Ben Goldacre, es un médico que trabaja para la sanidad pública británica, psiquiatra formado en Oxford, especialmente empeñado en desenmascarar todo tipo de farsantes escondidos en el terreno de la ciencia y sus aledaños, ( inventos milagrosos, descubrimientos espeluznantes, demostraciones de que el café salva y provoca cáncer a la vez…) y muy conocido en el Reino Unido, por su columna semanal los sábados en el Guardian ( Bad Science). Él se ha convertido en el azote más temido por la ‘pseudociencia’, los remedios alternativos y las dietas milagrosas. Y publica ahora en España Mala farma (Paidós). En él denuncia que algunos ensayos clínicos de nuevos fármacos se manipulan para exagerar sus efectos positivos y minimizar los negativos.
Una entrevista ha salido hace nos días en XLSemanal de la que hemos sonsacado lo siguiente;
Argumenta usted en su libro que las farmacéuticas no son transparentes, ¿cómo es posible?
Ben Goldacre. Porque es un engaño consentido por médicos, académicos y las agencias gubernamentales encargadas de supervisar el lanzamiento de los nuevos fármacos. Nos gusta creer que la medicina está basada en evidencias científicas, objetivas e imparciales. Pero no siempre es así. A veces, esas pruebas están manipuladas.
¿Pero cómo se puede amañar el test de un medicamento?
B.G. Muy fácil: esas pruebas no son independientes; las llevan a cabo los que los fabrican. Son ensayos diseñados para que salgan bien. El número de participantes es reducido y poco representativo. Si un estudio clínico está financiado por la industria, lo más probable es que se obtengan resultados positivos. Es de cajón.
Sus acusaciones son muy duras. ¿Tiene pruebas?
B.G. Le puedo poner muchos ejemplos. Unos investigadores examinaron todos los estudios clínicos publicados sobre cierta estatina. Las estatinas son fármacos reductores del colesterol. Pues bien, los estudios clínicos financiados por la industria arrojaban una probabilidad veinte veces mayor de dar resultados favorables al fármaco.
¿Y qué pasa si, pese a todo, los resultados no les son favorables?
B.G. Entonces no se publican. Otro ejemplo: la reboxetina es un antidepresivo que yo mismo he recetado. Pero en 2010 otro grupo de investigadores reunió los ensayos clínicos del fármaco, que consistían en comparar la reboxetina con un placebo. De siete ensayos, solo uno daba un resultado positivo. Fue el que se publicó. Los otros seis llegaban a la conclusión de que la reboxetina no era mejor que un terrón de azúcar. No se publicaron.
¿Es una práctica generalizada?
B.G. Sí. La mitad de los estudios nunca se publican. No lo digo yo. Son datos del NHS [la sanidad pública británica]. Para no pillarse los dedos, las farmacéuticas utilizan las ‘cláusulas mordaza’: se reservan el derecho a ocultar datos si no les gustan. Y obligan con frecuencia a los investigadores y a los pacientes que participan en los ensayos a suscribir contratos que les permiten retener esos datos.
¿Y cómo es que ustedes, los médicos, no están escandalizados?
B.G. Los médicos conocemos el problema desde hace treinta años, pero hemos hecho la vista gorda porque sucumben al marketing. Las empresas farmacéuticas gastan en la comercialización y publicidad de un nuevo fármaco el doble que en investigación y desarrollo. Los laboratorios quieren que el médico recete su medicamento. Les envían a los visitadores médicos, les ofrecen regalos y viajes. Les pagan también la formación para que reciclen sus conocimientos: congresos, seminarios… También dan dinero a las asociaciones de pacientes. Y negocian con revistas académicas para que publiquen los estudios que ellos han patrocinado a cambio de ingresos por publicidad. Algunas revistas son incluso propiedad de las farmacéuticas.
Perdóneme, pero hay unas normas que cumplir y se supone que son estrictas…
B.G. En la práctica, solo se exige demostrar que el fármaco es mejor que nada, pese a que existan ya en el mercado tratamientos muy eficaces. Además, se ocultan los datos sobre los efectos secundarios. Otro caso: la rosiglitazona era un nuevo fármaco para la diabetes comercializado en 1999. Pero desde el principio dio problemas por los efectos secundarios. Aquel año, un médico de la Universidad de Carolina del Norte mencionó un aumento del riesgo de afecciones cardiacas. El fabricante intentó cerrarle la boca. En 2007, el Senado estadounidense calificó de intimidación el trato recibido por ese médico. En 2010, el fármaco fue retirado o restringido en todo el mundo. Nada menos que una década después de conocerse que causaba problemas.
XL. ¿Por qué esa lentitud?
B.G. Porque hay una puerta giratoria entre el personal de las entidades reguladoras de los gobiernos y las farmacéuticas. Los organismos reguladores están subvencionados por la industria farmacéutica, tanto en Europa como en Estados Unidos. Estamos hablando de una industria que mueve 500.000 millones de euros al año.
XL. Una industria donde también habrá mucha gente honrada.
B.G. Por supuesto. Las empresas farmacéuticas han logrado en los últimos cincuenta años innovaciones extraordinarias que han salvado muchas vidas. En el pasado, los progresos médicos se caracterizaban por las curas milagrosas. Se descubrían medicamentos como los antibióticos o la insulina, que suponían saltos de gigante. Hoy, los avances son más modestos. Y hay que calibrar muy bien la balanza entre beneficios y riesgos porque es mucho más fácil que haya esa manipulación. El problema no es la gente que trabaja en los laboratorios, sino que el sistema está viciado.
Goldacre vislumbra que el papel futuro de los médicos será el de asesores personales en temas de salud y vida saludable. «Vivimos una auténtica explosión en la variedad de tratamientos y en la información médica disponible. A los médicos nos va a tocar ser una especie de personal shoppers: expertos que están al día, que filtran toda esa información, que discuten con los pacientes sobre los pros y los contras y los ayudan a tomar la mejor decisión teniendo en cuenta beneficios y riesgos».Y termina diciendo: «Soy intolerante con los charlatanes, sean de la especie que sean. Pretenden ser diferentes de la industria farmacéutica, pero ellos también usan mal la evidencia de los experimentos y eligen a su antojo solo los resultados que les interesan».
