Un par de noticias que igualan de la manera más brutalmente posible a fanáticos cristianos y musulmanes en su enfermiza locura. Y desgraciadamente como ya viene siendo habitual, las víctimas de estos horrendos crímenes son siempre las personas más vulnerables en estas arcaicas, patriarcales y antidemocráticas religiones: las mujeres y los niños.
«Todos sabían que mi hijo tenía que ser asesinado por Castillo y que debía ser así. El era Dios»
Fuente: Diario de un ateo