Investigadores del Instituto de Medicina Legal de Sevilla revelan este dato, que consideran extrapolable a Europa, en el “European Heart Journal”
Más del 3% de las muertes súbitas en el sudoeste español están asociadas con el uso de la cocaína, según un estudio del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que se publica en el “European Heart Journal”. Los autores creen que sus descubrimientos pueden extrapolarse al resto de Europa, lo que indica que el uso de la droga se está convirtiendo en un creciente problema de salud pública en Europa y que no existe el uso recreacional “seguro” con pequeñas cantidades.
Los investigadores estudiaron las circunstancias que rodeaban una serie consecutiva de muertes repentinas entre 2003 y 2006. Durante las pruebas post mortem los científicos analizaron la sangre y orina en busca de sustancias tóxicas y estudiaron los órganos, centrándose en el sistema cardiovascular y el análisis toxicológico. También se recopiló información sobre el abuso de sustancias antes de la muerte, las circunstancias de ésta y las investigaciones en el lugar del deceso.
De las 668 muertes súbitas que se produjeron durante el periodo de estudio, un 3,1% estaban asociadas a la cocaína y se produjeron en varones de entre 21 y 45 años. La mayoría de estas muertes asociadas a la droga se debieron a problemas cardíacos y sus sistemas asociados.
….
….
….
Los autores señalan que cualquier cantidad de droga puede considerarse tóxica, dado que algunos pacientes se muestran más o menos tolerantes. Los resultados también muestran que el 81% de los hombres que murieron después del consumo de cocaína también fumaban y el 76% habían bebido alcohol.
El etanol de las bebidas alcohólicas aumenta el “subidón” que proporciona la cocaína, mientras que minimiza el posterior “bajón”. Sin embargo, tanto alcohol como tabaco se asocian a la enfermedad cardíaca. En este sentido, Lucena señala que “la combinación de cocaína con estos hábitos se puede considerar un cóctel letal que promueve el desarrollo de enfermedad cardíaca prematura”.
Noticia completa en: herenciageneticayenfermedad
________________________
Enlaces relacionados:
La puesta en libertad de 17 militares implicados en ejecuciones extrajudiciales, a la que se esperaba que siguiera ayer la de otros 20, debido a que sus crímenes han prescrito gracias a las numerosas maniobras dilatorias en los procesos ha causado conmoción en Colombia.
La liberación de los sospechosos, cuyos abogados defensores son aportados por el propio Ministerio de Defensa, es vista como una muestra de impunidad para crímenes de lesa humanidad cometidos contra miles de personas inocentes que fueron asesinadas por militares y presentadas luego como «guerrilleros muertos en combate». Son los llamados «falsos positivos». Hay más de 1.200 casos y unos 400 militares involucrados.
En los chiringuitos de Soacha, un municipio pobre próximo a Bogotá, varios desconocidos, civiles o militares camuflados, fueron embaucando a lo largo de 2008 a jóvenes desempleados unos 30 casos se han investigado hasta ahora, ofreciéndoles empleos con ingresos fijos en lejanas haciendas. El transporte estaba incluido. Uno a uno fueron apareciendo muertos en regiones lejanas, como Norte de Santander, a veces con una pistola en la mano, en ocasiones vistiendo uniformes de la guerrilla.
Ante la falta de noticias de sus hijos, algunas madres iniciaron indagaciones, con la ayuda de defensores de Derechos Humanos. Se establecieron coincidencias entre algunos supuestos muertos en combate y enterrados como NN (No Nominados, es decir, sin identificar) y la identidad de jóvenes que salieron de su pueblo para un día aparecer muertos como supuestos guerrilleros abatidos muy lejos de su casa, en «heroicas acciones» del Batallón Santander o de la Brigada Móvil 15.
La Inspección del Ejército y los organismos oficiales de Derechos Humanos empezaron a sospechar. La confesión de algunos militares de bajo rango destapó la trama: altos jefes de unidades militares, necesitados de «resultados en el nivel estratégico» (enemigos muertos), y aconsejados por los servicios de inteligencia, decidieron importar jóvenes desde los municipios del cinturón de miseria de la capital bogotana.
«El objetivo era dar muerte a hombres que cometieron el error de creer en un trabajo que no era otro que ser víctima dentro de un supuesto combate», afirman las conclusiones del fiscal del caso Soacha.
Luego llegaban las recompensas, los ascensos y las felicitaciones, como la que recibió el Batallón Santander en Enero de 2008 por la Operación Soberanía, hoy reducida a un proceso ignominioso por el asesinato de 11 jóvenes inermes.
