En el mundo, cada año, unos 15 millones de personas intentan suicidarse y casi un millón lo consigue. Mueren más personas por esta causa que por homicidios y guerras juntos (1). Bueno, el mundo es muy grande, eso será en lugares geográfica o culturalmente remotos… En España mueren 3500 personas al año suicidándose, bastante más del doble que en accidentes de tráfico (2). Vaya, va a ser que no, que de verdad hay algo importante ahí.
Lo primero que llama la atención al acercarse a tan escabroso tema es enorme discrepancia entre su importancia real y su presencia pública: no se habla de ello en medios de comunicación, en tertulias, en casa…
Lo segundo que llama la atención es la falta de conocimiento fiable sobre la cuestión. Hay una idea muy extendida, conocida como efecto Werther, que considera que los suicidios son contagiosos y que por tanto no hay que informar sobre ellos para evitar otros casos. La veracidad de dicho efecto es sujeto de considerable controversia; si bien parece sensato y hay muchos casos individuales reportados de personas que se han suicidado emulando a otras, los datos epidemiológicos no sustentan el efecto, la cantidad total de personas que se suicida no se ve afectada por la publicidad de casos de famosos o por su silencio.
Hay datos muy sólidos sobre la correlación entre suicidios y desordenes psiquiátricos (el 90% de los casos estaban diagnosticados de alguno) y sobre los principales factores de riesgo, como la depresión y el abuso del alcohol (1). Los autores de este trabajo (1) se quejan de que la tendencia suicida no se considera como una enfermedad en si misma, sino que se ve más bien como una complicación clínica de otras (como la depresión).
De vez en cuando se toman medidas, como códigos éticos sobre la no publicación de informaciones sobre suicidios o la incorporación de dificultades en los lugares típicos de suicidio (barreras en puentes, etc.) y resultan aparentemente efectivas, ya que disminuye el número de suicidios en esos lugares o atribuibles a esas causas. Pero no disminuye el número global, es como si quien ha de hacerlo lo vaya a hacer, aunque sea en otro lugar y de otra forma. Desplazar el problema puede tranquilizar a alguien (al periodista o al alcalde del municipio del puente), pero el problema real continua inalterado.
Artículo completo en: Joaquín Sevilla Moróder
La manera de detectar a personas de alto riesgo suicida podría cambiar radicalmente con un nuevo y simple test sanguíneo, gracias a los resultados que han obtenido los investigadores del Johns Hopkins University, que han sido publicados en The American Journal of Psychiatry.
Los investigadores se centraron en un gen denominado SKA2. Tomaron muestras de cerebros de personas difuntas, algunas de las cuales estaban mentalmente enfermas, y encontraron que aquéllos que se suicidaron presentaban una reducción en la expresión de ese gen; es decir, a menor actividad de SKA2, mayor probabilidad de suicidio.
Esto puede explicarse conociendo la importante función de ese gen en el cerebro. SKA2 se expresa en la parte más anterior de nuestro cerebro, en la corteza prefrontal, que tiene un importante papel a la hora de inhibir pensamientos negativos y controlar comportamientos impulsivos. Además, interviene en la respuesta de nuestro cuerpo ante situaciones de estrés.
Ampliar en: Medciencia
El suicidio ha ido en aumento en los Estados Unidos, representando actualmente casi 40000 muertes al año. Un nuevo estudio muestra que un esfuerzo exitoso para evitar intentos de suicidio sería centrarse en la corrección de los pensamientos catastróficos distorsionadas sobre el futuro que obran en poder de muchos que tratan de quitarse la vida. Tales pensamientos son únicos y característicos de los que intentan el suicidio, dice Shari Jager – Hyman de la Universidad de Pennsylvania, Escuela de Medicina de Perelman en los EE.UU. . Jager – Hyman dirigió un estudio, publicado en la revista de Springer Cognitive Therapy and Research, de cómo los pensamientos distorsionados influyen en los comportamientos suicidas en los pacientes que buscan tratamiento psiquiátrico de urgencia.
