomó en algún momento de 2012. Si hay sobredosis de esta sustancia, puede dar lugar a la pérdida total de conciencia, el coma o incluso la muerte.
8.- Heroína: Sanidad indica que un 0,1% de españoles la consumió en 2012. El uso continuado de la sustancia puede producir alteraciones de la personalidad, trastornos de la memoria, de ansiedad y depresión. Si se consume se manifiesta una enorme dependencia que hace que toda la vida del consumidor gire en torno a la sustancia.
Ampliar en: Público.es
Normalmente, para detectar sustancias como cocaína, heroína, cannabis o alucinógenos (LSD, psilocibina, etc), se suele realizar un análisis de sangre u orina. Evidentemente estos métodos necesitan un tiempo, primero para recoger la muestra, y después para llevarla al laboratorio, analizarla, etcétera…
Un estudio internacional llevado a cabo por un equipo de investigadores formado por el profesor Alexis Vallée-Bélisle del Departamento de Química de la Universidad de Montreal, el profesor Francesco Ricci de la Universidad de Roma Tor Vergata y el profesor Kevin W. Plaxco, de la Universidad de California, en Santa Bárbara. su trabajo se ha publicado en el Journal of american Chemical Society.
En dicho estudio estos científicos han intentado imitar los mecanismos naturales para detectar sustancias específicas, en este caso la cocaína, con una mayor precisión y rapidez. Es más, su método podría ayudar no solo a la detección de drogas, sino también en la detección de algunas enfermedades infecciosas y algunos tipos de cáncer.
Su trabajo consistió en usar la forma de actuar de las células frente a determinadas sustancias. Es decir, en nuestras células, cuando hay un exceso o déficit de alguna sustancia, se abren o cierran determinadas proteínas para dejarla entrar o no, hay una serie de estímulos y receptores para que reaccionen de una forma u otra a esta sustancia (por ejemplo, hay enfermedades donde las paredes de nuestras células reaccionan mal, dejan pasar demasiada agua, se hinchan y acaban explotando). Para la detección de estas moléculas usan unos sistemas de sensibilidad muy precisos en comparación a los biosensores artificiales actuales. Así pues, los investigadores ajustaron los biosensores a modo de sensibilidad celular.
Para probar su idea, usaron un biosensor de cocaína que ya existe, pero adaptándolo a la sensibilidad de los mecanismos de activación o inhibición celulares, lo que lo haría más rápido y preciso ¡Y funcionó! Su sistema es capaz de detectar cocaína en sangre en menos de 5 minutos (similar a una prueba de glucosa, aunque no sé si el método es el mismo, pero la rapidez si es similar).
Artículo completo en: Medciencia
Bajo licencia Creative Commons
Paul H. Frampton, profesor del Departamento de Física de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, lleva desde el 23 de enero encarcelado en la prisión argentina Villa Devoto por tenencia de narcóticos (dos kilos de cocaína aparecieron en su maleta en el aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires). Fue a Argentina para conocer en persona a la bellísima modelo checa Denise Milani con quien él (creía que) chateaba a través de internet. Le dijeron que la modelo había tenido que ir a Perú a un evento de Miss Bikini World y le dieron una maleta que ella había olvidado. Aunque tiene 68 años, se creyó la historia como un tonto. Al menos eso es lo que él ha declarado. Página web de ayuda a Paul. En la prensa puedes consultar Marina Aizen, “La increíble historia de un famoso físico preso por narco,” El Clarín, 22 Jul. 2012; también ”Distinguished British scientist faces 16 years in Argentine jail after being caught with suitcase of cocaine,” y “British physicist jailed in Argentina on ‘honeytrap’ drug smuggling charges is ‘naïve fool’, says ex-wife,” ambos en The Telegraph.
Ampliar en: Francis (th)E mule Science’s News
Poco más del dos por ciento de los adolescentes en las escuelas rurales que alguna vez han probado el alcohol, marihuana u otras drogas informan que también han intercambiado sexo por estas sustancias, de acuerdo con la Universidad de British Columbia la investigación publicada en la revista Canadian Journal of Human Sexuality.
Este es el primer estudio que observa esta cuestión entre los estudiantes rurales. Utilizando datos de la encuesta 2009 de 2360 estudiantes en los grados 7-12 de 28 escuelas en el este de la Columbia Británica Kootenays, los investigadores encontraron un número igual de niños y niñas objeto de comercio sexual, y que hasta el 98 por ciento de ellos vivían en su casa con la familia.
