Jerry Coyne explica:
Hay una piedra angular de la fe abrahámica que es eminentemente contrastable por la ciencia: la afirmación de que todos los humanos descienden de un solo par creado —Adán y Eva— y que estos individuos no eran australopitecos o antepasados simiescos, sino seres humanos en el sentido moderno. A falta de su existencia, toda la historia del pecado humano y la redención se desmorona.
Desafortunadamente, la evidencia científica muestra que Adán y Eva no pudieron haber existido, por lo menos en la forma en que están representados en la Biblia. Los datos genéticos no muestran ninguna evidencia de ningún embotellamiento humano tan pequeño como dos personas: simplemente hay demasiados tipos diferentes de genes por ahí para que eso sea cierto. Puede que haya habido un par de «cuellos de botella» (tamaños de población reducidos) en la historia de nuestra especie, pero el más pequeño que no implica una reciente colonización es un cuello de botella de aproximadamente 10.000-15.000 individuos que se produjo entre hace 50000 y 100000 años. Esa es la población más pequeña que llegaron a tener nuestros antepasados y —fíjense— no es dos personas.
Además, mirando a diferentes genes, nos encontramos con que estos se remontan a diferentes momentos de nuestro pasado. El ADN mitocondrial apunta a que los genes en ese orgánulo se remontan a un único antepasado femenino que vivió hace unos 140000 años, pero que los genes en el cromosoma Y se remontan a un hombre que vivió hace unos 60000-90000 años. Además, la mayor parte de los genes en el núcleo se remontan a tiempos diferentes — a una fecha tan lejana como dos millones de años. Esto demuestra no sólo que cualquier «Adán» y «Eva» (solo en el sentido del ADN mitocondrial y del cromosoma Y) debieron haber vivido con miles de años de diferencia, sino también que simplemente dos personas no podrían haber proporcionado toda la genética de ascendencia de los humanos modernos. Cada uno de nuestros genes «coalesce» de vuelta a un antepasado diferente, demostrando que, como era de esperarse, nuestro legado genético proviene de muchas personas diferentes. No regresa a sólo dos personas, independientemente de cuándo vivieron.
Estos son los hechos científicos.
Ignacio López-Goñi, al que quizás conozcáis por su blog microBIO, en este breve y sencillo vídeo, de forma muy divulgativa, explica cómo funcionan las vacunas y sus tremendos beneficios, así como sus posibles riesgos.
La ricina es una proteína extraída de las semillas de la planta de Ricino – Ricinus communis -. Aunque su proceso de extracción tiene una patente, el método es muy parecido al de de otras proteínas, por ejemplo la de la planta de soja. El producto final es un polvo fino de color blanco, inodoro e insípido. Como podréis comprobar en la serie, es una sustancia totalmente irreconocible de la metanfetamina.
La toxina de la que hablamos es una proteína de unión a ribosoma que lo inactiva. El ribosoma es el orgánulo encargado de la fabricación de otras proteínas para la célula, de manera que cuando queda completamente bloqueado por causa de la obstrucción de la ricina se inhibe la síntesis proteica.
A nivel fisiológico los primeros efectos notables de su ingesta son vómitos, diarrea y deshidratación. ¿A qué se deben? El hígado no podrá sintetizar las proteínas que se encargan de los procesos básicos de digestión por lo que todo lo ingerido se rechaza sin ser completamente digerido. La deshidratación es un efecto secundario a los dos primeros síntomas que hemos comentado.
Los efectos no son los mismos cuando se inhala puesto que las células expuestas – por tanto, las afectadas – pertenecen a otros órganos y tejidos. Su aparición se hace incluso todavía más notable, en un período de hasta seis horas después de administrarse se puede desarrollar tos con sangre debido a la disfunción alveolar producida en todo el sistema respiratorio.
Si bien hasta aquí parece que tenemos indicios de una gripe común – en lo que refiere a su ingesta – pasados tres o cuatro días y si el paciente no ha fallecido se acusarán los primeros síntomas a la par que aparecerán hemorragias intestinales. Normalmente, la intoxicación por ricina suele causar la muerte antes de los diez días.
