La antropólogo escocesa Caroline Wilkinson ha reconstruido digitalmente el rostro del compositor alemán Johann Sebastian Bach, a petición de la Casa Museo del músico, con sede en Eisenach (centro de Alemania), y gracias a técnicas forenses y digitales.
Los resultados de su investigación, que serán presentados el lunes en Berlín, conjugan los datos obtenidos de retratos, mediciones de su cráneo y de la máscara mortuoria del músico (1685-1750).
La técnica forense ha permitido desvelar la faz del compositor como un rostro de facciones amplias y maduras, de frente despejada, incipientes entradas en su cabello y labios carnosos, según las imágenes adelantadas hoy por la prensa alemana.
Wilkinson, quien ha empleado las mismas técnicas de reconstrucción facial para descubrir los semblantes de San Nicolás y del faraón Tutankamon, reconstruyó en primer lugar el cráneo de Bach para, a través de un programa informático, añadir músculos, cartílagos, piel y pelo hasta dar con el resultado final.
Desde la Casa Museo de Bach, explicaron que ya en 1894, el médico alemán Wilhelm His y el escultor Carl Ludwig Seffner intentaron reconstruir el rostro de uno los genios más fructíferos de la música europea y maestro del barroco, en lo que fue el primer intento médico de este tipo de la historia.
«Estamos expectantes por ver cómo ha quedado finalmente el rostro», afirmó el director del museo, Jörg Hansen, quien explicó que aunque se ha seguido un proceso minucioso en la recreación de los músculos y los huesos, el color de la piel, de los ojos y del pelo del músico siguen siendo un misterio.
Explicó que en los retratos que se conservan de Bach, unas veces sus ojos aparecen azules y en otras, marrones, mientras que en el caso del cabello, se han inspirado en la moda del momento y han tomado como modelo el rostro que pintó Elias Gottlob Haussmann.
Fuente: Terra.es
Claro que si lo vemos con los ojos del siglo XXI, nos puede parecer fantasía o simplemente anecdótico, cuando no inverosímil. Los robos en los supermercados son el pan nuestro de cada día, explican un porcentaje muy alto de las pérdidas del negocio, mantienen toda una red de bandas conocidos como “Escaperos”, que se dedican a este oficio para luego revender en las tiendas de barrio y es la principal causa de amenazas y muerte para los empleados que a diario se enfrentan a combos supremamente hábiles y entrenados, con sangre fría y sin escrúpulos, con conexiones en la policía y con abogados que los defienden para salir de inmediato incluso cuando son cogidos en el acto, a seguir nuevamente delinquiendo en otro sitio, pues la rotación es la clave para desconcertar y pasar más desapercibidos.
Y este capítulo incluye también desde el tranquilo señor que consume un yogurt o una cerveza mientras hace sus compras, como el que lee una revista y recorta una página para guardar un dato, hasta el niño que destapa un paquete de golosinas o el que saca un disco compacto para ensayarlo en su reproductor portátil y no lo devuelve al salir; todo lo anterior sin pagar, por supuesto. Caso aparte es el de los cleptómanos por compulsión enfermiza, no con motivación delincuencial, pues usualmente son personas prestantes de estrato social superior, profesionales de altos ingresos que no pueden reprimir el vértigo de robar a sabiendas de ser vigilados, ya que necesitan el baño de adrenalina para vivir y llamar de alguna manera la atención. Esto se considera un trastorno de tipo siquiátrico.
Los almacenes se han inventado todo tipo de estrategias. Vigilancia abierta o encubierta. Personas que fingen cuidar el parqueadero, o estar mercando o ser mendigos. Cámaras de circuito cerrado de todo tipo, filmaciones, grupos que actúan de incógnito como autodefensa, abogados que acusan, estoperoles de seguridad pegados a los productos, alarmas y detectores a la salida, marca de las facturas. Pero hecha la ley, hecha la trampa y los rufianes se inventan una estrategia que supere el escollo y siguen coronando y surtiendo a sus reducidores.
Y los vigilantes tienen que sortear a esta peste. Los tienen referenciados en fotos, galerías enteras de toda ralea de alimañas, hombres mujeres, jóvenes y viejos, de todo tipo y condición. Y no se pueden equivocar. Si a un capturado no le encuentran mercancía en su cuerpo, le cuesta al empleado equivocado la expulsión del trabajo y se puede ganar una demanda y todo tipo de amenazas. Y si lo encuentran cargado, hasta peor, pues el pillo nunca está solo, lo intimida y hay muchos casos de homicidio por retaliaciones de este tipo, ya que el implicado a las pocas horas está nuevamente en las calles, a pesar de ser muchas veces reincidente.
Señoras que llegan con pantalón forrado estilo “chicle” y camiseta ancha hasta la mitad del muslo, inmediatamente son seguidas por los vigilantes encubiertos. Lo mismo las señoras embarazadas. Son los principales sospechosos. El modus operandi es sencillo y basado en la velocidad de sus dedos, en lo pequeño y costoso de los artículos seleccionados y en las advertencias de sus cómplices que fingiendo comprar, les hacen cortina y les sirven de “campaneros”, para avisar oportunamente cuando se presenta algún riesgo de ser sorprendidos. En fracción de segundos esconden por debajo de sus camisetas o bajo las faldas anchas, productos como tintas de computador, cuchillas de afeitar, desodorantes finos, licores importados, que usualmente son pequeños, compactos y costosos. Ceñido a sus cuerpos, llevan una especie de faja en la que esconden lo hurtado, sin hacer bultos que los delaten y sin que se les caiga. Luego salen tranquilamente como si nada. Con la aparición de las puntillas de seguridad que tienen muchos de estos productos y que hacen un ruido escandaloso al cruzar las puertas del almacén, ya los pillos se han inventado otra modalidad: tienen el aparato que supuestamente es de uso exclusivo del almacén con el que quitan los pines. ¿Cómo lo consiguieron?, no se sabe. Acaso fue que el fabricante rompió el pacto de confidencialidad y realizó varios de más para venderlo a las bandas, o un empleado infiltrado sustrajo alguno del stock de la compañía o algún genio criollo diseñó un aparato “hechizo” que imita a la perfección al original y cumple todas sus funciones. Lo cierto es que le quitan el sonido delator y el rufián se embolsilla o se encaleta en su cuerpo los productos apetecidos como en los viejos tiempos. Es tan epidémica la situación, que han tenido que implantar una cámara permanente para monitorizar estas secciones. Si hay faltantes en los inventarios, se les cobra a los encargados de la seguridad del turno en el que ocurrió el desfalco.
