Cuenta la leyenda que un grupo de pastores molareños se encontraba pastoreando sus rebaños a orillas del río Jarama cuando el cielo se llenó de nubes y de repente se formó un remolino. Cuando los vientos se calmaron descubrieron un trozo de madera en el que vislumbraron la figura de la virgen a medio desenterrar. De ahí proviene el curioso nombre de la virgen del remolino. La madera original que encontraron aquellos pastores no se ha conservado, pero en su lugar los fieles de la zona mandaron tallar una virgen que, en noviembre de 1897, colocaron en una ermita edificada en el lugar donde creyeron que ocurrió aquel remolino. No duró mucho esta virgen puesto que, apenas dos años después, una devota encendió varias velas en la ermita que, desafortunadamente, los monaguillos olvidaron apagar…
El 29 de mayo de 1899, la virgen del remolino ardió por los cuatro costados.
La talla quedó inservible, el niño jesús que llevaba en sus brazos quedó reducido a cenizas y cuentan que apenas sobrevivieron algunos trozos que un valiente vecino, el tío Lucas, se apresuró a salvar aún a riesgo de quemarse las manos.
Hasta aquí la historia, tal y como ha llegado hasta nosotros, mezcla de leyendas, cuentos y algunos datos verídicos. Lo que sí resulta tremendamente irónico es que, un siglo más tarde del fuego que quemó a la virgen y al niño, el Excelentísimo Alcalde de Alcorcón, D. David Pérez Gárcía, le confiera facultades contra incendios a una escultura que acabó en cenizas cien años atrás.
Siendo algo travieso y simplemente mirando los datos, uno podría inclinarse a pensar que más que proteger de los incendios, esta talla pareciera que los provoca. Sea como sea, resulta paradójico que un Alcalde, aunque sea del muy católico Partido Popular, siga empeñado en atribuir a seres supranaturales las tareas que corresponden a organismos muy terrenales.
Me voy a fijar más en los aspectos legales de las afirmaciones que el Excelentísimo se ha dedicado a proferir en twitter.
Con la frase «Alguien va a pagar caro», D. David Pérez, se refiere a que va a ejercitar su derecho a la tutela judicial enarbolando el temible artículo 525 del Código Penal… Y así lo ha manifestado, no una, ni dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco… en fin, que lo ha dicho muchas veces…
El Excelentísimo indica reiteradamente que el lunes (imagino que no sabe que existen los Juzgados de Guardia) alguien lo va a pagar caro, porque va a acusar a algunos tuiteros de quebrantar el artículo 525 del Código Penal. ([Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE])
Pero, ¿Qué dice el artículo 525 del Código Penal?… Pues, literalmente, esto:
525. 1. Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.
525. 2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.
Para todos aquellos que creen que la legislación española, como debería corresponder a un ordenamiento jurídico del siglo XXI, no protege creencias, esto será un chasco…. Efectivamente, este vergonzoso artículo existe y está en la actualidad vigente en nuestro Código Penal.
Es un lamentable vestigio de la era franquista cuando la blasfemia era delito y, aunque a muchos de nosotros nos abochorna y apena que esta norma exista, al parecer otros están encantados con ella y no dudan en vociferarla a la más mínima ocasión.
Ampliar en: LA ALDEA IRREDUCTIBLE
Teresa Forcades saltó a la fama gracias al vídeo «Campanas por la gripe A», producido por una anónima autora de una larga serie de vídeos en los cuales se da pábulo a todo tipo de conspiranoias, pseudomédicos, antimédicos y miembros del grupo de la marginalidad psicodisléptica: otro anitvacunas folklórico como Juan Gérvas, el falso físico Nassim Haramein, conspiranoicos del nivel altísimo de David Icke (quien afirma que el mundo está controlado por extraterrestres reptilianos malévolos que comen gente), creyentes en la electrosensibilidad, negacionistas del sida, creacionistas, etc.
Consolidó esa fama participando en congresos delirantes de conspiranoicos y pseudocientíficosporque a sitios serios nadie la invita. Y porque, como ya se podía sospechar, no tiene publicaciones sobre cuanto dice de epidemiología, virología y demás en ninguna revista científica. Su única publicación es un artículo sobre medicinas alternativas de 2007 de un estudio hecho en un instituto de teología y publicado en una revista menor llamada Atención pública que no se dedica a la epidemiología, tampoco.
Pero Teresa Forcades i Vila no es una «monja antivacunas».
O, concretamente, no es sólo una «monja antivacunas».
Es la promotora de una serie de pseudomedicinas, visiones conspiranoicas, atentados a la razón y tonterías peligrosas que van mucho más allá del simple antivacunismo selectivo que tanto crédito tiene en la España del siglo XXI ([Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]).
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Hablamos, pues, de una monja que estudió medicina pero no la practica, y sí practica una serie de rituales mágicos que según ella «le funcionan«. Y con base en eso inclusoha abordado al movimiento en pro de la sanidad pública con su mensaje antimedicina y de pánico contra las farmacéuticas no por sus prácticas, sino afirmando que sus productos son inútiles. Es decir, abandone el tratamiento basado en evidencias y deje que las monjas le dén golpecitos o le clave agujas.
