En Yemen, un país en donde alrededor de un 25% de las niñas menores de 15 años son obligadas por sus padres a casarse casi siempre con «esposos» mucho mayores que ellas cuando no ancianos, una niña de tan sólo 8 años ha muerto a causa de los traumas sexuales que recibió en su noche de bodas.
Y estos casos, de lo que únicamente se puede llamar pederastia legalizada, son tan frecuentes en el mundo que se calcula que sólo en la última década más de 50 millones de niñas menores de 15 años han sufrido esta práctica criminal que atenta a los derechos más elementales de la infancia femenina y que condena a las menores a toda una vida de humillación, sufrimiento y violaciones.
Y por supuesto son los sectores más conservadores de cada país y especialmente los religiosos los que se oponen más tenazmente a la prohibición de esta terrible práctica. Por ejemplo en Yemen todos los intentos legales para impedir los matrimonios con menores de 17 años han fracasado reiteradamente porque se consideran antiislámicos, cosa nada extraña ya que únicamente hay que recordar que esta religión fue inventada por un beduino pederasta confeso.
Fuente: Diario de un ateo