Cuando logran conseguirse un tiquete de la factura de pago de máquina registradora que no haya sido señalado con marcador para indicar que ya fue sacada la mercancía del almacén, se anotan otro tanto a su favor: Empiezan a llenar los carritos con exactamente los mismos productos que vienen referenciados en la tirilla, disimulan con un niño muy pequeño dentro del carrito y el cómplice, generalmente una anciana o una embarazada va metiendo con toda la cautela y sin ninguna prisa los productos dentro de la bolsa del supermercado. Al finalizar la jornada, tienen varias bolsas en el carrito, dan vueltas cerca de una caja en la que han comprado cualquier chuchería de poco valor, salen por la puerta principal y ahí sí les chequean con marcador el recibo. Si de pronto el portero es cómplice, no pone ninguna marca y la factura queda lista para ser nuevamente utilizada. Para no despertar sospechas, muchas veces se las venden a otras bandas por un precio del 10 % del valor de la compra y un nuevo grupo de payasos vuelve a mercar una o todas las veces que fuera posible, de acuerdo al compinche de la vigilancia en la portería.
Otra modalidad es la de ingresar con bolsas de marca del almacén llenas de papel o trapos o basura; al entrar el vigilante, sobornado o no, les pone el tiquete distintivo de mercancía traída de afuera, un integrante escoge en otra bolsa la mercancía seleccionada, y en una fracción de segundo cogen el tiquete con que lo sellaron a la entrada, se lo ponen a la bolsa con el hurto, le aplican un gancho, esperan tomando un refrigerio mientras ven si la cosa se complica o no y luego salen como si nada. Otros más osados o mejor conectados, tienen a su disposición de una vez las marcas que los porteros le ponen a las bolsas que entran de afuera, sin tener que pasar paquetes por delante de los vigías; una vez adentro, empacan y sellan.
Antes del código de barras obligado para todos los productos, y muchas veces a pesar de él, los escaperos le cambiaban el tiquete con el precio y el código, de un producto para otro, poniéndole a un producto caro, un menor valor. Hay quien incluso tenga una grapadora especial para aplicarlos y retirarlos sin un deterioro que levante sospechas.
En los baños y en los probadores de ropa también se aprovecha para acomodarse cualquier tipo de prendas y no es raro que las “pájaras” se pongan hasta veinte sostenes o prendas de interior, camisillas, chaquetas, todo tipo de indumentaria. Por eso el mayor deshonor para un vigilante de área, es que en su zona aparezcan vestidos raídos o zapatos viejos que denotan que en la calle, alguien está estrenando sin pagar. Para aumentar el compromiso, la administración del local, hace pagar entre el personal que estaba de turno en la jornada del robo, el valor de lo sustraído. Hay supervisores que han comprometido a sus subordinaos a que asuman la vergüenza de ponerse la ropa en jirones y maloliente o los tenis en hilachas dejadas como ingrato recuerdo, cuando han sido víctimas de un escapero más hábil que ellos.
En casos más rebuscados de sofisticación, se ha dado la situación de un muchacho que infiltró el sistema, copió los códigos de seguridad, clonó el formato del área de cambios y devoluciones. Se aparecía muy elegante a la sección de electrodomésticos con el tiquete de compra alterado, con el documento de cambio aparentemente en regla y salía con su televisor nuevo por la puerta principal con uno de los muchachos llevándole el equipo hasta el taxi. Cuando el asunto reventó por el lado de los inventarios, luego de rotar varios almacenes, se le hizo inteligencia y fue capturado. La sorpresa era que también venía defraudando a la empresa de servicios públicos con cuentas millonarias, y en el pasado lo habían relacionado con una banda que estafaba con tarjetas de crédito.
Con las tarjetas de crédito que no necesitan clave a diferencia de las de débito, también se han hecho maravillas. De acuerdo al cupo pagan todo tipo de cuentas, de servicios, de mercado, de electrodomésticos. El cajero no siempre cumple con el requisito de pedir la cédula de identidad del dueño de la tarjeta. Muchas veces cuando el malandrín consigue la tarjeta, llama a su cajero amigo infiltrado, averigua su turno y paga el producto en su caja sin ningún inconveniente. Otras veces, cuando el cupo es grande y el producto caro, justifica mandar a fabricar un documento (en la ciudad hay mucho quien lo haga), o se presenta una falsa denuncia de cédula extraviada a nombre del pobre dueño quien al mes siguiente se encontrará con la mala noticia de la cuenta a su nombre.
Para evitar registrar menos de lo realmente comprado, se les prohíbe a los cajeros que atiendan en sus turnos a sus familiares cuando están comprando, sobre todo mercado y productos comestibles abundantes que no tienen dispositivo de seguridad. Los pillos se las ingenian y en ocasiones hacen compras de incógnito fingiendo no conocerse, o dos cajeros encompinchados se cruzan los respectivos amigos o familiares y el uno le registra al del otro y viceversa. Por eso muchas veces, estos empleados son monitorizados por las cámaras en forma oculta.
Otra modalidad es la de “tirar dedo”, que consiste en señalar a las personas que retiran dinero de las sucursales bancarias o que compran productos costosos o mercados abundantes. Al salir, son perseguidos por integrantes de las bandas conocidos como “fleteros” y atracados en el camino. Hay leyendas urbanas que describen la infiltración de los supermercados por guerrilleros para detectar potenciales víctimas de extorsión y secuestro.
Otro ejecutivo del pillaje se ha hecho célebre por demandar a varias cadenas de hipermercados por perjurio, calumnia, daño moral y todo tipo de leguleyadas hábilmente orquestadas por abogados de dudosa ética. Va con la esposa y los hijos a comprar. Se esconde en el cuerpo productos caros, dejándose pillar a propósito de los vigilantes. En milésimas se descarga y al ser requerido por la policía a la salida del almacén, se descubre con sorpresa que no lleva nada, pese a la certeza de los testigos. En ese momento sus niñas lloran, la esposa se desmaya, la cuñada vocifera que no sabía que era un vulgar ladrón. Al instante, aparece de la nada un amigo suyo, abogado que pasaba por allí a comprar cualquier bisutería y se le pone al frente al caso. Ante la falta de pruebas y el histrionismo de la familia, amenazando un escándalo que convoca a los clientes que en ese momento rodean al pobre ciudadano víctima del abuso del gran capitalista despiadado, no queda más camino que conciliar. Incluso, han ido a juicio, cuando la suma ofrecida no es satisfactoria. Se invoca la constitución, el derecho al buen nombre, la honra mancillada, la pérdida de confianza con impacto emotivo y sexual, impacto laboral, daño sicológico, trauma de los niños y mil cosas más. Este personaje se ha hecho notorio, rota de ciudades y su foto es reconocida por los jefes de seguridad. Se convirtió en una leyenda. Se ha resbalado por escaleras dentro de los locales, ha recibido descargas eléctricas en las ferreterías, se ha cortado al roce de los estantes, ha sufrido dolores de pecho tipo infarto o convulsiones en almacenes que se sabe no tienen unidad médica como lo exige la ley. Siempre su amigote el abogado hace su aparición e invocando la ley infringida, y el derecho a indemnización por responsabilidad civil, han sacado una jugosa tajada. A pesar de ser tan conocidos, siguen propinando golpes certeros. Primero se acaba el helecho que los marrano, se ha dicho siempre.