A las unidades militares de Colombia se las ha venido calificando y ascendiendo en los últimos años según los muertos en combate. El cómputo de cuerpos para medir resultados se ha revelado como una práctica habitual en este desdichado país. A cualquier precio.
Fuente: Público.es
Bajo licencia Creative Commons
_______________
Enlaces relacionados:
En la página web Enchufado2, recopilan unos enlaces viejunos muy interesantes que hablan sobre «feminazismo» —ya sabéis, ese feminismo de mentira que enarbolan aquellos (y aquellas) que pretenden que cometamos aberraciones tales como «ciudadano y ciudadana», incomodidades innecesarias como «ser humano» o «personal investigador», y que quieren obligarnos a que nos gusten los pollos y las pollas— que me apetece dejar por aquí, para vuestro regocijo y para tenerlos a mano.
El primero de los artículos es del 21 de agosto de 2005 y está firmado por la afilada pluma de Arturo Pérez-Reverté. En él, critica el calado cada vez mayor que va teniendo este talibanismo lingüístico en textos legales —ya de por sí incomprensibles—. Y por cierto, el título, Las miembras y los miembros, se revela como un vaticinio de un suceso reciente.
El segundo artículo, [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE], es de Javier Marías, del 13 de julio de 2008. Es inmediatamente posterior al famoso «miembros y miembras» de la Ministra de Igualdad (la misma que saluda en su blog con un más que vomitivo «bienvenid@»; si es que… las ministras y diputadas son cargas públicas), y sobre ello habla. Plasmo aquí un pedazo esclarecedor:
[…] decir “miembra” me parecía tan estúpido como si los varones empezáramos a decir ahora –y aún más grave, a exigir que se diga– “víctimo” cuando se hable de uno de nosotros, o “colego”, o “persono” o “pelmo”. Esto es, hay vocablos que son invariables y cuya terminación en a o en o no indica género. Si yo escribo que Carrero Blanco fue víctima de ETA, he de seguir empleando el femenino –por ejemplo en la frase “y ha sido la de mayor rango de todas ellas”–, por mucho que las exageradas cejas de aquel Almirante no admitieran dudas sobre su sexo. Lo mismo que si afirmo que John Wayne era una persona afable, debo añadir “y querida por cuantos la conocieron”, por mucho que Wayne se erigiera en uno de los símbolos de la virilidad (pese a llamarse Marion, por cierto, en la vida real). ¿Tan difícil de entender es esto, Santa Virgen?
[…]
El tercer y último (y magnífico) artículo es de agosto de 2009. Resulta que, este año pasado, la Universidad de Zaragoza impulsó (y el Gobierno de Aragón subvencionó) una bochornosa iniciativa titulada Nombrar en femenino es posible: ¡Inténtalo! (no os perdáis la tabla de recomendaciones), todo ello a través de una cosa que tienen llamada Observatorio de Igualdad de Género (risa floja aquí). Sobre este tema escribe Pérez-?Reverte en Tontos (y tontas) de pata negra. He aquí el comienzo:
Uno comprende que tiene que haber tontos, como tiene que haber de todo. Me refiero al tonto social, o sea. Al que normalmente llamamos tonto del haba. Al imbécil de andar por casa. De diario. Son criaturas de Dios, como dijo San Francisco del hermano lobo, si es que lo dijo, y tampoco es cosa de pasarlos por el lanzallamas. O de pasarlos sin más. Tienen tanto derecho a existir como cualquiera. Incluso un tonto evidente, lustroso, bien cebado, de esos que da gloria verlos, tipo cuñado Mariano, hace su papelito en determinados lugares. Decora el paisaje. Sobre todo si, como ocurre a menudo, no tiene conciencia de lo tonto que es. O de lo que puede ser si se lo propone, en plan película de superación deportiva americana, con el entrenamiento y el esfuerzo adecuado.
Y es que un tonto en condiciones, situado en el lugar idóneo, el trabajo, la vida cultural, la política, completa la vasta y asombrosa obra de la Naturaleza. La armonía del Universo. Enriquece la vida, para que me entiendan. Sirve como referencia. Como tontómetro del entorno y como brújula para los demás. Por eso siempre he sido partidario de tener un tonto a mano. No demasiado cerca, ojo. Un tonto es como las escopetas: lo carga el diablo. Pero tenidos a distancia y bajo control razonable, se aprende mucho observándolos. […]
Fuente: Enchufado2
Bajo licencia Creative Commons