“No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo”
Pero es que además les lleva a esos millones de pobres un Jesucristo que por no tener no poseía según las escrituras ni sus propias sandalias. Un Jesucristo por el que millones de piadosos católicos han perseguido, humillado, torturado y matado a cualquier persona mínimamente sospechosa de ateísmo, herejía o blasfemia a lo largo de 2.000 años de terror cristiano. Un Jesucristo por el que Franco, Palevic, Pinochet, Dollfuss, Videla, Mussolini, Salazar y el resto de fascistas genocidas del mundo han esclavizado a países enteros. Un Jesucristo por el que ortodoxos, protestantes, católicos o anglicanos se han perseguido y matado entre sí durante siglos y por el que todos ellos han luchado encarnizadamente frente a la otra gran locura monoteísta que es el Islam. Un Jesucristo que arropa bajo su tenebroso manto de impunidad a miles de pervertidos delincuentes sexuales con sotana que durante décadas (o quizás siglos) se han dedicado a violar de forma indiscriminada a decenas de miles de niños indefensos.P.D.
«El diablo existe, pero dios es el más fuerte»
Fuente: Diario de un ateo