Autor: Emilio Alberto Restrepo Baena
El cabello registra el lugar donde una persona ha bebido agua y el dato ya se usa para rastrear movimientos de un criminal o los de una víctima de asesinato, según un estudio divulgado hoy por la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences».
Los análisis forenses del cabello de una persona también podrían ser útiles para los antropólogos, los arqueólogos y los médicos, además de la policía, reveló el informe del estudio realizado por científicos de la Universidad de Utah.
«Uno es lo que come y bebe, y eso queda registrado en el cabello», señaló el geoquímico Thure Cerlin, que llevó a cabo la investigación junto al ecólogo Jim Ehleringer.
Según Ehleringer, el grupo ha descubierto variaciones importantes en los isótopos de hidrógeno y oxígeno en el cabello y en el agua, los cuales tienen que ver directamente con el lugar donde vive esa persona en Estados Unidos.
«La policía ya lo está utilizando (el cabello) para reconstruir la procedencia de una víctima de homicidio», señaló.
Los isótopos son formas de un elemento químico que se diferencian sólo por su peso atómico.
En el caso de los isótopos de hidrógeno y oxígeno del agua (H2O), varían según la temperatura de las nubes, la temporada de la precipitación pluvial y la cantidad de agua que se evapora del suelo y de las plantas, además de otras condiciones típicas de el lugar donde se encuentra.
Según los científicos, esto explica por qué los niveles de isótopos de oxígeno-18 e hidrógeno-2 en el agua son menores en cantidad en la costa occidental de EEUU (donde los inviernos son fríos) y son altos en la región del Golfo de México y la costa atlántica (donde la temperatura de las nubes es más alta).
El agua potable de una zona tiene un registro que se concreta en el cabello. Ese registro no se modifica con otros líquidos que se beben porque «una parte importante de las cervezas, las bebidas gaseosas y la leche tienen un origen local», manifestó Ehleringer.
En su estudio los científicos analizaron muestras de cabello de una persona que llegó a Salt Lake City procedente de Pekín. Su cabello en los últimos tres meses reveló un alto contenido de los isótopos de oxígeno 18 e hidrógeno-2, lo que reflejó su alta concentración en la capital china.
Pero más cerca de la piel, es decir en el cabello que creció desde que llegó a Utah, la concentración de esos isótopos se redujo de manera considerable en lo que se ajusta a las características del agua potable de la ciudad del estado de Utah.
Según los científicos, la policía podría usar esta técnica para investigar la coartada de un presunto criminal que afirma no haber estado en la región donde ocurrió el delito del que se le acusa.
Ehleringer manifiesta que los antropólogos y los arqueólogos también podrían usar el método para analizar muestras de cabello antiguo, que muestren los senderos de las migraciones de los nativos norteamericanos antes de la llegada del hombre blanco al continente.
Para comprender cómo el agua afecta los niveles de isótopos en el cabello, los científicos tuvieron que aprender la forma de determinar la influencia de los alimentos en ese cabello.
Como resultado, eso permitiría a los arqueólogos analizar el pelo de animales o de seres humanos que vivieron hace muchos siglos para determinar su consumo de proteínas, o si su dieta estaba más basada en mariscos o en alimentos cultivados.
El estudio de los niveles isotópicos del cabello también podría tener uso en la lucha para prevenir o anticipar los embates de la diabetes, según los expertos.
Cerlin explica que debido a que los diabéticos tienen un alto consumo de agua, la proporción de oxígeno en su cabello procedente tanto del agua como de sus alimentos debería ser diferente a la de los no diabéticos.
El cabello también podría registrar los cambios isotópicos que se producen como resultado de un agravamiento de la enfermedad, indicó Ehleringer.
Fuente: Terra
La frenología fue creada por el médico austriaco Franz Joseph Gall (1758-1828) y servía -supuestamente- para determinar la personalidad. Según la frenología, las distintas partes del cerebro controlan diversos rasgos del carácter, por lo que es posible determinar los rasgos de la personalidad basándose en la forma y tamaño de la cabeza. Si una parte de tu cabeza es más grande, tienes más acusado el rasgo correspondiente de tu personalidad.
El aparato llamado psicógrafo fue patentado en 1905 por Henry Lavery y tenía por objeto la aplicación práctica de los principios de la frenología.
La primera versión, que se componía de 1.900 piezas, no funcionó, pero Lavery, que se autodefinía como “pensador profundo”, siguió construyendo aparatos más precisos. Hacia 1929 reclutó a Frank P. White como socio capitalista y los dos crearon en 1931 la empresa Psycograph Company. El psicógrafo se convirtió en una novedad ofrecida en grandes almacenes, teatros y lobbies, en la época de la gran depresión.
El aparato consistía en 1.954 piezas montadas en un bastidor de metal, conectadas, mediante una correa movida por un motor, con el interior de una caja de madera, que contenía las definiciones de 32 rasgos psicológicos. Cada uno de estos rasgos estaba clasificado de 1 (deficiente) a 5 (muy elevado) de modo que había 160 estados posibles, pero un número casi ilimitado de combinaciones.
El sujeto se sentaba en una silla conectada con la máquina y el casco se bajaba y ajustaba. El casco tenía 32 sondas, cada una con cinco puntos de contacto en la cabeza. El operador tiraba de una palanca que activaba el motor, el aparato recibía las señales de baja tensión del casco, obtenía la puntuación e imprimía la definición apropiada para cada rasgo.
Se llegaron a fabricar treinta y tres máquinas, que fueron arrendadas a empresarios de todo el país, por 2.000 dólares más 35 dólares por mes. Se convirtieron en atracciones de feria, en teatros y grandes almacenes. Dos “emprendedores” la instalaron en una tienda en la localidad de Black Forest, durante la exposición Century of Progress de 1934 en Chicago, y lograron unos beneficios netos de 200.000 dólares.
La Psycograph Company funcionó hasta 1937. Varios años antes, la frenología ya había sido abandonada en Europa por considerarse absurda.
En la actualidad, el psicógrafo se exhibe en el Museo de Aparatos Médicos Cuestionables, curiosa institución de la que mañana seguiremos hablando.
Mientras tanto, vean esta demostración práctica del uso del psicógrafo.
Fuente: Días del futuro pasado
Bajo licencia Creative Commons
Los Mossos d’Esquadra han detenido en Barcelona a tres presuntos traficantes de drogas que pretendían mantener alejada a la policía de su casa gracias a un ‘maleficio’ consistente en colocar en el congelador trozos de papel en los que se leía ‘mossos de esquadra’ o ‘secretas de la policía’.
