0% TAE, seguro a todo riesgo de regalo, precios bajos, cuotas mensuales aún más bajas… Todo tiene sus «peros».
Hay muchos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un coche. Muchos compradores se dejan influenciar por la publicidad que aparece bien en prensa escrita bien en televisión o en otros soportes. Pero en esos anuncios aparecen términos que hay que conocer. También es necesario saber que muchas de las ofertas están sujetas a determinadas condiciones. En este artículo intentaremos hacer un repaso de las «falsas promesas» que se hacen en los anuncios de coches.
1. Empezaremos por el famoso «a partir de 10.800 euros» (por poner un número). Esa cifra es realmente engañosa porque incluye el descuento del Plan Prever. Muchos de los que compran coche no tienen otro vehículo viejo que ofrecer a cambio, por lo que a la cifra que aparece en el anuncio no se corresponde con el precio real del coche. La bonificación actual del Plan Prever para aquellos vehículos de más de diez años es de 480,81 euros, así que ésa es la cifra que hay que sumar al precio que nos dan.
Por otro lado, el precio de la publicidad no incluye la matriculación. Este concepto de «matriculación» incluye muchas cosas, como las placas de matrícula, el registro del vehículo en Tráfico, la puesta a punto del coche, las gestiones que ha necesitado el concesionario para llevar a cabo todos estos trámites, etc. Todos estos costes varían mucho de una marca a otra e incluso de un concesionario a otro, y es otra cantidad considerable que hay que añadir a esos primeros 10.800 euros por los que el coche está a la venta según el anuncio.
Hay que saber también que ese precio mínimo hace referencia al modelo más básico de la gama. Llevará el motor menos potente y el equipamiento más básico. Por supuesto, las fotografías o las imágenes de la publicidad se corresponderán con el coche más equipado.
2. Otra leyenda que aparece mucho en los anuncios: «por 30 euros al mes«. Esto se refiere únicamente al primer año. Después, la cuota mensual se incrementará considerablemente. Lo que ocurre con estas «ofertas» es que incluyen una primera cuota bastante alta y una última más alta aún. Puedes pagar 30 euros al mes durante un año, sí. Pero habrás dado una entrada de 4.700 euros y, después de pagar el resto de las cuotas, al precio que sea, tendrás que pagar una última cuota de 5.300, por ejemplo.
Existen anuncios, por supuesto, que dicen «sin entrada«. Pero lo que no pagues en la primera cuota lo pagarás durante las siguientes, incluso en la final.
3. Otro motivo a tener en cuenta y relativo a la financiación es el «0 % TAE«. Es obvio que, pagando un coche a plazos, no vas a librarte de los correspondientes intereses. Por ello, ese 0 por ciento hace referencia a las cuotas mensuales. Incluso puede referirse únicamente a las del primer año. El resto de las cuotas, sobre todo la inicial y la final, sí que incluirán todos los intereses que no has pagado en las demás cuotas.
Existen condiciones y condiciones, está claro, pero hay que mirar muy mucho las propuestas de financiación que nos hagan y compararla con otras opciones diferentes. Y es que, éstas son ofertas que hace la financiera de la marca, pero existen financieras independientes que pueden tener mejores condiciones.
4. El último aspecto es una oferta que se ha puesto muy de moda en los últimos meses: «seguro a todo riesgo de regalo«. Esta oferta nació pensando sobre todo en la gente joven que quiere comprarse su primer coche. Para ellos es realmente complicado encontrar un seguro barato, por lo que esta publicidad les resulta muy atractiva. Pero como todo, tiene sus condiciones.
Todos estos son aspectos que hay que conocer para poder decantarse mejor por una marca o por otra, por un modelo o por otro. Muchas veces resulta complicado porque el mercado automovilístico es muy extenso y existen muchísimos coches similares en prestaciones y equipamiento. Por eso hay que fijarse en el precio y también en la publicidad, pero sabiendo lo que quiere decir toda esa letra pequeña que aparece a toda velocidad en los anuncios televisivos.
Fuente: Cochesyconcesionarios.COM
Traducido por Caty R.
El asunto del Arca de Zoé tiene muchas implicaciones políticas. Chad acusa a la organización francesa de secuestrar a un centenar de niños con el fin de trasladarlos a Europa. La asociación dice que los entregarían a familias europeas que pretenden adoptarlos. Con este asunto el presidente de Chad Idriss Déby, de alguna forma, se venga de Francia que le obligó a aceptar la presencia de 4.000 soldados extranjeros en su territorio, en el marco de una fuerza internacional que se desplegará próximamente en la frontera con Darfur.