Fuente: Público
Imagen: DES Daughter via photopin cc
Debido a los innegables logros de la ciencia, que han permitido a nuestra especie el dejar de depender de los caprichos de la Naturaleza (al menos en el desarrollado primer mundo) y diseñar (con mayor o menor fortuna) un mundo adaptado a nuestras necesidades, existe una gran presión para cubrir con ese paraguas de racionalidad y profesionalidad que emana de la investigación científica las facetas sociales más variadas, para así recubrirlas con una pátina de verdad incuestionable a prueba de críticas. Y este mimetismo espurio es quizás más llamativo en los entornos económicos y políticos en donde se intentan disfrazar sin pudor alguno como ciencia demostrada lo que en la mayoría de los casos es simplemente ideología (y además de la más retrógrada) adornada con un lenguaje pseudocientífico pero totalmente desprovisto de la herramienta que verdaderamente hace poderosa a la investigación: el método científico.
Fuente: Diario de un ateo
La grafología es una pseudociencia que pretende describir la personalidad de las personas, determinar características generales del carácter equilibrio mental o fisiológico, la naturaleza de sus emociones, su tipo de inteligencia y aptitudes profesionales mediante el examen de la escritura manuscrita.
La grafología se subdivide en diversas ramas según su objeto de estudio:
• Grafología fisiológica: relaciona los movimientos gráficos y su origen cerebral.
• Grafología médica: diagnóstico y seguimiento de algunas enfermedades o alteraciones de salud.
• Grafometría: valoraciones de los parámetros gráficos para extraer un resultado estadístico, muchas veces con ayuda programas informáticos en las operaciones de cálculo.
• Grafología emocional: consiste en la detección de emociones por el contenido de lo escrito.
• Grafología empresarial o de las organizaciones: gestión de Recursos Humanos, orientación y selección de personal, valoración de cargos, liderazgo, promoción.
• Grafología infantil y de la adolescencia: estudio de la evolución de la escritura en relación a la evolución de la personalidad infanto-juvenil en sus diversas etapas.
• Grafopsicología: también denominada Psicografología o Psicología de la escritura. Consiste en el estudio y aplicación del conjunto de técnicas grafológicas avanzadas orientadas a una interpretación científica de la personalidad a través de la escritura manuscrita y de manera auxiliar por el garabato y el dibujo.
A pesar de que el uso de la grafología, sobretodo en los departamentos de recursos humanos es hoy en día muy común (siendo mayor el grado de utilización de la grafología cuanto más alto es la responsabilidad del puesto de trabajo), los estudios más recientes han dado como resultado una nula capacidad de esta pseudociencia para describir la personalidad o predecir el rendimiento laboral.
Fuente: AULA JOVEN
Vivir en una sociedad conformada por miles de conservadores trogloditas es suponer que cada cierto tiempo se escucharán metidas de pata, alabanzas a la pseudociencia y al pensamiento mágico.
No sorprende por ello que ciertos representantes del pensamiento mágico organizado, la religión cristiana en este caso, deslumbren con sus desconocimientos de la naturaleza, apoyados en el dogmatismo arcaico que choca con la realidad.
El pastor Emilio Abreu es un conocido líder evangélico que ha podido levantar un imperio de la palabra sagrada en Paraguay en los últimos años. Amigo de la Biblia, pero más amigo del humor, en una de sus decenas de metidas de pata, dijo que los humanos tenemos un gen de Adán que trae el pecado y que puede ser cambiado con el “gen de Cristo”. Más allá de esta charlatanería, Abreu también habló acerca de que un niño que toma un caramelo, aunque tenga dos años, es un ladrón. ¡Y por lo tanto merece ser ajusticiado!
En esa misma prédica, el pastorcito alertó sobre la “venida de un meteorito” que por fin terminará con el mundo. Agregó un “Aleluya al señor” porque él no estará presente cuando el apocalipsis comience.
En sintonía con el pensamiento supersticioso, el también pastor protestante Emilio Agüero, conocido como “el destructor” en el mundo del boxeo, recordó en su programa de Tv recientemente, que la mujer es una oveja que debe obedecer al hombre. Obviamente, argumentando con frases bíblicas, Agüero convence a sus seguidores que el machismo y la misoginia son respetables porque la orden de la autoridad del hombre sobre la mujer proviene directamente de un dios.
Pero, los católicos no se quedan atrás. En su homilía en una de las misas en recordación a María Auxiliadora, el padre Eusebio Lezcano indicó que el matrimonio entre personas del mismo sexo y el “besatón” que organiza SomosGay atentan contra «la moral y la naturaleza». Con una actitud profética sostuvo que «la naturaleza se rebelará a los homosexuales».
Estamos en una sociedad que aún no convive con la idea original de respeto. Hay gente que supone que la idea, por más absurda y peligrosa que sea para la especie, debe respetarse, en honor a la “tolerancia” constitucional.
Habría que analizar con mayor profundidad todo lo que se nos enseñó. Utilizando el pensamiento crítico como herramienta válida para conocer la realidad, junto con la ciencia, uno puede percatarse que las verdades sagradas no existen y que las ideas, si no son tratadas, pueden perjudicar cuando un grupo intolerante tome el poder. Pasó con los nazis, con los comunistas y con los católicos cuando tenían poder.
Reconocer la vida, propiedad y libertad de los demás representa un paso inquebrantable de buena convivencia en la sociedad. Sin embargo, si se supone que uno debe reverenciarse o aceptar pensamientos diferentes per se, estaría fallando en la concreción de entender el mundo circundante. Las ideas forman parte de la humanidad, pueden ser estudiadas, mejoradas, revolucionadas o refutadas.
El pensamiento mágico proporciona las herramientas válidas para la degeneración intelectual y para la falta de entendimiento del cosmos. El Universo interpretado desde la vara de la pseudociencia y de la religión permite anteponer prejuicios, dogmas, creencias irracionales o fobias absurdas en el planeta.