Charlatanería médica y new age, más catolicismo nacionalista (nacionalcatolicismo se llamaba cuando lo hacían Franco y el cardenal Goma y Tomas), promovidos por la parte de la izquierda más despistada y anticientífica, conforman una mezcla bastante más preocupante que simplemente ser «antivacunas», aunque ya esto cause enfermedad y muerte. La simulación de la rebeldía, el uso sesgado e insidioso de denuncias muy serias sobre el mal comportamiento de una u otra industria (que deben ser abordados desde el interés del bien común y no desde el deseo de deslegitimar a la ciencia y de promover la brujería), el aprovechamiento del prestigio social que aún tiene el disfrazhábito religioso, la utilización de grandes recursos promocionales de origen oscuro (que incluyen el mantenimiento de un community manager y escolta cibernético dedicado a atacar a quienes quieren dialogar con la monja) en su conjunto dan muy mal aspecto.
Mal aspecto, de otra parte, habitual en la iglesia católica y su bimilenaria lucha contra la ciencia, la inteligencia, el pensamiento libre, la medicina y el laicismo, y que ha librado bajo los más distintos disfraces y sin escrúpulo alguno.
Artículo completo en: El retorno de los charlatanes
Aula 365 es un servicio de apoyo escolar que Movistar le ofrece a sus clientes, para ayudar a sus hijos con las tareas.
Hasta ahí, muy bien; sin embargo, el servicio está siendo utilizado para abusar de los niños colombianos, adoctrinándolos en la superstición católica. Este es el mensaje que está llegando a la bandeja de entrada de los pequeños:
No es muy difícil encontrar la página del Aula donde rinden culto a la ‘virgen’ de Chiquinquirá:
Un gran milagro rodea a la historia de la Virgen de Chiquinquirá, convertida en reina y patrona de todos los colombianos. ¡No dejes de conocer este misterio!
Ampliar en: DE AVANZADA
En el video (GT-200, EN LA MIRA) puede verse a un militar con un aparato de plástico provisto de una antena, caminando en un galerón que contiene ocho cajas blancas colocadas en el suelo, en línea recta. Una de éstas contiene estupefacientes y cartuchos, pero el uniformado no sabe en cuál. El artefacto es un detector molecular que supuestamente localiza drogas, armas y explosivos. Sus creadores lo comercializan con el nombre de GT200; los soldados lo llaman la ouija del diablo.
Cuatro cámaras registran los movimientos del operador, quien camina despacio a un costado de la hilera de cajas. Llega al final de la fila. Se detiene. Regresa lentamente al punto de partida. Otra pausa. Empieza otra vez. Así lo hace en dos, tres, cinco, siete intentos… Y nada: el aparato no vira en dirección de ninguna de las cajas.
Durante el octavo intento, el militar se detiene entre las cajas 5 y 6. Respira. Cruza con lentitud entre ambas. Intenta de nuevo. Dos, tres, cuatro veces más. La antena del aparato apunta a la caja 3. Error. La muestra prohibida estaba en la caja 5.
Este experimento, realizado el 21 de octubre de 2011 en la Academia Mexicana de Ciencias, a petición de un juzgado de Cuernavaca, Morelos, se repitió en 20 ocasiones. Sólo hubo tres aciertos.
El objetivo del ejercicio era demostrar la eficacia del detector molecular GT200, usado en la búsqueda de explosivos, armas y drogas. Para ello se escondieron, sin que el militar lo atestiguara, mil 630 cápsulas de Itrabil con Clobenzorex, 33 cápsulas de Obeeclox con Clobenzorex, 3 cartuchos calibre 9x19mm y uno calibre 38 en una sola caja.
EL UNIVERSAL obtuvo una copia del video que demuestra que el detector molecular GT200 es ineficaz para detectar drogas y armas. Sin embargo, la empresa inglesa que lo comercializa, Global Technical LTD, sostiene que, a través de unas tarjetas tipo Ladatel que se meten al equipo, su detector localizaba en un máximo de 20 segundos, a 4 kilómetros de distancia desde el aire, además de narcóticos y explosivos, seres humanos vivos, cadáveres, tabaco, dinero en efectivo, uranio, venenos, marfil…
Este video, que forma parte del único peritaje científico de campo realizado en México al GT200, está siendo utilizado ahora mismo en un juicio por fraude que se le sigue en Londres, Inglaterra, a los creadores de estos aparatos.
El peritaje realizado en la Academia Mexicana de Ciencias demuestra que los empresarios ingleses que crearon la ouija del diablo defraudaron al gobierno federal mexicano y a 27 gobiernos estatales al venderles 1112 equipos, por los que se pagaron unos 450 millones de pesos, según información obtenida a través del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI).
Los artefactos fueron comprados entre 2004 y 2012, y han sido utilizados en retenes militares, operativos policiacos y otras tareas de seguridad por una decena de instituciones federales, entre las que están las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y Marina (Semar), Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Procuraduría General de la República (PGR).
Los “señalamientos” del GT200 han sido motivo para encarcelar inocentes, como Ernesto Cayetano, un mixteco que estuvo preso en Coatzacoalcos, Veracruz, y Juanita Velázquez, quien permaneció dos años en el penal de Atlacholoaya, Morelos. Ambos fueron liberados al comprobarse la ineficacia del aparato.
Ampliar en: EL UNIVERSAL.mx