La Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia, ubicada en Verín, desarrollará un proyecto de investigación con el departamento de Minas de la Universidad de Vigo y la Universidad del País Vasco para aplicar técnicas de fotogrametría y láser escáner que permitan registrar la escena del crimen en tres dimensiones y, por tanto, reconstruirla y reproducirla a través de ordenador. Para esta iniciativa, presentaron un proyecto al programa ‘Incite’ de la Consellería de Innovacion e Industria y, una vez aprobado, dispondrán de 120.000 euros para investigar en este campo durante tres años.
Para determinar si estas técnicas son útiles, ya se han realizado dos simulacros previos financiados por la Diputación provincial (con 3.000 euros) sobre un homicidio de violencia de género y de un esqueleto antiguo.
‘Los resultados han sido muy interesantes. En la práctica esto se puede traducir en una sustancial mejora del trabajo forense pues se pueden obtener herramientas métricas más exactas y precisas como, por ejemplo, calcular la distancia que hay que hay entre una mancha de sangre y un casquillo de bala, la posición de las víctimas etcétera’, explica el responsable de la Unidad de Antropología, el forense de Verín Fernando Serrulla Rech.
Además, servirá para reproducir la escena del crimen en un juicio oral para poner a la vista de todas las partes del proceso penal (acusacion y defensa) todos los elementos de prueba sobre circunstancias de la muerte de las víctimas. La reproducción de las tres dimensiones tambien resultará interesante para el ámbito de la arqueología pues ‘podría aportar una importante mejora en los sistemas de registro de la excavaciones, evitando la realización de planos y esquemas gráficos (planimetría)’, expone Serrulla.
Uso de técnicas para averiguar cuándo se produjo una lesión
La Diputacion provincial subvencionó otro estudio a la Unidad de Antropología Forense que desarrolló con la empresa del Parque Tecnológico de Ourense Trabeculae utilizando la técnica de microtomografía computerizada, que ayuda a precisar si una lesión es producida antes o después de la muerte. Fernando Serrulla Rech dice que ‘hemos aplicado la micotomografía a un fragmento de hueso (en una bóveda craneal de hace 10 años de un homicidio) en el que había un orificio de proyectil por arma de fuego. Pretendíamos conocer si por el patrón de ruptura de los huesos se puede deducir que la persona estaba viva cuando le dieron el disparo o no’. Y añade que ‘no tenemos por el momento resultados, pero los primeros datos nos orientan a pensar que esta tecnología será muy útil para saber si una lesión en un hueso se produjo en vida o de forma posmortal’.
Esta técnica ya se había sido aplicada un esqueleto antiguo de las Islas Cíes (que le valió al forense de Verín un premio a nivel nacional) durante un estudio que concluyó que ‘podíamos suponer o hipotetizar que una herida que presentaba en la costilla, posiblemente por arma blanca, fue la causa de la muerte’.
Fuente: La Región