El ejemplo de los líderes religiosos paraguayos es una muestra de que las ideas no tienen porqué ser respetadas ni mucho menos acatadas. Lo que Paraguay menos precisa es de intolerancia religiosa, machismo y misoginia. Uno de los caminos para erradicar la ignorancia y fomentar el desarrollo tecnocientífico es comenzar a derribar mitos y juzgar críticamente a los que tienen el poder de comunicar pensamientos retrógrados.
Fuente: abcCOLOR
¿Qué tienen en común los templarios, los reptilianos, el billete de dólar, las farmacéuticas, la Gran Pirámide, el cambio climático, el club Bildelberg, el 11-S, la fluoración del agua, el relato bíblico de Adan y Eva, la contracultura, la primavera árabe, el Área 51, las vacunaciones masivas, los masones, el colapso financiero, los aditivos alimentarios, el feminismo, los viajes en el tiempo, Monsanto, el Arca de la Alianza, la homosexualidad, los chemtrails, los anunnakis, el narcotráfico, Hollywood, las catástrofes naturales, la nanotecnología, la epidemia del sida, el Priorato de Sión, la conquista de la Luna…? ¿Nada? Si piensa así, es porque usted no está en la onda. En realidad, todo lo anterior, y todo lo que se le ocurra, forma parte de la madre de todas las conspiraciones. Si no me cree, puede leer o escuchar a Enrique de Vicente,Rafael Palacios y Luis Carlos Campos, tres de los grandes conspiranoicos españoles; aunque yo le recomendaría, por su salud mental, que leyera el mucho más divertido cómicConspiraciones, de José Domingo, que acaba de publicar Asteberri Ediciones.
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La Universidad de Zaragoza ha retirado los títulos de «Diploma de Especialización en Terapéutica Homeopática» y «Experto Universitario en Homeopatía Clínica», tras las quejas formuladas por ARP-SAPC de manos del socio, y profesor de dicha institución, Eustoquio Molina, junto a Pedro Merino, Víctor Javier Sanz y Miguel Bayón, y a la que se unieron alumnos de la Facultad de Medicina. Según informan los representantes de Plataforma Abierta en el Consejo de Gobierno de la Universidad, en los acuerdos del Consejo celebrado el 23 de mayo de 2013 se acordó que:
[…] se retiran los estudios: Diploma de Especialización en Terapéutica Homeopática y Experto Universitario en Homeopatía Clínica por el espaldarazo que puede suponer su impartición en sede académica a tema controvertible y se ha propuesto a los proponentes (F de Medicina) profundizar al respecto reorientándolos si es posible. F Vázquez, representante de profesores pide aclaraciones del mensaje de rechazo que puede recibir la sociedad sobre la Homeopatía con esta decisión R. Navarro apoya al vicerrector en sus propuestas de retirar las tres propuestas de estudios y en particular las de impartir estudios de Homeopatía contra los que ya se ha manifestado en este Consejo de Gobierno en otras ocasiones.
Sin embargo, se mantiene el título de «Máster Propio en Acupuntura, Departamento de Anatomía e Histología Humanas», pese las alegaciones formuladas por ARP-SAPC. En la rueda de prensa celebrada el pasado viernes 17, el doctor Víctor Javier Sanz dejó claro que «son dos pseudociencias con peligros evidentes y sin fundamento científico y dos saberes precientíficos emparentados con la magia y la religión».
ARP-SAPC felicita a la Universidad de Zaragoza por retirar los estudios de homeopatía, y seguirá trabajando para convencer al rectorado de esta institución de los perjuicios que supone dar pábulo a las pseudociencias.
El método Kimmon ® (marca registrada) y su inventor es [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE], grafólogo, economista y profesor en una escuela de negocios privada, tiene una sección semanal en el magacín matinal del segundo canal de TVE para promocionar su arte adivinatoria. Porque eso es la grafología, un sistema de adivinación como el tarot, la quiromancia y la astrología.
El método Kimmon consiste, según su inventor, en un “trabajo continuado durante nueve meses de reeducación del inconsciente para poder generar unos frutos que se vean en forma de buenas ideas, buenos sentimientos y buenas emociones”. El sistema se sustenta en cuatro pilares, que Valls denomina “los cuatro fragmentos del mapa del tesoro”: la psicología positiva, la autosugestión, la concentración y la grafotransformación. “Mediante la reeducación escritural de una persona enferma, puede minimizarse o eliminarse la causa de su mal”, sentencian en la web del Instituto Grafológico Kimmon. Valls, que carece de titulación alguna en el campo de la psicología, es el presidente de la entidad, donde se imparte un máster en inteligencia emocional, a 900 euros la matrícula, además de seminarios para tener una mejor vida gracias a un simple cambio caligráfico y para “reeducar tu cerebro para mejorar tu actitud, sugestionarlo para ser más feliz”, a 95 euros cada uno.
El peritaje caligráfico es una técnica; pero la grafología es brujería. No existe nada parecido a “una interpretación científica de la personalidad por la escritura manuscrita”. Nada. La grafología es una práctica pseudocientífica que, como apuntan los psicólogos Scott O. Lilienfield, Steven Jay Lynn, John Ruscio y Barry Beyerstein en su libro 50 grandes mitos de la psicología popular (2010), debe su inmerecida fama a “la confusión de los grafólogos con los examinadores de documentos cuestionados”, es decir, con los peritos calígrafos.
Cada uno es muy libre de creer en lo que quiera y de tirar su dinero en lo que le dé la gana, pero que una televisión pública promocione supercherías como la grafología y la grafoterapia sobrepasa los límites de lo admisible. La grafología es un timo y, por consiguente, la grafoterapia -la idea de que, cambiando la letra, nos podemos curar de lo que sea o modificar la personalidad- es un timo al cuadrado.
