El grupo de científicos, conducidos por el egiptólogo británico Chris Naunton, constataron tras una «autopsia virtual de Tutankamon» realizada a partir de radiografías de los restos mortales, que el joven faraón sufría «heridas características en un lado de su cuerpo».
A partir de reconstrucciones informáticas, los investigadores concluyeron que «el acontecimiento más plausible que pudo causar esas heridas» sería un accidente de carro.
Esta posibilidad había sido evocada ya por egiptólogos, pero «nadie había establecido el vínculo entre las heridas de la momia y el escenario exacto», de su muerte, afirma la cadena británica Channel 4 en un comunicado.
Los científicos, seguidos en un documental, analizaron también un fragmento de la piel del faraón obtenida en 1968 por un antropólogo de la universidad británica de Liverpool, Robert Connolly, miembro del equipo que radiografió por primera vez los restos de Tutankamon.
Unas pruebas químicas realizadas a partir de este trozo de piel «confirmaron que la momia se había consumido una vez dentro de su sarcófago», muestra el documental.
Unos especialistas en incendios demostraron que una «increíble reacción química de aceites de embalsamamiento utilizados para la momia de Tutankamon condujeron a su combustión espontánea, aportando así nuevas pruebas de que su embalsamamiento se hizo mal», afirma Channel 4.
«A pesar de toda la atención que se le presta desde hace años a la momia de Tutankamon, la importancia de su extraño estado ha sido ampliamente ignorada. La posibilidad de que una momificación mal hecha quemara espontáneamente el cuerpo poco después de su inhumación era completamente inesperada», afirma Chris Naunton en el documental.
Tutankamon murió a los 19 años, en 1324 antes de nuestra era, tras un breve reinado de nueve años. Es conocido por el gran público por el excepcional tesoro hallado en su tumba, que incluye una máscara mortuoria de oro con incrustaciones de lapislázuli y piedras semipreciosas.
Fuente: emol.