A iniciativa de la titular de la Consellería do Mar, Rosa Quintana, el Gobierno de Galicia parece decidido a introducir el uso de uniformes entre los miembros del gabinete que preside Alberto Núñez Feijóo (PP). Una vez más, la Galicia «xunteira» hace historia…
Con su decisión, la «conselleira» trata de poner fin a una agria polémica jurídico-laboral y, de paso, acallar las protestas de los miembros del Servicio de Guardacostas de Galicia, el cuerpo de policía administrativa que ha denunciado en reiteradas ocasiones que el cargo político responsable del servicio, Lino Sexto, se haya aficionado a utilizar placa y uniforme a pesar de no pertenecer a ninguna de las escalas del servicio de guardacostas.
Tras una profunda investigación científica, jurídica e histórica del episodio, la Xunta ha descubierto, ¡albricias!, que el señor Sexto estaba utilizando símbolos y vestimenta de forma ilegal.
Ante la nueva situación, la titular de la Consellería do Mar ha modificado la legislación autonómica y la normativa que regulan la estética y el uso del uniforme de los guardacostas y, de paso, ha aprovechado para imponer el criterio «cateto» de que el responsable político del servicio y ella misma puedan lucir el uniforme policial.
En buena lógica, los guardacostas opinan que la decisión de Quintana es «propia de regímenes totalitarios y bananeros» y han emplazado a sindicatos y partidos a que presionen en pro de la racionalidad.
Los guardacostas no lo dicen, pero lo digo yo: ¿qué tal si la Xunta costea la presencia de un psicólogo o de un psiquiatra en las reuniones que se celebran en el despacho de la titular de la Consellería do Mar?
Fuente: Im-Pulso
Licencia CC