El Centro de Investigación en Criminología de la Universidad de Castilla-La Mancha, dirigido por la catedrática de Psicología Básica de la UCLM Cristina Rechea Alberola, y a petición del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha realizado un estudio sobre conductas antisociales y delictivas de los jóvenes en España en el marco de un análisis más amplio del CGPJ sobre la jurisdicción de menores. Según el mismo, esta edad se sitúa entre los 13 y los 14 años.
El estudio dirigido por Cristina Rechea responde a una metodología criminológica –el autoinforme sobre delincuencia juvenil– testada en Estados Unidos y Europa, que permite conocer mejor los delitos cometidos por adolescentes y jóvenes, aunque no hayan sido detectados o denunciados. El informe destaca, entre otros datos, que a partir de los 13 años los jóvenes comienzan a presentar este tipo de comportamientos.
Según el trabajo que ha dirigido la profesora Rechea, un 98% de los jóvenes encuestados han cometido algún tipo de conducta antisocial o delictiva alguna vez en su vida y que un 72,4% lo ha hecho en el último año.
No obstante, una de las conductas que más alarma crea, «participar en peleas», ha tenido una prevalencia del 25% de adolescentes, alguna vez en la vida, y del 8,1% en el último año. El resto de las conductas violentas o contra la propiedad no alcanzan el nivel del 5% de jóvenes participantes. Además, la frecuencia con la que se cometen estas conductas es baja, excepto actos como: bajarse música del ordenador, que se hace casi a diario, y beber alcohol que se hace de 2 a 3 fines de semana al mes.
En cuanto a la edad de inicio, el estudio la sitúa en jóvenes entre los 13 y 14 años, coincidiendo con los cursos de 2º y 3º de la ESO, precisamente aquellos que son considerados por los educadores y expertos como los de mayor riesgo y conflictividad. Los actos antisociales más frecuentes que se realizan a esa edad temprana son: dañar algo aposta, pegar un tirón a alguien para quitarle algo, robar algo de una tienda, consumir cerveza, vino y calimocho.
Otro dato a destacar es que las conductas antisociales y delictivas aumentan con la edad y alcanza su nivel máximo en torno a los 17 años. A partir de la mayoría de edad los hábitos que aumentan son los del consumo de drogas, y el resto se mantienen e incluso descienden.
POR SEXO Y PREVALENCIA
Por lo que concierne a los sexos, el trabajo señala que las chicas tienen, en general, una conducta muy similar a la de los chicos: la prevalencia es semejante, aunque ligeramente inferior, y también lo son el tipo de conductas mayoritarias, la frecuencia con que se llevan a cabo, y la edad de inicio.
No obstante, cuando el análisis se centra en las conductas más graves el número de chicas involucradas en las mismas es siempre menor.
En cuanto a la prevalencia, estos comportamientos aumentan entre adolescentes con amigos que participan en conductas antisociales y delictivas. Otro factor que incrementa el riesgo de llevar a cabo este tipo de actuaciones es vivir en un medio urbano, destacando que el ser emigrante o hijo de padres emigrantes no incrementa el riesgo entre los adolescentes estudiados; al contrario, actúa como moderador del riesgo.
Tal y como se recoge en el estudio a modo de conclusión: «Estamos ante una mayoría de adolescentes que comentan alguna conducta antisocial y/o delictiva como parte de su desarrollo normalizado, de forma ocasional, experimental en muchos casos, y que las abandonarán con la madurez».
«A pesar de ello, existe una minoría, en torno al 5% y un 10% que tienen una alta participación en estos hábitos. Éstos han tenido conductas más graves, han participado en una variedad alta de conductas de forma más frecuente que el resto de sus coetáneos», apuntan los autores.
Dicho estudio se ha elaborado a partir de una encuesta realizada a 4.152 menores escolarizados, de los que 2.040 (49,2%) fueron chicos, y 2103 (50,7%) las chicas encuestas, todos ellos con edades comprendidas entre los 12 y 17 años, desde primero de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) hasta segundo de Bachiller y Formación Profesional, en centros públicos, privados y concertados de todo el país.
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Fuente: Europa Press