Las «mujeres ocultas» de la artista colombiana María Eugenia Trujillo tendrán que permanecer así, luego de que un tribunal local ordenara la suspensión temporal de una exposición con ese nombre considerada ofensiva por un grupo de católicos colombianos.
Para la exhibición, que iba a ser inaugurada el jueves en el Museo Convento Santa Clara de Bogotá, Trujillo había recreado diferentes partes del cuerpo femenino haciendo referencia a objetos religiosos y del mundo de la moda para «representar la subyugación y maltrato histórico del que ha sido objeto la mujer durante siglos».
Pero después de admitir varios recursos legales presentados con el propósito declarado de amparar «el derecho a la libertad religiosa», el Tribunal Administrativo de Cundinamarca procedió a ordenar el cierre temporal de la exposición «hasta tanto este tribunal profiera un fallo definitivo» sobre el tema.
La decisión fue celebrada por aquellos católicos que consideran que las creaciones de Trujillo –que incluyen representaciones de vaginas en objetos que hacen alegoría de las custodias u ostensorios donde habitualmente se coloca la hostia después de consagrada– constituyen una falta de respeto a los «valores religiosos y culturales de la fe cristiana».
Pero para otros se trata de un claro caso de censura, en un país en el que la Iglesia Católica todavía ejerce una considerable influencia sobre los asuntos públicos.
«A mí me parece increíble. Se está violando mi derecho a la libertad de creación, a la libertad de expresión», le dijo Trujillo a BBC Mundo.
«Yo en ningún momento he ido contra la Iglesia Católica, ni he utilizado objetos de culto. Mi exposición lo que hace es sacralizar y dignificar a la mujer», aseguró la artista, quien afirma que para su «metáfora» de las custodias utilizó fundamentalmente lámparas y candelabros comprados en mercados de pulgas.
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