La enorme explosión cerca de Waco, Texas (EE.UU.) , que destruyó edificios en manzanas a la redonda y que se podía oír a decenas de kilómetros de distancia era tan poderosa debido a los materiales involucrados, el profesor de física Michio Kaku (City University de Nueva York) lo explica en «CBS This Morning«.
«La bomba de Boston, tan trágica como fue, liberó la energía de un cartucho de dinamita. El nitrato de amonio, liberado en un accidente de este tipo, puede generar la energía de varios camiones cargados de dinamita, lo suficiente para desatar un terremoto de magnitud 2.1 en cuanto a intensidad. El atentado de Oklahoma, por ejemplo, se basa en una tonelada de fertilizante. Aquí, fueron autorizados a tener más de 25 toneladas. Así que te puedes imaginar la escala, la enormidad de lo sucedido.
El nitrato de amonio operó en dos formas: «el de amonio añadido con aceite combustible puede provocar una explosión tremenda de los fertilizantes y aquí pensamos que había amonio anhidro (en forma gaseosa), que puede reaccionar con agua», explica Kaku.
«La hipótesis de trabajo es que había una explosión de fuego. Los bomberos fueron llamados en el sitio en una operación de rutina, pero el agua de la manguera podría haber afectado al amonio anhidro, creando una reacción en cadena de explosiones, liberando así … la fuerza, que puede derribar varios bloques de la ciudad «.
Este caso, Kaku dijo, puede ser causa para «reescribir el libro» en la normativa ambiental. Explicó: «Las regulaciones (Environmental Protection Agency) dicen que está bien tener esta cantidad de material, porque nada va a pasar, pero hay una secuencia rara de eventos, la presión correcta, la temperatura y la cantidad correcta de agua fijarán el amoníaco anhidro . »
«Las explosiones de fertilizantes son de los peores en la historia de este país», dijo Kaku. «En 1947, 2000 toneladas de nitrato de amonio detonaron, matando a 600 personas, también en Texas.»
Ampliar (vídeo) en: CBS
El diseñador holandés Daan Roosegaardeha ha creado un vestido para mujer, que se transparenta cuando el ritmo cardiaco de su portadora se acelera.
Con el vestido, bautizado como ‘Intimacy 2.0’, se pretende que sea imposible disimular las emociones. La combinación de cuero con láminas sensibles a la electricidad delatará si la mujer se siente excitada o avergonzada, cambiando su opacidad según el ritmo de pulsaciones.
De acuerdo con su creador, la prenda femenina, disponible en blanco y en negro, “explora la relación entre lo íntimo y la tecnología”.
Además de diseñador, Daan Roosegaarde, de 32 años, es escultor, artista y arquitecto. Entre sus proyectos más famosos destaca la «pista de baile sostenible» que genera electricidad cuando la gente baila en ella.
Respetado Concejal:
Debo admitir que había retrasado en un par de ocasiones este texto y lo hacía por razones personales que no vienen al caso y también por respeto a usted y a su libertad individual de pensar y opinar lo que mejor le parezca. Lo hacía también, honorable Concejal, pese a que el respeto no es una de sus cualidades.
Usted se ha permitido iniciar una feroz e irrespetuosa campaña en contra de los miembros de la comunidad LGBTI en Colombia. Se ha declarado cristiano, dice que “vale la pena servir al Señor”, se considera -como muchos otros que comparten sus creencias religiosas- un ciudadano de bien. Como si bastara con ser católico o cristiano para ser un “ciudadano de bien”, o como si un judío a un ateo no pudieran serlo.
Pero no Concejal, no estoy atacando sus principios religiosos, yo no soy como usted. De hecho, no lo estoy atacando.
Tampoco cuestiono su capacidad intelectual. Su registro académico es admirable y quizás es usted uno de los Concejales con mayor formación profesional en Bogotá. Desafortunadamente para usted, la academia no forja mejores personas. No puedo formarme un juicio como persona de usted porque no lo conozco, pero sí uno como político, y a todas luces usted no es un político correcto.
