Se estima que los que no creen en religiones podrían sumar en todo el mundo más de 1000 millones de personas, una población tan sólo superada por creyentes cristianos, musulmanes e hinduístas.
A pesar de esta fabulosa demografía, los no creyentes siguen siendo invisibles para muchos sociólogos de la religión. A juzgar por el informe Rising tide of restrictions on religion (Oleada creciente de restricciones sobre la religión) no hay restricción gubernamental, acoso ni hostilidad social de ninguna clase hacia ateos y no creyentes.
El informe, que analiza datos hasta 2010, antes de la «primavera árabe», básicamente camina en la misma línea estadística del periodo medido previo. Ocho de los 10 países con mayor hostilidad religiosa siguen siendo musulmanes. Globalmente, los cristianos siguen contando como el grupo religioso más perseguido, seguidos de musulmanes y judíos. España sigue en una zona «moderada» de restricciones gubernamentales u hostilidad social contra las prácticas religiosas, a la par de EE.UU (ni está ni se espera «laicismo agresivo«).
Fuente: La revolución naturalista