La base única de datos policiales de ADN, que empezará a funcionar el próximo mes de noviembre, permitirá, entre otras aplicaciones, la búsqueda de los autores de unas 2.000 agresiones sexuales no esclarecidas hasta ahora, según dijo a Efe el genetista del Instituto Nacional de Toxicología, Antonio Alonso. Éste sostiene que la base de datos “es una buena herramienta para la investigación de casos sin autor conocido, que de otra forma no se analizarían”.
En su instituto, explica Alonso, se encuentran almacenados desde 1991 unos 2.000 perfiles genéticos relacionados con agresiones sexuales a la espera de “poder mandarlos a un listado nacional para investigar su procedencia y conocer al agresor”.
Esto permitirá comparar entre sí los perfiles genéticos de muestras biológicas obtenidas de víctimas de agresiones sexuales. De esta manera, indica Alonso, “se pueden obtener coincidencias en distintas víctimas. Saber, por ejemplo, que se trata de un mismo agresor en distintos casos y en distintas localizaciones”.
Las muestras que se analizan y que proceden de la víctima o del lugar en el que se ha cometido el delito, “al final no nos dicen nada porque son anónimas. Cobran valor cuando se comparan con una muestra de referencia y de ahí surge la necesidad de la base de datos”, destaca el experto en análisis de ADN.
Sin embargo, advierte que es difícil determinar el porcentaje de muestras anónimas que podrán ser identificadas, ya que “desde hace tiempo” la Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza y Mossos D´Esquadra “cruzan sus bases datos”.
Fuente: Publico.es
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