Fuente: EFE
¿Resulta que no era leyenda urbana? Muchos lectores recordarán aquel consejo antiguo: cuidado con las salidas nocturnas a ver si os van a echar algo en la copa… Era como cosa de las abuelas, pero de vez en cuando saltaba a la actualidad y por algún tiempo se extendía como indetallada realidad. A eso, la literatura científica le llama sumisión química y en algunos países se lo están tomando en serio como un fenómeno asociado cada vez más a abusos sexuales entre gente muy joven.
Un estudio en Canadá registró 1594 casos de asaltos sexuales entre 1993 y 2002, y 246, el 15,4% de ellos utilizaron las drogas para conseguir la sumisión de la víctima. A los abusos sexuales sería como el crimen perfecto: la muchacha (en el 95,5% de los casos en este estudio eran mujeres las agredidas) no detecta la droga, apenas recuerda nada de lo ocurrido, no puede identificar a su víctima, sus fuerzas para resistirse están muy mermadas y, ante una muñeca indolente, no habrá desgarros físicos considerables.
En un contexto de alcohol, drogas y amigos, la vergüenza y el aturdimiento rara vez se traducen en una denuncia, por tanto, la víctima calla lo que sabe y no recuerda lo importante: el agresor queda impune.
En algunos países, como en Francia o Estados Unidos han diseñado protocolos hospitalarios para detectar cuándo se ha cometido una agresión sexual usando drogas que adormecen. Si se sospecha que se está ante un caso de ésos, el centro sanitario efectúa los análisis pertinentes a la víctima, en lugar de mirarla de reojo y recomendar que la próxima vez no elija amantes mientras está borracha como una cuba.
Las drogas empleadas no son desconocidas para el gran público: éxtasis, GHB, una droga de síntesis consumida en algunos ambientes de marcha nocturna juvenil, las benzodiacepinas (los sedantes de las sociedades desarrolladas), como el Stilnox o el Zolpidem, cannabinoides, barbitúricos e incluso antihistamínicos. Pero bastaría el alcohol etílico. La dosis es lo importante.
Inodoras, insípidas, nadie diría que el café sabe raro y mucho menos que el tercer cubata es ligeramente distinto del primero. En la era Internet hacerse con estas sustancias es relativamente fácil. Esta práctica de adormecer a la víctima hasta robarle la voluntad y la consciencia no se ejerce sólo para abusar sexualmente de ella. Los fines delictivos pueden ser varios.
En España, la policía asocia estos casos a la prostitución. Recuerdan alguna denuncia hace años de clientes que, superando el sonrojo de confesar su visita al burdel, denunciaron un estado de inconsciencia del que despertaron desnudos y sin billetera.
Un estudio reciente en Estados Unidos contabilizó 1.179 casos de abusos en 26 meses y en «un alto número de ellos se registraba alcohol, cannabinoides, benzodiacepinas, anfetaminas y GHB, por ese orden», cuenta Manuel López-Rivadulla, catedrático de Toxicología en la Universidad de Santiago de Compostela.
En estos casos de Estados Unidos también un alto porcentaje de las víctimas se había drogado voluntariamente y el agresor, un conocido, aprovechó esa situación de debilidad.
¿Violación o un nebuloso inicio al sexo? ¿O ambos? A veces se trata de un rito de inicio al sexo muy cómodo para los adolescentes que no se atreven a hacerlo por las claras. «En todas las épocas, y en muchas tribus, se han asociado las drogas al inicio del sexo», dice el catedrático de Toxicología. Los estudios indican que ahora esta sustancia se está detectando en gente muy joven, menores de 20 años.
El Servicio de Toxicología Forense de la Universidad de Santiago lleva una línea de investigación sobre la sumisión química, tan desconocida aún en España. Trabajan estrechamente con algunos ginecólogos del hospital Juan Canalejo de A Coruña a través del centro de orientación familiar de esta ciudad gallega. «Pretendemos ampliarlo a todo el hospital para que se impliquen de forma institucional; que se dé a conocer esta práctica, también a la sociedad en su conjunto, es fundamental», dice Chus Anca, la psicóloga del centro de planificación.
Porque lo que no se conoce, no se denuncia y parece inexistente. Tan inexistente como permanece en la cabeza de María su agresor: un desconocido sin rostro que la sometió el pasado septiembre a la experiencia más desagradable de su vida en unas horas en las que estuvo dormida aunque despierta. Esta chica gallega de 21 años que oculta su nombre real, recuerda perfectamente con quién estaba y qué hacía antes y después de sufrir un abismo en su memoria. Su amnesia empezó un sábado de madrugada a la puerta de un disco-pub y la neblina en su cabeza se fue despejando tres horas después con la voz de un adolescente que pedía a su padre que dejara marchar a la chica que estaba desnuda en la habitación.
No recuerda mareos, ni pérdida de visión, nada, hay un corte perfecto. Ella esperaba a las amigas en la calle a eso de las tres de la madrugada y fue consciente de que un hombre estaba sobre ella alrededor de las seis y media de la mañana, en una casa en medio del monte. La policía identificó en unas pocas horas al agresor.
«Yo me resistía, pero no tenía fuerzas, y le pedía que me dejara marchar. Oí a su hijo decirle que me soltara y cuando me dejaron me vestí y salí a la calle, anduve un poco, pero el crío me dijo que me iba a perder y que su padre me llevaría a la ciudad», relata. Así fue. Las amigas, localizadas por el móvil, esperaban aquella mañana de domingo que el desconocido depositara a la chica en la civilización. Ellas pudieron verle y describir su aspecto a la policía. Pero María no le recuerda. Sabe que subió al coche de sus amigas y que contestaba a sus preguntas de una forma mecánica, repetida, como una autómata. ¿Ha intentado
hacerte algo? «Lo ha intentado y lo ha conseguido», respondió ella antes de echarse a llorar.
Cuando llegó a casa cometió el primer error, se duchó antes de meterse en la cama. «Pero nunca es tarde, la frustración y la impotencia que se sienten no deben impedir que se denuncie, hay que hacerlo, aunque tengas miedo de que no te crean». A ella no le hicieron mucho caso en las urgencias del hospital que visitó, no le gustó el trato de la ginecóloga: «Me dijo que vaya borrachera que pillé, que me acosté con un tipo y que ahora estaba arrepentida. Pero yo había bebido menos que otras veces, cuatro cervezas y un cubata que pedí y no tomé. No me hicieron una revisión física».