Llevada a cabo cada dos años por East Kootenay Addiction Services Society (EKASS) en Cranbrook, BC, la encuesta de seguimiento de las tendencias en los patrones de consumo de sustancias, daños y actitudes relacionadas entre los estudiantes.
«Esto no está pasando solamente en las Kootenays del Este», señala el coautor Dean Nicholson, director ejecutivo de EKASS. «Otra investigación ha documentado esto entre los estudiantes de Québec, en los EE.UU., y en Oslo, Noruega, a tasas similares. Así que esto probablemente es un problema en otras escuelas en BC, pero las encuestas escolares no están preguntando acerca de ello.»
El equipo de investigación encontró que el comercio sexual se asoció con el uso de drogas ilícitas distintas del alcohol o la marihuana, y los que negocian el sexo tuvieron mayores tasas de consumo excesivo de alcohol por semana que otros estudiantes.
«Varios problemas de salud pueden estar vinculadas al sexo comercial por el alcohol o las drogas», dice la autora principal, Elizabeth Saewyc, profesora de enfermería y medicina adolescente de la UBC. «Tenemos que hablar francamente con los jóvenes sobre este tema, tanto en casa como en la escuela.»
Fuente: EurekAlert!
Con el alcohol y las drogas no se juega… y menos al volante sería la frase completa para fundamentar la incompatibilidad que existe entre el consumo de drogas tóxicas, estupefacientes o de bebidas alcohólicas y la conducción. Pedir ‘tolerancia cero’ sabiendo que somos uno de los países del mundo con mayor consumo de cocaína y cannabis es algo complicado pero no imposible si tomamos el ejemplo de algunos países europeos que, además de estar más concienciados con este tema, no les tiembla el pulso cuando plantean la reducción de las tasas de alcoholemia a los conductores en general y la tasa cero en el caso de conductores profesionales.
Fuente: INID
Una página realmente curiosa, vende research chemicals, que quiere decir «productos químicos para investigación». Dicho de otra forma: drogas legales que son ligeras variaciones de otras ilegales y que la gente usa únicamente porque las que realmente quieren usar están prohibidas.
Algunos los llaman «legal highs» o «colocones legales». Cada lenguaje tiene un eufemismo para esas drogas, y otro de ellos -muy de moda estos días- es el de «sales de baño» o «bathsalts» en inglés.
El origen de ese oscuro término para referirse a una o varias drogas es sólo consecuencia de un mercado de drogas descontrolado, en el que se venden sustancias legales que -en muchos casos- nunca han sido probadas en humanos ni en animales, bajo la máscara de otros bienes (como abonos o sales de baño) para evitar una fiscalización de la sustancia que se vende.
En otras palabras: un adulto sano no puede comprar 150 mg de MDMA en una farmacia, pero puede comprar dosis letales de centenares de sustancias infinítamente más peligrosas que la MDMA, si vienen en un envoltorio que pone que son «Sales de Baño» y que no debes comertelas, en el kiosko o gasolinera más cercana (si vive en EE.UU.) o a través de internet en cualquier otro lugar del mundo.
La página vende 47 productos químicos, de los que 46 son drogas y uno de ellos un precursor para hacer de forma sencilla algunas drogas ilegales. Hasta ahí, nada nuevo. Una más de cientos.
Pero además de research chemicals también vende paquetes con bonitos colores y sugerentes nombres, y los vende vacios. Además a buen precio. Y para rematar el tema, venden la máquina para darle un cierre profesional a esos paquetes.
Ampliar en: Drogoteca
Legalizar la marihuana es una idea muy popular, especialmente en los más jóvenes según los datos demográficos. Se puede ir un paso más allá: la legalización de todas. Marihuana, heroína, cocaína, crack, metanfetamina, etc, hacer que sea todo legal. El gobierno no tiene derecho a decirme lo que puedo y no puede consumir siempre y cuando no estoy haciendo daño a nadie. Si el gobierno siente la necesidad de involucrarse en el consumo de narcóticos, su participación debe limitarse al tratamiento, no encarcelamiento.