La dosis mortal de ricina para un humano puede extraerse de entre 4 y 8 semillas, siendo mortal en todas sus posibles formas de administración. No existe antídoto conocido, a pesar de que hace unos años se desarrollara un método para producir la antitoxina, la patente fue retirada después de su proceso de fabricación se pusiera en duda.
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Un equipo de investigadores estadounidenses dirigido por el paleobiólogo Richard Norris, de la Institución Scripps de Oceanografía, ha filmado las rocas viajeras del Valle de la Muerte en acción y resuelto un misterio que ha intrigado al mundo durante más de 50 años. Las piedras reptantes de Racetrack Playa, un lago seco californiano situado en mitad del desierto, se mueven sin intervención animal ni humana y dejan tras de sí largos rastros en el lecho arcilloso. Los científicos habían especulado hasta ahora con que el fenómeno tenía que estar relacionado con el agua -suelen haber intensas precipitaciones y dar lugar a una capa de varios centímetros de agua que en invierno puede congelarse- y el viento. Norris y sus colaboradores han sido los primeros en ver a las piedras moverse y dar con la explicación, que presentan en un artículo en la revista PLOS ONE.
“El movimiento de las rocas que hemos observado se produce cuando la fina capa de hielo, de 3 a 6 milímetros de grosor, que cubre la playa [así llaman a los lagos secos en el suroeste de Estados Unidos] empieza derretirse con el sol de la mañana y se rompe bajo vientos suaves de unos 4 o 5 metros por segundo. Láminas flotantes de hielo de decenas de metros empujan muchas rocas a bajas velocidades de 2 a 5 metros por minuto a lo largo de trayectorias determinadas por la dirección y velocidad del viento, así como la del agua que fluye bajo el hielo”, indican los autores. Para que ocurra el fenómeno, debe llover intensamente y han de bajar las temperaturas para que el agua se congele. Cuando el sol vuelve a brillar, la fina capa de hielo se derrite y, si sopla el viento con la suficiente fuerza, las rocas empieza a deslizarse empujadas por el hielo y el agua y dejan rastros sobre el fondo arcilloso.
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El análisis químico de los huesos y los dientes del último del rey Ricardo III del Reino Unido proporciona información acerca de su existencia: los lugares donde vivió y que su dieta se hizo más rica, una vez que se convirtió en rey.
Ricardo III nació en Northamptonshire en 1452 hijo de los Reyes Ricardo, duque de York, y Cecile Neville, no estaba destinado a convertirse en rey en principio, por lo que su infancia y adolescencia fueron las habituales. Más tarde, descartados los herederos a la corona, llegó al poder en 1483 a la edad de 30 años y reinó unos 26 meses antes de ser asesinado en la batalla de Bosworth en 1485. Su personaje inspiró la obra epónima de William Shakespeare.
En agosto de 2012, los restos de Ricardo III fueron exhumados en Leicester. Ahora son objeto de investigación para reconstruir la historia de su vida. Los científicos de la British Geological Survey, junto con los de la Universidad de Leicester, analizaron los huesos y los dientes del soberano con la finalidad de actualizar nuevos detalles como su vivienda y la dieta. Sus resultados se publican en la revista Archaeological Science.
Los investigadores se centraron en dos dientes, un fémur y una costilla. Estos elementos esqueléticos crecen y se reconstruyen en diferentes etapas de la vida. De hecho, los dientes se forman en la infancia. En cuanto al fémur, tiene una baja tasa de rotación y proporciona los datos de los últimos 10 años anteriores a la muerte. Por último, la costilla se renueva rápidamente, tiene de dos a cinco años de vida.
Los isótopos revelan cambios geográficos y dietéticos
Los investigadores utilizaron diferentes isótopos (Sr, N, O, C) para analizar la bioapatita y el colágeno de dos dientes y dos huesos. El oxígeno (O) y estroncio (Sr) se fijan en el esmalte durante la formación de los dientes. Los isótopos de este último (87Sr / 86Sr) se derivan de la dieta y están relacionados con la geología del lugar donde ha sido producida la comida que se consume. Las variaciones en la dieta también pueden ser rastreadas utilizando composiciones isotópicas C y N.
