En las prisiones de Cataluña hay 3.725 presos que participan en algún programa de trabajo y otros 4.462 matriculados en cursos de formación para adultos. Suman 8.187 y suponen el 78,7% de la población penitenciaria. Hace tan sólo seis años, los reclusos que estaban en esa situación eran 3.751 y representaban el 51,3% de los presos.
Ésa es una de las muchas cifras que recoge el boletín penitenciario que elabora el Departamento de Justicia de la Generalitat y que ayer presentó la consejera Montserrat Tura. «El objetivo es que la entrada en la cárcel no sea únicamente cumplir la pena, sino también la formación y la reeducación de adultos», dijo. «Estamos muy satisfechos con esa cifra», señaló Albert Batlle, secretario general de Servicios Penitenciarios y Rehabilitación, desde que existen gobiernos de izquierdas en Cataluña.
La crisis económica explica el gran aumento que han experimentando los programas de trabajo en las prisiones, de manera que algunos productos que anteriormente se compraban a talleres ajenos a la cárcel ahora se producen en el interior de los centros penitenciarios, empezando por el pan que consumen los presos. Así se explica que si al acabar el primer semestre de 2008 eran 2.939 los presos que realizaban algún trabajo, en apenas un año hayan aumentado en casi 800 y ya sean 3.725.
Lo mismo ocurre con los alumnos internos inscritos en algún programa de escolarización, que se han incrementado el 10% en un año. Las enseñanzas que se imparten incluyen desde el nivel más básico de formación hasta estudios universitarios o de idiomas.
Fuente: [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]
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