La reivindicación de los expertos es que en España se establezca un protocolo sanitario de actuación similar al que tienen en Francia, de tal forma que cuando una mujer llega con un cuadro parecido al de María se efectúen análisis de orina, de sangre y también de cabello, con los procedimientos adecuados. En el pelo se pueden detectar ciertas sustancias hasta tres meses después. Aunque algunas de estas drogas tienen una presencia en la sangre y en la orina muy fugaz. Por el contrario, las víctimas suelen tomarse un tiempo hasta que deciden denunciar.
El desconocido que abusó de María ha reconocido que mantuvo relaciones con ella, «pero dice que fueron
consentidas en todo momento». María reconstruye el relato gracias a las pesquisas policiales y a la instrucción judicial: «Él declaró que yo me subí al coche, que me acosté primero con un amigo suyo que nos acompañaba y que luego lo hizo él. El amigo lo niega, dice que él también estaba borracho y que no sabe nada de eso». Un cruce de declaraciones pendiente de resolverse en tribunales.
No hay muchos más casos en España para estudiar el fenómeno, ni siquiera éste pudo ser analizado a tiempo. Ya era tarde cuando la muchacha llegó a la consulta de Chus Anca. La psicóloga del centro de planificación observó que aquella amnesia que describía no era la propia de los traumas y se
puso a investigar.
Cuando el asunto llega a los tribunales no es fácil tener pruebas de algo así, pero no es imposible que el agresor resulte condenado. Incluso aunque la propia víctima haya tomado la droga voluntariamente. «Desde los romanos se define la actio libera in causa, es decir, que la víctima inicia libremente la cadena de acontecimientos que luego desemboca en algo que no se asumía al principio», explica el magistrado del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín. «La toma de la droga ha podido ser compartida, e incluso complacida, y será una situación jurídicamente delicada, pero no es imposible una condena», añade. Puede, por tanto, haber condena, o resultar, como el crimen, la violación perfecta. Quizá en la época de las abuelas bastaba el alcohol y en la era de Internet las cosas estén tomando un cariz más descarnado y peligroso.
Fuente: [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]
Enlaces relacionados:
Victimología (Licenciatura Criminologia, Universidad de Murcia)
Artículos Victimología (Licenciatura Criminologia, Universidad de Murcia)
Esta nueva técnica utiliza radiocarbono, también conocido como carbono 14, para medir la presencia de un grupo de proteínas especiales que se desarrollan al nacer y que permanecen invariables durante la vida. Esta es la única parte del cuerpo, aparte de los dientes, que permite determinar la edad de un individuo.
Fuente: 20minutos.es
Bajo licencia Creative Commons
Siemens ha presentado el primer sistema de identificación para transacciones financieras a través de la huella dactilar que dotará de «mayor seguridad» a este tipo de operaciones, según ha subrayado el director de Siemens IT Solutions and Services, hoy Enrique Torres.
El sistema utiliza una tarjeta del tamaño de una tarjeta bancaria normal pero de mayor grosor, que incorpora una pequeña pantalla LCD y una serie de sensores ópticos en su reverso. Dichos sensores interpretan una señal óptica encriptada enviada sobre la pantalla del ordenador por la entidad financiera, sin requerir ningún contacto físico. Esta información codificada contiene detalles concretos de la operación bancaria que el cliente ha solicitado realizar.
La seguridad del cliente
Para garantizar la seguridad del cliente y posibles usos fraudulentos o robos, la tarjeta solo funciona con una determinada temperatura del dedo y cuenta con el denominado panic finger, o dedo del pánico, un sistema por el que el cliente podrá operar en caso de atraco, pero que permite a la entidad reconocer esa situación, por lo que la operación no se efectúa.
El director de desarrollo corporativo de Siemens IT Solutions and Services, Gabriel Tarazona, ha destacado que el objetivo del lanzamiento es garantizar la seguridad de los clientes en sus operaciones por internet, ya que diversos estudios ponen de manifiesto que la sensación de inseguridad entre los usuarios hace que sean reacios a operar a través de la banca digital.
Pruebas piloto
Con este sistema, el cliente solo necesita adquirir la tarjeta Internet ID-Card, ya que ésta interactúa sobre la pantalla de cualquier dispositivo conectado a internet o cajero automático, sin que deba adquirir ningún otro mecanismo. De momento no se ha fijado un precio para la tarjeta porque depende de la entidad financiera que la comercialice, según Torres, que ha destacado que el sistema está aún en una fase inicial, y que muy pronto también se podrá utilizar a través de móvil y PDA.
En este sentido, también adelantó que Siemens se ha puesto en contacto con algunas entidades para desarrollar este modelo y que han mostrado un gran interés, aunque no ha especificado el nombre de ninguna «por motivos de confidencialidad». La compañía ya ha realizado pruebas pilotos en algunas entidades financieras de países como Alemania o Suiza.
Fuente: Europapress
El Centro de Investigación en Criminología de la Universidad de Castilla-La Mancha, dirigido por la catedrática de Psicología Básica de la UCLM Cristina Rechea Alberola, y a petición del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha realizado un estudio sobre conductas antisociales y delictivas de los jóvenes en España en el marco de un análisis más amplio del CGPJ sobre la jurisdicción de menores. Según el mismo, esta edad se sitúa entre los 13 y los 14 años.
El estudio dirigido por Cristina Rechea responde a una metodología criminológica –el autoinforme sobre delincuencia juvenil– testada en Estados Unidos y Europa, que permite conocer mejor los delitos cometidos por adolescentes y jóvenes, aunque no hayan sido detectados o denunciados. El informe destaca, entre otros datos, que a partir de los 13 años los jóvenes comienzan a presentar este tipo de comportamientos.
Según el trabajo que ha dirigido la profesora Rechea, un 98% de los jóvenes encuestados han cometido algún tipo de conducta antisocial o delictiva alguna vez en su vida y que un 72,4% lo ha hecho en el último año.
No obstante, una de las conductas que más alarma crea, «participar en peleas», ha tenido una prevalencia del 25% de adolescentes, alguna vez en la vida, y del 8,1% en el último año. El resto de las conductas violentas o contra la propiedad no alcanzan el nivel del 5% de jóvenes participantes. Además, la frecuencia con la que se cometen estas conductas es baja, excepto actos como: bajarse música del ordenador, que se hace casi a diario, y beber alcohol que se hace de 2 a 3 fines de semana al mes.
En cuanto a la edad de inicio, el estudio la sitúa en jóvenes entre los 13 y 14 años, coincidiendo con los cursos de 2º y 3º de la ESO, precisamente aquellos que son considerados por los educadores y expertos como los de mayor riesgo y conflictividad. Los actos antisociales más frecuentes que se realizan a esa edad temprana son: dañar algo aposta, pegar un tirón a alguien para quitarle algo, robar algo de una tienda, consumir cerveza, vino y calimocho.
