La violencia doméstica ocurre al menos con tanta frecuencia, y probablemente más aún, entre parejas del mismo sexo en comparación con las parejas de distinto sexo, de acuerdo con una nueva revisión de investigación. El abuso no se denuncia en parejas del mismo sexo debido al estigma de la orientación sexual, según indican los investigadores.
Cuando se analizaron en conjunto estudios previos,se deduce que la violencia doméstica afecta al 25 por ciento al 75 por ciento de las personas lesbianas, gays y bisexuales. Sin embargo, la falta de datos representativos y subregistros de abuso pinta una imagen incompleta del verdadero paisaje, lo que sugiere tasas aún más elevadas. Se estima que una de cada cuatro mujeres heterosexuales experimentan violencia doméstica, con tasas significativamente más bajas para los hombres heterosexuales.
«La evidencia sugiere que el modelo de estrés de ser minoría puede explicar estas altas tasas de prevalencia», dijo el autor principal, Richard Carroll, profesor asociado de psiquiatría y ciencias conductuales de la Universidad Northwestern Feinberg School of Medicine y un psicólogo del Hospital Northwestern Memorial. «La violencia doméstica se ve agravada porque las parejas del mismo sexo están tratando con el estrés adicional de ser una minoría sexual. Esto lleva a la renuencia de abordar los problemas de violencia doméstica.»
La revisión fue publicada el cuatro de septiembre en el Journal of Sex & Marital Therapy. El primer autor es Colleen Stiles-Shields, un estudiante de doctorado de psicología clínica en Feinberg.
La violencia doméstica – a veces llamada violencia de pareja – está produciendo un daño físico, sexual o psicológico en la pareja actual o anterior. La investigación sobre la cuestión se inició en la década de 1970 en respuesta a los movimientos feministas, pero, tradicionalmente, los estudios se centraron en las mujeres abusadas por hombres en las relaciones de distinto sexo.
«Ha habido un montón de investigación sobre la violencia doméstica, pero no se ha mirado con tanto cuidado en el subgrupo de las parejas del mismo sexo», dijo Carroll. «Otro obstáculo es conseguir las muestras apropiadas debido al estigma que se ha unido a la orientación sexual. En el pasado, las personas eran reacias a hablar de ello.»
De la investigación que ha examinado en parejas del mismo sexo la violencia doméstica, la mayoría se ha concentrado en las lesbianas en lugar de los hombres gays y bisexuales.
«Los hombres pueden no querer verse a sí mismos como la víctima, para presentarse como masculinos y no pueden defenderse», dijo Carroll.
Sugiere que los hombres y mujeres homosexuales pueden no denunciar la violencia doméstica por temor a la discriminación y ser acusados ??de abusos por parte de un compañero. También pueden preocuparse por que su orientación sexual sea revelada antes de que estén a gusto con ella.
Servicios de salud mental para las personas involucradas en relaciones del mismo sexo abusivas se están haciendo más comunes, pero esta población todavía se enfrenta a obstáculos para acceder a la ayuda.
«Tenemos que educar a los médicos acerca de la presencia de este problema y recordarles que deben evaluar en las relaciones homosexuales, tal como lo harían para los pacientes heterosexuales», dijo Carroll. «La esperanza es que con la aceptación cada vez más profunda, el estrés y el estigma desaparecerán para estos individuos para que puedan obtener la ayuda que necesitan.»
Fuente: Colleen Stiles-Shields, Richard A. Carroll. Same-Sex Domestic Violence: Prevalence, Unique Aspects, and Clinical Implications. Journal of Sex & Marital Therapy, 2014; 00 DOI: 10.1080/0092623X.2014.958792
Un apartado en la web del Ministerio de Interior contiene nueve recomendaciones para prevenir la violación. Obviamente (aunque no debería parecernos obvio), todas van dirigidas a las mujeres, naturalizándolas como víctimas potenciales. Las propuestas se basan en decirnos qué no debemos hacer (autoestop, pasear por calles solitarias, usar el ascensor cuando van desconocidos ¿hombres?…) y con qué precauciones debemos vivir. Implica vivir con un grado de paranoia considerable: propone cosas como mantener encendidas varias luces de la casa para fingir que no vivimos solas.
Mediante el feminismo aprendí que a esto se le llama terror sexual, que enseñarnos a las mujeres a vivir con miedo a que nos violen (y sin cuestionar ese miedo ni aprender a defendernos) es una forma de mantenernos domesticadas.
En el nº2 de la revista Cuadernos de eldiario.es, se habla sobre el asunto en forma de reportaje:
Efectivamente, el consejo número 9 del Ministerio del Interior dice así: «Ante un intento de violación, trate de huir y pedir socorro. Si no puede escapar, procure entablar conversación con el presunto violador con objeto de disuadirle y ganar tiempo en espera de una circunstancia que pueda favorecer la llegada de auxilio o permitir su huida. Todo ello, mientras observa los rasgos físicos de su agresor, en la medida de lo posible».
