Edith Tudor-Hart no era una espía demasiado cuidadosa. Usaba como nombre en clave su nombre de pila, Edith, y no enmascaraba que tenía simpatía por el comunismo: acudía con frecuencia a las reuniones izquierdistas y actos de propaganda que se celebraban en Londres y retrataba a los dirigentes marxistas ingleses.
Acaso por su extraña forma de vida, la obra fotográfica de Tudor-Hart nunca emergió de un segundo plano. La injusticia se soluciona ahora con la exposición Edith Tudor-Hart: In the Shadow of Tyranny (Edith Tudor-Hart: a la sombra de la tiranía), producto de la primera investigación y catalogación a fondo de los archivos de la fotógrafa-espía. La muestra está en cartel hasta el 26 de mayo en la Scottish National Portrait Gallery de Edimburgo.
De la exposición, que incluye 80 fotografías, casi todas inéditas, libros de notas y una selección de libros y revistas que publicaron trabajos de Tudor-Hart, emerge la figura de una reportera que documentó con intensidad las consecuencias en el Reino Unido de la Gran Depresión de los años previos a la II Guerra Mundial. Ladurísima realidad social de este tiempo —mendicidad infantil, explotación laboral de los niños, infraviviendas hacinadas y hambre— es el tema único que interesaba a la fotógrafa.
Ampliar en: 20Minutos.es
Bajo licencia Creative Commons