Otro dato a destacar es que las conductas antisociales y delictivas aumentan con la edad y alcanza su nivel máximo en torno a los 17 años. A partir de la mayoría de edad los hábitos que aumentan son los del consumo de drogas, y el resto se mantienen e incluso descienden.
POR SEXO Y PREVALENCIA
Por lo que concierne a los sexos, el trabajo señala que las chicas tienen, en general, una conducta muy similar a la de los chicos: la prevalencia es semejante, aunque ligeramente inferior, y también lo son el tipo de conductas mayoritarias, la frecuencia con que se llevan a cabo, y la edad de inicio.
No obstante, cuando el análisis se centra en las conductas más graves el número de chicas involucradas en las mismas es siempre menor.
En cuanto a la prevalencia, estos comportamientos aumentan entre adolescentes con amigos que participan en conductas antisociales y delictivas. Otro factor que incrementa el riesgo de llevar a cabo este tipo de actuaciones es vivir en un medio urbano, destacando que el ser emigrante o hijo de padres emigrantes no incrementa el riesgo entre los adolescentes estudiados; al contrario, actúa como moderador del riesgo.
Tal y como se recoge en el estudio a modo de conclusión: «Estamos ante una mayoría de adolescentes que comentan alguna conducta antisocial y/o delictiva como parte de su desarrollo normalizado, de forma ocasional, experimental en muchos casos, y que las abandonarán con la madurez».
«A pesar de ello, existe una minoría, en torno al 5% y un 10% que tienen una alta participación en estos hábitos. Éstos han tenido conductas más graves, han participado en una variedad alta de conductas de forma más frecuente que el resto de sus coetáneos», apuntan los autores.
Dicho estudio se ha elaborado a partir de una encuesta realizada a 4.152 menores escolarizados, de los que 2.040 (49,2%) fueron chicos, y 2103 (50,7%) las chicas encuestas, todos ellos con edades comprendidas entre los 12 y 17 años, desde primero de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) hasta segundo de Bachiller y Formación Profesional, en centros públicos, privados y concertados de todo el país.
.
Fuente: Europa Press
Espantosa y aterradora resulta realidad de las niñas y muchos niños que a la fuerza o ingenuamente caen en manos guerrillas de las Farc. Las niñas se enfrentan a presiones relacionadas con su condición de mujeres, más fuertes y degradantes que en cualquier otro sitio del mundo. Muchos comandantes varones utilizan su poder para mantener vínculos sexuales con muchachas menores de edad, en el momento y en las circunstancias más deprimentes y vejatorias. Son sin derecho a reclamo sometidas a la servidumbre y esclavitud sexual para la tropa de las Farc.
Teniendo en cuenta lo descrito y otras cosas más, el gobierno de Colombia denunció penalmente a uno de los principales líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El Nuevo Herald publicó el domingo un artículo que vincula a comandantes guerrilleros con casos de abuso sexual de niñas campesinas e indígenas. La acción legal fue entablada en la Fiscalía General de la Nación contra Luis Edgar Devia Silva, alias “Raúl Reyes”. La historia, que ha causado indignación internacional contra las FARC, ha sido reproducida en todo el mundo y traducida a varios idiomas. ¿Muchos de esos medios de comunicación preguntaron si eso es lo que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llama “proyecto político”?
“Raúl Reyes” ha ordenado desde hace muchos años, periódicamente, secuestrar los menores en los barrios pobres y pueblos alejados para de esa forma tener a su disposición un determinado número de menores para satisfacer sus repugnantes, punibles y vergonzosas apetencias sexuales. “Llevarse un niño de 6 años, llevarse un niño de 8 años o llevarse un niño de 12 años a combatir, es un crimen de guerra y por tal debería ser juzgado por la Corte Penal Internacional”. ¿Qué debe pasar cuando ocurre secuestro, violación carnal y esclavizar una niña o niño para estar disponibles a los comandantes de las Farc para su aberraciones sexuales?”.
Las niñas liberadas de la ignominia y bellaquería de las Farc dijeron “haber sufrido abuso sexual entre los 4 y los 10 años de edad… expresaron haber sido iniciadas en las relaciones sexuales por abuso sexual…” Otras publicaciones entrevistaron sicólogos quienes señalaron que “una niña o un niño a esa edad no tiene capacidad para decidir sobre su sexualidad. Después de sufrir tales humillaciones a su dignidad y a su inocencia, los niños que sobreviven a este horror nunca podrán desarrollarse e interactuar como hombres y mujeres normales”.
La idea es que esta investigación quede como evidencia judicial, para que tribunales nacionales o internacionales la tengan en cuenta para comprobar la existencia de crímenes de lesa humanidad. Que la humanidad entera sepa la clase de monstruos repugnantes y salvajes integran las Farc. Raúl Reyes, no es un “revolucionario” es una sádico sexual peligroso. ¡Creer que, Hugo Chávez, sabe lo que ocurre, pero insiste en defender a las Farc!
Fuente: Realidades colombianas
Las visitas a administradores de otras compañías; las idas y venidas con el coche de la empresa; y, también, el cubo de la basura. Estos son algunos de los espacios privados que, durante cinco meses, mantuvieron ocupado a un detective al que una compañía ordenó el seguimiento de un empleado. Pero su labor sirvió para poco; el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) acaba de señalar en un fallo que esta actuación es ?excesiva? y ?vulnera los derechos del trabajador?.
Los límites de actuación de los espías tienen un largo recorrido en la doctrina española. La importancia del fallo (del 5 de febrero) radica en que “el Tribunal aporta una gran claridad expositiva” al detallar los límites de los inspectores, explica Jesús Domingo, experto laboralista socio de Ernst &Young Abogados.
La sentencia recuerda que la actuación de los detectives privados debe estar marcada por el triple principio marcado por el Tribunal Constitucional de “proporcionalidad, idoneidad y necesidad”, una máxima que ahora el TSJM traslada al ámbito empresarial.
Según Domingo, la proporcionalidad se entiende aquí en que “el seguimiento al trabajador debe durar tan sólo hasta que se tenga un conocimiento cabal, pleno y suficiente de los hechos imputados”. Respecto a este punto, la sentencia revela que el espionaje no se interrumpió tras conocerse el supuesto delito de violación de confidencialidad. Además, para desvelar ese comportamiento “el uso de los detectives debe ser un medio idóneo, de forma que si existen otros menos invasivos de la intimidad de los trabajadores, deberían respetarse primero”. Precisamente, es en este punto donde el Tribunal Superior madrileño carga contra la demandante.
Argumenta que la compañía disponía de “otros medios eficaces para controlar [al empleado], como exigirle los reportes de actividad con mayor insistencia” o “llamándole al orden”, en los casos de faltas injustificadas. Al margen de estas cautelas, la sentencia subraya que la prueba testifical del espía “es un medio todavía más perverso que los aparatos de escucha o dispositivos ópticos, porque carece de objetividad y no es imparcial”, al actuar “por órdenes del cliente”.
