Se lo conoce como «el reto Charlie», se parece al juego de la ouija, y desde hace días se ha convertido en un furor en las redes sociales, aquí, en el Perú, hace furor en las escuelas donde lo juegan niños y jóvenes; puede algunos que son fácilmente impresionables sientan temor, entonces ¿qué hacer en estos casos? Primero lea este artículo, segundo explíquele lo que leyó a sus alumnos en un lenguaje sencillo.
El juego es muy simple: hay que colocar en equilibrio dos lápices en forma de cruz sobre un papel con las palabras «sí» y «no» y hacerle preguntas a un supuesto demonio de origen mexicano llamado Charlie que contesta moviendo el lápiz hacia una de las palabras.
¿Por qué se mueve el lápiz?
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La organización sugiere a los padres que no matriculen a sus hijos en la asignatura de Religión en el curso 2015-2016 y que respeten su «libertad de conciencia». Europa Laica, que reclama desde hace años «que la religión salga de la escuela», considera que «la solución menos mala», sería optar por la asignatura de Valores Sociales y Cívicos en Primaria y por Valores Éticos en Secundaria.
Esta iniciativa se enmarca en la campaña Por una escuela pública y laica a través de la cual, la organización reclama desde hace años junto a otras organizaciones “que la religión salga de la escuela”.
Las razones que aporta la organización versan sobre el “respeto” a la libertad de conciencia de los infantes y a no imponerles “ningún dogma religioso hasta que comprendan y puedan decidir por sí mismo”. Otra de las razones que esgrimen es la posibilidad de elegir “enseñanzas de valores y cívicos” y de “valores éticos”, en lugar de la religión.
“Entendemos que las diferentes convicciones personales, incluidas las creencias religiosas, así como los dogmas de cualquier naturaleza, no son cuestiones a plantear en el ámbito escolar. Ya que para ello hay otros lugares: iglesias, mezquitas, sinagogas… etc”, remarca la organización, que añade que la escuela debe servir para “aprender, desarrollar capacidades, incluir y no segregar, no discriminar por motivos de raza, sexo, religión, opinión y para respetar la libertad de conciencia de los menores”, y hace referencia a los artículos 10 y 14 de la Constitución.
Y es que, para la organización, la religión “incrustada en la enseñanza provoca la segregación de alumnado desde los tres años, en función de las convicciones de sus padres y madres”. “Las cuestiones dogmáticas, el catecismo… en suma la segregación por motivos de creencias vulnera el derecho a la libre conciencia de los menores”, denuncia.
En cualquier caso, hasta que esto ocurra y en el marco de la LOMCE, consideran que “la solución menos mala, sería optar por la asignatura de Valores Sociales y Cívicos en Primaria y por Valores Éticos en Secundaria”. Sin embargo, piden a los padres que estén atentos para que el profesorado de esta materia no sea el mismo que imparte religión.
Europa Laica, cree que las “315 horas” que se dedican a la religiónen la etapa de Primaria “se podría invertir en otras áreas troncales o específicas”. Además, se refieren a la etapa de Infantil para tachar de “barbaridad” que durante este periodo se imparta religión a los niños.