Margarita Brujal, vallisoletana de 26 años y madre de 119 hijos al cierre de esta edición, lleva dos horas pariendo niños y nada indica que vaya a detenerse. La mujer, ferviente defensora de la familia y miembro del Opus Dei, ingresó ayer por la noche en la Clínica Nuestra Señora de la Natilla de Valladolid con fuertes contracciones y ha saturado la planta de neonatología con sus recién nacidos.
“Estábamos preocupados porque los primeros treinta bebés eran todo niñas. Ella estaba decidida a seguir hasta que naciera el primer varón, y luego ya no pudo parar de crear vida”, explica el padre.
El matrimonio está satisfecho porque “los primeros salían regular, pero con el tiempo han ido ganando. Ahora nos están saliendo unos niños hermosísimos”. Los médicos se han tenido que ir turnando para atender a la madre y a los recién nacidos y lamentan que tengan que trabajar a oscuras. “Fueron concebidos decentemente a oscuras y queremos que nazcan en las mismas condiciones”, insiste la madre, que en estos momentos da a luz sin siquiera percatarse “de lo que pasa allí abajo”.
La familia está ocupada nombrando a los niños, tarea que se va complicando conforme se agotan los nombres del santoral. “Mi miedo es que nos quedemos sin opciones y tengamos que empezar a bautizarlos como Riquelme y nombres así, poco ortodoxos”, dice el padre. Los críos tendrán que ser bautizados a manguerazos, pero se intentará respetar al máximo la liturgia.
Los abogados de la familia están gestionando la actualización del libro de familia, que en estos momentos ha alcanzado los cinco tomos.
Fuente: ELMUNDOTODAY