Las nuevas técnicas de investigación de asesinatos por el FBI se encuentran en tela de juicio a raíz del último caso. El asesino en serie conocido como ‘Grim Sleeper’, Lonnie David Franklin, fue detenido a través de una partida de ADN encontrada en la escena del crimen, posteriormente cotejadas con las de su hijo de Franklin, encarcelado y cuyas muestras se encontraban en la base de datos.
La revista Wired recoge las críticas en Estados Unidos hacia este tipo de investigación poco «correcta», ya que el método permite a las autoridades, para aumentar el alcance de la base de datos, cubrir a millones de personas inocentes que nunca antes habían sido detenidas y menos sospechosas de algún crimen. A través de la búsqueda de ADN por familiares, cualquiera puede ser potencialmente un blanco de una investigación, simplemente por compartir el ADN de algún familiar que ha estado en prisión. Los teóricos también muestran su escepticismo hacia una técnica demasiado nueva, sin reglamentos ni regulación sobre cuándo y cómo se puede utilizar.
La base de datos de ADN que tiene el FBI, llamada CODIS, contiene la huella genética de millones de personas. La base de datos contenía inicialmente sólo perfiles de ADN de personas condenadas por delitos violentos, pero se ha ampliado recientemente para incluir a todas las personas detenidas bajo sospecha de haber cometido algún delito grave. Esta base de datos permite a la policía comparar las muestras de la escena del crimen con el ADN de los perfiles genéticos de personas que han sido previamente arrestadas.
El problema ha comenzado al permitir a las autoridades llevar a cabo de manera ‘parcial’ y ‘familiar’ la búsqueda en la base de datos para ampliar el alcance. Cuando se inicia una nueva búsqueda intencional familiar de la evidencia en una escena del crimen y encuentran una coincidencia de ADN incompleta en la base de datos, el titular de la muestra de ADN en la base de datos no puede haber cometido el crimen, pero es posible que un pariente sí sea el delincuente real. Es en ese momento cuando haciendo pruebas de ADN de los familiares, la policía puede descubrir al sospechoso.
Fuente: Blog de Miguel Jorge
_______________________
Enlaces de interés:
– La web Maco048. Noticias criminología: DNA
La iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani, madre de dos hijos y encarcelada en el 2005, fue condenada a recibir 99 latigazos por mantener relaciones sexuales ilegales. Peor aún, con posterioridad fue declarada culpable de una «relación extramatrimonial« y condenada a morir por lapidación. [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE].
Esta y otras barbaridades son habituales en Irán, uno de los países donde mejor queda reflejada la única utilidad pública de las religiones: idiotizar y dominar.
ENLACE a la campaña de AMNISTÍA INTERNACIONAL.
Licencia ColorIuris
____________________
Enlaces de interés:
– Religiones una visión crítica y escéptica
– La vida corta y la muerte cruel de Atefeh Rajabi