Es una mañana soleada en la localidad de Sibpur, en La India, y decenas de personas hacen cola frente a un barracón. Uno a uno, los ciudadanos van pasando al interior, donde un par de funcionarios del gobierno les fotografían, les toman las huellas dactilares y les hacen mirar por un pequeño aparato que escanea el patrón de su iris. El proyecto de identificación biométrica masiva de La India está a punto de culminar y es el más ambicioso jamás realizado. Desde su puesta en marcha, a finales de 2009, se han tomado los datos de más un millón de personas al día hasta rozar el objetivo de identificar a la mitad de la población, unos 600 millones de indios.
«A día de hoy se han expedido cerca de 574 millones de identificaciones«, explica a NextAnand Jain, portavoz de la Autoridad India para la Identificación Unificada (UIDAI-Aadhaar). Esto significa que «se han entregado entre 1’3 y 1’4 millones de números Aadhaar cada día» hasta prácticamente completar el objetivo, que era identificar a la mitad de los 1200 millones de habitantes del país. «La meta de este programa es proporcionar un número de identificación a cada residente», indica el portavoz de la autoridad por correo electrónico desde Nueva Delhi. «Millones de personas, especialmente los marginados, carecen de un prueba de identificación válida y este documento asegurará su inclusión en el sistema y les proporcionará una forma de acceder a los servicios».
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