Actualmente algunos indicios demuestran que se está desarrollando un comercio en torno a los niños pobres de África y Asia. Paralelamente, en los países ricos se expresan deseos de paternidad y maternidad que los perros y gatos ya no pueden satisfacer. Concierne a miles de personas que rechazaron el yugo de los valores familiares y el matrimonio en su juventud, pero han envejecido y comienzan a sentirse solas. Están también las parejas que no pueden procrear por razones médicas y las parejas homosexuales. Para todos ellos la adopción es el único medio de tener hijos. Cuando hay mucha demanda de un producto, siempre sigue la oferta. Y el producto en cuestión son los niños del Tercer Mundo. Las motivaciones no siempre son infames, la mayoría son inocentes e incluso, generalmente, filantrópicas. ¿Por qué los ricos no van a ocuparse de los pobres? Entonces, ¿por qué se prohíbe la emigración a los pobres y se autoriza la de sus niños? Pero para decidir si se puede adoptar a un niño no se pueden aplicar los mismos criterios en Occidente y en el Tercer Mundo. En Occidente la familia es «nuclear»; la condición para que un niño sea «adoptable» es, por lo tanto, la ausencia de su padre y su madre. En cambio en numerosos países africanos la familia es «extendida», es decir, que abarca también a los abuelos y a los tíos paternos y maternos. Todos son solidarios para ocuparse de los niños.
Los registros civiles de numerosos países del Tercer Mundo padecen los efectos de las guerras, la corrupción o lagunas administrativas. Por eso Francia pretende imponer la prueba del ADN como medio para controlar la veracidad de las actas de los registros civiles. Si se concede tan poca credibilidad a los documentos oficiales de esos países, ¿por qué entonces son creíbles los certificados de los orfanatos? Y también, ¿por qué el mercado mundial de la adopción sólo funciona en un sentido? Un africano o un asiático, aunque sean ricos, nunca podrán adoptar a un niño europeo o americano, aunque sea huérfano. ¿Cuál puede ser la credibilidad de los organismos de adopción después del escándalo del Arca de Zoé sabiendo que esos organismos cobran a los solicitantes de adopción en concepto de compensaciones y gastos?
La mezcla entre adopción y acción humanitaria plantea, en efecto, un problema. La adopción no está incluida forzosamente en el humanitarismo. Casi siempre hay otras soluciones para ayudar a los niños in situ. El trabajo humanitario debe ser un sacrificio y la adopción no lo es: corresponde a la voluntad de cubrir una necesidad. Antiguamente los pobres vendían a sus hijos para pagar las deudas. En Europa y en el Imperio Otomano se robaban los niños de las poblaciones sometidas. Es inaceptable que el pirateo de niños vuelva a la actualidad. Y es imprescindible que este escándalo desencadene una reflexión seria y que los organismos internacionales y las organizaciones de los derechos humanos asuman sus responsabilidades y eviten el regreso a cualquier clase de tráfico de seres humanos que se creía perteneciente al pasado.
Texto original en francés:
http://www.courrierinternational.com/article.asp?obj_id=79538
*Mohamed Haddad es titular de un doctorado de estudios árabes e islámicos por la universidad de la Sorbona y catedrático en la Facultad de Letras y Humanidades de Túnez. También es cronista de Tayyarat, el suplemento político del diario panárabe Al-Hayat, y está considerado como uno de los principales expertos árabes de la vida política francesa.
*Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.
Unos desalmados están comiéndose desde España los ahorros de cientos de ciudadanos europeos y de otros países. Con el cebo de un multimillonario premio de la Lotería de Navidad, labia académica y una escenografía que recuerda el filme El golpe, una trama de estafadores se está poniendo las botas a costa de humildes familias extranjeras. Jueces de Alemania, Francia, Italia, Suecia, Austria, Reino Unido -incluso de países tan alejados como Corea, Japón o Estados Unidos- han pedido ayuda a sus colegas españoles para buscar y castigar a los causantes del sufrimiento acarreado a conciudadanos suyos a costa de un falso premio de la lotería española.
