El Todopoderoso tendrá que defenderse ahora por su propia mano en Holanda, donde el Parlamento aceptó el miércoles una iniciativa que derogará una ley que hacía un delito el insultar a Dios.
La mayoría de los partidos representados en el poder legislativo consideraron que la nación integrante de la Unión Europea ya no necesita la ley, que era letra muerta desde hace medio siglo.
El movimiento para despenalizar las blasfemias cobró fuerza en la última década en medio de un debate nacional sobre los límites de la libertad de expresión. El punto culminante llegó durante el juicio en 2011 del político de extrema derecha Geert Wilders, cuando los jueces dictaminaron que él tenía derecho a criticar el islam, incluso si sus opiniones significaban un insulto grave para muchos musulmanes.
Fuente: A Tippling Philosopher