Se ha declarado en abierta oposición a la aprobación del matrimonio igualitario, argumentando sin rubor alguno que no es “normal”, que no es “como Dios manda”. Reitero su libertad para profesar la religión que desee y de regir su vida según los pasajes de la Biblia si esa es su voluntad, pero el Estado no se rige por principios religiosos sino por principios políticos y un Estado Social de Derecho debe garantizar el bienestar y los derechos de cada uno de sus ciudadanos sin distinción alguna.
Argumenta también sin ningún tipo de vergüenza que la unión entre parejas del mismo sexo es “anti-natural”. Como si el amor fuera antinatural, como si no fuera un mandato de ese Dios en el que usted tanto cree o como si la Iglesia no hubiera rechazado por tanto tiempo el concepto de “natural”. ¿Quiere saber qué es antinatural? Desde el simple acto de vestirnos, o de comer animales hasta la ganadería extensiva y la contaminación ambiental. Todo eso es antinatural.
Su lenguaje es grosero, irrespetuoso, agresivo. El simple hecho de que emita muchos de sus trinos en mayúscula ya dice mucho de su personalidad. Usted y las personas que piensan y sienten como usted se sienten superiores, fieles representantes de una clase digna de poder y respeto, enarbolan las banderas de lo que llaman “las buenas costumbres”, hablan de la “moral”, de “Dios” con alguna extraña costumbre de usar su nombre para todo. Usted irrespeta incluso al Dios que dice amar y defender. “No jurar su Santo nombre en vano” dice un mandamiento, usted debe saberlo mejor que yo.
Y ha organizado un plantón para pedir al Congreso que no apruebe el matrimonio igualitario usando como siempre la bandera intangible de la moral propia del siglo XIX y de manera cobarde al invisible Dios como su trinchera. ¡Y afirma respetar a la comunidad LGBTI!
¿Acaso le gustaría a usted que se organizara una marcha en contra de los cristianos y católicos? Seguramente no. Pese a que en nombre de Dios el cristianismo asesinó a millones de personas durante las cruzadas y la Inquisición. Sin embargo no le gustaría que marcharan en contra de sus creencias, se sentiría perseguido. Junto a usted mostrarían su indignación personas como Roberto Gerlein o Claudia Wilches, quienes han afirmado que defenderán la “familia” y a la “mayoría de colombianos” que no son “amigos del matrimonio gay”. Lo que no han comprendido es que la democracia no se trata solo de obedecer la voluntad de la mayoría sino también de garantizar los derechos de las minorías.
¿En qué cree usted que le afectaría que la unión de una pareja del mismo sexo esté amparada por la ley? ¿Acaso se contempla la posibilidad de prohibir el matrimonio heterosexual? ¿O quizá cree usted que la homosexualidad es contagiosa? Si es así, queda demostrado que de poco le ha servido su formación académica.
Debo hacer una salvedad, lo cual lamento infinitamente: no soy homosexual. Si lo fuera, lo aceptaría y sería feliz con mi condición. Lo que quiero decirle es que no necesito ser homosexual para defender los derechos de la comunidad LGBTI así como no necesito ser afro descendiente o indígena para defender los derechos de las minorías étnicas.
Lo hago porque creo que una sociedad democrática se debe sustentar bajo los principios de la soberanía, la justicia social, la libertad y el respeto. Algo que usted no practica porque hace mucho tiempo perdió la atura en el debate. Su discurso se fundamenta solamente en el sectarismo y el odio: usted desprecia la diversidad.
Ojalá entienda que su manera de actuar no le hace bien a la ciudad, que su proceder solamente acentúa el desprecio hacia la diversidad y eso no lo sirve a la democracia y también, respetado, honorable, dignísimo, excelentísimo Concejal Marco Fidel que usted no es juez de nadie. Bienvenido al siglo XXI.
Andrés Castañeda
@acastanedamunoz
Fuente: Libreta de Apuntes
Foto: Movilh Chile // www.movilh.cl via photopin cc