Los dientes han confirmado que Ricardo III dejó el Castillo de Fotheringhay (Northamptonshire) cuando tenía siete años de edad. Habría ido a residir más al oeste, tal vez para el campo Galés. Al examinar el fémur, los científicos han demostrado que residió al este de Inglaterra, de adolescente o adulto joven y adoptó un régimen típico de la alta aristocracia. En este período de la Edad Media, se comía pan, cerveza, carne, pescado, vino, especias … Los ricos, tenían acceso a una amplia variedad de carnes y pescados.
Cuando se convirtió en rey, Ricardo III sufrió cambios en la dieta. Los valores de los isótopos de oxígeno aumentaron al final de su vida que podría ser debido a un mayor consumo de vino. Los datos también sugieren un aumento en el consumo de peces de agua dulce y aves, que eran comunes en los banquetes reales.
Tras 27 años de su prohibición, la NASA ha encontrado aún en la atmósfera grandes cantidades de un compuesto químico que destruye la capa de ozono. Este compuesto, el tetracloruro de carbono (CCl4), se usó de forma intensiva en múltiples de productos, desde extintores a líquidos refrigerantes pasando por pesticidas. Prohibido en el Protocolo de Montreal en 1987 por su efecto dañino sobre la capa de ozono, hoy se siguen detectando importantes emisiones del mismo. El problema: nadie sabe de donde provienen.
Tras la firma del Protocolo de Montreal, se había calculado que la concentración de CCl4 en la atmósfera debería haber descendido un 4% anual. Sin embargo, solo lo ha hecho un 1% anual. Los científicos están perplejos por los datos. Nadie sabe si hay algún proceso de descomposición del CCl4 desconocido que lo hace permanecer más tiempo en la atmósfera de lo que se estimaba o si hay países e industrias que están contaminando ilegalmente. Sea como fuere, pese a que el problema parecía olvidado, la capa de ozono sigue amenazada.
Fuente: NASA
El mundo árabe sigue subyugado por el Islam, religión que en la práctica cercena cualquier posibilidad de desarrollo científico relevante más allá de una mera aplicación tecnológica puntual del conocimiento, siempre y cuando este no entre en contradicción con la visión literalista y medieval del Corán imperante en todo el orbe musulmán.
Y así no es infrecuente encontrar explicaciones “científicas” islámicas de lo más absurdas y peregrinas como las sorprendentes y disparatadas afirmaciones del Dr. Abd Al-Basset Al-Sayyid del “Egyptian National Research Center”, en donde declara sin pudor ninguno que la NASA y el Museo Británico han demostrado científicamente que la Meca es el centro electromagnético del planeta y que el astronauta Neil Amstrong quedó perplejo ante el poder de Alá. ¡Viva la ciencia islámica!
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Las urracas sienten una atracción compulsiva por los objetos brillantes. Lo dicen por todos lados. Pues, no es así. Psicólogos del Centro para la Investigación del Comportamiento Animal (CRAB) de la Universidad de Exeter han comprobado experimentalmente que la urraca (Pica pica) siente en realidad temor ante objetos -brillantes o no- con los que no está familiarizada. Los investigadores, que han presentado su trabajo en la revista Animal Cognition, creen que la errónea creencia popular se debe a sesgos cognitivos y a la exagerada transmisión oral de episodios aislados.
Toni Shepard, director del estudio, y sus colaboradores utilizaron en su experimento aves silvestres y recuperadas por un centro de rescate de animales. Para tentar a las urracas, recurrieron a tornillos de metal brillante, pequeños aros de aluminio y un pequeño trozo rectangular de papel de aluminio. La mitad de los aros y tornillos los pintaron de azul mate; la otra mitad y el papel de aluminio los dejaron tal cual. El escenario fueron ocho zonas del campus donde las urracas están acostumbradas a la presencia humana.