El equipo de investigación reclutó a un grupo relativamente grande y étnicamente diverso de 168 participantes procedentes de los servicios de urgencias o unidades de hospitalización psiquiátrica en Filadelfia. De ellos, 111 personas habían intentado suicidarse en los 30 días previos al estudio. Los otros 57 participantes estaban recibiendo tratamiento psiquiátrico de emergencia, pero no habían intentado suicidarse en los dos años anteriores al estudio. El estudio de investigación es el primero en utilizar el Inventario de Distorsiones Cognitivas, un reporte en cuestionario de 69 ítems diseñado para ser utilizado entre las diversas poblaciones clínicas, para medir las distorsiones cognitivas en personas que han intentado suicidarse recientemente.
El estudio encontró que las personas que intentan suicidarse son más propensas a tener pensamientos distorsionados que otros. Estos incluyen la forma en que ellos piensan acerca de su propio valor, cómo se comparan negativamente a sí mismos frente a los demás, y la forma en que generalmente se ponen etiquetas despectivas sobre sí mismos. Esto es cierto incluso cuando se tienen en cuenta los efectos de la depresión y los sentimientos de desesperanza. Los resultados añaden peso a las muchas teorías presentadas durante décadas que los suicidas tienen estilos cognitivos únicos por los que malinterpretan o procesan experiencias o estímulos erróneamente.
Excepcionalmente, en las personas que han hecho intentos de suicidio se encontró que eran especialmente propensos a la llamada «adivinación», a través de la cual predicen y creen firmemente que cosas malas sucederán en el futuro. La adivinación está relacionada con el catastrofismo, y no considera otros resultados más probables. Es importante destacar que cuando los investigadores tomaron los pensamientos de desesperanza en cuenta, la adivinación ya no estaba fuertemente ligada a intentos de suicidio. Jager – Hyman y sus colegas creen que esto se debe a que la adivinación y la desesperanza pueden ser constructos o ideas que comparten el temor de futuros eventos negativos que se superponen.
«Para prevenir los suicidios, los terapeutas se beneficiarían de dirigirse directamente a los pensamientos de desesperanza en las intervenciones clínicas de los pacientes», afirma Jager – Hyman. » Una aproximación cognitiva puede ayudar a los pacientes a evaluar sus creencias que inevitablemente ocurren con resultados negativos, y mostrarles cómo entretener a otras opciones posibles. Esto puede ayudar a minimizar los pensamientos de desesperanza de los pacientes, ayudarles a hacer frente mejor, y lo ideal sería disminuir sus ideas y comportamientos suicidas».
Fuente: Jager-Hyman, S. et al. (2014). Cognitive Distortions and Suicide Attempts, Cognitive Therapy and Research, DOI 10.1007/s10608-014-9613-0.
Una joven de tan solo 16 años, vecina de Roldán (Murcia), que tras un viaje hace unos meses con su familia a Marruecos, al parecer sus padres habían concertado el matrimonio con un señor de 60 años de edad*. Todos sus compañeros del instituto en Roldán se extrañaron de que en este curso hubiese comenzado a llevar pañuelo en la cabeza. Las personas allegadas si tuvieron conocimiento de que era por el futuro matrimonio.
Sin embargo, ella no estaba dispuesta a ese matrimonio, menos aún siendo menor de edad, y discutía numerosamente en casa por este motivo. Una circunstancia, los matrimonios de forzados, concertados o arreglados (junto con los de conveniencia), no tan lejanos en el tiempo en nuestra cultura y que aun se siguen practicando en diversos ámbitos.
Para esta chica la presión fue tal, que el pasado 21 de febrero, usando ese mismo pañuelo que anudaba en su cabeza, y subiendo a una torre de alta tensión, ponía fin a su existencia. Dejó una nota escrita en árabe en su mochila, de la que no ha transcendido más que parte de su contenido:“No quiero molestaros más” y “no tengo fuerzas para seguir viviendo”. Sus compañeros y profesores de instituto, consternados, reciben atención psicológica para comenzar a superar este trauma. Su familia intenta reunir los fondos para repatriar el cadáver a Oujda (Marruecos), su ciudad natal, tan pronto se le realice la pertinente autopsia.
Quedaremos atentos por si, además de esta tristísima pérdida humana, se produce algún tipo de detención o condena, ya que el tema sigue en el juzgado.
Fuente: ¿Qué mal puede hacer?
