Estimada señora Montero:
Nos dirigimos a usted, a través de una carta abierta, para expresarle nuestro disgusto y nuestra preocupación por las consecuencias que pudieran acarrear las dudas en torno a la idoneidad de un donante por motivos morales que ha formulado esta mañana en el programa televisivo que usted presenta.
España es un país con un elevado número de donantes de órganos, pero nunca es suficiente. Con frecuencia, es necesario vencer la resistencia a la donación, intentar convencer a parientes en duelo de que otras personas pueden vivir o mejorar sensiblemente su calidad de vida. El comentario que ha hecho usted público en un programa de gran audiencia es desalentador y puede inducir a errores graves. Graves, porque ponen en solfa conceptos demostrados más allá de cualquier duda razonable, y que son fundamentales para la salud pública. La angustia de miles de pacientes que esperan un corazón, un riñón u otros órganos vitales debería bastar para inducir a expresarse con un mínimo de prudencia y de responsabilidad, máxime cuando se dispone de una privilegiada tribuna pública.
Señora Montero: un programa líder en audiencia debería desarrollarse con plena conciencia de su responsabilidad. Que la titularidad de RTVE sea pública, añade una responsabilidad aún mayor.
Añadir dudas y angustias injustificables a situaciones de salud de alto riesgo es, sencillamente, intolerable. Nadie salvo usted misma es responsable de sus lagunas formativas, señora Montero. Solo nos cabe esperar que nadie salga perjudicado por ellas.
Atentamente,
ARP-Sociedad para el avance del Pensamiento Crítico