Según el escéptico Shane P. Brady, cuando era más joven, yo era reacia a abrir las puertas a la legalización de las drogas. No pude pasar de la idea de que la gente se droga con más frecuencia si las drogas fueran legales. Luego me fui a la universidad.
En la universidad, a pesar de ser menor de edad casi todo el tiempo, tuve la oportunidad de adquirir el alcohol con la frecuencia que yo quería. El alcohol era ilegal, pero en una residencia llena de estudiantes universitarios, eran capaces de conseguir cualquier cosa que quisieran. Es muy tonto, pero a menudo acabábamos dejando las botellas vacías al aire libre para que cualquiera pudtera verlas. Lo único que alguna vez se me ocurrió tener en mi habitación era una tostadora.
Traté con la marihuana en la universidad y descubrí que no era una gran diversión. A algunas personas le encanta, me resulta muy molesto. Nunca he tenido interés en hacer nada más, a pesar de que tenía acceso a otras drogas.
Después de ver lo pobremente que actuaban las leyes de prohibición en la práctica, tuve que replantearme mi postura. Comencé a mirar las estadísticas y lo que me indicaron hizo cambiar mi opinión. Las drogas ilegales no tenían el asesino que casi se hacía pasar en cada una. Con base en las tasas de mortalidad, uno podría concluir fácilmente que el queso era una amenaza mayor para la salud de la nación que las drogas.
Las tasas de encarcelamiento en este país han aumentado desde que estaba en la universidad hasta el punto que en algunos estados cerca del 50% de los reclusos se encuentran en los delitos relacionados con la marihuana. Miles de millones de dólares se gastan tratando de impedir que las drogas se consigan en el país. Las personas se vuelven criminales por fumar marihuana en su propia casa, mientras que los políticos bromean acerca de tener vasos de vino tinto en sus propios hogares. No tiene ningún sentido.
En casi todas las medidas que se podrían encontrar la «Guerra contra las Drogas» fue un fracaso. Entonces, ¿qué debo hacer con esta información?
He cambiado de opinión. Me enteré de que todo lo que me habían enseñado acerca de las drogas era equivocado o exagerado. Vi que la fuerza del gobierno no ha podido atajar el consumo de drogas. Vi el número de jóvenes que tienen antecedentes penales por lo que parecía ser pequeños delitos.
Me convertí en un defensor de la legalización, de todas las drogas. Si tienes 18 años, no deseas la comodidad de tu propia casa. El escepticismo aplicado una vez más me hizo cambiar de opinión, cuando todas mis ideas preconcebidas fueron impugnadas. Tuve que buscar las causas y efectos y ver cómo encajan con mis propios valores. Yo nunca tengo miedo a cambiar de opinión, especialmente cuando yo realmente, realmente creo que significa ayudar a la gente.
El expresidente de colombia, Uribe, con sus ganas de imponerle su pacata moral al resto del país, utilizó sus mayorías en el Congreso para criminalizar el consumo de drogas. Ahora, la Corte Constitucional se pronunció al respecto, y de qué manera:
La Sala Plena de la Corte Constitucional determinó que las autoridades no pueden judicializar a las personas que porten la dosis mínima establecida para su consumo.
El alto tribunal determinó que quienes porten un gramo de cocaína o 22 de marihuana, no pueden ser catalogados como delincuentes sino como enfermos, hecho por el cual no pueden ser detenidos.
Ohh, ahora es por ley que decidimos que una persona está enferma. No es como si eso requiriera un diagnóstico médico o algo por el estilo.
Y es que la pusilánime Corte Constitucional se puso orwelliana y tales:
En este sentido señaló que el Congreso de la República mediante un acto legislativo determinó que el Estado y sus organismos encargados deben tomar medidas con el fin de rehabilitar a estas personas.
En Colombia la lógica brilla por su ausencia: se consideran enfermos los que usan su cuerpo de manera libre y sin dañar a los demás. Y los sanos son los que imponen su moral al resto, amputándoles las libertades. ¡Qué lindo país!
Fuente: DE AVANZADA
A esa estupidez autoritaria, puritanoide y fascista de criminalizar el uso de drogas se le pueden adjudicar un sinnúmero de problemáticas sociales de las que estaríamos libres si los Estados dejaran de suponer que deben protegernos de alguna forma de hacer uso de nuestras propias libertades.
