Quiero una izquierda con el valor necesario para defender la biotecnología y la energía nuclear con base en los estudios científicos que existen abundantemente, no que se declare antitransgénicos y antinuclear porque gana votos y parece guay y además se puede aliar con algunos u otros “verdes” .
Quiero una izquierda con el valor necesario para defender abiertamente los valores de la ilustración, los derechos humanos y la dignidad de mujeres, niños, homosexuales, ateos y disidentes en el mundo islámico, en el mundo budista, en el mundo mormón, y que no se agote en comentar si el papa les parece un poco más light o un poco menos.
Quiero una izquierda con el valor necesario para denunciar las pseudociencias y promover la investigación científica sin caer en el truco neoliberal de aliar la ciencia al “desarrollo” y a la “innovación” y los “emprendedores”, sino con la convicción profunda de que la investigación científica por sí misma genera riqueza.
Quiero una izquierda que no defienda ningún tipo de represión para conductas o acciones que no sean dañinas directamente para terceros y que tenga la inteligencia para buscar soluciones a los problemas más allá de “prohibir, prohibir y prohibir”, respetuosa del hecho obvio de que una sociedad no puede ser libre si no son libres los individuos que la componen.
Quiero una izquierda capaz de enfrentar a todos los nacionalismos, a todos, como proyectos de derecha que dividen a los trabajadores a lo largo de líneas ficticias, en lugar de unirlos por sus intereses sin importar su color, su idioma o su absurdo orgullo fantasioso de que son mejores porque alguien en el pasado nació más o menos en las mismas coordenadas geográficas, como si mágicamente todo vienés tuviera el espíritu de Mozart.
Quiero una izquierda capaz de movilizarse desde las bases en favor de reivindicaciones concretas en vez de pasarse años planeando todo para cuando se consiga tomar el cielo por asalto. La historia de “no hagamos nada para agudizar las contradicciones del sistema” ya se demostró idiota durante más de 100 años, y no verlo es absurdo.
Quiero demasiadas cosas, parece. Porque esto ya se hizo largo y me falta mucho, mucho…
Fuente: MAGUFOBUSTERS™
Una persona que muestra congruencia y consistencia con su forma de pensar, decir y hacer es una persona íntegra y la INTEGRIDAD DEL ATEO es la característica más sobresaliente de tan singulares personas.
Fuente:ATEOS INNATOS