Que a estas alturas del siglo XXI existan todavía lugares en la Tierra en los que las enfermedades mentales se consideren delito es una muestra de lo poco que hemos avanzado como civilización y lo cerca que seguimos de épocas no tan pretéritas en donde la superstición, la ignorancia y el fanatismo eran la regla general.
Porque así es como piensan tratar en Pakistán a un pobre desgraciado que dice ser un profeta musulmán. Y todo ello porque en este país como en otros muchos subyugados por el opresivo Corán, cualquier declaración sobre la religión que se salga de los estrictos cánones de la interpretación oficial es siempre sospechosa de blasfemia. El reo deberá pagar también una multa superior a los 11.000 dólares, imagino que para aplacar al santo y reverenciado Mahoma por intrusismo profesional del pobre enfermo mental. Así que ya saben, si quieren declararse profetas mejor que lo hagan dentro de cualquiera de las innumerables sectas que conforman el cristianismo, en donde por cierto no está nada mal visto la aparición de un nuevo mesías y además tienen exenciones fiscales.
El libre albedrío es un ‘argumento especial’ o vaselina que los profesionales de la religión se inventaron para poder meterle más fácilmente por… la cabeza a sus fieles las barbaridades de su fraudulento negocio (págame aquí lo que disfrutarás en el más allá)
El gran Carl Sagan decía del libre albedrío: “”Es un argumento “especial” para salvar proposiciones en problemas profundos (p. ej.: ¿cómo puede un Dios compasivo condenar al tormento a las generaciones futuras porque, contra sus órdenes, una mujer indujo a un hombre a comerse una manzana? Argumento especial: no entiendes la sutil doctrina del libre albedrío. O: ¿cómo puede haber un Padre, Hijo y Espíritu Santo igualmente divinos en la misma persona? Argumento especial: no entiendes el misterio de la Santísima Trinidad. O: ¿cómo podía permitir Dios que los seguidores del cristianismo, judaísmo e islam, obligados a su modo a medidas heroicas de amabilidad afectuosa y compasión, perpetraran tanta crueldad durante tanto tiempo? Argumento especial: otra vez, no entiendes el libre albedrío. Y en todo caso, los caminos de Dios son misteriosos)””
Si algún creyente tiene la ocurrencia de Pensar, es posible que viera las incoherencias del fraude. De ahí el recurso a esa vaselina.
Por ejemplo: ¿El libre albedrío es el justificante, el cerrar los ojos, a la inacción de Dios ante los problemas de la Humanidad? ¿No hace nada por los niños de Etiopía? ¿No evita el comercio de niñas para prostitución en Tailandia? Entonces, ¿por qué tantos millones de creyentes le rezáis a un dios que No hace Nada?
Por otro lado, ¿por qué un creyente se traga el ‘libre albedrío’ sin masticar, y no observa que en su `panfleto sagrado’ (biblia) Dios JAMÁS practicó el libre albedrío? (No permitió nuestro ’libre albedrío’: intervino para echarnos del Paraíso, para exterminar a la humanidad con un diluvio por ser pecadores, intervino para putear a Abraham, intervino para proteger al asesino rey David, intervino para matar a primogénitos egipcios,… siempre intervenía. Pero es que, además, en el llamado nuevo testamento, también intervino preñando vírgenes, resucitando muertos, curando ciegos,… ¡¡Ni Dios se tragó ni creó jamás el libre albedrío!! ¿Por qué un creyente sigue poniendo ese timo como excusa a la inacción divina, cuando en realidad se inventó para tapar sus deficiencias argumentales?
Fuente: Misterios al descubierto
Se trata de la princesa Letizia (41 años), que llega puntual a la clase de yoga que muchas tardes recibe en casa de sus amigos, Silvia Villar Mir y Javier López Madrid, de una prestigiosa monitora de esta disciplina pseudocientífica.
Ha demostrado en algunas de sus apariciones ser [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] Entre sus cuidados físicos figura comprar productos ecológicos y vigilar muchísimo la dieta que se come en casa, no tanto por adelgazar sino por eliminar aquellos productos que sin ninguna evidencia científica considere nocivos para la salud. Esas costumbres son las que también practica con sus hijas, a las que inculca los valores nutricionales de una alimentación sana y equilibrada y de ahí que se cuenta la anécdota de cómo la Infanta Leonor hablaba a su familia en las reuniones familiares de las excelencias de las verduras como antioxidantes.
Por eso la Princesa suele acudir a tiendas de comida ecológica o herbolarios donde encuentra ciertos productos que no se venden en las grandes superficies. Y en estos cuidados desde hace un tiempo se incluye hacer yoga uno o dos días a la semana.
Enlaces recomendados:
– Cómo puede destruir tu cuerpo el yoga
Uno de cada cinco españoles cree que hay seres extraterrestres viviendo entre nosotros, como en la telecomedia Cosas de marcianos. El dato no es nuevo. Procede de un sondeo de opinión de Ipsos de 2010, según el cual uno de cada cinco adultos (20%) encuestados en veintidós países, que suman el 75% del PIB mundial, creen que hay alienígenas caminando por las calles. El sondeo, en el que participaron 24.007 personas y con un margen de error de +/-3,1, revela que el mayor porcentaje de creyentes se daba en India (45%) y China (42%), y el menor en Bélgica (8%), Holanda (8%) y Suecia (8%).
Ampliar en: Magonia
Cada vez somos más conscientes de la necesidad de analizar el gran volumen de información que recibimos cada día. Esta información nos ayuda en nuestro desarrollo cognitivo y participa en la construcción de nuestro esquema de percepción de la realidad. En el caso de los niños y jóvenes este esquema está en pleno desarrollo.
El pensamiento crítico es un proceso cognitivo que propone el análisis sistemático de las informaciones, opiniones o afirmaciones que cotidianamente aceptamos como válidas o ciertas. Es una habilidad fundamental para una ciudadanía competente, libre y responsable.
No se trata de cuestionar toda la información que recibimos a diario, se trata de ser crítico con aquella que es relevante para cada uno de nosotros cuando nos formamos un criterio sobre un tema.
Educar en el pensamiento crítico implica educar en la capacidad de tomar decisiones, implica que los alumnos no acepten como válidas opiniones o afirmaciones sin someterlas a su propio análisis y por tanto a su consideración basándose en sus conocimientos y en otras opiniones o información que les permita establecer su propio criterio de lo que es cierto o falso.
Todas estas habilidades tienen una clara transversalidad con la educación en valores, tan de actualidad en este mundo cada vez más tecnológico y, para algunos, en proceso de deshumanización.
Trabajar con los alumnos el pensamiento crítico permite potenciar en ellos:
Educar en el pensamiento crítico es educar personas capaces de gestionar su vida personal y profesional; capaces de encontrar respuestas y solucionar problemas. Es el camino para formar ciudadanos críticos y responsables. Ciudadanos capaces de afrontar los retos del futuro.
Fuente: ELESAPIENS