Ahora, un estudio de la Comisión Global de Política sobre Drogas [PDF] revela que esta guerra contra la libertad también ha ayudado a expandir el sida:
En su informe, la comisión califica la lucha global contra la droga de «fracaso» por encarcelar a drogadictos no violentos y alejarles de los sistemas públicos de salud, lo que ha aumentado los contagios del VIH, cuya causa principal es el uso compartido de jeringuillas.
Los expertos critican duramente el «fracaso notable de las políticas de lucha contra la droga» en la reducción del suministro mundial de opiáceos ilegales como la heroína, cuya oferta ha aumentado el 380 por ciento entre 1980 y 2010, mientras que sus precios siguen una tendencia a la baja, según datos de la comisión.
El informe arremete contra Estados Unidos, China, Rusia y Tailandia por «ignorar la evidencia científica y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y resistirse a la implementación de programas de prevención del VIH», lo que ha dado pie a «consecuencias devastadoras».
Fuente: De Avanzada
Hay personas que están haciendo algo correcto por razones equivocadas y peor aún, con los medios equivocados.
Y eso es precisamente lo que está pasando con los indígenas de Colombia que defienden las drogas apelando a un desagradable relativismo cultural y a jugar la carta de víctimas, a decir que sus creencias deben ser respetadas porque sí, porque representan algo profundamente emocional para ellos:
«El empleo de plantas psicotrópicas para fines ceremoniales en América Latina está documentado desde hace miles de años», recordó Rodolfo Stavenhagen, investigador del Centro de Estudios Sociológicos de México durante el Foro sobre regulación del consumo de drogas que se celebra estos días en la capital mexicana.
Ohh, ¿está documentado desde hace miles de años? ¿Desde antes de que se desarrollara plenamente el método científico? ¿Y dónde están esos documentos?
…
…
Advirtió que el uso ceremonial debe ser protegido no solo por el legado cultural, sino también porque fuera de ese contexto puede constituir un peligro, y recordó el caso del toloache, conocido como ‘las campanas de la locura’, que tras aparecer en una telenovela como remedio a la infidelidad registró un peligroso aumento de su consumo.
«El conocimiento de las plantas sagradas debería ser considerado tesoro de la nación. Es un saber indiscutible para entender la prevalencia del espíritu, pero tiene que estar regulado por quienes conocen y saben cómo suministrarlo y en qué contexto», indicó. El consumo de estas plantas procede de culturas heredadas que se remontan a tradiciones chamanistas de pueblos mesolíticos, según Carlos Zolla, coordinador de investigación del programa universitario México Nación Multicultural de la UNAM.
Sí, el conocimiento se adquiere mediante el estudio riguroso de los efectos y las cantidades de las plantas, en sujetos de prueba (no humanos, preferiblemente) y con revisión por pares. He ahí los expertos, con sus batas blancas y sus probetas. Nada de jefes Pluma Blanca ni nada por el estilo.
Artículo completo en: DE AVANZADA
Artículo de Sam Harris sobre las drogas y el sentido de la vida
Todo lo que hacemos, lo hacemos con el propósito de alterar la conciencia. Formamos amistades para poder sentir ciertas emociones, como el amor, y evadir otras, como la soledad. Comemos comidas específicas para disfrutar sus fugaces presencias en nuestras lenguas. Leemos por el placer de pensar las ideas de otra persona. Cada momento de vigilia –e incluso en nuestros sueños- luchamos para dirigir el flujo de sensación, emoción y cognición hacia estados de conciencia que valoramos.
Las drogas son también un medio para este fin. Algunas son ilegales, otras están estigmatizadas, algunas son peligrosas –aunque, perversamente, estos conjuntos apenas se cruzan. Hay drogas de extraordinario poder y utilidad, como la psilocibina (el componente activo de los «hongos mágicos») y la dietilamida de ácido lisérgico (LSD), que no poseen riesgos aparentes de adicción y son bien toleradas psicológicamente, y aún así uno puede ser mandado a prisión por su uso –cuando drogas como el tabaco y el alcohol, que han arruinado incontables vidas, son disfrutadas ad limitumen casi todas las sociedades del planeta. Hay otros puntos en este sentido: la 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA o «éxtasis») tiene un potencial terapéutico remarcable, pero también es susceptible a abusos, y aparentemente es neurotóxica. [1]
Una de las grandes responsabilidades que tenemos como sociedad, es educarnos, junto con las siguientes generaciones, acerca de qué sustancias vale la pela ingerir, y con qué propósito, y cuales no. El problema, sin embargo, es que nos referimos a todos los compuestos biológicamente activos con un solo término: «drogas» y esto hace casi imposible tener una discusión inteligente acerca de los asuntos psicológicos, médicos, éticos y legales alrededor de su uso. La pobreza de nuestro lenguaje ha sido sólo un poco aliviada por la introducción de términos como «psicodélicos» para diferenciar ciertos compuestos visionarios, que pueden producir extraordinarios estados de éxtasis e iluminación, de los “narcóticos” y otros agentes clásicos de estupefacción y abuso.
