En la web Panorama Cajamarquino, el Abogado Aldo Castañeda Becerra, describe el origen histórico del rechazo a la pena de muerte. Seguidamente se copia la información de interés:
Desde la Ilustración se comienza a configurar una forma de ver a las cosas en el mundo, esta “nueva” visión del mundo se concretiza en el Renacimiento. Se empieza a volver a las fuentes Clásicas y surgen en Italia los Umanistas. Surge también la idea de destacar la “dignidad del hombre”, por ese motivo se empieza a cuestionar el poder de las monarquías y los abusos cometidos por los poderosos son rechazados con firmeza; mas, para que esta idea se arraigue, fue necesario un factor importante la liberté. El humanismo se consolida políticamente con la Revolución Francesa y el surguimiento de una nueva concepción de gobierno: la República. Desde esa época se empieza a configurar el pensamiento jurídico actual que domina a casi toda América.
Gracias a la libertad, la idea de la “dignidad del hombre” se convertirá en el principio que oriente a todas las demás decisiones, encontrándose las legislativas entre éstas. Hoy podemos hablar por eso del principio de humanidad de las penas, y podemos creer que cual Valjean de Víctor Hugo, todos los hombres pueden rehabilitarse y reincorporarse a la sociedad, y que el delincuente por ser hombre, también es digno y por ese hecho, bajo ningún motivo debe ser tratado del mismo modo en que él trató a su víctima (se presenta acá un cierto tufillo de superioridad y de cristianismo). De ahí que nuestras penas y el sistema penitenciario, deban estar destinados a cuidarlo, para evitar que su dignidad sea mancillada impunemente por el Estado. Claro, para comprender los rechazos hacia el poder del Estado, habría que recordar las diversas formas por las que pasó éste hasta convertirse en el actual.
Resumiendo diríamos que en rechazo a los abusos de los tiranos que detentaban el poder, la idea de dignidad del hombre y la libertad como presupuesto para poder lograr un cambio fue lo que condujo al pueblo a lograr, en un primer momento, el llamado Estado de Derecho, hoy convertido en un Estado Constitucional de Derecho. Las nuevas leyes surgieron como mecanismo para impedir que los poderosos siguieran abusando de los débiles, no deberían haber más injusticias como las que padeció Valjean, se redacta para ese fin la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Los gobernantes ya no podrían seguir cometiendo impunemente sus atrocidades y todo el derecho buscará que la persona acusada de un delito no sea más la víctima del poder Estatal, sino que sea tratada con “dignidad”. Se empieza a creer no sólo en la inocencia de la persona, sino que fundamentalmente en que los funcionarios del Estado son abusivos, para frenar sus actos se creó el toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Fuente: panoramacajamarquino.com
_________________
Enlaces relacionados:
– El gran dilema de la pena de muerte
– La pena de muerte no refleja la idea de justicia, sino la de venganza
– En torno a la pena de muerte (Carlos Chorda, El Escéptico Digital))