Hay quienes desmontan electrodomésticos y con sus piezas crean armas, como es el caso del ucraniano Kreosan con el magnetrón de un horno microondas, que ha sujetado a un palo, usando una lata metálica como antena direccional. Con esta rudimentaria (y hasta cierto punto ridícula arma), sin embargo, no solo consigue crear interferencias en una radio o encender luces a distancias. También hace explotar alguna cosa.