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Una de las misiones de la Academia es asesorar en materias científicas a las diversas administraciones y transmitir a la sociedad la opinión de la ciencia contrastada sobre asuntos relevantes y de interés. Esta labor de asesoramiento se debe realizar desde la imparcialidad y debe estar exclusivamente basada en los resultados aceptados por la comunidad científica internacional. La Academia siempre ha estado especialmente vigilante frente a los posibles abusos de las llamadas pseudociencias, que son aquellas creencias o procedimientos que no están basados en el método científico ni han podido ser verificadas de manera fiable. De una u otra manera, muchos aspectos en todas las sociedades se ven afectados por estas prácticas contra las que el arma principal debe ser la fuerza de la razón y el peso de las evidencias.
En los últimos meses se generó un debate por la presencia en la Universidad de Murcia de aspectos no científicos como los relacionados con la homeopatía. En otras ocasiones anteriores también se ha llamado la atención sobre la realización de otras actividades impropias de instituciones respetables, como la astrología o las pseudoterapias. Desgraciadamente, esta es una lacra que afecta de una u otra forma a casi todas las universidades españolas, ya que es notorio el interés de algunas personas por obtener un halo de respetabilidad académica mediante su interacción, de una u otra forma, con la Universidad.
Por ello, esta corporación desea alertar a la sociedad en su conjunto, y a la comunidad universitaria en particular, sobre el riesgo de que estas circunstancias se puedan dar en una institución que debe ser la principal garante de la seriedad científica e investigadora y ajena a cualquier confusión de aspectos no amparados por el rigor y el fundamento científico.
Consecuente con esta posición, la Academia de Ciencias de la Región de Murcia pide a las autoridades responsables la mayor vigilancia y contundencia para evitar el uso de las instituciones para actividades que no estén avaladas por el rigor científico y que por lo tanto puedan causar un perjuicio directo o indirecto a los ciudadanos. Finalmente, exhorta a todos nuestros lectores a mantener un espíritu crítico frente a cualquier práctica basada en las pseudociencias y no dejarse embaucar.
ACADEMIA DE CIENCIAS DE LA REGIÓN DE MURCIA
Imagen: Remko van Dokkum via photopin cc
Las teorías conspirativas han experimentado gracias a internet una difusión sin precedentes. Se pueden creer o no creer, pero siempre contienen una gran dosis de creatividad e incluso de conocimiento científico. Este se utiliza para dar mayor verosimilitud a la teoría conspirativa de turno y abundan las teorías cuyo bagaje científico es tan alto que una cultura común, incluso de universitario, no es capaz de desentrañar.
Los campos preferidos de las teorías conspirativas apuntan al gobierno mundial, al grupo Bilderberg, a la ingeniería social, a la acción de gobiernos, al 11 M entre nosotros o a los extraterrestres por poner algunos ejemplos. Son la continuidad de conspiraciones como las que encendían los progroms y persecuciones étnicas del pasado, y la desinformación típica de países en guerra. Pero sobre todo nos interesa ahora cuáles son las razones profundas de la generación de las teorías conspirativas.
Ante todo, está la forma altamente protocolaria con que se trata la información en los medios, que da preferencia a la información aparente y de servicio a fines propagandísticos de las élites. El público tiende a sospechar que hay más, mucho más. Las creencias conspirativas dan sobre todo una explicación completa e ingeniosa de la realidad que elude siempre las explicaciones de los portavoces públicos, repletos de correción política. Las teorías conspirativas inducen en quienes las creen una sensación de haber alcanzado una inteligencia profunda de las cosas, de participar en un secreto, una gnosis, que además está blindada contra los portavoces de la ordinaria sensatez que puebla los medios, ya sean políticos de turno, médicos, o astrónomos de la Nasa.
Una línea de teorías conspirativas no afecta a hechos humanos, como ocurre en el caso de los megaatentados, las hay de pánico global, como los cuerpos celestes que nos amenazan, pero siempre mencionarán a los ocultadores de información, usualmente gobiernos y científicos. El resultado acumulativo en el tiempo puede ser muy grave, en forma de descrédito global de las instituciones que afectaría a la gobernabilidad.
Hasta ahora ante hechos como atentados en zona occidental existía la versión del gobierno, la de la oposición, canalizadas a través de los medios. Ahora además se pone en marcha una producción autónoma de teorías, por medio de internet, que cuentan con la credibilidad de no constituir “fuentes oficiales”, es como si el sello de lo “oficial” fuera signo automático de descrédito.
Pero una teoría conspirativa tiene siempre la carga de la prueba en su contra, una tesis será conspirativa mientras no se demuestre lo contrario. Demostrarlo a menudo requieree el paso de varias generaciones. Por ejemplo el caso del asesinato de Prim, sobre el cual se especuló siempre en términos del quién conspirativo, hasta hoy, cuando se ha descubierto por medios forenses que la conspiración alcanzó a las máximas instancias, una de las cuales todavía tiene calle propia en Madrid, el general Serrano.
Desde luego la apelación a la simple teoría conspirativa también es un recurso para mantener el clima de “normalidad” que quiere todo poder para su entorno. Este fácil recurso a que los demás son conspiranoides produce un descrédito. Es una variante de los métodos de marginación para lo extraño, no previsto y las visiones alternativas. A menudo es un recurso para desprestigiar a los contrarios. Hay que limitarse a lo palpable, a lo evidente, a la verdad de superficie, si no se quiere ser tachado de conspiranoico. Estos son los rangos extremos de las teorías conspirativas, de un lado el exceso imaginativo y la construcción de explicación para una realidad, y por otro lado, el exceso contrario de tachar de conspiranoide cualquier mención a una colusión de intereses en la que estamos y queremos proteger.
Popper tenía una teoría sobre las teorías conspirativas un tanto simplista, en su obra “La sociedad abierta y sus enemigos”, venía a decir, que la opinión común no soporta no tener una explicación organizada o con huecos informativos sobre hechos que provocan shock público. Esto puede ser cierto pero en mucha mayor medida se da la “espiral del silencio” es decir, la rápida interpretación por el común social de qué no debe hablarse más que en estricta intimidad de ciertos temas y aún así cerrando bien las ventanas. Esa espiral que ocurrió en las sociedades totalitarias se da en no menor medida en las nuestras, sin necesidad de represión policial, bastante con que se prevea la amenaza de la burla, el sarcasmo, o la expresión extrañada, que a menudo también es aprendida socialmente. Creemos que esto fundamenta hoy el supuesto consenso popular de las ideologías de éxito del momento. Es a esta “normatividad” de la normalidad de creencias frente a la que se rebelan las teorías de la conspiración. Quizá hoy las opiniones más honradas sean aquellas que necesitan del manto de la intimidad más privada para expresarse. Cuando hay que mirar a todos los lados antes de decir algo, probablemente es porque se va a decir una gran verdad.
