Imaginen un país en el que en el año 2012 fueron condenadas 99 personas por blasfemia y que en 2011 otros 119 ciudadanos fueron acusados de este absurdo y medieval delito. Seguramente pensarán que esta nación es una de las docenas de atrasados países del tercer mundo o del intransigente y fanatizado mundo islámico. Pues me temo que se ha equivocado totalmente.
«el que por medio de palabras, gestos, material escrito, impreso o no, o imágenes o por otros medios visibles de otro modo y públicamente maldiga a la religión católica, apostólica romana … será sancionado con penas de prisión de uno a seis meses «.
«en contra de cualquier culto tolerado por la ley será castigado con una pena de prisión de uno a tres meses»
Fuente: Diario de un ateo