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El 13 de diciembre pasado, ocurrió un hecho trágico, en Alcalá de Guadaira (España). Una familia de cuatro miembros, formada por el matrimonio, de 61 y 50 años, y dos hijas, una de 13 y una de 14 años sufrieron una intoxicación que mató a todos sus miembros menos a la hija pequeña.
omo suele ocurrir en tantas ocasiones, hubo quien tuvo la genial idea de utilizar esta desgracia para saldar rencillas.
En un foro dedicado a la empresa Mercadona ubicado en la página web de la CNT, sindicato de ideología anarquista, un usuario acusó a esta cadena de ser la causante de estas muertes, ya que (según se decía) sus directivos obligan a los empleados a envenenar los alimentos caducados que tiran a la basura, para que así las personas necesitadas no puedan aprovecharse de la empresa, ya que pasan necesidades por ser “unos vagos y aprovechados” [sic].
Dada esta situación, por cuestiones que no vienen al caso, he podido leer un informe interno muy confidencial y de manera muy rápida para no ser descubierta, en el que se informa de una reunión en Sevilla, con el Coordinador de la zona 35, la Relaciones externas de la zona, y los 3 CP de Alcala de Guadaira, para tratar este tema.
En el informe que va destinado al MCD J.Jor.. se constata que uno de los Mercadona de Alcala de Guadaira está a menos de 200m de la vivienda de esta familia y que Enrique Caño era conocido en la tienda de verlo por allí, a ver si conseguía alimentos y que también compraba a veces. También después de unas pesquisas por parte del CP S.M se constató que dos días antes de la tragedia se tiraron productos de limpieza junto a pescados y verduras abiertos, dejándolas en el contenedor, (conociendo como se suavizan los hechos en los informes de la secta, tengo más que claro que se rociaron los alimentos, pero esto lo digo yo, no lo pone en el informe, ya que el CP sería inmediatamente democionado o usado como cabeza de turco si las cosas se ponen mal)
Este mensaje era muy atractivo en los canales conspiranoicos, que pronto lo extendieron cono la pólvora. [1][2][3]…
Sin embargo, a pesar de lo muy criticable que es Mercadona en muchos aspectos, la realidad es muy distinta, y lejana de conspiraciones contra Mercadona.
Los primeros resultados del análisis [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE], y el agente del envenenamiento de la familia Caño fue fosfuro de hidrógeno, un plaguicida usado para la desinfección de silos, que sólo se vende en sitios especializados, y Mercadona no es uno de ellos. El producto químico en contacto con el agua desprende un olor pestilente, hecho este que coincide con el relato de los vecinos que acudieron a socorrer a la familia afectada.
Este producto podría haber sido confundido con pastillas de concentrado para haber hecho un caldo o una sopa, pero ¿para qué hacer un caldo si lo que cenaron era pescado adobado? Además, tendrían que haberse dado cuenta al notar el hedor una vez que pusieron las pastillas en el agua. O al menos, deberían de haberlo comentado en el hospital cuando acudieron de urgencias. La realidad es que pudo tratarse de un intento de suicidio para poner fin a la situación de penuria, que junto con la grave enfermedad de la madre hacían que la situación fuese insostenible.
Hasta el momento no hay ninguna conclusión sobre estas muertes, aparte del producto químico que las causó.
Fuente: LA MENTIRA ESTÁ AHÍ FUERA
El pasado 10 de septiembre, se celebró el Día mundial para la prevención del suicidio, que actualmente continúa siendo un problema de salud pública. Las cifras son alarmantes, ya que solamente en Estados Unidos 30.000 personas mueren por suicidio cada año. Y lo que es aún más preocupante, el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los adolescentes. Sin embargo, este problema es en gran medida, prevenible. Son numerosos los estudios sobre los factores psicosociales asociados con la conducta suicida y poco a poco se va conociendo algo más acerca de la neurobiología implicada en este comportamiento.
¿Podemos detectar de forma científica si existe riesgo de suicidio?
Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana puede tener la respuesta científica a la pregunta tras hallar una serie de biomarcadores del ARN en sangre, los cuales podrían ayudar a identificar quién está en riesgo de quitarse la vida. Durante un periodo de tres años, Niculescu y su equipo siguieron a un grupo de pacientes diagnosticados con trastorno bipolar realizando entrevistas y tomando muestras de sangre cada tres meses. En un subgrupo concreto, los análisis de sangre fueron más variados, ya que estas personas informaron de un cambio dramático: de ausencia de ideas suicidas a una fuerte ideación suicida. Se identificaron diferencias en la expresión génica entre los bajos y altos estados de pensamientos suicidas, encontrando que el marcador SAT1 y una serie de otros marcadores aportaban la «señal» biológica más fuerte asociada con estos pensamientos suicidas. Después, para validar sus hallazgos, analizaron muestras de sangre de víctimas de suicidio y encontraron que algunos de estos mismos marcadores estaban significativamente elevados en estas personas.
Y no sólo eso. También encontraron una elevada correlación entre los niveles altos de biomarcadores en sangre y futuras hospitalizaciones por intento de suicidio. «Esto sugiere que estos marcadores no solo reflejan un estado actual de alto riesgo, sino que podrían predecir el riesgo a largo plazo» señala el doctor Niculescu.
Fuente: Medciencia
Existen varios casos en los que parece que el animal es consciente de que su comportamiento acabará con su vida y, aun así, sigue adelante con él. Veamos algunos ejemplos:
Y estos son solo algunos de los ejemplos más generales y conocidos, pero hay multitud de casos puntuales en los que grandes grupos acaban con su vida sin un motivo lógico y que aun mantienen desconcertados a los científicos, de vacas que saltan al vacío, o perros que se lanzan al río y mueren ahogados, ballenas que buscan rocas en las que escalabrarse, etc, etc, que vete tú a saber si es verdad o no.
Ampliar en: HABLANDO DE CIENCIA
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De todos es sabido que los puentes son uno de los lugares favoritos elegidos por los suicidas para quitarse la vida. Algunos muy representativos como el Golden Gate de San Francisco son una especie de extraño imán para gente desesperada. Pero pese a las medidas que toman las autoridades al respecto, hay pocas cosas que impidan a alguien lanzarse al vacío de una forma u otra.
En Seul (Corea del Sur) tienen una construcción con esta especie de maldición llamada Puente Mapo; desde que construyó ha visto lanzarse al río a más de mil suicidas – todo esto en el país con mayor tasa de suicidios del mundo.
Para buscar una posible solución y ayudar a la gente con problemas crearon un curioso montaje –nada de barreras ni cristales u otros métodos de seguridad– simplemente unos sensores de ultrasonidos y unas luces que hacen que se iluminen cuando hay una persona cerca. En total 2.200 lámparas LEDs, que se iluminan por la noche y se completan con frases alegres y fotografías de gente sonriendo.
Ahora lo que era el Puente de la muerte se ha convertido en el Puente de la vida, y la tasa de suicidios en ese lugar se ha reducido un 77 por ciento desde que se puso en marcha la idea.
Fuente: microsiervos
Aprovechando la ILP de la PAH y la indignación, pero saltándose las recomendaciones de la OMS sobre la información de suicidios o sus propios libros de estilo, los medios han «descubierto» que en España se suicidan personas (3145 personas en 2010) y vuelven a relacionar de forma manipulada crisis y suicidios. Curiosamente no dedicaron el mismo interés en 1998 con el máximo de suicidios de los últimos 25 años o en pleno boom del ladrillo. Bienvenidos al periodismo del click.
La ética periodística ha muerto (Sin código ético y a lo loco), en un sector en el que las redacciones están cubiertas cada vez más por becarios y donde los medios están con expedientes de regulación de empleo o a punto de cerrar, en donde todo vale por lograr el máximo número de visitas en su sitio web o en ventas en el puesto de venta y esto sirve tanto para los grandes medios, como para los medios alternativos que han surgido en los últimos tiempos y que siempre se anuncian como anti manipulación o información objetiva y luego en realidad, el sensacionalismo y la manipulación son los reyes. Ahora lo que vende, es el periodismo de la indignación.
Para informar al completosobre los suicidios, los medios comienzan a autojustificarse en los argumentos que la PAH ha ido colando en los diferentes programas y entrevistas, de hacer visible un problema y provocar reflexión aunque esta visibilización del problema, no sea más que vender a los muertos y rápidamente relacionarlos con la crisis económica, aunque no tuviera nada que ver.