El abuso de drogas y la adicción son problemas reales, por supuesto –su remedio es la educación y el tratamiento médico, no la cárcel. De hecho, las peores drogas de abuso en los Estados Unidos parecen ser los analgésicos de prescripción, como la oxicodona. ¿Algunas de estas medicinas deberían de ser ilegales?, claro que no. La gente debe de estar informada acerca de ellas, y los adictos necesitan tratamiento. Y todas las drogas –incluyendo alcohol, cigarros y aspirinas- deben ser alejadas de las manos de los niños.
En mi primer libro, El fin de la fe, discuto un poco algunos asuntos de las políticas sobre las drogas, y mi opinión al respecto no ha cambiado. La «guerra contra las drogas» definitivamente ha sido perdida y nunca debió de haberse librado. Si bien no está expresamente protegido por la constitución de los EEUU, no puedo pensar en ningún derecho político más fundamental que el derecho a dirigir pacíficamente los contenidos de nuestra propia conciencia. El hecho de que arruinamos inútilmente las vidas de los usuarios de drogas no violentos encarcelándolos, con un gasto enorme, constituye una de las más grandes fallas morales de nuestro tiempo. (Y el hecho de que hacemos lugar para ellos en nuestras prisiones dejando en libertad bajo palabra a asesinos y violadores lo hace pensar a uno si la civilización no está simplemente condenada)
Tengo una hija que un día tomará drogas. Por supuesto, haré todo lo que esté en mi poder para asegurarme que ella escoja sus drogas sabiamente, pero una vida sin drogas no es ni posible ni deseable, creo yo. Algún día, espero, mi hija disfrutará la mañana con una copa de te o de café tanto como lo hago yo. Si ella bebe alcohol de adulta, como probablemente lo hará, la animaré a hacerlo de forma segura. Si ella elige fumar marihuana, le exhortaré moderación. [2] El tabaco debe ser evitado, por supuesto, y haré todo lo posible dentro de los límites de la buena paternidad para mantenerla alejada de él. Y no es necesario decir que si mi hija desarrolla, eventualmente, una afición por la metanfetamina o el crack, posiblemente yo ya no pueda volver a dormir. Pero si ella no prueba algún psicodélico, como la psilocibina o el LSD al menos una vez en su edad adulta, me preocuparía de que ella se esté perdiendo uno de los más importantes ritos de paso que un humano pueda experimentar.
Con esto no digo que todos deban probar un psicodélico. Como mencionaré después, estas drogas tienen ciertos peligros. Sin lugar a dudas, hay gente que no puede permitirse el lujo de levantar el ancla de la cordura, o incluso darle el más leve tirón. Han pasado ya varios años desde que he dejado de usar psicodélicos, de hecho, mi abstinencia nace de un sano respeto hacia los riesgos que involucran. Sin embargo hubo un periodo de mis tempranos veintes en el que encontré en drogas como la psilocibina y el LSD herramientas indispensables de iluminación, y algunas de las horas más importantes de mi vida las tuve bajo su influencia. Creo que es muy posible que yo nunca descubriera que hay todo un paisaje interior de la mente que vale la pena explorar si nunca hubiera tenido esta ventaja farmacológica.