“Queda demostrado una vez más que las urracas son inteligentes: en vez de dejarse atraer compulsivamente hacia los objetos brillantes, se mantienen a una distancia segura cuando esos objetos son nuevos e inesperados”, ha indicado Natalie Hempel de Ibarra, una de las coautoras. Los investigadores creen que los seres humanos se fijan cuando las urracas cogen ocasionalmente objetos brillantes sólo porque creen que las aves los encuentran atractivos, mientras ignoran la mayoría de los casos en los que los animales no prestan atención a esos objetos. La exagerada trasmisión de anécdotas habría hecho el resto a la hora de cimentar una falsa creencia popular “ampliamente aceptada en la cultura europea”.
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Un grupo de investigadores ha logrado dar con la forma de utilizar láser para identificar productos químicos, como explosivos, desde un kilómetro de distancia y con un solo pulso láser. La posibilidad, desconocida hasta ahora para semejantes distancias, abre la puerta a multitud de aplicaciones, sobre todo en el terreno militar y de defensa.
Los investigadores, de varias universidades, entre ellas Texas A&M y Princeton, han publicado los detalles de este avance en Proceedings of the National Academy of Sciences. Su hallazgo parte de una técnica conocida como espectroscopia Raman. Con ella, moléculas que reciben el impacto de un pulso láser envían a su vez fotones que pueden ser identificados para revelar a qué material pertenecen. El problema es que esta técnica solo funciona a distancias muy cortas, a unos 50 metros o menos.
Para aumentar la distancia, los investigadores probaron una nueva técnica con láseres aleatorios de gran intensidad, y funcionó. El polvo químico sobre el que aplicaron el láser enviaba fotones en múltiples direcciones que podían ser analizados. Las características de color de esos fotones son las que revelan de qué componente químico se trata y si puede formar parte o no de un material explosivo.
En las pruebas de laboratorio los investigadores lograron analizar con éxito y a 400 metros polvos similares al nitrato de sodio o de amonio, utilizados para fabricar explosivos. Aseguran que podría utilizarse para hacer lo mismo hasta un kilómetro de distancia.
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Fuente: GIZMODO
Diaea ergandros es una especie de araña australiana. A lo largo del verano, las madres se engordan a sí mismas con todo tipo de insectos, de manera que, cuando llega el invierno, sus pequeños pueden chupar la sangre de las articulaciones de las piernas de su madre. A medida que ellos beben, ella se debilita hasta que las crías se abalanzan sobre ella, la inyectan un veneno y la devoran como harían con cualquier otra presa.
¿Qué cuerpo se te queda al leer esto? ¿a qué crees que se debe?
Este es sólo un ejemplo de los que hay miles en la naturaleza. Sólo uno más. En el caso del [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] los embriones se canibalizan entre ellos y el mayor se suele comer a todos los demás menos uno.
No hay colores ahí fuera. Sólo longitudes de onda. Tampoco hay moral ahí fuera. Solo actos que aumentan o disminuyen el éxito reproductivo. Los actos que aumentan el éxito reproductivo, el número de descendientes, tienen éxito y persisten.
Fuente: La nueva Ilustración Evolucionista / The new Evolutionary Enlightenment
Él, el nieto 114, tras todos estos años, pudo finalmente encontrarse con Estela Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en un encuentro privado que fue celebrado en público.
Una parte importante y crucial de la historia que conmueve a Argentina en estos días tiene que ver con la ciencia que lleva años dedicada a identificar a los restos de desaparecidos durante el régimen militar argentino (1976-1983) y a los hijos de desaparecidos que fueron apropiados.
Como parte de un procedimiento que la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y las Abuelas de Plaza de Mayo han perfeccionado con los años, Ignacio Hurban se acercó voluntariamente en junio pasado porque tenía dudas sobre su identidad y se prestó al análisis genético en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que acaba de confirmar su parentesco y su nombre: Guido Montoya Carlotto.
El Banco custodia las muestras genéticas que aportaron 310 familias que buscan a nietos robados durante el régimen militar, y con ellas se contrastó el ADN de Guido.