Autor: José Luis León
Fuente: #influencias
Zaragoza, 17 de mayo de 2013
EXCELENTÍSIMO Y MAGNÍFICO SEÑOR RECTOR(*)
Universidad de Zaragoza.
Estimado Sr.:
Resulta muy preocupante que la Universidad de Zaragoza otorgué varios títulos propios universitarios sobre homeopatía y acupuntura y que tenga una cátedra de homeopatía subvencionada por los laboratorios Boiron. Como responsable de la Universidad de Zaragoza debe saber que se trata de dos pseudomedicinas con peligros evidentes y sin fundamento científico. Y por si fuera poco, nos encontramos ante dos saberes precientíficos emparentados con la magia y la religión.
Samuel Hahnemann, el creador de la homeopatía, lo decía bien claro: «Tiempo era ya de que la sabiduría del Divino creador y conservador de los hombres pusiese fin a estas abominaciones [alopáticas] e hiciera aparecer una medicina inversa [la homeopatía]». Y si aplicamos la ley del similia similibus curantur -la más importante de sus creaciones- a los tiempos actuales llegamos a la conclusión de que altas dosis de penicilina son capaces de producir gonorrea y amigdalitis en el hombre sano. Otra famosa ley, la de las dosis infinitesimales, es aún más inverosímil, pues con ella se pone en solfa toda la teoría atómico-molecular de la materia. Recordemos que, según esta ley, a partir de la dilución 12 CH (dilución centesimal hahnemanniana) no queda en el preparado ni una sola molécula de la «tintura madre» original. Sin embargo, afirman que gracias a que la dilución es agitada durante el proceso de elaboración, resulta mucho más efectiva que si tuviera la sustancia primitiva. De hecho, cuanta menos sustancia original hay en la dilución y más se agita esta última, más potente es el supuesto efecto. Que por estas incongruencias se otorguen títulos universitarios y se premie al profesor titular que las imparte, Javier Lanuza, con una cátedra de empresa, es realmente preocupante.
Por su parte, en el Nei Jing, la «biblia» de la acupuntura, se afirma que «la energía [Qi] no es visible, pero un maestro la percibe; sabe el camino para remontarla. Él puede así tonificarla y dispersarla a su agrado». Por si fuera poco, gracias a la palpación de los pulsos, los acupuntores (antes de aplicar las agujas) son capaces de diagnosticar no sólo el desequilibrio de Qi (inexistente), sino también el sexo del feto en la mujer embarazada e incluso si un enfermo tiene piedras en la vesícula biliar. Pero aún hay más. En la base de la acupuntura está la teoría según la cual, por ejemplo, el bazo es un órgano Zang que forma parte del aparato digestivo y es la sede del pensamiento. Y lo mismo podemos decir del resto de los órganos Zang Fu, tal y como lo explica con todo lujo de detalles la Medicina Tradicional China. En el colmo del delirio, para los acupuntores modernos estas cosas (órganos inexistentes, funciones mágicas, etc.) no son errores, sino ¡formas diferentes de pensar! Quien crea que todo esto es la exageración de unos escépticos exaltados, no tiene nada más que echar una ojeada a cualquier libro de acupuntura.
En suma, con semejantes pseudomedicinas, sobran la farmacología, la microbiología, la genética y el diagnostico por imagen en todas sus variedades. Peor aún, sobra toda la medicina científica. ¿No se han preguntado quienes proponen tales dislates, por qué en las facultades de física (o de química) no se habla de «física alternativa y complementaria» (o de «química alternativa y complementaria») y no se otorgan títulos sobre «astrología científica» (o sobre «alquimia científica»)? ¿Se debe, quizás, a que los médicos son más crédulos que los físicos o los químicos, o es simplemente que algunos médicos carecen de escrúpulos con tal de ganar dinero y tener un puesto de trabajo? ¿O peor aún, ignoran el método científico?
No podemos extendernos en una carta de denuncia, como la presente, sobre todas las pruebas que demuestran las falsedades y engaños que homeópatas y acupuntores defienden y sus infiltrados universitarios propalan. En este sentido, puede consultar las detalladas alegaciones presentadas por varios profesores contra estos estudios propios de la Universidad de Zaragoza, en las cuales se documenta que tanto la homeopatía como la acupuntura son puras pseudociencias, como la astrología, creacionismo científico, radiestesia, tarot, etcétera, que deben proscribirse de cualquier programa universitario.
Decía Gregorio Marañón que la historia de la cultura es la lucha entre la ciencia y la superstición. Lamentablemente en la Universidad de Zaragoza los charlatanes pseudocientíficos se han infiltrado y la superstición amenaza a la ciencia y a la cultura, pudiendo dejar de ser, en palabras de Unamuno, el templo del saber y la razón.
Aún queda tiempo para rectificar, eliminando estas enseñanzas, que se vienen impartiendo desde hace una década, y la cátedra de homeopatía desde hace varios años. Y rectificar, como todo el mundo sabe, es de sabios.
Y para que así conste, en nombre de la asociación cultural ARP–Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC), firmamos esta carta abierta los siguientes socios:
(*) Carta enviada con motivo de las alegaciones presentadas en contra de los títulos de la Universidad de Zaragoza sobre homeopatía y acupuntura, y leída en la rueda de prensa celebrada el mismo día.