La estafa es conocida como la del euromillón. Si alguien cae en sus redes, lo tiene difícil para desatarse. Es un timo en dos tramos. Primero obligan a pagar falsas tasas a diferentes organismos oficiales; y después, cuando se ve que el premio nunca llega, a pagar más para recuperar lo ya adelantado.
Así han limpiado muchos bolsillos. Por ejemplo, el del humilde trabajador italiano Ghirmai Kifle. Vive desde 1988 en un pequeño pueblo cerca de Milán, aunque es oriundo de Eritrea (África). Ya engrosa la extensa lista de extranjeros estafados desde España. Es un timo tan bien pergeñado y adornado (con sellos y membretes de organismos oficiales españoles que parecen reales) que resulta difícil no telefonear al móvil que se indica en la carta, con remite de Madrid, que mandan los estafadores a sus víctimas.
¿Cómo se gesta la estafa? Los estafadores envían miles de cartas al azar a ciudadanos extranjeros, mayoritariamente europeos. Sus nombres y direcciones los obtienen por Internet. La carta informa a su receptor de que le ha tocado el gordo del Euromillón de la lotería de España: 320.000 euros.
El descaro que le echan al asunto los estafadores, que dominan varios idiomas, resulta sobrecogedor. Llega un momento en que la víctima ya no quiere el premio, sino recuperar lo adelantado para obtenerlo. Pero incluso para recuperar ese dinero tienen que dar más dinero aún.
El 20 de mayo de 2006, Ghirmai recibió una carta en casa. La abrió y estaba llena de sellos, firmas y membretes de organismos oficiales españoles. Nada menos que 320.000 euros le habían tocado. Pero su alegría se tornaría pronto en un calvario prolongado durante meses. Aun sigue en él. Se ha buscado un abogado en España para que lleve su caso. Le han desplumado a él y a su hijo.
En la carta se le decía que para cobrar los 320.000 euros «debe ponerse en contacto con su agente en España, el señor Pepito Richmond (Foreing Operations Manager Santa Lucía)». Richmond hablaba español e italiano perfectamente.
-Le voy a enviar un formulario, lo rellena y me lo devuelve. Inmediatamente después recibirá los millones.
-¿Tengo que pagar algo por el premio?, preguntó Ghirmai.
-No, el dinero ya es suyo…
El mismo día 20, pero por la tarde, Ghirmai recibió la primera llamada de Pepito Richmond.
-Para recibir el dinero, debe enviarme 550 euros. Son mis servicios.
-Pero usted decía que no debía abonar nada.
-Le pido disculpas. Esta mañana no he caído en ese detalle.
El día 24, Richmond le dice: «El organismo de loterías español ha aprobado el pago del premio. Debe enviarme 950 euros para los gastos de transferencia del premio a Italia».
Pasaron los días y el dinero no llegaba. El 2 de junio, Richmond volvió a llamar: «Lo siento, señor Ghirmai. Maphre Marketing pide una comisión y el Ministerio de Economía de España, otra. En total, 10.500 euros».
Antes de cada llamada, la trama enviaba faxes o cartas con membrete falsificados de organismos oficiales de España que avalaban sus palabras.