Penchaszadeh participó en los años 80 en la creación del llamado «índice de abuelidad», una fórmula auspiciada por Abuelas y que sirve para identificar personas a partir del ADN de sus abuelos.
El primer resultado de este índice fue en 1984, con la restitución de Paula Eva Logares. Pero aunque con Guido ya suman 114 los nietos recuperados, aún falta encontrar a alrededor de 400 más.
Se calcula que por lo menos 500 mujeres estaban embarazadas en el momento de su desaparición forzosa, o sea que debe haber otros tantos niños nacidos en centros clandestinos de detención.
«Lo más difícil ha sido siempre la localización de un caso», explica a BBC Mundo Penchaszadeh.
«El análisis genético es lo más simple, hoy en día. Hace treinta años era más complicado porque el ADN no se podía analizar de forma directa, no había la tecnología adecuada. Pero en los 90 el análisis pasó a ser muy común en muchos ámbitos»
Ampliar en: BBC MUNDO
El brote de fiebre hemorrágica del ébola de Sierra Leona, Liberia y Guinea, se está convirtiendo en uno de los más mortíferos desde 1976, fecha en la que se detectó por primera vez, habiéndose cobrado ya mas de 700 vidas. Según Médicos sin Fronteras, uno de los organismos internacionales que se encarga de su contención, la epidemia se encuentra fuera de control en este momento.
A finales del mes pasado Patrick Sawyer, funcionario del gobierno de Liberia, viajó a Lagos (Nigeria) estando infectado por el virus de ébola. Sawyer murió allí el viernes 25 de julio entre vómitos y diarrea. Las autoridades nigerianas están haciendo un seguimiento al resto de pasajeros del vuelo que tomó Sawyer ante la posibilidad de que alguno de ellos pudiese haber sido contagiado. Lagos es una ciudad con ocho millones de habitantes. Un brote allí podría ser terrorífico.
¿Se puede contagiar uno de ébola solo por sentarse en el avión al lado de un portador del virus?
El ébola se contagia por el contacto con sangre, orina, heces, saliva y cualquier otro fluido orgánico. Atendiendo a estas indicaciones de OMS, el contagio en el avión podría haberse producido únicamente en el inodoro.
Pero en 2012 la revista Nature publicó un estudio en el que se probaba que el virus podía pasar desde cerdos infectados a monos sanos sin que entrasen en contacto directo. Ambos estaban en receptáculos separados por rejas de tal manera que no se podían tocar. Tras 8 días los monos presentaban los síntomas de la enfermedad. Tradicionalmente se han considerado a los murciélagos como el reservorio natural de esta enfermedad, pero cada vez más estudios apuntan a los cerdos, tanto salvajes como domésticos, como el portador silencioso del virus.
La conclusión del experimento es que los monos podrían haberse infectado por inhalar pequeñas gotas de mucosidad expelidas por la respiración de los cerdos. Esas pequeñas gotas pueden permanecer en el aire pero no mucho tiempo, por lo que el contagio solo se produce en distancias cortas, y nunca con la facilidad de un virus como la gripe.
En los aviones el tiempo que pasas con el resto de pasajeros es mucho menor, y además disponen de unos eficaces sistemas de ventilación que mueven el aire desde abajo hacia arriba, y lo filtran antes de volverlo a recircular. Una enfermedad infecciosa como la gripe puede contagiarse a los pasajeros sentados hasta de dos filas de asientos de la persona enferma. Por otro lado, la enfermedad es contagiosa cuando se han presentado los primeros síntomas, y en ese momento el enfermo se encontraría demasiado mal para viajar.
Atendiendo a estos datos, la posibilidad de contagio en un avión es remota, aunque una vez en el país de destino y después de que aparezcan los síntomas, la expansión del brote depende de la eficiencia de los servicios sanitarios. Debido al relativamente corto periodo de incubación del virus (entre 2 y 21 días) y su infecciosidad cuando los síntomas ya han aparecido, hacen de este virus un candidato no muy apropiado para una epidemia globalizada.