Mientras los seres humanos han ingerido plantas psicodélicas por milenios, la investigación científica de sus componentes no comenzó hasta la década de 1950. Para 1965, cientos de estudios fueron publicados, principalmente sobre psilocibina y LSD, muchos de ellos atestiguaron la utilidad de los psicodélicos en los tratamientos para la depresión clínica, el trastorno obsesivo compulsivo (T.O.C.) la adicción al alcohol, y para el miedo y la ansiedad asociados al cáncer terminal. Pocos años después, sin embargo, este campo de investigación fue abolido en un esfuerzo por detener la propagación de estas drogas en el público en general. Después de una pausa que duró toda una generación, la investigación científica de los valores farmacológicos y terapéuticos de los psicodélicos se ha venido reanudando lentamente.
Los psicodélicos incluyen químicos como psilocibina, LSD, DMT y mescalina, los cuales alteran poderosamente la conciencia, la percepción y el humor. La mayoría parece ejercer su influencia a través del sistema serotoninérgico en el cerebro, principalmente uniéndose a los receptores 5-HT2A (aunque algunos tienen afinidad por otros receptores también), provocando el incremento de la actividad neuronal en la corteza prefrontal. Mientras la corteza prefrontal, a su vez, modula la producción de dopamina subcortial, el efecto de los psicodélicos parece tener lugar principalmente fuera de las vías de la dopamina (lo que puede explicar el por qué estas drogas no formen hábito).
La mera existencia de los psicodélicos parece establecer las bases materiales de la vida mental y espiritual más allá de cualquier duda (para la introducción de estas sustancias en el cerebro es la causa obvia de cualquier apocalipsis sagrado que le sigue). Es posible, sin embargo, si no plausible, ver este dato desde la otra perspectiva y argumentarlo como Aldous Huxley lo hizo en su ensayo Las Puertas de la Percepción al decir que la función primaria del cerebro podría ser eliminativa: su propósito sería evitar una dimensión de la mente vasta y transpersonal que podría inundar a la conciencia, permitiendo así a primates como nosotros tener su camino en el mundo sin ser apabullados a cada momento por fenómenos visionarios irrelevantes para su supervivencia. Huxley pensaba que si el cerebro era una especie de “válvula reductora” de una “Mente Libre” esto explicaría la eficacia de los psicodélicos: ellos podrían ser medios materiales para abrir el grifo.
Desafortunadamente, Huxley operaba bajo la suposición errónea de que los psicodélicos decrecían la actividad mental. Sin embargo las técnicas modernas de neuroimagen han mostrado que estas drogas tienden a incrementar la actividad en varias regiones de la corteza (así como en las estructuras subcorticales) [Nota 24/01/12: un estudio reciente sobre la psilocibina en realidad le da cierto apoyo a la visión de Huxley. – SH]. Aún así, la acción de las drogas no descarta el dualismo o la existencia de reinos de la mente más allá del cerebro, pero nada lo hace. Este es uno de los problemas con puntos de vista de este tipo: parecen ser infalsables. [3]
Por supuesto, el cerebro sí filtra una extraordinaria cantidad de información de la conciencia. Y como muchos que han probado estas drogas, yo puedo atestiguar que los psicodélicos ciertamente abren las puertas. No es necesario decir que plantear la existencia de una “Mente Libre” es más tentador en algunos estados de conciencia que en otros. Y la cuestión de cuáles visiones de la realidad debemos privilegiar es una cuestión que a veces vale la pena considerar. Pero estas drogas pueden producir estados mentales que son vistas en términos clínicos como formas de psicosis. De hecho, creo que debemos ser cautelosos de realizar alguna conclusión sobre la naturaleza del cosmos basándonos en una experiencia interior, no importa qué tan profunda sea esta.
Sin embargo, no hay duda de que la mente es más vasta y fluida que lo que sugiere nuestra ordinaria conciencia en vigilia. Consecuentemente, es imposible comunicar la profundidad (o la aparente profundidad) de un estado psicodélico a aquellos que nunca han tenido esas experiencias por sí mismas. Es, de hecho, difícil recordarse a sí mismo todo el poder de esos estados una vez que ya han pasado.
Muchas personas se preguntan sobre la diferencia entre la meditación (y otras prácticas contemplativas) y los psicodélicos. ¿Son estas drogas una forma de hacer trampa, o son ellas realmente el vehículo indispensable para un auténtico despertar? No son ninguno. Mucha gente no se da cuenta de que toda droga psicoactiva modula la neuroquímica ya existente en el cerebro –ya sea imitando específicos neurotransmisores o causando que los mismo neurotransmisores sean más activos. No hay nada que uno no pueda experimentar por medio de una droga que no sea, hasta cierto punto, una expresión del potencial del cerebro. Por lo tanto, lo que sea que uno haya experimentado tras ingerir una droga como el LSD, es muy parecido a lo que alguien experimentó, en algún lugar, sin él.