El Efecto Werther
Se sabe desde hace muchos años, que hay un efecto imitación en los suicidios ya que cuando se informa de un caso de suicidio se produce un aumento de suicidios, especialmente entre personas jóvenes, provocando un efecto imitación conocido como Efecto Werther y que está demostrado desde hace años (y que posiblemente fue el causante del suicidio del matrimonio de Mallorca) de ahí que la OMS recomiende no hacer publicidad sobre los suicidios y ser muy cuidadosos con la información y las formas en las que se realiza la información, porque detrás de un suicidio hay muchos factores implicados (casi nunca es el primero más llamativo).
Cuando en 1774 un precoz Goethe publicaba Las cuitas del joven Werther, ignoraba sin duda el impacto que causaría la novela. La misma no sólo fue un éxito que lo propulsó violentamente desde el anonimato hasta la más extensa fama, si no que además fue un bestseller en su tiempo, desencadenando lo que se llamaría luego “la fiebre Werther”: la imitación, a lo largo y ancho de toda Europa, de los intereses, actitudes e indumentaria del personaje principal.
Pero lo que más inquietó a la sociedad de la época con respecto a esta novela es el notable aumento en el número de suicidios entre sus lectores, a imitación del final del joven Werther. Se dice que hubo cuando menos 2000 suicidas entre los primeros lectores de la obra, siendo este un referente que dos siglos más tarde, en 1974 el sociólogo David P. Philips2 utilizaría al hablar de la conducta mimética que se da tras la sobre-exposición a la información concerniente al suicidio de una persona famosa o personaje público y que desencadena la imitación del mismo. Tan preocupante fue la oleada de suicidios por imitación que el mismo Goethe en ediciones sucesivas añadió un descargo de responsabilidad mediante la frase “Sé un hombre, no sigas mi ejemplo” antepuesta al comienzo de la novela.Un ejemplo del Efecto Werther lo encontramos un artículo bastante reciente (Niederkrotenthaler et al. 2007), realizado en el metro de Viena, en el que se hacían la pregunta sobre si el famoso efecto Werther existía.
En Austria desde 1987, existen las «Directrices de prensa para informar sobre Suicidios» que afectan a los medios de comunicación, por las cuales se hacía una especie de experimento para intentar reducir el número de suicidios e intentos de suicidio que se producían en el metro de Viena y para reducir el número general de suicidios.
Después de la introducción de las directrices de los medios de comunicación, el número de suicidios e intentos de suicidio en el metro, había bajado más del 80% en los 6 meses siguientes y posteriormente tanto los suicidios y los intentos de suicidio habían bajado tanto en Viena (-40%) como en Austria (-33%) a pesar de que el número de pasajeros del metro de Viena prácticamente se había duplicado.
¿Hay más suicidios en España por la crisis económica? La realidad y la manipulación de STOP DESAHUCIOS
La realidad es que si nos ponemos a buscar, tenemos para dar y tomar en función de lo que nos interese… pero como en el caso griego, deberíamos de analizar los datos en perspectiva porque tomar los datos de un año en concreto sería manipular la realidad.
Es cierto, que los suicidios [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]; por encima de los accidentes de tráfico, pero hay que recordar que desde que se implantó el carné por puntos, las muertes en carretera han ido descendiendo año tras año. Así, en 2010 se registraron 2327 fallecidos, un 10,1% menos que en 2009.
Según los datos de «Defunciones según la causa de la muerte del año 2010» publicado por el Instituto Nacional de Estadística, en España se quitaron la vida un total de 3145 personas, una cifra que parece muy elevada, pero era la cifra más baja en 17 años.
Recomendadas lecturas «Mass media influence on suicide. The Werther effect«y Operationalising Memetics – Suicide, the Werther Effect, and thework ofDavid P. Phillips
Artículo completo en: Ciencias y Cosas
En discusiones sobre los beneficios de los vegetales transgénicos con los opositores fanáticos, es probable que saquen a relucir el tema del incremento de suicidios de granjeros indios, según ellos, debido a la introducción de cultivos transgénicos.
Esta afirmación bien vale la pena ser estudiada, datos en mano, y así lo hicieron un par de investigadores, con unos resultados muy claros, según se visualiza en la gráfica previa.
