Ric Elias viajaba en el vuelo 1549 que en 2009 aterrizo de forma forzosa en el río Houston. Un incidente del que, gracias a la pericia del piloto, todos sus pasajeros salieron sanos y salvos.
Tras chocar con unas cuantas aves el capitán les dijo «prepárense para el impacto«. Y empezó la cuenta atrás: unos angustiosos minutos para todas las personas del avión, las cuales acababan de ser informadas de que su probabilidad de morir era enorme.
Y esto es lo que Ric sintió y vivió:
Fuente: El Blog de Centinel