El brote de fiebre hemorrágica del ébola de Sierra Leona, Liberia y Guinea, se está convirtiendo en uno de los más mortíferos desde 1976, fecha en la que se detectó por primera vez, habiéndose cobrado ya mas de 700 vidas. Según Médicos sin Fronteras, uno de los organismos internacionales que se encarga de su contención, la epidemia se encuentra fuera de control en este momento.
A finales del mes pasado Patrick Sawyer, funcionario del gobierno de Liberia, viajó a Lagos (Nigeria) estando infectado por el virus de ébola. Sawyer murió allí el viernes 25 de julio entre vómitos y diarrea. Las autoridades nigerianas están haciendo un seguimiento al resto de pasajeros del vuelo que tomó Sawyer ante la posibilidad de que alguno de ellos pudiese haber sido contagiado. Lagos es una ciudad con ocho millones de habitantes. Un brote allí podría ser terrorífico.
¿Se puede contagiar uno de ébola solo por sentarse en el avión al lado de un portador del virus?
El ébola se contagia por el contacto con sangre, orina, heces, saliva y cualquier otro fluido orgánico. Atendiendo a estas indicaciones de OMS, el contagio en el avión podría haberse producido únicamente en el inodoro.
Pero en 2012 la revista Nature publicó un estudio en el que se probaba que el virus podía pasar desde cerdos infectados a monos sanos sin que entrasen en contacto directo. Ambos estaban en receptáculos separados por rejas de tal manera que no se podían tocar. Tras 8 días los monos presentaban los síntomas de la enfermedad. Tradicionalmente se han considerado a los murciélagos como el reservorio natural de esta enfermedad, pero cada vez más estudios apuntan a los cerdos, tanto salvajes como domésticos, como el portador silencioso del virus.
La conclusión del experimento es que los monos podrían haberse infectado por inhalar pequeñas gotas de mucosidad expelidas por la respiración de los cerdos. Esas pequeñas gotas pueden permanecer en el aire pero no mucho tiempo, por lo que el contagio solo se produce en distancias cortas, y nunca con la facilidad de un virus como la gripe.
En los aviones el tiempo que pasas con el resto de pasajeros es mucho menor, y además disponen de unos eficaces sistemas de ventilación que mueven el aire desde abajo hacia arriba, y lo filtran antes de volverlo a recircular. Una enfermedad infecciosa como la gripe puede contagiarse a los pasajeros sentados hasta de dos filas de asientos de la persona enferma. Por otro lado, la enfermedad es contagiosa cuando se han presentado los primeros síntomas, y en ese momento el enfermo se encontraría demasiado mal para viajar.
Atendiendo a estos datos, la posibilidad de contagio en un avión es remota, aunque una vez en el país de destino y después de que aparezcan los síntomas, la expansión del brote depende de la eficiencia de los servicios sanitarios. Debido al relativamente corto periodo de incubación del virus (entre 2 y 21 días) y su infecciosidad cuando los síntomas ya han aparecido, hacen de este virus un candidato no muy apropiado para una epidemia globalizada.
Ampliar en: La mentira está ahí fuera
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Que estamos gobernados por unos filofascistas irredentos y sin ningún complejo es algo evidente, pero que hasta la ONU haya tenido que enviar una comisión para analizar las cientos de miles de desapariciones y asesinatos que todavía siguen impunes en este país como si se tratara de cualquier república bananera o dictadura del Tercer Mundo es algo que debería no sólo ser motivo de vergüenza sino también de dimisiones.
Pero en esta pseudodemocracia de opereta en la que vivimos, regidos por unos gobernantes herederos intelectuales y también físicos del régimen genocida, todo es posible, y no sólo no se persigue a esos criminales que hasta el último momento de la dictadura y muchas veces más allá siguieron torturando y asesinando, sino que muchas veces se les ensalza y se les premia no sólo individualmente sino también colectivamente. Y por supuesto, para las víctimas nada de justicia y encima desprecio e insultos.
Fuente: Diario de un ateo
La manera de detectar a personas de alto riesgo suicida podría cambiar radicalmente con un nuevo y simple test sanguíneo, gracias a los resultados que han obtenido los investigadores del Johns Hopkins University, que han sido publicados en The American Journal of Psychiatry.