¿Procure entablar conversación? Esa sugerencia nos ha dejado estupefactas a más de una, como una lectora de Pikara, Ana Cuervo Pollán, que nos ha mandado un encendido artículo en el que critica el decálogo por paternalista y por meter miedo a las mujeres, y se dirige al señor ministro:
Ampliar en: eldiario.es
En un completo informe sobre las barreras que tienen las caleñas para acceder a la justicia, la Personería de Cali reveló que entre el 2013 y 2014, el 95 por ciento de casos (3.765) por violencia intrafamiliar o sexual en contra de las mujeres de esta ciudad fueron archivados.
En ese periodo de tiempo, tan solo se lograron 69 condenas por casos de violencia sexual o violencia intrafamiliar y 90 imputaciones.
Según el Centro de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar de la Fiscalía (Cavif), el año pasado se registraron 6.107 casos de mujeres afectadas por este flagelo. Mientras que el centro de atención a víctimas de abusos sexuales de la Fiscalía (Caivas), reportó que entre enero y diciembre del 2013 se registraron 964 casos por delitos sexuales contra las mujeres. El 79 por ciento de los casos involucra a menores de edad.
Frente a este crudo panorama, la Personería de Cali afirmó que una de las barreras que tienen las mujeres para que se capture y se condene a sus agresores es que, por ejemplo, la unidad que lleva los delitos sexuales en la Fiscalía de Cali solo tiene 7 fiscales que se encargan de investigar, imputar y acusar. Estos fiscales, de acuerdo al informe, tienen una carga de 250 expedientes y 30 juicios mensuales.
Por otra parte, los fiscales que tramitan las investigaciones no son especializados en temas de género, y los casos se adelantan por la Unidad de Vida que a nivel seccional está compuesta por 16 fiscales y 29 miembros de Policía Judicial. Estos fiscales también deben investigar los 1.848 asesinatos de hombres de 2013 y otros casos previos.
Ampliar en: El TIEMPO
Así, ¿que las mujeres abortan? Inconcebible e indignante. Y siguiendo los dictados de la santa madre iglesia nuestro ministro de Justicia San Alberto Ruiz Gallardón monta en un periquete un ley represiva que ya quisiera Torquemada y asunto arreglado por partida doble: más cristianitos para España y millones de mujeres salvadas del fuego eterno al ser materialmente imposible que pequen «asesinando» a sus zigotos.
¿Que los españoles se divorcian impíamente rompiendo los sagrados votos del matrimonio que tan inconscientemente juraron mantener ante el altar? Pues algo habrá que hacer. Y aquí otra vez nuestro particular cruzado cristiano siempre infatigable en su lucha por nuestras almas pues se saca de la manga una subida de tasas judiciales y así las parejas más pobres (que al paso que vamos a ser todos los españoles) pues se tienen que aguantar con su pareja al no poderse costear el pecaminoso divorcio que les llevaría al Averno por toda la eternidad.
¿Que la gente no tiene apego ninguno a la santa madre iglesia? Pues se dilapida el dinero público rescatando bancos y autopistas para así tener justificación para recortar en derechos laborales, sanidad, educación y ayudas sociales (mire usted es que las arcas públicas están vacías), eso sí manteniendo incólumes los inimaginables 10000 millones de euros que se lleva la conferencia episcopal, para que la legión de desesperados en constante aumento tengan que volver a los buenos y cristianos tiempos en donde mendiguen (con las orejas gachas y sumisos) un poco de caridad a la puerta de las iglesias, para que los sotanados de turno dejen bien claro quién manda de verdad en esta sufrida piel de toro mientras reparten un poco de comida y algo de ropa usada.
¿Que las mujeres maltratadas exigen justicia? Qué vergüenza, ¿no les quedó meridianamente claro el día de su boda que debían ser sumisas y obedecer en todo a su santo propietario? Pues se desmantelan los centros de acogida para maltratadas y ¿a ver ahora quién es la guapa que abandona a su reverenciable esposo?
Ampliar en: Diario de un ateo
Un cura jienense nos ha dejado la siguiente perla de santo razonamiento cristiano
“Antes, a lo mejor un hombre se emborrachaba y llegaba a su casa y le pegaba a la mujer, pero no la mataba como hoy. Hoy es que la mata. O él a ella o ella a él. ¿Por qué? Porque antes había un sentido moral y hoy no lo hay. Antes había unos principios cristianos y antes había unos valores. Y antes se vivía los mandamientos y una persona tenía una formación cristiana, y aunque se emborrachara, sabía que había un quinto mandamiento que decía no matarás”.