Sin embargo, no se puede negar que los psicodélicos son un medio particularmente potente para alterar la conciencia. Si una persona aprende a meditar, rezar, cantar, hacer yoga, etc., no hay garantía de que algo vaya a pasar. Dependiendo de su aptitud, interés, etc, el aburrimiento podría ser la única recompensa para sus esfuerzos. En cambio, si una persona ingiere 100 microgramos de LSD, lo que ocurra a continuación dependerá de una variedad de factores, pero no hay duda alguna de que algo va a pasar. Y el aburrimiento no está entre las opciones. En cierto tiempo, la significancia de su existencia se derrumbará sobre nuestro héroe como una avalancha. Como Terence Mckenna [4] nunca se cansó en señalar, esta garantía de un efecto profundo, para bien o para mal, es lo que separa a los psicodélicos de cualquier otro método de indagación espiritual. Es, sin embargo, una diferencia que trae consigo ciertas responsabilidades.
Ingerir una dosis poderosa de una droga psicodélica es como encerrarse a sí mismo en un cohete sin un sistema de guía. Uno puede ir a un lugar que vale la pena ir, y, dependiendo del compuesto y de dónde y cómo lo ingerimos, ciertas trayectorias son más probables que otras. Pero sea como sea que uno se prepare para el viaje, aun así uno puede ser lanzado hacia estados de la mente tan dolorosos y confusos, a veces indistinguibles de la psicosis. Por lo tanto, los términos «psicotomimético» y «psicógeno» se aplican en ocasiones a estas drogas.
Yo he visitado los dos extremos del continuo psicodélico. Las experiencias positivas fueron más sublimes de lo que yo hubiera podido imaginar o de lo que ahora puedo fielmente recordar. Esos químicos revelan capas de belleza que el arte es incapaz de capturar y para el que la belleza de la Naturaleza misma es mero simulacro. Una cosa el ser apabullado al ver a una secuoya gigante y maravillarse por los detalles de su historia y su biología subyacente y otra el pasar una aparente eternidad en una comunión sin ego con ella. Positivamente, las experiencias psicodélicas a menudo revelan cómo puede un ser humano estar tan maravillosamente a gusto con el universo, y para la mayoría de nosotros, la conciencia normal de vigilia no ofrece ni siquiera un atisbo de esas profundas posibilidades.
La gente generalmente regresa de dichas experiencias con un sentimiento de que nuestros estados convencionales de conciencia obscurecen y truncan pensamientos y emociones que son sagrados. Si los patriarcas y matriarcas de las religiones mundiales experimentaron con dichos estados, muchas de sus afirmaciones sobre la naturaleza de la realidad pueden tener un sentido subjetivo. Las hermosas visiones no nos dicen nada sobre el nacimiento del cosmos, pero nos revelan cómo una mente puede ser profundamente transfigurada por una colisión con el momento presente.
Traducción completa en: DE AVANZADA
Se ahorrara más de la mitad de los recursos , aproximadamente entre 7700 millones de dólares, al no tener que hacer cumplir las prohibiciones actuales contra la droga, mientras que ingresaría un adicional de 6000 millones por año que provendrían de impuestos a la marihuana a un ritmo similar al del tabaco y el alcohol. Dado que el documento fue publicado por primera vez en 2005, más de 300 economistas, entre ellos tres premios Nobel, han firmado una petición para llamar la atención sobre el trabajo de iniciar un debate entre expertos para debatir la cuestión.
«Como mínimo, este debate obligaría a los defensores de la política actual a mostrar que la prohibición tiene beneficios suficientes para justificar el alto costo para los contribuyentes, los ingresos no percibidos de impuestos, y las numerosas consecuencias accesorias que resultan de la prohibición de la marihuana».
Si bien los ahorros son todavía mínimos en comparación con un déficit de 1,3 billón federal, muchos funcionarios públicos han utilizado un argumento económico para promover la legalización de marihuana, incluyendo al demócrata asambleísta Tom Ammiano, de California, quien en 2009 argumentó que la legalización daría miles de millones de dólares, ingresos que necesitaba el estado para sus políticas sociales. Su propuesta fue conocida como la Proposición 19, en última instancia, aun que fue derrotada tal proposición en el 2010.