El algodón Bt es acusado de ser responsable de un aumento de los suicidios de agricultores en la India. En este artículo ofrecemos una revisión exhaustiva de la evidencia sobre el algodón Bt y los suicidios de agricultores. Los datos disponibles no muestran ninguna evidencia de un ‘resurgimiento’ de suicidios de agricultores. Por otra parte, la tecnología de algodón Bt ha sido muy eficaz en general en la India. Sin embargo, en distritos y años específicos, el algodón Bt puede haber contribuido indirectamente al endeudamiento campesino, lo que lleva a suicidios, pero su fracaso fue principalmente el resultado del contexto o entorno en el que fue plantado.
Fuente: DE AVANZADA
Esto se hace debido a que cada año se suicidan más de un millón de personas, y se teme que la cifra vaya en incremento cada año, según la OMS.
Los medios de comunicación no dicen nada acerca de la manera como ha aumentado el número de suicidios como consecuencia de los desahucios y la ruina de cantidad de familias. Muchos accidentes de coche, y muchas intoxicaciones son producto del estado de frustración social que actualmente sufren millones de personas. Estos suicidios -no públicos ni claros- se publican como accidentes (a no ser que te cuelgues de un banano con un cartel pegado en el pecho, no sales en las noticias).
La televisión (sobre todo TVE desde que gobierna Mariano Rajoy) embrutece el intelecto. Internet abre puertas al conocimiento y entretenimiento. Y mientras se vive con la frustración del parado sin recursos, hay que dar la vara por todos los lugares: La corrupción y egoísmo de políticos y banqueros verdaderos culpables de ésta situación. Hay que conseguir una mentalización generalizada para que toda la gente sepa quiénes son los que están trasmitiendo dolor y penuria a esta sociedad. Cuando empiecen a despedir más y más funcionarios llegará un momento en el que habrá más gente descontenta que satisfecha y saldremos a las calles a exigir solidaridad y justicia.
Artículo completo en: Dean Blog
El Ejército de EE.UU. ha encargado a científicos de la Universidad de Indiana (Facultad de Medicina) la creación de un aerosol nasal que frene los pensamientos de suicidio, para su uso en el ejército. Recibió una beca de tres millones de dólares, el Dr. Michael Kubek y su equipo, tendrán tres años para determinar si el spray es seguro y eficaz. El aerosol administra una dosis de hormona natural liberadora de tirotropina (TRH) para el cerebro a través de la cavidad nasal. Como Kubek dijo a The Daily,
Actualmente TRH no es efectiva a menos que se administre una inyección en la médula espinal, una opción que por razones obvias no está disponible para muchos necesitados. Este nuevo método de entrega proporcionaría un estabilizador de inmediato a los soldados y personas en crisis mientras se espera que las píldoras antidepresivas surtan efecto.
Más soldados estadounidenses han muerto en sus propias manos este año que en manos de los talibanes, según un informe del Pentágono publicado en junio, un promedio de uno por día en 2012. El desarrollo de los aerosoles y los nuevos métodos de entrega de los antidepresivos puede resultar fundamental para mantener los pensamientos suicidas de ser consumado.
Kenneth Hayworth es un brillante ingeniero cuyo trabajo tiene un impacto en el proyecto conectoma para mapear la red neuronal del cerebro humano. Cuando se plantea llegar a ser inmortal a través del suicidio de joven para asegurar la conservación de su cerebro, no es una locura. Pero cuando explica cómo una descarga va a revivir el espíritu, puede parecer estúpido …
Transhumanismo, la singularidad, telecarga de la mente, extropía, estas palabras, probablemente no hay mucho que decir, increíble paradoja mientras estamos en la tierra de Descartes. Pero no nos equivoquemos al respecto Page, uno de los dos fundadores de Google y Thiel Peter, que ha ayudó a financiar a Facebook y fue cofundador de PayPal, estas palabras tienen un significado muy real.
Page y Thiel son de hecho partidarios de mostrar las ideas transhumanistas. Se encuentran entre los patronos de la Universidad de la Singularidad fundada por Raymond Kurzweil y Peter Diamandis, el hombre que propone catalizar el uso de los asteroides. Se podrían citar muchos otros nombres famosos como Jaan Tallinn, uno de los creadores de Skype, que no dudan en vincularse con el transhumanismo o mostrar su simpatía por la idea de la singularidad tecnológica.