Fuente: Diario de un ateo
Millones de mujeres han sido víctimas directas e indirectas de la violencia sexual y de género durante los más 40 años de conflicto armado ininterrumpido que ha vivido Colombia. Algunas de ellas, han callado por miedo o por vergüenza, mientras que otras han alzado su voz y pese al dolor que tienen sobre sus cuerpos y las amenazas que han recibido buscaron a las autoridades y denunciaron formalmente sus casos.
De esta forma han logrado identificar a sus verdugos, esos protagonistas de la guerra que abusaron sexualmente de ellas, las desplazaron con toda su familia, asesinaron a sus esposos, padres e hijos. Sin embargo, en la administración de justicia tampoco han recibido una respuesta de ellas, y la gran mayoría han manifestado que han revictimizadas por loa funcionarios judiciales.
María Eugenia Cruz Alarcón, presidenta de la Corporación mujer sigue mis pasos, aseguró que por muchos años el Estado omitió su responsabilidad de proteger a la mujer y dar una respuesta rápida y efectiva frente a los múltiples casos y denuncias que han puesto en conocimiento de las autoridades judiciales.
“Es hora de que el Estado de verdad pida perdón, pero más que eso repudie la violencia sexual que cometen los actores armados contra el cuerpo de las mujeres. Ya es hora de que las mujeres puedan sentir la esperanza de que este país las está reconociendo”.
Y es que la impunidad frente a estas denuncias es casi del 99%. Para las mujeres que han tenido que sufrir el flagelo de la guerra y los acosos de los protagonistas del conflicto armado la vida no es fácil. Pese a que han buscado sus respuestas no entiende por qué las investigaciones marchan a paso de tortuga, muchas veces se archivan y en otros el victimario no recibe el castigo adecuado. “En el peor de los casos, cuando ellas van a denunciar violencia sexual, les dicen que no entienden para qué van a denunciar”.
Paula, una joven de 26 años de Ibagué, considera que existe un “machismo en la justicia” puesto que ella misma sintió esos señalamientos por parte de las autoridades cuando fue a presentar una denuncia formal por un caso de violencia sexual. “La impunidad es total. Existe un incumplimiento por parte de las autoridades judiciales (…) Nosotras necesitamos que se nos pida perdón, pero nada de esto ha ocurrido ni va a ocurrir”.
Con la voz entrecortada aseguró que cuando fue a la Fiscalía la miraron “como un bicho raro”, por lo que en ese momento pensó en dar media vuelta y quedarse callada. Gracias a Fundaciones que defienden los derechos de las mujeres, pudo presentar la acción judicial. Sin embargo, este caso quedó archivado por lo que no duda en decir que una de las cosas más difíciles es ver esos obstáculos para llegar a la administración de justicia en Colombia.
Artículo completo en: EL ESPECTADOR
Un tercio de las europeas, 62 millones de mujeres, han sufrido en algún momento de su vida violencia física o sexual, según una encuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), la mayor hasta la fecha sobre este asunto, realizada a partir de entrevistas personales a 42000 mujeres de entre 18 y 74 años de la que se desprende que el cinco por ciento de las ciudadanas ha sido víctima de una violación.
Fuente: Madridpress.com
Juan Ignacio Pérez se pregunta en Twitter por qué son ineficaces las políticas para combatir el maltrato y asesinato de mujeres. Y la respuesta, en cierto modo implícita, es que las políticas públicas contra el maltrato doméstico intrafamiliar, incorrectamente denominado «de género» o «machista», no se basan en evidenvias, sino en una combinación de cruzada ideológica y pseudociencia constructivista social. Desde luego esto forma parte de la tendencia más amplia entre los políticos a basar sus decisiones en intuiciones y revelaciones, no en ciencia.
Por otra parte, el marco de la pregunta es sesgado. A pesar de que la ONU se empeña en celebrar hoy el «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer«, lo cierto es que la violencia doméstica y la violencia en general afecta también a las personas con pene. También afecta a los hombres, a los chicos y a los niños. Y a veces, a menudo incluso, les afecta más.
