El millonario británico James McCormick podría acabar en la cárcel. El tribunal penal de Old Bailey, en Londres, le ha encontrado culpable de fraude por la venta de falsos detectores de bombas a un precio que oscila entre 11000 y 40000 euros la unidad. Los inútiles dispositivos, basados en los principios del zahorismo, han sido adquiridos en los últimos años por cuerpos de policía y ejércitos de países como Irak, Arabia Saudí, Bélgica y México. Irak, por ejemplo, compró desde 2008 miles de unidades del ADE 651 para el control policial de explosivos, con el resultado que todos conocemos.
A partir de sus componentes, cabía deducir que los dispositivos eran un timo, que se trataba de simples varillas de zahorí disfrazadas de equipos de alta tecnología. Funcionan “según los mismos principios que la ouija”, ironizaba hace cuatro años en The New York Times el teniente coronel retirado Hal Bidlack, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Para Dale Murray, jefe del departamento de los Laboratorios Sandia que prueba dispositivos militares, tenían la misma efectividad a la hora de detectar bombas que cualquiera por azar. Y las más sencillas pruebas experimentales lo demostraron.
Artículo completo en: Magonia
Este es un vídeo del You Tube llamado Dark Matter2525 famoso usuario de You Tube de la comunidad atea en ingles.
El grupo Traducciones Herejes pone a su disposición con subtitulas al español para que lo disfruten.
Página de facebook. Skeptic Metropolis https://www.facebook.com/SkepticMetro…
Los activistas ocuparon una instalación animal de la Universidad de Milán, Italia, el fin de semana, liberando ratones y conejos y mezclando las etiquetas de las jaulas para confundir los protocolos experimentales. Los investigadores de la universidad dicen que van a tardar años en recuperar su trabajo.
Muchos de los animales en la instalación son modelos genéticos para trastornos psiquiátricos como el autismo y la esquizofrenia.
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Cinco activistas entraron en los laboratorios del departamento de farmacología de la universidad en la mañana del sábado. La falta de signos de un allanamiento sugiere que los activistas pueden haber utilizado una tarjeta electrónica adquirida ilegalmente, dice la farmacóloga Francesca Guidobono-Cavalchini, que trabaja allí. Ellos abrieron las puertas blindadas de la instalación en el cuarto piso, y dos de ellos se encadenaron por el cuello a las principales puertas dobles de tal manera que cualquier intento de abrir las puertas podría haber puesto en peligro sus vidas.
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Algunos de los ratones que fueron remtirados eran mutantes delicados e inmunodeprimidos ‘desnudos’, que mueren rápidamente fuera de ambientes controlados.
Además de mezclar los animales y las etiquetas de las jaulas para asegurar que los experimentos en curso se arruinarían, los activistas también tomaron los nombres de los experimentadores de las las etiquetas de las jaulas, algunos de los cuales fueron publicados luego en su página de Facebook.
Fuente: DE AVANZADA
Foto: Libertinus via photopin cc