Los transhumanistas, los herederos de Descartes
Para entender lo que es, definitivamente vale la pena leer el texto de Max Moore, el transhumanismo y el de Eliezer Yudkowsky. Sin lugar a dudas, si Descartes e incluso Platón se encontraran entre nosotros, se sentirían en sintonía con estos ideales. Un tema central es que debe ser posible utilizar la ciencia y la tecnología para extender la evolución más allá de los límites físicos y mentales de la condición humana. La limitación más obvia es la más insoportable y se trata del envejecimiento seguido de muerte.
« La condición humana me irrita. Tenemos una vida muy corta. Las personas que piensan que «la muerte es simplemente la condición humana». Tenemos que aceptar que puede ser fuerte. Pero yo no soy como ellos. Esta declaración, de acuerdo con el sentimiento de los transhumanistas, es de Kenneth Hayworth, un ingeniero que trabaja en el campo de la neurociencia y se habla mucho en este momento ».
Plastinación
Hayworth iniciará su camino a la inmortalidad y de un estado post-humano con una fiesta con su familia, es decir, su esposa e hijos, y amigos. Luego sería anestesiado en un hospital. Aún con vida, sería «asesinado» por inyección en el cerebro de un cóctel de metales pesados y una resina capaz de mantener lo más perfectamente posible sus neuronas y su médula espinal.
La técnica básica es bien sabido, es de la plastinación, también conocido como impregnación de polímero, que pretende conservar los tejidos biológicos mediante la sustitución de los diferentes fluidos corporales con silicona. Sin embargo, actualmente no mantienen largas estructuras a nanoescala en los tejidos biológicos, lo que sería fundamental para lo que se propone Hayworth.
Su razonamiento para alcanzar la inmortalidad se basa en dos pilares
En primer lugar, que el cerebro humano es una variación muy complejo de los ordenadores actuales, pero sigue siendo, en última instancia, una máquina de Turing. Manteniendo esta analogía, los componentes de una persona, su conciencia y su individualidad, son su conectoma, es decir, todos los detalles de las conexiones de las neuronas en el cerebro. Los recuerdos y los algoritmos de procesamiento de información de la mente de una persona, sólo se encuentra en el cableado.
El segundo pilar es que, para asegurar la inmortalidad de una persona, debemos encontrar una manera de mantener este conectoma, lo que sería el equivalente del genoma, hasta que las computadoras sean lo suficientemente poderosas como para simular un cerebro completamente determinado a partir de esta conectoma.
Ampliar en: Futura-Sciences
La táctica de autoinmolarse para causar daño al enemigo a costa de la propia vida no es una exclusiva de los kamikazes o de los terroristas suicidas. En el reino animal, y en un grupo tan alejado del nuestro como son las termitas, también se utiliza, según muestra un reciente estudio publicado en la revista Science.
Un grupo de investigadores Checos dirigidos por el Dr. Jan Šobotník han comprobado como algunas obreras de la especie de termitas Neocapritermes taracua, originaria de la Guayana francesa, portan dos curiosas manchas azules en la articulación entre el tórax y el abdomen (recordemos que un insecto agrupa sus segmentos en tres regiones: cabeza, tórax y abdomen). El tamaño de las manchas aumenta con la edad, siendo las obreras más viejas las que generalmente presentan mayor cantidad del componente azul. Junto a éstas “trabajadoras azules”, otras obreras no presentan manchas de ningún tipo.
Ampliar en: La Ciencia y sus Demonios
En la navidad de 1951, Alan Turing entabló amistad con Arnold Murray, un joven desempleado de Manchester de 19 años de edad que se convertiría en su amante y con el que conviviría. A principios de 1952 se produjo un robo en su casa, realizado por un amigo de Arnold, que Turing denunció a la policía. Por supuesto, sin revelar su relación homosexual, irrelevante al caso. Cuando la policía averiguó la historia completa, dejó de interesarse por el robo, que nunca fue resuelto, y m0stró un mayor interés por los encuentros sexuales de Turing, procediendo a su arresto por homosexualidad, una “práctica” entonces considerada como delito y como enfermedad.