Los investigadores se centraron en un gen denominado SKA2. Tomaron muestras de cerebros de personas difuntas, algunas de las cuales estaban mentalmente enfermas, y encontraron que aquéllos que se suicidaron presentaban una reducción en la expresión de ese gen; es decir, a menor actividad de SKA2, mayor probabilidad de suicidio.
Esto puede explicarse conociendo la importante función de ese gen en el cerebro. SKA2 se expresa en la parte más anterior de nuestro cerebro, en la corteza prefrontal, que tiene un importante papel a la hora de inhibir pensamientos negativos y controlar comportamientos impulsivos. Además, interviene en la respuesta de nuestro cuerpo ante situaciones de estrés.
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Tan solo se menciona la ciencia en tres ocasiones en la Constitución Española de 1978: 1) El Art. 20.1.b CE reconoce y protege los derechos a la producción y creación literaria, artística, científica y técnica; es decir, este apartado aglutina los derechos relacionados con la propiedad intelectual; 2) El Art. 44.2 CE proclama que Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general, al enumerar los principios rectores de la política social y económica; y 3) El Art. 149.1.15º la incluye entre las materias que son competencia exclusiva del Estado: fomento y coordinación general de la investigación científica y técnica.
A tenor de estos artículos, podríamos deducir que, individualmente, la creación científica es un derecho fundamental de todos los españoles; pero, colectivamente, no se puede hablar de que exista un derecho a la ciencia –así, en abstracto– porque, como ya sabemos, el Art. 44 CE –al igual que sucede con el acceso a la cultura, la conservación del patrimonio, el fomento del deporte, la participación de la juventud o los derechos a disfrutar de una vivienda digna o a un medioambiente adecuado– no son verdaderos derechos sino directrices que deben orientar las políticas públicas; de ahí que el constituyente los regule entre los principios rectores de la política social y económica y no entre los derechos fundamentales y libertades públicas (como sí sucede con el Art. 20 CE).
Fuente: Anécdotas y curiosidades jurídicas | iustopía
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Un estudio multidisciplinario sobre la gran historia de las migraciones culturales concluye que, a pesar de la dependencia de las artes en el dinero, los centros culturales y los centros económicos no siempre coinciden.
Los autores de este trabajo hallaron también que el tamaño de la población de un lugar no necesariamente apunta a su atractivo cultural.
La cuantificación y la transformación de la historia de la cultura en una representación visual no es fácil, puesto que hay miles de historias individuales a través de miles de años a tener en cuenta y algunas condiciones históricas son casi imposibles de medir.
Para abordar este desafío, el doctor Maximilian Schich, profesor asociado de Artes y Tecnología en la Universidad de Texas en Dallas, Estados Unidos, reunió a un equipo de científicos para crear y cuantificar una gran imagen de la historia cultural de Europa y América del Norte.
Fuente: Discover
Una pareja de sexagenarios que fabricaron falsos detectores de bombas, y los vendieron en Oriente Medio ha sido declarados culpables de fraude.
Sam Tree y su esposa, Joan, hicieron los dispositivos falsos en el jardín de su casa en Dunstable en Bedfordshire.
La pareja había negado el fraude en el juicio de Old Bailey alegando que creían que su dispositivo, fabricado en un cobertizo, operaba correctamente.
El coste del dispositivo que se elaboraba por sólo unas pocas libras, se vendía hasta por £ 1,171 ($ 2000).
Constaba de una antena con un mango en el que se insertaba una tarjeta. La tarjeta estaba supuestamente programada para detectar diferentes sustancias.
Pero los detectores, conocidos como Alpha 6 y comercializados a través de su empresa Keygrove, sólo eran cajas de plástico con una antena atada a ellos y trozos de papel roto–en el interior.
También afirmaron que el dispositivo podría ayudar a la policía a encontrar niños desaparecidos como Madeleine McCann.
En una de las cajas fue encontrada una fotografía de la desaparecida Madeleine, cortada en trozos en el interior.
Hay quienes desmontan electrodomésticos y con sus piezas crean armas, como es el caso del ucraniano Kreosan con el magnetrón de un horno microondas, que ha sujetado a un palo, usando una lata metálica como antena direccional. Con esta rudimentaria (y hasta cierto punto ridícula arma), sin embargo, no solo consigue crear interferencias en una radio o encender luces a distancias. También hace explotar alguna cosa.