La Delegación de Alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza (DAFMUZ), donde la multinacional Laboratorios Boiron patrocina una cátedra de homeopatía, ha decidido oponerse “firmemente al uso de prácticas diagnósticas y terapéuticas sin eficacia demostrada en pacientes y a la promoción de las mismas entre el alumnado y los profesionales sanitarios, ya sea por parte de la Universidad de Zaragoza o de otras entidades. La DAFMUZ trabajará activamente para que estos procedimientos no sean presentados acríticamente a pacientes, estudiantes o profesionales sanitarios, oponiéndose públicamente a estas malas prácticas y transmitiendo información científica cuando sea necesario”, dice un comunicado hecho público hoy.
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En 2004 desapareció una niña llamadaAmanda Berry en Estados Unidos, y tras varios meses de búsqueda infructuosa la videnteSylvia Browne apareció en la televisión nacional diciéndole a la madre de Amanda que su hija estaba muerta. Acaba de descubrirse que Amanda Berry [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE][Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]. Al salir la noticia a la luz, la vidente ha recibido llamadas para que deje de ofrecer ayuda a familiares de desaparecidos y detectives.
Si queremos un caso español, en 1988 el periodista especializado en lo paranormal Manuel Carballal realizó un programa en la Televisión Gallega en el que reunió a diferentes videntes, espiritistas y astrólogos famosos de la época para averiguar la localización de David Guerrero, un niño desaparecido conocido por la prensa como “El niño pintor”. Cada uno de los adivinos llegó a conclusiones completamente diferentes y ninguno de ellos pudo aportar ningún dato útil a la policía. Viendo casos de este tipo, se puede ver que los videntes no son realmente útiles en las investigaciones policiales, lo que nos lleva a otra pregunta: ¿realmente la Policía consulta a videntes?
Tanto en Estados Unidos como en España no hay una tradición de consultar a videntes por parte de la policía. En los pocos casos que se ha hecho es debido a que los familiares de la víctima insisten en querer acceder a un vidente para ver si puede aportar pruebas y parece ser que nunca hayan tenido éxito.
En 2006 científicos de la Universidad de Cambridge publicaron un estudio en el cual comparaban a videntes auto-proclamados frente a estudiantes de psicología de la Universidad. A ambos voluntarios les enseñaban un objeto que había tenido importancia en un crimen ya resuelto, y les daban una hoja con diferentes hechos relacionados con el crimen en la que debían señalar que hechos eran ciertos y cuáles no. Los científicos no pudieron encontrar ninguna diferencia entre el número de aciertos de los videntes y de los estudiantes. De hecho, ambos grupos habían fallado más de lo que lo que sucedería si respondieran al azar.
Pero lo que sí observaron es que los videntes señalaban muchas más oraciones como correctas, de manera que una vez acabado el experimento ignoraran los fallos y dieran mayor importancia a las oraciones acertadas. Al final, cuantas más oraciones señales, más posibilidades tienes de acertar por pura suerte.
Aunque no sean buenos prediciendo, los videntes son increíblemente buenos en la autopromoción. Al final del estudio, los voluntarios tenían que darse una puntuación a sí mismos sobre cómo habían hecho la prueba. Los videntes se otorgaron puntuaciones mucho más altas que los estudiantes, a pesar de haber realizado la prueba igual de mal. Semanas más tarde, uno de los videntes voluntarios del estudio comentó en la televisión que los investigadores se habían quedado sorprendidos de sus increíbles poderes psíquicos, lo que no era precisamente cierto. La mayoría de videntes indican que hay una situación tensa entre científicos y videntes, y que los estudios de este tipo (existen varias decenas y todos tienen resultados parecidos) son manipulados para que el público en general no sepa la verdad sobre sus poderes.
Por ahora, la policía estadounidense solo ha encontrado una utilidad en los videntes para sus investigaciones: hacer confesar al criminal. Si el criminal es supersticioso un vidente puede llegar a hacerle confesar y dar detalles adicionales sobre el crimen que ha perpetrado. Si funciona para averiguar cómo es la vida amorosa del cliente de un televidente, para un crimen puede llegar a funcionar igual, es cuestión de saber hacer las preguntas adecuadas.
Artículo completo en: Medciencia
Las macabras consecuencias del fundamentalismo religioso y sus reiteradas manifestaciones en la vida cotidiana son un fuerte motivador para el ejercicio activo y velado del escepticismo.
Para vergüenza de la humanidad, cual epítome de la barbarie intelectual, horrorizados nos enteramos de otro caso más en que el sostenimiento dogmático de ideas absurdas sustentó actos absurdos que conllevaron un innecesario e injustificado sufrimiento, tortura y muerte de un inocente; cual Edad Media, carbonizando vivo en una pira a un bebé varón con dos días de nacido.
Las extrañas teorías del doctor Mesmer se habían extendido por el París prerevolucionario ante la alarma de ciertos colectivos médicos. En 1784 el rey Luis XVI permitió que una comisión científica examinara la terapia conocida como mesmerismo. Este es el relato de cómo el método científico se impuso sobre conceptos basados en creencias.
Franz Anton Mesmer fue un médico alemán que fundó lo que posteriormente se conoció como mesmerismo. En el año 1774 este médico empezó a usar imanes para curar enfermedades. Para ello Mesmer obligaba a los pacientes a beber sustancias con hierro, para posteriormente colocar imanes alrededor del cuerpo del paciente. Los paciente aseguraban sentir hormigueo en todo el cuerpo y los síntomas de la enfermedad desaparecían. Mesme nunca creyó que los imanes eran responsables de la curación, sino algo que él denominó “magnetismo animal” que estaba acumulado en el cuerpo. Para Mesmer la salud era un proceso en el que intervenían cientos de canales eléctricos que recorren el cuerpo humano.
Dado que en esa época no se conocía el origen del magnetismo, ni sus propiedades, los comisarios decidieron evaluar los efectos del mesmerismo, si éstos podían ser notados por los pacientes. Para ello diseñaron 5 pruebas.
Prueba número 1. El doctor D’Eslon instauró un procedimiento de terapia de grupo que llamóbaquet: una especie de vasija, diseñada siguiendo el modelo de un condensador eléctrico, de unos 50 cm., de la que salían barras de hierro y cuerdas que comunicaban con los pacientes. Estas barras magnéticas permitirían restaurar el magnetismo natural de los organismos, sanándolos. Los pacientes afirmaban sentir cosquilleos o incluso fuertes sacudidas ante esas barras, para posteriormente sanar. Ninguno de los comisionados sintió nada particular cuando tocaron las barras, pero eso podía ser interpretado como que ninguno de ellos estaba enfermo.
