La Policía trata de averiguar si grupos de proxenetas están explotando a mujeres asiáticas en distintos pisos Agentes del Cuerpo Nacional de Policía están investigando el desembarco de las mafias chinas de la prostitución ante la llegada de numerosas mujeres asiáticas que se anuncian en las secciones de relax de los periódicos. Su objetivo es averiguar si estas mujeres son explotadas sexualmente y si son sometidas a todo tipo de vejaciones para conseguir pagar la deuda que han contraído con las mafias de tráfico de personas para su llegada a Europa.
De la misma forma que en los últimos años hubo una llegada masiva de mujeres que eran obligadas a prostituirse desde toda sudamérica y los países del Este de Europa, la nueva moda en los servicios de relax son las mujeres orientales.
La Policía sospecha que las mujeres asiáticas que están prestando sus servicios podrían haber llegado a España y a la Región con ofertas de trabajo en restaurantes y bazares. Sin embargo, la realidad que les espera es bien distinta.
Uno de los problemas con los que se encuentran los investigadores es que la comunidad china es muy endogámica, muy cerrada a toda persona que no sea de su misma nacionalidad. Además, son muchos los que tienen miedo a los grupos mafiosos chinos, denominados ‘triadas’, cuya implantación y poder se está extendiendo por todo el mundo, caracterizados por su violencia y por el cobro de una especie de impuesto revolucionario a los comerciantes. Este mismo año, dos presuntos cabecillas de estas mafias fueron detenidos en Barcelona.
En cuanto a las mujeres asiáticas que ejercen la prostitución en la Región, ofrecen servicios que van desde los masajes orientales a prácticas sexuales de riesgo. Por ejemplo, ofrecen felaciones sin el uso del preservativo. Asimismo, realizan prácticas relacionadas con el ‘bondage’, una especie de sado-masoquismo ‘suave’, consistente en atar a una persona y realizar sobre ella diversas prácticas supuestamente eróticas. Estas prácticas de dominación a las que son sometidas las meretrices van desde los insultos hasta castigos corporales más o menos ligeros.
El temor de los investigadores es que estas mujeres, además de ser obligadas a ejercer la prostitución, vivan en condiciones cercanas a la esclavitud, como han descubierto en otras operaciones contra las mafias asiáticas de tráfico y explotación de personas procedentes de China.
De hecho, en otras operaciones se ha descubierto la venta de personas, como si fuesen esclavos, por ochocientos euros, como quedó constatado en una operación policial desarrollada en Gran Canaria.
Fuente: laopiniondemurcia.es