Por supuesto que no es más grande. Es la típica frase sin ninguna base que a fuerza de ser repetida una y otra vez acaba por constituirse en una superstición.
El cerebro humano tiene una masa aproximada de 1,5 kg, y un volumen medio de unos 1.130 centímetros cúbicos en mujeres y 1.260 en hombres, con variaciones importantes eso sí. No se ha encontrado una relación clara entre las diferencias de tamaño y las capacidades de cada persona, porque a pesar de los distintos tamaños el número de neuronas o materia gris viene a ser similar. No olvidemos que el tejido nervioso está formado por las neuronas y las células de la glía; por tanto las diferencias de tamaño estarían más bien en la glía que en las neuronas.
Sin embargo, existen algunas pruebas que apuntan a ciertas diferencias entre el cerebro de los mentirosos y el de las personas digamos que normales; no en su tamaño pero sí en la parte de materia gris y de materia blanca. Como la materia gris está formada por los cuerpos de las neuronas, mientras que la blanca son, sobre todo, los axones, podemos concluir que los mentirosos tienen un cerebro más interconectado; la analogía viene a ser que los mentirosos tienen un cerebro con más interconexiones, o sea más complejo. Por contra, tienen menos materia gris, o sea que su capacidad para almacenar datos (el disco duro, como si dijéramos) es menor. Puedes ver más información en este [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] y en este otro.
En resumen, que el cerebro de los mentirosos no será más grande, pero sí que es distinto..
Fuente: Hablando de Ciencia
Dos físicos sostienen, en el último número de la revista PLOS One, que el manuscrito Voynich, que data del siglo XV, contiene un mensaje real y no es un cúmulo de signos sin sentido, cmo se creía hasta ahora. Después de someter el texto a análisis estadístico, Marcelo Montemurro y Damián Zanette concluyen que “presenta una organización compleja en la distribución de las palabras que es compatible con aquéllas existentes en lenguajes reales” y aseguran haber encontrado redes semánticas. “Estos resultados, junto con algunos rasgos estadísticos previamente conocidos del manuscrito Voynich, apoyan la presencia de un mensaje genuino en el libro”, sentencian.
Sin embargo, el lingüista y psicólogoGordon Rugg, experto en el texto y que en 2003 concluyó que no es nada más que un fraude, ha salido al paso inmediatamente, en la web de la revista y en su blog, diciendo que “hay algunos malentendidos desafortunados en este trabajo que afectan a sus conclusiones”. Destaca que “el hecho de que el texto del manuscrito Voynich no sea aleatorio es algo conocido desde hace tiempo” y que es “completamente erróneo” pensar que eso invalida la hipótesis del fraude, ya que las peculiaridades estadísticas descubiertas por los dos físicos serían un efecto no intencionado de cómo se perpetró el engaño.
Artíulo completo en: Magonia