Es decir, “como verdaderos ojos y oídos del empresario”, que se lanza a husmear lo que hace un trabajador las 24 horas. Y he aquí el segundo argumento de reproche. El fallo dice que “la actividad fuera del centro de trabajo, pertenece a la esfera de la vida privada del trabajador, aun cuando se desarrolle en espacios públicos”.
Fuente: Expansion.com
1. Murcia hoy dota de razón al anuncio de los Situacionistas en el París de 1961: el urbanismo contemporáneo debe someterse a la lupa del criminólogo y del penalista. Lo que estamos conociendo de muchos municipios murcianos desmiente el supuesto “carácter aislado” de tal o cual caso de corrupción, como argumentan defensivamente desde el Gobierno Regional de Ramón Luis Valcarcel. No son hechos aislados, pues no son únicamente individuos los materiales que componen la corrupción urbanística. El enfoque individualista debe dar paso a una sociología de la corrupción urbanística, como nos proponía recientemente el Foro Ciudadano en un debate sobre la cuestión, en la cual tal fenómeno quede definido como una acción socialmente estructurada e institucionalmente construida.
2. En los casos de corrupción que conocemos, una apreciación salta inmediatamente a la vista. Hay en todos ellos una precisa división social del trabajo en la cual una variopinta gama de agentes con funciones socialmente definidas ha requerido movilizarse para el ejercicio de la corruptela: alcaldes y concejales recalificadores; promotores y propietarios; periodistas locales que silencian, entidades financieros prestamistas o “limpiadoras”, notarios y registradores de la propiedad, arquitectos municipales, jefes de la policía local, etc. Es decir, auténticas tramas, o mejor dicho redes con papeles y funciones bien delimitadas, y que cruzan de arriba abajo el espacio social.
3. Redes que tienen una historia, y además una larga historia en el tiempo. En esas redes duraderas los individuos se suceden, pero las posiciones y las funciones permanecen. Los individuos son contingentes, pero la división social del trabajo es necesaria. Es interesante reconstruir la historia de vida de estas redes: ¿cómo y dónde empezó todo? ¿cómo se constituyó? ¿cuál es la trayectoria familiar y profesional de cada uno de los implicados? El caso Fabra en Castellón es emblemático: se trata de una auténtica dinastía familiar que lleva sucediéndose en la Diputación de Castellón desde que Victorino Fabra Gil fallecía en 1907 siendo presidente. Su actual sucesor en la familia, el actual presidente de la Diputación, Carlos Fabra ha multiplicado su patrimonio personal desde que accedió al poder en 1995, así como sus acciones en bolsa. La agencia tributaria ha detectado 600.000 euros no justificados por Fabra. 26 asesores nombrados a dedo (y 700.000 euros destinados a pagarles en sueldos), gastos en 2003 de 165.00 euros en comidas y 26.000 en entradas para los toros.
4. Comidas y entradas para los toros: normalmente los miembros de la red de corrupción tiene una intensa vida social. Es así como se forman las clientelas y simpatías sociales. Estos días leemos las divulgadas mediáticamente conversaciones telefónicas relacionadas con las alcaldías de Fuente Álamo y Torre Pacheco. Muy relevantes de lo que es la Murcia de hoy la reacción del candidato número dos de la lista del PP al Congreso por Murcia, Vicente Martínez-Pujalte: “los vecinos de Torre Pacheco y Fuente Álamo volverán a votar al PP” (La Opinión, 5/II/2008). Impresiona esta certeza. Pero sabemos que en toda red corrupta hay un mecanismo de usurpación del poder público, poniendo el capital político al servicio del interés privado; y un mecanismo de redistribución social del beneficio, el cual suele amortizarse con el respaldo del voto de los electores.
5. Álvarez Junco denominó a la corrupción “la política en la penumbra”. Cuando se crean y arraigan espacios de opacidad dentro del sistema democrático, la democracia se torna inviable. La dinámica de SICILIANIZACIÓN de Murcia nos lleva por derroteros de perversión de la democracia, impidiendo cualquier proyecto de región social y ambientalmente sostenible.
6. Me parece que para entender la sociología de la corrupción urbanística hoy es interesante establecer un paralelismo con el fenómeno del caciquismo decimonónico de la Restauración: “Cacique es la persona que ejerce el poder político en una localidad, estando vinculado formalmente, a través de un partido político, a un oligarca, informalmente a la autoridad, y que tiene a las personas o grupos sobre los que ejerce el poder en situación de clientela” (Juan del Pino Artacho, 1972). Sustitúyase en este párrafo el término “cacique” por el de “corrupto”, y tendremos una perfecta definición sociológica de la corrupción entendida como, en primer lugar, una estructura o estrategia de poder de apropiación de capital político. En segundo lugar, una estructura o estrategia de poder político conectada con las relaciones oligárquicas de propiedad del suelo. En tercer lugar, un sistema de utilización del poder político por parte de los que usurpan oligárquicamente la propiedad de la tierra. Y finalmente, un sistema que enraíza en la comunidad local a través de estructuras clientelares.
.Andrés Pedreño, profesor de Sociología de la Universidad de Murcia.
Miembro del Foro Ciudadano de la Región de Murcia
Frente a la idea de que los inmigrantes colapsan la sanidad pública, bastan las cifras. Según Sanidad, el uso que hacen de ella es un 15% menor que el de los españoles.
La Sociedad Española de Medicina Comunitaria (semFYC) confirma que los inmigrantes van al médico la mitad que los españoles: suponen un 10% de la población, pero sólo un 5% de los pacientes. Tampoco colapsan las urgencias. «Hay extranjeros sin tarjeta sanitaria que sólo pueden ir a urgencias. Aun así, sólo representan un 5% de este servicio», explica José Luis Casado, de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias. Estos datos concuerdan con los de la Seguridad Social, que apunta que generan un 4,6% del gasto sanitario.Además, los inmigrantes que llegan son jóvenes y sanos, ya que han superado viajes peligrosos.
No se adaptan a nuestras costumbre
«¿Qué es y qué no es costumbre?», se pregunta el sociólogo del CSIC, experto en inmigración, Vicente Rodríguez. Vecinos escandalosos o sucios los hay, españoles o no. Y añade que es normal el choque inicial con los inmigrantes, porque éstos ya son un número elevado. «No se van a adaptar al día siguiente de llegar», añade.
A su juicio, también hay españoles con usos molestos, como quitarse los cascos del móvil para que la música que escuchan atruene todo el vagón del metro. «¿Lo hacen porque son inmigrantes? ¿O porque son jóvenes?», insiste. Siete de cada 10 españoles e inmigrantes opinan que «la vida cultural se enriquece con las personas de otros países», según el Centro de Estudios de la Comunidad de Madrid. El 72% de los inmigrantes tiene amigos españoles, y la mitad de los españoles trata con extranjeros.