Fue acusado, los cargos que le fueron imputados eran de “indecencia grave y perversión sexual“, los mismos por los que en su día ya fuera condenado Oscar Wilde años atrás. El juicio del caso “la Reina contra Turing y Murray” tuvo lugar el 31 de marzo de 1952, presidido por el juez J. Fraser Harrison. En la corte, Turing, contraviniendo las recomendaciones de sus amigos, no negó su homosexualidad, y sostuvo que no había nada malo en ella, convencido como estaba que no tenía nada por lo que disculparse. Así pues, Turing no se defendió de los cargos y su único alegato se limitó a insistir en que él no había hecho nada malo. Efectivamente, las recomendaciones eran fundadas, pues el fiscal aprovechó ese alegato para enfatizar la “falta de arrepentimiento” del acusado.
Fue condenado, privado de sus derechos ciudadanos, y se le dio la opción de escoger: o como delincuente ser condenado a un año de prisión, o como enfermo someterse a un tratamiento hormonal para la reducción de la libido y “curar” su homosexualidad, lo que en realidad era una auténtica “castración química”. Finalmente, y para su desgracia, escogió las inyecciones de estrógenos, hormonas femeninas, en un tratamiento brutal que duró un año, y que le produjo importantes alteraciones físicas, como la aparición de pechos, le convirtió en impotente y le provocó una profunda depresión que no pudo o no quiso superar, tras la injusticia de que estaba siendo objeto. Solitario, raro e imprevisible, nervioso y comiéndose las uñas, más frustrado y desesperado que nunca por su mala forma física, artificialmente inducida por una justicia mojigata y absurda, con el añadido de la exasperante vigilancia policial de que todavía era objeto, así como el abandono de algunos de sus supuestos amigos, Turing decidió que no valía la pena seguir viviendo. Dos años después del juicio, el siete de junio de 1954, murió, al comer de una manzana envenenada con cianuro. La muerte fue calificada como suicidio. Contaba apenas con 42 años.
Ampliar en: HABLANDO DE CIENCIA
Cada año, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , 900000 personas se quitan la vida en el mundo y el 84% de los casos se da en países con ingresos bajos o medios. China y la India registran el 49% de todos los suicidios, que son la segunda causa de mortalidad entre los adultos jóvenes de 15 a 29 años, y están cerca de superar a las muertes relacionadas con el embarazo y el parto como primera causa de defunción entre las mujeres indias.
En una serie de artículos publicados esta semana por la revista The Lancet , se llega a la conclusión de que «mejorar la prevención del suicidio globalmente requerirá una mejor comprensión de por qué y cómo las personas deciden quitarse la vida». La reflexión de los editores de la revista surge de los «inesperados hallazgos» realizados en la India y China que indican que «algunos de los factores de riesgo del suicidio que hasta ahora se habían asumido como universales, en realidad, varían enormemente de una cultura a otra».
Aunque el dolor parece ser un vehículo común, cada vez hay más pruebas de que existen grandes diferencias entre países y regiones que son importantes identificar y comprender.
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Los estudios epidemiológicos nos dicen que las personas en situación de paro tienen un mayor riesgo de suicidio. Mucho mayor, de hecho: entre dos y tres veces frente a los no desempleados. Esta cifra, eso sí, se reduce al controlar por otras causas que pueden estar afectando tanto al suicidio como al desempleo, como puede ser la presencia de enfermedades mentales, pero sigue siendo estadísticamente significativa. Este estudio sobre la crisis asiática de los noventa se atreve a cifrar la cantidad de suicidios ‘sumados’ por la misma en unos 10 000. Ni siquiera hace falta perder el trabajo, y que el mero estrés generado por el riesgo de que esto suceda es suficiente para incrementar la probabilidad de sufrir una enfermedad mental en más o menos un 30%. Y aparentemente, estas cifras eran considerablemente mayores antes de que existiese un sistema de bienestar público. De hecho, parece que los recortes son susceptibles de aumentar las tasas de suicidio al hacerse más débiles las redes de seguridad para aquellas personas que están en riesgo de exclusión económica y social.
En España no parece observarse, por el momento, ninguno de estos efectos. De hecho, la tasa de suicidios está en su nivel más bajo de los últimos 25 años:
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