Tenemos una tendencia muy fuerte a considerar que si un suceso B está precedido en el tiempo por un suceso A es porque A ha causado B, sobre todo si la conexión temporal entre A y B ha sucedido en más de una ocasión. Es un error de razonamiento muy frecuente conocido como falacia post hoc ergo propter hoc.
En la escena la paloma ha aleteado antes de que se abriera la trampilla de la comida, así que está convencida de que cuando aletee, se abrirá. No encuentro ninguna diferencia entre la actitud de la paloma y la del deportista que usa siempre el mismo calzón con el que marcó dos goles en una final gloriosa de fútbol. Es lo mismo que cuando alguno de mis alumnos se empeña en contestar los exámenes (solo los exámenes, para que dure más) con el bolígrafo con el que una vez consiguió una calificación mayor a la esperada.
La superstición está detrás de muchas pseudomedicinas, por mucho que sus adeptos y practicantes nieguen la mayor. He aquí una viñeta del estupendo blog La pulga snob que lo deja meridianamente claro:
Fuente: NAUKAS