Prueba número 2. Para la siguiente prueba los comisionados eligieron a 7 pacientes de clase baja y otros 7 de las clases acomodadas de París. Se hizo esa distinción porque los comisarios entendían que había una gran diferencia de cultura entre ambas clases sugiriendo que a menor conocimiento mayor capacidad de ser sugestionables. Sólo 5 de los 14 elegidos sintieron un ligero hormigueo, siendo 3 de esos 5 de clase baja. En resumen, sólo el 36% dijo sentir algo.
Prueba número 3. La comisión pidió a D’Eslon que magnetizara 5 árboles de un jardín, como él afirmaba que sabía hacer. Posteriormente se propuso a un joven, el cual D’Eslon afirmaba que era muy sensible al magnetismo, que abrazara cada árbol para determinar cuál estaba magnetizado. El joven, tras abrazar el tercer árbol cayó desmayado, como consecuencia del fuerte magnetismo que fluía de él. La comisión sonrió cuando le dijo que el árbol magnetizado era el quinto y último. Esta prueba no fue aceptada por los mesmeristas, ya que afirmaban que el magnetismo natural de los árboles había trastocado a ese “joven tan sensible”.
Prueba número 4. En la siguiente prueba se tomó a una de las pacientes de D’Eslon y se le vendó los ojos. Posteriormente se le informó que D’Eslon estaba en la sala magnetizando la habitación. La mujer empezó a temblar, agitarse, sudar y finalmente entró en convulsión. Tras pedir que se relejara se le quitó la venda y se le informó de que en la habitación de al lado estaba D’Eslon magnetizando la sala a distancia. De nuevo volvieron las convulsiones. Evidentemente en ninguno de los dos casos D’Eslon estaba en la sala, ni en la habitación de al lado. Ni siquiera en el edificio, había sido apartado de la prueba astutamente.
Prueba número 5 Los comisionados se colocaron en una sala a la que se había sustituido la puerta por una cortina que según D’Eslon no impedía el paso de sus “corrientes magnéticas”. Al otro lado de la cortina, y a oscuras se colocó D’Eslon para que magnetizase la habitación. En la sala además de la comisión se hizo pasar a una paciente especialmente sensible al magnetismo. La mujer estuvo hablando apaciblemente todo el tiempo mientras D’Eslon se esforzaba en su oscuro escondite. Resultado: ninguno. Pero cuando D’Eslon fue llamado a la sala, y la mujer lo vio ésta entró rápidamente en convulsión.
El resultado de la comisión fue demoledor: su presunta técnica no era más que una invención y los beneficios producidos por el tratamiento fueron atribuidos a la “imaginación”. Muchos de los médicos que practicaban el magnetismo dejaron de hacerlo. Mesmer, sin embargo no renunció, y aunque un pequeño grupo de partidarios siguió apoyándoles (lo de la fe ciega, nada nuevo), la mayoría de la clase adinerada de París le dio la espalda.
Artículo completo en: La Ciencia y sus Demonios
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Una reportera se había hecho pasar por enferma de cáncer, había visitado con cámara oculta a un pseudomédico, y éste le había recomendado un repolarizador magnético celular que le curaría. Habían comprado el jarabe y querían analizarlo. La universidad pública vasca aceptó examinarlo y, entonces, la cadena mandó a un reportero con el bebedizo a San Sebastián .
El periodista de Antena 3 que visitó el laboratorio de los Servicios Generales de Investigación de la UPV salió en pantalla con el brebaje anticáncer en la mano derecha y un producto homeopático, Sedatif PC, en la izquierda, tal como puede verse en la imagen. El resultado del análisis, mediante resonancia magnética nuclear, fue el esperado: el jarabe milagroso tiene agua, alcohol y alguna esencia. Nada que pueda curar nada. Y así se dijo el jueves por la mañana en Espejo Público, donde Griso lo comparó con las pócimas milagrosas de los buhoneros del viejo Oeste. Sin embargo, nadie dijo nada respecto del análisis del producto homeopático, que se vende en farmacias.
Sedatif PC es un supuesto “medicamento homeopático” -eso pone en el envase- de Laboratorios Boiron. Está indicado, según esa multinacional francesa, “para aliviar los trastornos emocionales y de ansiedad que pueden venir acompañados de posibles trastornos del sueño”. A diferencia de un medicamento de verdad, te puedes tomar una caja de 40 pastillas Sedatif PC sin que acto seguido des ni un bostezo ni haya que lavarte el estómago. Yo lo he hecho varias veces. No hace nada porque no tiene nada, como sucede con todos los productos homeopáticos. Durante la grabación de Escépticos para ETB, lo analizaron para nosotros en el mismo laboratorio que ahora han visitado los reporteros de Antena 3 y comprobaron que no tiene nada más que azúcar. Un azúcar muy caro, porque ¡la cajita cuesta más de 7 euros!
Artículo completo en: Magonia
Sucede que estoy convencido de que los problemas de seguridad relacionados con la medicina alternativa son importantes – muy importante, de hecho. Por lo tanto se muestra información sobre las publicaciones recientes que abordan ellos – aún a riesgo de irritar a algunos de los lectores. Y aquí es una publicación tan reciente:
Una secuela de un informe publicado hace 10 años, trata sobre una evaluación de la cantidad y la gravedad de los eventos adversos (EA) reportados después de la acupuntura, moxibustión y ventosas, entre 2000 y 2011. Se identificaron informes relevantes en idioma Inglés en seis bases de datos y fueron evaluados por dos revisores, ninguna base de datos de Asia se registró y no se incluyeron los artículos que estaban en otros idiomas aparte del Inglés. 117 informes de 308 efectos adversos, de 25 países y regiones se asociaron con la acupuntura (294 casos), la moxibustión (4 casos), o de ajuste (10 casos). Tres pacientes murieron después de recibir la acupuntura.
