Cada vez toleramos menos el sufrimiento. La sociedad en la que vivimos nos ha hecho creer que lo deseable es ser feliz todo el tiempo sin importar la circunstancia. Nos hemos hasta creído que si no somos felices, nosotros somos los únicos culpables y debemos hacer algo para remediarlo. Y todo ello, sin saber muy bien qué es, ni en qué consiste la felicidad.
El libro “Los libros de autoayuda, ¡vaya timo!” de Eparquio Delgado, nos muestra, desde la ciencia, como lo que nos vende Paulo Coehlo, Wayne Dyer, Rhonda Byrne, entre otros, en forma de libros de autoayuda son un engaño en forma de fórmulas sencillas y mágicas para conseguir todo lo que nos proponemos. Escondiendo detrás afirmaciones realmente peligrosas, como la idea de que todo lo malo que nos pase es culpa nuestra. La autora de “El Secreto” llego incluso a afirmar que las víctimas del tsunami de 2006 eran las culpables de su propia desgracia. Sin hablar de aquellos otros que afirman que si enfermas de cáncer o no lo superas es porque no piensas de forma positiva.
El libro hace también un repaso de lo que se conoce como el movimiento “New Age” que no viene a ser si no una mezcla de conceptos científicos y no científicos mezclado con campos como la física o incluso tradiciones orientales. Algo así como la tarta de carne, azúcar y nata que hace un día Mónica en un capítulo de “Friends”.
Les resultará muy familiar las afirmaciones del tipo “las enfermedades nacen de la mente”, “hay personas que emiten energía negativa” que muchos aceptan como filosofía de vida sin haber dudado nunca de la veracidad de estas afirmaciones a pesar de ser incorrectas y absurdas.
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La fundación fue creada por Mehran Keshe en junio de 2012. No tiene ánimo de lucro, pero si tienes dinero y quieres financiarla, nadie te va a hacer ascos.
Keshe, de origen iraní, afirma que se graduó en la Universidad Queen Mary de Londres en 1981 como ingeniero nuclear. Tengo mis dudas sobre la autenticidad de esta licenciatura según he podido leer en varios foros críticos con la fundación. Ante la consulta por correo a la Universidad de Londres para que lo confirmasen. Esta fue su respuesta:
Unfortunately, we are bound by the terms of the Data Protection Act and therefore require a signed declaration of consent from the candidate before disclosing academic details to a third party.
Please re-send your request, with a signed declaration, to stuverification@qmul.ac.uk along with the candidate details and we will respond in due course.
Desafortunadamente la confirmación o no de haber obtenido un título académido está sujeta a la ley de protección de datos, por lo que si el propio implicado (el Sr. Keshe) no firma una autorización, no me podrán confirmar nada. No sé… no me atrevo a pedírsela. ¿Qué va a pensar?
En conclusión, si cualquiera puede decirte que está licenciado por una Universidad como la de Londres (se me están viniendo a la cabeza más nombres de personas que afirman estar titulados aquí) y no se puede constatar, esa afirmación tiene el mismo valor que si te dijesen que están certificados como destripaterrones, es decir ninguno.
Antes de enarbolar la bandera multicolor de la fundación, Keshe, al más puro estilo Richard Branson, se planteó la meta de llevar a gente común a la Luna. El coste del viaje: 50000 €. Para poder realizar el proyecto se implementaron varias fases. En la primera fase, los viajeros debían hacer un pago de 8000 €. En la segunda fase, ….
En el histórico web podemos ver todavía la página en la que se ponía este precio a las ilusiones espaciales de alguien lo suficientemente incauto como para pagar esta suma por fe. Me gustaría pensar que nadie llegó a hacer la reserva, aunque no pondría la mano en el fuego. En la actualidad no hay rastro del sitio keshespace.com, lo mismo que del aunque seguro que el dinero le habrá sido devuelto a sus propietarios.
El reactor de Keshe
Uno de los pilares de la fundación Keshe es su reactor de plasma . Según su autor, es una fuente inagotable de energía que salvará a la humanidad y nos aliviará de la dependencia de los combustibles fósiles. Pero no hay evidencias claras sobre el funcionamiento de este dispositivo. Incluso en su canal de youtube tiene un vídeo explicando el funcionamiento de un reactor de plasma creado a partir de una botella de coca cola con un misterioso líquido y unos electrodos insertados.
Siguiendo la línea general de toda la fundación, no se da ningún detalle que podría posibilitar que un tercero repita el experimento para validarlo. Quizá sea eso lo que se pretenda evitar.
En el vídeo se confunde voltaje con potencia. El que un electrolito produzca una diferencia de potencial entre dos bornes no es algo muy novedoso. Se llama batería, y se puede hacer incluso con un limón.
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