Ampliar en: La mentira está ahí fuera
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La manera de detectar a personas de alto riesgo suicida podría cambiar radicalmente con un nuevo y simple test sanguíneo, gracias a los resultados que han obtenido los investigadores del Johns Hopkins University, que han sido publicados en The American Journal of Psychiatry.
Los investigadores se centraron en un gen denominado SKA2. Tomaron muestras de cerebros de personas difuntas, algunas de las cuales estaban mentalmente enfermas, y encontraron que aquéllos que se suicidaron presentaban una reducción en la expresión de ese gen; es decir, a menor actividad de SKA2, mayor probabilidad de suicidio.
Esto puede explicarse conociendo la importante función de ese gen en el cerebro. SKA2 se expresa en la parte más anterior de nuestro cerebro, en la corteza prefrontal, que tiene un importante papel a la hora de inhibir pensamientos negativos y controlar comportamientos impulsivos. Además, interviene en la respuesta de nuestro cuerpo ante situaciones de estrés.
Ampliar en: Medciencia
Tan solo se menciona la ciencia en tres ocasiones en la Constitución Española de 1978: 1) El Art. 20.1.b CE reconoce y protege los derechos a la producción y creación literaria, artística, científica y técnica; es decir, este apartado aglutina los derechos relacionados con la propiedad intelectual; 2) El Art. 44.2 CE proclama que Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general, al enumerar los principios rectores de la política social y económica; y 3) El Art. 149.1.15º la incluye entre las materias que son competencia exclusiva del Estado: fomento y coordinación general de la investigación científica y técnica.
A tenor de estos artículos, podríamos deducir que, individualmente, la creación científica es un derecho fundamental de todos los españoles; pero, colectivamente, no se puede hablar de que exista un derecho a la ciencia –así, en abstracto– porque, como ya sabemos, el Art. 44 CE –al igual que sucede con el acceso a la cultura, la conservación del patrimonio, el fomento del deporte, la participación de la juventud o los derechos a disfrutar de una vivienda digna o a un medioambiente adecuado– no son verdaderos derechos sino directrices que deben orientar las políticas públicas; de ahí que el constituyente los regule entre los principios rectores de la política social y económica y no entre los derechos fundamentales y libertades públicas (como sí sucede con el Art. 20 CE).
Fuente: Anécdotas y curiosidades jurídicas | iustopía
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Partes de la sopa primordial en la que surgió la vida se mantienen actualmente en nuestras células, según científicos dela Universidad de East Anglia.
La investigación publicada en Journal of Biological Chemistry revela cómo las células de las plantas, levaduras y muy probablemente también animales todavía realizan antiguas reacciones que se cree que fueron responsables del origen de la vida – hace unos cuatro mil millones de años.
La teoría de la sopa primordial sugiere que la vida comenzó en un estanque o en el mar como consecuencia de la combinación de metales, los gases de la atmósfera y de alguna forma de energía, como la caída de un rayo para dar lugar a los bloques de construcción de proteínas que luego evolucionaron hacia todas las especies.
La nueva investigación muestra cómo pequeños componentes de una célula -conocida como mitocondria -continúan realizando reacciones similares en nuestros cuerpos. Estas reacciones implican hierro, azufre y electro -química y siguen siendo importantes para funciones tales como la respiración en los animales y la fotosíntesis en las plantas.
El investigador jefe, Janneke Balk, de la escuela de Ciencias Biológicas y del Centro John Innes de UEA, dijo: «Las células confinan ciertas pequeñas partes de química peligrosa en compartimentos específicos de la célula».
«Por ejemplo las llamadas mitocondrias se ocupan de la electroquímica y también del metabolismo del azufre tóxico. Estas son reacciones muy antiguas que se cree que fueron importantes para el origen de la vida».
«Nuestra investigación ha demostrado que un compuesto de azufre tóxico se está exportando por una proteína mitocondrial de transporte a otras partes de la célula. Necesitamos azufre para fabricar catalizadores de sulfuro de hierro, de nuevo, un proceso químico muy antiguo» .
