Todos conocemos lo que ha significado Francia para el mundo a lo largo de la Historia. Dos revoluciones que significaron saltos cualitativos para la Humanidad, la de 1789 y la de 1968. Pues bien, ahora, el actual gobierno francés de François Hollande va a crear un Observatorio Nacional de la Laicidad para ponerle freno a los fundamentalistas religiosos de todas las tendencias, incluida la secta católica.
Y es que, mientras en España nos van a meter la religión no sólo en los colegios sino con calzador hasta en nuestras propias vidas para que sigamos anestesiados mientras el PP termina de saquear el país, en Francia se toman en serio eso de “gobernar para sus ciudadanos”. Allí no tienen que suprimir la religión de los colegios públicos (ya está suprimida desde hace un siglo), pero a este lado de los Pirineos estamos sufriendo la mayor agresión contra la inteligencia que producen los actuales malgobernantes que pertenecen al Opus Dei o a los Legionarios de Cristo.
Este Observatorio creado por el gobierno francés tendrá como tarea formular propuestas sobre la transmisión de la ‘moral pública’ para darle un lugar digno de ella en la escuela. El Ministro del Interior de Francia (con nombre español) Manuel Valls ha dicho que “el objetivo no es combatir las opiniones con la fuerza, sino detectar y comprender cuándo una opinión se hace potencialmente violenta y llega al exceso criminal.
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