Mirón, por su parte, dice «que los ahorros son el menor de los argumentos a favor de la legalización, ya que el gobierno no tiene ninguna razón clara de querer reducir el consumo de marihuana en el primer lugar». , dijo HuffPost . «Creo que la discusión debe ser sobre todo acerca de por qué la marihuana debería ser ilegal», agregó. «¿Hay buenas razones para tratar a la marihuana de manera diferente equiparándolo al alcohol o el tabaco ¿Por qué no dejar que la gente que quiere fumar marihuana fume?La gente hace toda clase de cosas locas legalmente,como por ejemplo el de puenting, el esquí alpino, conducir por la autopista comiendo, por ello es mejor regular que prohibir. ¿Por qué tratar la la marihuana de forma diferente? No creo que lo sea.
Según pasan los años todos vamos perdiendo volumen de materia gris, esta perdida de materia gris es una de las formas de medir el envejecimiento del cerebro. Para ver como afecta el consumo crónico de cocaína al envejecimiento del cerebro, un grupo de científicos en la Universidad de Cambridge, han comparado dos grupos de personas. Uno de los grupos formados por 40 personas han sido consumidores crónicos de cocaína, mientras que el otro grupo, de 60 personas, no tiene en su historial ningún episodio de consumo de sustancias aditivas. Ambos grupos de personas tenían edades similares y el mismo sexo. El trabajo ha sido publicado en Molecular Psychiatry bajo el título de Cocaine dependence: A fast-track for brain ageing?
En el grupo de los consumidores de cocaína se encontró que tienen una perdida de volumen de materia gris de 3,08 mililitros al año, en cambio en el otro grupo dicha perdida era de tan sólo 1,69 mililitros. Dicho de otro modo, los consumidores crónicos presentan una perdida de volumen de materia gris que es casi el doble de lo normal. La mayor parte del volumen perdido sucede en los cortex, prefrontal y temporal. Estas regiones son conocidas por su importancia a la hora de prestar atención, así como el papel que juegan en la memoria y en la toma de decisiones.
Según la Doctora Karen Ersche, del Behavioural and Clinical Neuroscience Institute de la Universidad de Cambridge, estos resultados arrojan nueva luz sobre por qué los déficits cognitivos que normalmente se observan en las personas mayores, también son observados en personas más jóvenes que han sido consumidores crónicos de cocaína.
Fuente: HOMÍNIDOS
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Científicos de la Universidad Stony Brook (EE.UU.) están reportando nuevas pruebas de que el cultivo de arbustos de coca, la fuente de la cocaína, está acelerando la destrucción de las selvas tropicales en Colombia y amenaza regiones «puntos calientes» de diversidad vegetal y animal. Los resultados, ponen de relieve la necesidad de establecer mayores áreas protegidas para ayudar a preservar la biodiversidad, esta información aparece en la revista Science.
La Dra. Liliana M. Dávalos, profesora en el Departamento de Ecología y Evolución en Stony Brook, y sus colegas afirman que el ritmo de deforestación en Colombia se ha acelerado en los últimos 20 años, aún cuando el crecimiento de la población ha disminuido y la economía ha pasado de la agricultura a otras fuentes de ingresos. Este aumento de la deforestación se superpone con un aumento en el cultivo de coca para la producción de cocaína, y el país representó el 75 por ciento de la coca del mundo en 2000.
Imagen de Nariño en el sur de Colombia con claros recientes, claros abandonados, y las plantas de coca (centro). (La foto fue tomada desde un avión en vuelo bajo.) (Crédito: María Ximena Gualdrón / SIMCI)
En informes previos se encontró que la deforestación directa por la coca era sorprendentemente pequeña, con tan sólo 150 km2 de bosques sustituido por la coca cada año en el 2005. Las selvas tropicales contienen alrededor del 10 por ciento de las plantas del mundo y especies animales – algunos de los cuales constituirán la base de nuevos medicamentos – así que la deforestación representa una grave amenaza para la biodiversidad mundial. Con estudios que sugieren que el cultivo de coca contribuye indirectamente a la deforestación, los científicos comenzaron a documentar este acelerado impacto