Los estafadores complican la trama para obtener más dinero. Le dicen que Suiza ha bloqueado pagos porque faltan los certificados de que Ghirmai está «libre de terrorismo» y «libre de drogas». Le piden 950 euros para el viaje en el que obtendrán los papeles. Luego, le dicen que necesita un abogado que verifique la entrega de los certificados. El que le ofrecen por teléfono pone una minuta de 2.000 euros. Tras enviarlos, le piden 800 más. Después, le dicen que su premio ha tenido un incremento pero Suiza impone unas tasas de 10.500 euros. Ghirmai pidió ayuda a su hijo y envió el dinero. Poco después, incluso le dijeron que el Banco de España pedía 15.000 euros…
Fuente: ElPais.es
Suelo oír en las series de crímenes como CSI o Caso Abierto aquello de que es más probable morir a manos de un familiar o un conocido que de un extraño. Veamos lo que dicen los datos reales. Los más directos que encuentro son de 1988 en EEUU. Un 16% de las muertes se produjeron a manos de un familiar. Un 64% a manos de un amigo o conocido y un 20% a manos de un desconocido. Más datos interesantes: * Las muertes fueron obra en un en un 6,5% por el cónyuge, el 3,5% por uno de los padres y el 2,6% por otro familiar, en un 1.9% de uno de los hijos y en un 1.5% por un hermano. * En 2/3 de las muertes a manos de un familiar, el asesino es un varón. Cuando se trata de padres y hermanos, éste porcentaje sube en torno al 85%. Cuando se trata de la pajera, las mujeres llegan al 41% de los asesinatos y cuando se trata de los hijos al 55%. * Cuando una madre mata a un hijo, es más probable que sea macho que hembra (64% frente a 36%). Cuando un padre mata a un hijo sin embargo es igual de probable que se un hijo o una hija. * Cuando un hijo mata a su padre, es igual de probable que sea a su padre o a su madre, pero cuando se trata de las hijas, los padres lo son un 80% de las veces. Por otro lado, los estudios parecen indicar que padres delincuentes o abandono, abuso físico o la exposición a la violencia domestica son buenos indicadores del futuro comportamiento delictivo de los hijos, pero no hay una clara separación para deducir si son los genes los que provocan que padres violentos engendren hijos violentos o es el entorno el que crea los patrones. Pero quizás el dato que más me ha llamado la atención con respecto a la dinámica familiar es su contribución adversa a la distribución de la riqueza. En el libro The Pecking Order: Which Siblings Succeed and Why, se afirma que las diferencias entre hermanos dentro de la misma familia podrían contribuir al 75% de la desigualdad en la distribución de la riqueza en la sociedad norteamericana. Según el libro * Los hijos de distinto sexo experimentan la «misma» familia de forma muy diferente. Los investigadores afirman que los padres dan a los hijos varones más independencia, menos tarea y los critican menos. El padre tiende a pasar más tiempo con sus hijos varones. * Los hijos e hijas de madres trabajadoras tienden a ingresos más similares de adultos. Los hijos variones suelen ganar unos 4,500 $ más en media que las hijas si la madre estuvo empleada en sus años de formación y unos 8.000 $ más si la madre no estuvo empleada. * El orden de nacimiento no tiene efecto en familias de sólo dos hijos. Pero importa en familias mayores –principalmente porque el dinero no da para más. ¿Quién lo sufre?. Los hijos de en medio. Generalmente al «peque» de una familia muy grande le suele ir bien. * Los hijos dentro de la misma familia experimentan el divorcio de los padres de forma muy distinta. El impacto es menos severo en los mayores que ya han abandonado el hogar y más severo en los mayores que todavía viven con ellos, que pueden terminar en el papel de cuidadores. (En matrimonios donde hay abuso, los hijos menores pueden beneficiarse de la separación por tener más tiempo para recuperarse). * Los hijos gay o muy religiosos tienen mayor probabilidad de adquirir el estatus de «otusiders». En familias adineradas se convierte en una desventaja por crear barreras que causan una movilidad hacia estratos inferiores. Sin embargo en familias de bajos ingresos puede ser un motivo de ascenso resultando en mayores ingresos. A la derecha más conservadora siempre se le llena la boca hablando de la importancia de la familia en la sociedad. Tienen razón. Pero precisamente por ser de vital influencia social, deberían insistir en la importancia de los servicios sociales y de que la familia no debería ser una entidad cerrada libre de la inspección de las autoridades cuando haya sospechas de que se están dando el tipo de problemas que después retornarán a la sociedad. Y no hay mejor ejemplo aquí que la legalización del aborto. Los estudios indican que los hijos de madres solteras jóvenes tienen mucho más riesgo de caer en comportamientos delictivos. Los economistas Steven Levitt y John Donohue escribieron un artículo en 2001 que afirmaba que la disminución de la criminalidad en EEUU durante la década de los noventa tenía como principal causa la legalización del aborto a finales de los setenta. Aunque existe cierta controversia sobre la fiabilidad de este resultado –que curiosamente parece venir fundamentalmente del entorno neoliberal que muchas veces suele coincidir con los conservadores, por lo que uno siempre está con la mosca en la oreja– ese es un ejemplo de cómo la intervención del estado en la planificación familiar puede ser fundamental para la sociedad en su conjunto, por poco que eso guste por ejemplo a la jerarquía católica que todavía guardan la esperanza de ser los únicos interventores en el núcleo familiar. Addendum El título de la entrada está inspirado por esta hermosa canción de Peter Gabriel Fuente: Ecos del Futuro