Vienen a cometer delitos
La población extranjera incide de forma directa en el aumento de la delincuencia. ¿Verdad o mentira? Los datos desmontan el bulo. Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad, lo expone con un ejemplo: «En 2002, con la mitad de inmigrantes, la tasa de criminalidad era 1,5 puntos superior a la de 2006. Por lo tanto, no hay correlación entre inmigración y delincuencia, por mucho que algunos irresponsables se empeñen en establecer esa conexión». Los expertos comparten esta teoría. José Luis Díez Ripollés, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Málaga, sostiene que «no puede afirmarse que la presencia de población inmigrante sea determinante a la hora de explicar los niveles delincuenciales». La Policía confirma que el 63,5% de las bandas criminales son mixtas (integradas por españoles y extranjeros).
Nos quitan el trabajo y no tienen formación
«¿Cómo pueden decir que nos quitan el trabajo si hay dos millones de inmigrantes trabajando y nunca en los últimos 30 años ha habido tan pocos parados españoles como ahora?», se indigna el sociólogo Lorenzo Cachón. Según un estudio de La Caixa, no nos roban el trabajo, sino que crean más: hasta junio del año pasado, 241.000 inmigrantes crearon una empresa.
Cachón añade que los inmigrantes ocupan empleos que los españoles no aceptan. ¿Será por eso que, como aseguró el jueves Arias Cañete, los camareros ya no saben poner cafés? El bulo cae y desmonta otro mito: el nivel de cualificación de los inmigrantes es superior al del puesto de trabajo que ocupan, explica Cachón. Además, excepto los africanos, en general vienen igual o mejor preparados que los españoles. «El PP sabe que decir esto da votos», concluye.
Hay que luchar contra la ablación
La ablación en España es un delito que se castiga con hasta 12 años de cárcel. Mariano Rajoy parece no tenerlo muy claro, ya que asegura que su contrato para «integrar a los inmigrantes» y ganar votos servirá para acabar con la mutilación genital femenina, que afecta a 130 millones de mujeres en todo el mundo.* El candidato del PP se reunió ayer con la presidenta de la Red Europea de Lucha contra la Mutilación Sexual, a quien no trasladó nada nuevo.
Asociaciones, ONG, partidos políticos y la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) llevan años luchando contra esta práctica, que en España no sólo se castiga con dureza, sino que incluso se prohíbe la salida del país ante la sospecha de que una niña viaje para someterse a una ablación. En Catalunya, una ley incluso autoriza a perseguir casos en el extranjero.
Bajan el nivel de la Educación
«Es una falacia rotundamente falsa», afirma la presidenta de la Confederación Española de Padres de Alumnos (CEAPA), Lola Abelló. En su opinión, lo que ocurre es que deberían gestionarse mejor los recursos de las escuelas, como crear clases de refuerzo para quien lo necesite. El colegio San Cristóbal de Madrid, cuyo alumnado es un 60% inmigrante, obtuvo la quinta mejor nota de toda la Comunidad en el examen que realiza la Consejería de Educación a los alumnos de sexto de Primaria.
La presidenta de la CEAPA también puntualiza que tampoco es verdad que los extranjeros quiten las becas a los nacionales: «Las ayudas se dan a las personas que más lo necesitan y en este caso se trata de los extranjeros que vienen con menos recursos». En su opinión lo que haría faltas es un mayor número de becas.
Tienen costumbres como la poligamia
Mariano Rajoy no supo o no pudo poner otro ejemplo de las costumbres que deben respetar los inmigrantes que la poligamia. Sus palabras exactas fuero: «Hay que defender los derechos humanos, y eso pasa por evitar la poligamia». Pero resulta que la Constitución española no contempla la poligamia, que sí está permitida en algunos países árabes, ya que así lo avala el Corán. El matrimonio español está regulado por el Código Civil, que tiene la monogamia como nota definitoria. En Marruecos, el Código de Familia establece que el marido pueda casarse por segunda vez si tiene permiso de la primera mujer. Estos enlaces no llegaron al 3% en 2003. En Túnez está penada como delito. En el judaísmo la poligamia también está permitida. Sin embargo, en el estado de Israel se prohibió en 1959.
Tienen muchos hijos y copan las ayudas
Una aportación de los inmigrantes ha sido evitar que el país siga estancado demográficamente, ya que la mayoría son jóvenes en edad reproductiva. Eso no significa que tengan muchos hijos, ya que han adoptado el modelo familiar español. Hemos pasado de tener la tasa más baja de natalidad del mundo en 1999, con un 1,07, a un 1,37, según el padrón municipal de 2007. El 17,6% de los nacimientos producidos en España en 2005 fue de padre y/o madre extranjera.
Tampoco es cierto que copen las ayudas sociales. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, donde vive casi la cuarta parte de los inmigrantes que residen en España, los extranjeros que perciben la renta mínima de inserción (la prestación dirigida a los que tienen menos recursos) no llegan al 10%, según datos del sindicato CCOO.
Las musulmanas no van al ginecólogo
El tópico reza que las musulmanas van al médico con sus maridos, que ni las dejan hablar ni que las exploren. Por supuesto, no van al ginecólogo. Coger la parte por el todo es contraproducente, y en este caso aún más. El presidente de la Sociedad Española de Atención Primaria (Semergen), Julio Zarco, explica que estas conductas existen, pero que desaparecen en cuanto los inmigrantes se integran. En las antípodas de esta conducta están las latinoamericanas, que, acostumbradas a controles ginecológicos en sus países, acuden a menudo al médico de cabecera para pedir pruebas o anticonceptivos. Tampoco les supone un problema, en el caso de las cubanas, solicitar una interrupción del embarazo si lo necesitan.El nivel de información de las inmigrantes de la Europa del Este es muy similar al de las españolas, insiste Zarco.
Se dedican a la prostitución
No es cierto que la mayoría de las inmigrantes se dedique a la prostitución, según explica Cristina Garaizábal, presidenta del colectivo Hetaira de defensa de los derechos de las prostitutas. «Sí es cierto que desde hace unos años la mayoría de las chicas que ejerce la prostitución en la calle es extranjera, pero por la sencilla razón de que es el trabajo más duro, que las españolas ya no quieren hacer», explica. No quiere decir, puntualiza Garaizábal, que las nacionales hayan dejado de ser meretrices, «ahora ejercen la prostitución en los locales». Respecto a la afirmación de que cada vez son más los inmigrantes que acuden a las prostitutas, la presidenta de Hetaira asegura que es rotundamente falso: «No hay estadísticas, pero la mayoría de los clientes de las chicas son españoles, y muchos de ellos son fijos».
Fuente: Publico.es
Bajo licencia Creative Commons