Fueron reportada un total de 239 infecciones asociadas con la acupuntura en 17 países y regiones. Corea informó de 162 casos, Canadá 33, Hong Kong 7, Australia 8, Japón 5, Taiwan 5, UK 4, EE.UU. 6, España 1, Irlanda 1, Francia 1, Malasia 1, Croacia 1, Escocia 1, Venezuela 1, Brasil 1 y Tailandia 1. De 38 órganos o lesiones de los tejidos, 13 fueron neumotórax, 9 fueron lesiones centrales del sistema nervioso; 4 eran lesiones de los nervios periféricos; 5 fueron las lesiones cardíacas, 7 eran otras lesiones. Estos casos se originaron a partir de 10 países: 10 de Corea del Sur, 6 de EE.UU., 6 de Taiwán, 5 de Japón, 3 en el Reino Unido, 2 de Alemania, 2 de Hong Kong, 1 en Austria, 1 de Irán, 1 de Singapur y 1 de Nueva Zelanda.
Los autores concluyeron que «a pesar de que los acontecimientos adversos graves asociados con la acupuntura son raros, la práctica de la acupuntura no está exenta de riesgos. Una regulación adecuada puede minimizar aún más el riesgo. Recomendamos no sólo una formación adecuada en los conocimientos biomédicos, tales como la anatomía y la microbiología, sino también las guías de práctica seguras y limpias, son requisitos necesarios y debe seguir aplicándose en países como Estados Unidos, donde las haya, y que los países que carecen de tales directrices deberían considerar el desarrollo de ellos con el fin de minimizar los efectos adversos de la acupuntura».
Fuente: Edzard Ernst (magufoterapeuta)
En la revisión actualizada de la Cochrane de la terapia de manipulación vertebral (SMT); el Dr. Edzard Ernst indica:
Los autores llegaron a la siguiente conclusión: «La SMT no es más efectiva para el dolor agudo de espalda baja que las intervenciones inertes, las SMTs simuladas o como terapia adjunta. La SMT también parece ser mejor que otros tratamientos recomendados. Nuestra evaluación se ve limitada por los pocos estudios; por lo tanto, es probable que futuras investigaciones tengan un impacto importante en estas estimaciones. Los futuros estudios controlados y aleatorizados (ECAs) deben examinar subgrupos específicos e incluir una evaluación económica«.
Pero ¿tal vez la situación es diferente para el dolor crónico de espalda baja? La revisión Cochrane actual de 26 ECAs es igualmente negativa: «La evidencia de la alta calidad sugiere que no hay diferencias clínicamente relevantes entre la SMT y otras intervenciones para reducir el dolor y mejorar la función en pacientes con dolor lumbar crónico. Determinar el costo-efectividad de la atención tiene una alta prioridad. Investigaciones adicionales podrían tener un impacto importante sobre nuestra confianza en la estimación del efecto en relación con las intervenciones inertes y SMTs simuladas, y los datos relacionados con la recuperación«.
En EEUU, una de las empresas más activas en este tipo de terapias ha sido la compañía radicada en Tejas Celltex Therapeutics, que utilizando células madre adultas obtenidas a partir de tejido adiposo intenta tratar enfermedades como la artritis, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson. El problema es que la “US Food and Drug Administration” (FDA), agencia gubernamental norteamericana encargada de la regulación y control sanitarios en EEUU encontró diversas deficiencias en cuanto a la calidad, viabilidad y esterilidad del producto ofertado. ¿Y qué ha hecho la mencionada empresa? Pues en lugar de paralizar los hipotéticos tratamientos hasta subsanar los fallos detectados, ha decidido en una muestra más del irreversible proceso de globalización irracional que nos envuelve, trasladar sus terapias a un país como México, con una legislación mucho más laxa para no tener que interrumpir su floreciente línea de negocio. Además este tipo de empresas y clínicas están proliferando en diversos países como China, Costa Rica, Ucrania o Japón a la sombra de una evidente falta de regulación sanitaria. Es por todo ello que el título de artículo publicado en Nature hace referencia a la mítica independencia, arrojo y por qué no decirlo arrogancia del “no hay límites y cualquier control gubernamental es malo por definición” tan magistralmente retratada en el western cinematográfico tan del gusto de la mentalidad norteamericana que está calando en este nuevo sector biomédico.
Además también médicos ó pseudomédicos se aprovechan de forma individual de estas lagunas o de la ausencia directa de regulación en el tema para estafar impunemente a sus pacientes, como en el reciente caso que acabado en condena por fraude a un médico del estado norteamericano de Nevadaque durante años implantó de forma ilegal y sin ningún control sanitario tejido placentario en el abdomen de varias docenas de pacientes en EEUU y cuando fue denunciado ante la FDA continuó “tratando” a centenares de individuos en México, con el agravante de que todos los enfermos padecían formas muy avanzadas de esclerosis múltiple o parálisis cerebral y en ningún caso se demostró mejoría alguna de las enfermedades tratadas.
Si a todo esto le sumamos que algunas de estas compañías (como Celltex) argumentan que sus tratamientos no son medicamento al uso, y que por tanto estas terapias no necesitan de ensayos clínicos controlados e independientes para mostrar su eficacia (como pueden observar, el típico argumento falaz de charlatanes, timadores y demás sanadores alternativos ahora defendido por la empresa tejana), podremos entender la indefensión en la que quedan muchos pacientes desesperados que buscan una terapia contra su hasta ahora incurable enfermedad. Así pues, puede que si no se establece prontamente a nivel mundial una estricta legislación sanitaria equivalente a la que en la actualidad controla los medicamentos basados en la medicina científica, nos encontremos en unos pocos años ante el florecimiento de una nueva y además carísima pseudomedicina, puesto que en la actualidad los pacientes deben desembolsar decenas de miles de dólares por estos tratamientos todavía experimentales cuya efectividad, reproducibilidad y seguridad están aún desgraciadamente bastante lejos de estar demostradas.
Fuente: La ciencia y sus demonios