» El trabajo muestra que las partes de la sopa primordial en las que surgió la vida se han mantenido en nuestras células, y de hecho se aprovechan para mantener importantes reacciones biológicas «.
La investigación se llevó a cabo en la UEA y JIC en colaboración con el Dr. Hendrik van Veen en la Universidad de Cambridge. La investigación fue financiada por el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas (BBSRC).
Ampliar en:»A Conserved Mitochondrial ATP-Binding Cassette Transporter Exports Glutathione Polysulfide for Cytosolic Metal Cofactor Assembly.» Schaedler TA, et al. J Biol Chem. 2014 Jul 8. pii: jbc.M114.553438. [Epub ahead of print] www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25006243
A lo largo de las últimas décadas han sido numerosos los mitos y teorías científicas que han caído gracias a determinadas investigaciones o, simplemente, por hallazgos casuales. Algunas de las que se consideraban verdades absolutas, que aparecían en documentales, enciclopedias y en trabajos de prestigiosos eruditos e investigadores se derrumbaron gracias a nuevas investigaciones. Algunos de estos descubrimientos efímeros han sido citados por la página Toptenz.
Los canales marcianos Marte eran una red de barrancos y quebradas que los científicos del siglo XIX creían erróneamente que existían en el planeta rojo. Los canales fueron ‘descubiertos’ en 1877 por el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli. Después, otros astrónomos corroboraron su afirmación y los canales se convirtieron en un fenómeno. Los científicos dibujaron mapas detallados de localización de sus caminos y pronto comenzaron a especular sobre sus posibles orígenes y usos. Quizás la teoría más absurda vino de Percival Lowell, un matemático y astrónomo que aseguró que los canales eran un sofisticado sistema de riego desarrollado por una especie inteligente, pero desconocida. La hipótesis de Lowell fue desacreditada por otros científicos, pero también fue popularmente aceptada, y la idea logró sobrevivir hasta bien entrado el siglo XX.
Se ha demostrado que los canales marcianos son un mito gracias a los telescopios y tecnología de imagen. Resultó que lo que parecían canales eran en realidad una ilusión óptica causada por las rayas de polvo soplado a través de la superficie de Marte por los fuertes vientos. Esta teoría sólo pudo ser probada en la década de 1960, cuando la primera nave espacial tripulada tomó fotografías de la superficie de Marte.
Aristóteles creyó que la vida no surgía ni de semilla, ni del huevo, u otros medios tradicionales de reproducción. Creía que la vida podía surgir materia inanimada como limo, barro y tierra cuando se expone a la luz solar. Estas ideas eran provenientes de pensadores como Anaximandro, Hipólito, y Anaxágoras. Esta idea permaneció durante muchos años. ¿Cómo se demostró lo contrario?
Louis Pasteur demostró que la vida no aparecía por generación espontánea como había dicho Aristóteles. Con la invención del microscopio, pudo comprobar que los insectos aparecían por los microorganismos cuando se sellaba en la carne un recipiente cerrado.
Fue una de las ramas más populares de la neurociencia en el siglo XIX. Sus defensores creían que los rasgos de carácter individuales, como la inteligencia, la agresión, o un oído para la música, podrían localizarse en partes muy específicas del cerebro.
Se crearon mapas detallados de las supuestos 27 áreas diferentes del cerebro, con el fin de saber en que zona se localizan ciertas inclinaciones, como por ejemplo la pintura, y el efecto de un gran golpe en esa zona.
Sin embargo, los avances científicos modernos ayudaron a demostrar que los rasgos de personalidad no podían atribuirse a porciones específicas del cerebro. La frenología todavía existe hoy pero a menudo se usado como una herramienta para promover el racismo, la más famosa por los nazis, y también por los colonialistas belgas en Ruanda.
Ampliar en: teinteresa.es
AsapScience es un grupo que se dedica a ilustrar recientes descubrimientos científicos con ilustrativos vídeos. Hay uno muy interesante sobre el dinero y la felicidad. La respuesta final, parece razonable e inesperada al mismo tiempo.
