Los expertos rebaten la sentencia del Tribunal Supremo de Italia que asegura que el tumor cerebral de un ciudadano se debe al uso de los teléfonos móviles celulares.
El Tribunal Supremo italiano decidió ayer que el uso prolongado del teléfono móvil provoca cáncer, al reconocer como enfermedad laboral el tumor cerebral de Innocente Marcolini, un hombre de 60 años que se pasó más de una década hablando seis horas al día por motivos de trabajo.
La sentencia del Alto Tribunal ha encendido a los expertos. Uno de ellos, el también italiano Michael Repacholi, publicó hace tan sólo unos meses una revisión sistemática de estudios científicos en la que buscaba un vínculo entre el uso del teléfono móvil y el cáncer cerebral o cualquier otro tumor en la cabeza.
“Nuestro estudio claramente establece que no hay evidencia de un mayor riesgo de cáncer en la cabeza por el uso del teléfono móvil”, explica en un e-mail Repacholi, que como responsable de la Organización Mundial de la Salud empezó en 1996 el Proyecto Internacional CEM, sobre los posibles efectos de los campos electromagnéticos. En los últimos 60 años se han publicado 5.000 estudios científicos sobre el tema.
Uno de ellos, el conocido como Interphone, comparó el uso de los teléfonos móviles en 2.700 pacientes de tumores cerebrales malignos, 2.400 personas con tumores benignos y un grupo de control sano. Los datos no revelaron un vínculo, aunque sugerían un mayor riesgo de glioma (tumor cerebral maligno) en personas que usan el teléfono inalámbrico más de media hora al día.
Los autores no establecieron una relación causa-efecto, entre otras cosas porque, como recuerda Repacholi, existe el llamado sesgo de recuerdo: las personas que sufren un cáncer cerebral tienden a exagerar su uso del teléfono móvil porque creen que es la causa de sus males. Como los operadores de telefonía no guardan un registro del verdadero uso del móvil de una persona en los últimos 10 años, no hay manera de comprobar si los recuerdos del paciente son correctos. Algunas personas con tumores cerebrales han llegado a asegurar que utilizaron su teléfono móvil 12 horas al día durante 10 años, lo que parece imposible.
Pese a todo, en mayo de 2011 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS esgrimió los datos del estudio Interphone para clasificar el uso del teléfono móvil como “posiblemente cancerígeno”, una categoría en la que también se encuentra el café. Un mes después, la propia OMS recalcó que “hasta la fecha, no se han encontrado efectos adversos para la salud causados por el uso del teléfono móvil”.
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