Cerca del 98% de las mujeres de Gambia habían sufrido la ablación en 2008, según la activista. Daffeh pide el apoyo de la comunidad internacional para acabar con la violencia machista y luchar por los derechos de la mujer en África, donde se siguen aplicando prácticas «atroces» que conoce muy de cerca.
«Como mujer, tienes que llegar virgen a tu boda y debes probar que lo eres. En ese momento, llevan ante ti a otra mujer, a menudo la misma que también mutila tus órganos genitales y los cose. Esa mujer toma una cuchilla muy afilada y abre la herida que ella misma selló. Después, te entrega a tu marido. No puedes imaginar el dolor; es agónico. Pero además, al mismo tiempo en que te abren con una cuchilla, quienes te rodean están felices, mientras tú estás muriéndote como mujer en silencio, en una esquina», confiesa con voz temblorosa a Público Matida Daffeh, defensora de los derechos de la mujer y opositora a este tipo de prácticas, que a sus 29 años ha sufrido en carne propia algunas de estas atrocidades.
Más de 125 millones de niñas y mujeres hoy vivas han sido sometidas a la mutilación genital femenina, y otras 30 millones corren el riesgo de serlo, según Unicef. En su último informe al respecto, la organización asegura que esta práctica se ha reducido en los últimos años en varios países, pero reconoce que no es el caso de Gambia, Malí, Senegal y otros estados en África. Responsable de género en la ONG ADWAC (Agencia para el Desarrollo de Mujeres y Niños), Daffeh visitó España este jueves junto a otras dos mujeres de la región africana del Casamance, para narrar de primera mano qué supone ser feminista en este continente.
Artículo completo en: Público.es