Una de las contribuciones más substantivas al estudio de la violencia doméstica se debe aMurray Straus, profesor de sociología y jefe del laboratorio de investigación familiar en la universidad de New Hampshire, en EE.UU, y que lleva décadas estudiando este asunto. Straus estuvo hace poco en España, impartiendo una conferencia en la Universidad Abierta de Cataluña, intervención poco conocida si no suprimida por la prensa de nuestro país. Las conclusiones de Straus son una bomba en medio de la ideología de género, ya que los datos que maneja evidencian consistentemente que la violencia intrafamiliar no es sistemáticamente perpetrada por las personas con pene, sino que estas también son víctimas: «durante más de 25 años se han puesto en tela de juicio, a veces con acritud, las investigaciones que demuestran que las mujeres ejercen la violencia física contra sus parejas masculinas en una proporción similar a la ejercida por los varones contra sus parejas femeninas. Sin embargo, los datos de casi 200 estudios son concluyentes«. Las evidencias muestran que sólo una pequeña parte de la violencia familiar es explicada por la «dominación patriarcal». En su mayor parte, la violencia doméstica es bidireccional y simétrica (aquí tienen un resumen de los estudios en español).
Fuente: LA REVOLUCIÓN NATURALISTA
La idea es simple pero poderosa: Una mujer maltratada se tomaba una foto por cada día del 2012. Así, en la secuencia de más de un minuto pueden verse los estragos de la violencia que recibe y que cada vez va aumentando más tanto en periodicidad como en intensidad.
Este video se ha vuelto viral y genera en quienes lo ven la sensación de que las fotografías pertenecen a una situación real, tanto que incluso mandaron mensajes a la policía para que interviniera.
Las mujeres que son víctimas de la violencia de pareja en la adolescencia pueden tener menos educación y ganan salarios más bajos en el futuro, informa un estudio reciente.
Los resultados refuerzan la necesidad de que los programas y los esfuerzos para apoyar la educación de las víctimas y el desarrollo profesional a lo largo de su vida, dice Adrienne Adams, investigador principal y profesor asistente de psicología en la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.).
Para el estudio publicado en el Journal of Interpersonal Violence , los investigadores analizaron datos de una encuesta de cerca de 500 madres solteras, en promedio de 32 años de edad y ganaban menos de $ 7000 por año.
Los participantes que habían sido víctimas de su pareja en la adolescencia obtienen significativamente menos educación. Cada año adicional de educación se asoció con un extra de $ 855 en ganancias, que es mucho dinero cuando se gana menos de $ 7000.
Hay amplia evidencia que muestra lo importante que es la educación para la calidad de vida de las personas. Proporcionar apoyo educativo y de desarrollo profesional para las mujeres que sufren malos tratos parece una opción obvia en términos de inversión social.
Investigadores de la Universidad de Michigan y la Universidad DePaul contribuyeron al estudio, que fue financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental, la Fundación Charles Stewart Mott, la Fundación Joyce, y la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur.
Fuente: Universidad Estatal de Michigan
La violencia física o sexual es un problema de salud pública que afecta a más de un tercio de todas las mujeres a nivel mundial, según un nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica.
Las principales conclusiones del informe en cuanto a los impactos en la salud por la violencia ejercida por la pareja fueron:
Ampliar en: ÚNETE
Cómo disciplinar a la mujer según dos estudiosos del Islam, acceso al vídeo en MEMRI TV.
Y si no le gusta, es usted un islamófobo.
Más información en:
http://planetivy.co.uk/offbeat/52494/spanking-in-the-name-of-god/
Estos son los datos que aporta un estudio coordinado por la ONU con motivo de un simposio de investigación sobre la Violencia de Género, celebrado el viernes en Pekín. Expertos del Programa ‘Parejas por la Prevención’ de Naciones Unidas realizaron un sondeo entre 2.000 varones. Según detallan los autores del informe, de los voluntarios encuestados en China un 90% estaba casado o divorciado. La encuesta es parte de un estudio comparativo entre seis países de la región de Asía-Pacífico cuyos resultados se publicarán en julio.
Los resultados obtenidos por los expertos de la ONU coinciden con otro sondeo publicado el jueves por un grupo de sociólogos chinos, con la participación de especialistas de la Universidad de Tianjín. Fue realizado entre 1.000 hombres y 1.100 mujeres. Más de un 50% de las mujeres encuestadas dijo haber sufrido abusos. De acuerdo con la cifra del sondeo, las chinas afrontan más riesgo de ser violadas por su pareja que por otras personas: tres de cada cinco encuestadas que habían sido violadas confesaron que había sido a manos de sus parejas. Entre las que se sufrieron violencia física, un 40% tuvo lesiones.
Los autores de este segundo estudio sostienen que una de las razones del comportamiento violento por parte de los hombres chinos es la arraigada defensa de la masculinidad. La mayoría de los entrevistados se pronunció a favor de la igualdad de géneros, pero un 50% de los hombres y un 25% de las mujeres apoyaron el uso de la violencia masculina para defender su reputación. La encuesta se llevó a cabo en 2011 en una comarca del sur del país, cuyo nombre no ha sido revelado para proteger la confidencialidad de los participantes.
Fuente: Actualidad RT
Foto: Jonathan Kos-Read via photopin cc