Es febrero de 1353, una mañana particularmente fría en Londres. Al menos 38000 habitantes de la ciudad sucumbieron ante la Peste negra, importada de Asia por los comerciantes. El futuro no se ve prometedor, probablemente todos tus amigos y familiares cercanos están amontonados en una carreta esperando ser quemados y la situación económica no era la más agradable.
Europa tardaría 150 años en recuperarse por completo de la plaga y su influencia sería innegable sobre las artes y la cultura, pero un nuevo estudio publicado en PLOS ONE descubrió que la Peste negra funcionó como un evento de selección natural gigante. Algo así como un “Crisis en tierras infinitas” donde los individuos más débiles murieron (aunque a diferencia de los cómics aquí sí se quedaron muertos y no aparecieron en otra dimensión).
Los individuos “débiles”, aquellos que se encontraban viejos y/o enfermos, tendían a morir con mayor frecuencia. Nadie estaba exento, es cierto, pero aquellos que sobrevivieron heredaron un mundo mejor, con una mayor longevidad, mejor salud, precios de comida más bajos y salarios más altos. Para llegar a esta conclusión se estudiaron cadáveres exhumados de cementerios de Londres. 466 previos a la peste, vivos entre el siglo XI y el XIII, y 133 que vivieron después de la peste entre el siglo XIV y el XVI.
Fuente: FayerWayer
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Científicos españoles ponen fin al enigma de la sangre del rey Luis XVI supuestamente contenida en el interior de una calabaza y recogida tras su decapitación durante la Revolución Francesa. El análisis del genoma completo a partir de las muestras de sangre indica que el propietario no era el Borbónsino un individuo con rasgos muy diferentes.
La historia de la calabaza y la sangre de Luis XVI daría para una novela de ambiente histórico. A mediados de 2009, un colega italiano contacta con el científico español Carles Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva, en Barcelona, con un extraño encargo. Dos hermanos italianos, miembros de la alta sociedad de Bolonia, se han puesto en contacto con él para comprobar si la reliquia de la que son poseedores – custodiada en secreto en la cámara acorazada de un banco – es auténtica.
La reliquia es una calabaza ricamente adornada mediante técnica pirográfica, que lleva en posesión de una familia de Bolonia desde hace más de un siglo. Sus propietarios estiman que vale más de dos millones de euros y su verdadero valor está en su contenido: un pañuelo supuestamente impregnado con la sangre del rey Luis XVI, recogida a los pies de la guillotina donde fue ejecutado el 21 de enero de 1793. En el exterior de la calabaza aparecen retratados varios protagonistas de la revolución francesa, como Danton o Robespierre, y en una inscripción se explica que Maximilien Bourdaloue, testigo de la ejecución, mojó su pañuelo en la sangre del rey, lo metió en la calabaza y ordenó a un artista parisino su decoración.
En aquel momento no tenían muestras genéticas de miembros de la familia de Luis XVI con quien comparar, pero en 2013 un equipo francés y belga pidió muestras a tres borbones actuales de dos ramas de la familia distintas y comprobaron ya que que el cromosoma Y no coincidía con el hallado por los científicos del CSIC en la calabaza. «Para clarificar el asunto», explica Lalueza-Fox, «nos dijimos: hagamos el genoma completo y miremos más cosas». Y eso es precisamente lo que hicieron y los resultados que publican en la revista Scientific Reports.
«Hemos hecho un análisis funcional global del genoma«, nos cuenta el investigador, «que consiste en mirar rasgos externos de la persona, características físicas, la susceptibilidad a enfermedades… y hemos llegado a la conclusión de que probablemente no es Luis XVI el que está dentro de la calabaza». Además de comprobar que los rasgos genéticos generales difieren, Lalueza-Fox ha encontrado discrepancias físicas que descartan que el propietario de la sangre de la calabaza fuera el rey. «Hemos buscado rasgos que según las crónicas o los testigos tuviera el rey», apunta, «y había dos muy remarcables: uno era la estatura, todos decían que era el hombre más alto de la corte, variantes genéticas y nuestros datos indican que el propietario de la sangre era un individuo el promedio de estatura de la época, bastante bajo«.
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